El hilozoismo y la omnipotencia de las ideas
PRÓLOGO: materia, fuerzas y energías.
En el Baghavad Gita encontramos que Dios posee cuatro características o aspectos principales. La Forma Universal, es objeto de estudio de la filosofía panteísta que identifica a Dios con el Universo, la mónada es el objeto de estudio de la filosofía monista que identifica a Dios con el Alma, la Superalma situada dentro de los corazones de todas las entidades vivientes, es el objetivo del misticismo, la Triada espiritual es el objeto de estudio de las religiones y el esoterismo.
En la Biblia se habla de la omnisapiencia, omnipresencia y la omnipotencia, esta última cualidad bajo el nombre Shaddai, las ideas puras, la capa doce del ADN. Kant nos introdujo en la relación de lo inmanente y lo trascendente, esa interacción la encontramos entre el alma y la mente al producir el universo manifestado. El Maestro de Oriente, Buda, nos dio el concepto de la Deidad trascendente, en la enseñanza occidental persiste el concepto de Dios inmanente que ha formulado y conservado el Cristo.
Desear es parte de la naturaleza de los sistemas intencionados y las personas son sistemas intencionados, y no hay quien pueda desear algo sin desear también la facultad de satisfacerlo. La facultad de satisfacer todos los deseos es un ideal que comparten necesariamente todos los hombres de todos los tiempos. La omnipotencia es lo que podría llamarse un meta-ideal.
En este artículo explicaremos la teoría hilozoísta y su relación con la omnipotencia de las ideas, mediante un diálogo de saberes entre el Tibetano, Sigmund Freud y Russell Ackoff.
DIÁLOGO: ídolos, ideales e ideas
Djwal Khul: Existe en nuestro universo manifestado la expresión de una energía o vida, causa responsable de las diversas formas y de la vasta jerarquía de seres sensibles que componen la totalidad de cuanto existe. Esta es la denominada teoría hilozoísta. Esa gran vida es la base del monismo, y todos los hombres iluminados son monistas. “Dios es uno” es la expresión de la Verdad.
Sigmund Freud: Paso a paso la conciencia del hombre ha ido cambiando del animismo hacia el idealismo. La humanidad ha conocido a través de los tiempos tres grandes concepciones del universo: la concepción animista, la religiosa y la científica.
Djwal Khul: Entre la etapa psíquica de grado inferior y la percepción espiritual existen tres niveles de percepción consciente: Las etapas del psiquismo, del misticismo y del ocultismo. Estas manifestaciones del conocimiento divino están vinculadas con el desarrollo de los centros de energía y dependen de él.
Sigmund Freud: Teniendo en cuenta esas cosmovisiones, nos será también fácil seguir la evolución de la “omnipotencia de las ideas” a través de estas fases.
Djwal Khul: La divina Siquis manifiesta eventualmente las tres características sicológicas sobresalientes de la divinidad: Luz, Energía y Magnetismo
Sigmund Freud: En la fase animista, se atribuye el hombre a sí mismo, la omnipotencia; en la religiosa, la cede a los dioses, reservándose el poder de influir sobre ellos, haciéndoles actuar conforme a sus deseos, en la concepción científica el hombre se ha resignado a la muerte.
Djwal Khul: En el misticismo se efectúa la revelación de la luz y el poder, es propia de la etapa de la adolescencia. El sentido de poder hace al hombre, por lo menos temporariamente egoísta, dominante, seguro de sí mismo y arrogante. La egomanía constituye predominantemente un problema de integración de la personalidad.
Sigmund Freud: El narcicismo muestra como característica esencial, el alto valor que el primitivo y el neurótico atribuyen a los actos psíquicos.
Djwal Khul: Los factores psicológicos han de ser afrontados, por la omnisciencia del alma actuando a través de la mente, pero no por su omnipotencia. El sentido de poder sólo se adquiere por el esfuerzo de realizar un definido trabajo mágico.
Rusell Ackoff: La omnipotencia tiene carácter de ideal y se refleja en el hecho de que virtualmente todas las religiones la atribuyen a la deidad.
Sigmund Freud: La omnipotencia de las ideas es el principio que rige la magia. Los motivos que impulsan al ejercicio de la magia no son otra cosa que los deseos.
Rusell Ackoff: La omnipotencia es un ideal, que si pudiera alcanzarse, aseguraría la realización de todos los deseos, y en consecuencia, de todos los demás ideales.
Djwal Khul: Quien descubre su alma se dedica al trabajo mágico, a la salvación de otras almas, mediante su fuerza de voluntad, deseo formulado con claridad.
Sigmund Freud: La expresión “omnipotencia de las ideas” la debo a un enfermo muy inteligente que padecía de representaciones obsesivas y que, una vez curado, dio pruebas de clara inteligencia y buen sentido. Forjó esta expresión para expresar todos aquellos singulares e inquietantes fenómenos que parecían perseguirle, y con él a todos aquellos que sufrían de su misma enfermedad.
Djwal Khul: El mundo del ocultismo es el mundo de las energías, de las fuerzas, de su origen, de su punto de impacto, y de los puntos para su asimilación y transferencia, o eliminación.
Rusell: En la revolución industrial los dos conceptos centrales fueron trabajo y máquina. El trabajo llegó a concebirse como la aplicación de la energía a la materia para cambiar sus propiedades.
Djwal: La historia del mundo se basa en el surgimiento de las ideas, su aceptación, su transformación en ideales, y su oportuno reemplazo por otras nuevas, antes que caer en la idolatría.
Rusell: Trato de convencer al lector de que comparta, la visión, la misión y el método con los que podemos crear la nueva era: (la era de las ideas).
Djwal: “Dios en la máquina” es una de los espejismos de las personas de tercer rayo: inteligencia activa.
Rusell: La era de los Sistemas es una síntesis de la era de la Máquina y de su antítesis (la de las ideas), la cual aún está formulándose.
Freud: En nuestra confianza en el poder de la inteligencia humana, que cuenta ya con las leyes de la realidad, hallamos todavía huellas de la antigua fe en la omnipotencia.
Djwal: La inteligencia favorece el paso del intelecto a la intuición. Llegamos a la comprensión cuando consideramos la relación entre nuestro foco interno espiritual y nuestro servicio externo, por el constante esfuerzo de servir.
Rusell: La inteligencia es la capacidad para aumentar la eficiencia; la sabiduría es la capacidad para aumentar la efectividad, aquello que diferencia la comprensión del saber, se refleja en la diferencia entre crecimiento y desarrollo. El crecimiento no requiere un incremento en el valor; el desarrollo sí.
Djwal: Hay una diferencia entre crecimiento espiritual y desarrollo interno, entre introversión y subjetividad. La introspección es propia de la personalidad pensante que mira siempre hacia su vida mental y sentimental interna, vivir subjetivamente significa que el enfoque de la conciencia está dentro y desde allí mira a la personalidad y al alma. Lo espiritual es propio del místico, lo esotérico es propio del ocultista.
Rusell: En los sistemas sociales encontramos dos categorías: la forma en que el medio afecta al individuo y la forma en que un individuo afecta al medio.
Djwal: Introvertidos y extrovertidos. Marcan el flujo y reflujo en la experiencia individual y son la analogía de la pequeña vida con los grandes ciclos del alma.
Rusell: Quienes son más sensibles a su medio, están orientados a lo objetivo, quienes son más sensibles al yo, están orientados a lo subjetivo.
Djwal: La autoconciencia es el resultado del principio mental en las personas y cuando son estudiados los principios de posición, relación y limitación en los sistemas, se evidencia la íntima conexión que existe entre todos los grupos dentro de un conjunto.
Rusell: Los líderes centran su atención en el tipo de sistemas llamado “organizaciones”. Los cibernéticos centraron su atención en el tipo de sistemas llamado “organismos”; pero con frecuencia tratan a las organizaciones como si fueran organismos.
Djwal: El liderazgo en los grupos que controlan el trabajo de la nueva era, surgirá de la disciplina del individuo, y los líderes serán extraídos de quienes perciben los asuntos internos.
Rusell: El producto de un diseño ideal deberá ser el sistema que busca alcanzar ese ideal. Este sistema ha de tener la capacidad de perseguir sus ideales con efectividad creciente en condiciones constantes o en condiciones cambiantes; ha de tener la capacidad de aprender y adaptarse.
Djwal: El entrenamiento esotérico se centra en el verdadero aprendizaje: el reconocimiento de los valores velados por el mundo de significados.
Freud: El arte es el único dominio en el que la “omnipotencia” de las ideas se ha mantenido hasta nuestros días.
Rusell: El ideal de la omnipotencia deberá poder generar siempre imágenes de un estado más deseable que en el que se encuentra actualmente. La función del arte es proporcionar este tipo de imágenes e inspirarnos para perseguirlas.
EPÍLOGO: sistemas, diseño y modelo
En la evaluación y reconocimiento de la mente ha de recordarse que el universo no es ni mágico ni mecánico; es una creación de la mente y un mecanismo de la ley. Pero aunque en las aplicaciones prácticas las leyes de la naturaleza operan en lo que parecen ser un reino dual de lo físico y lo espiritual, en realidad son uno, operando bajo la ley de atracción. Djwal Khul expone su tratado de los siete rayos en términos de historia. Esta es la mente cósmica, la mente séptuple diversificada en el espacio-tiempo, cada fase de la cual es administrada por cada uno de los Siete Rayos.
Las metáforas de Freud estaban impregnadas de la imaginería de la reforma. El modelo hidráulico de los instintos que hacen presión para liberarse, el modelo económico de la formación de los síntomas, en el cual la neurosis es una transacción realizada entre las exigencias opuestas de impulsos en conflicto, estaba destinado a exponer y deshacer el destino en el cual nuestra propia historia nos ha colocado.
Las cápsulas de Ackoff fueron concebidas en una época de posrevolución industrial, en la que la administración tomó el lugar humano de la cibernética. Ackoff nos plantea la diferencia entre crecimiento y desarrollo y nos aclara la idea de progreso. En la revolución postindustrial el hombre busca desarrollar y usar instrumentos que realizan trabajo mental en vez de físico: artefactos que observan (generan símbolos), comunican (transmiten símbolos) y piensan (procesan símbolos lógicamente). En conjunto, estas tecnologías hacen posible la mecanización del control, es decir, la automatización.
Ackoff trata de convencernos para que compartamos la visión, la misión y el método con los que podríamos crear una nueva era: La era de la ideas, como antítesis de la era de la máquina, siendo la era de los sistemas su síntesis.
REFERENCIAS:
Alice Bailey. Tratado sobre fuego cósmico. Lucis Trust. Buenos Aires. 1995
Rusell Ackoff. El paradigma de Ackoff. Limusa. México. 2002
Sigmund Freud. Tótem y tabú.
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