Historia de la Tierra V: Marte y su destino

Fanny Zapata

«¡Saludos amados Creadores! Continuamos con el destino de Marte, confiando en que hayan encontrado la historia que venimos contando repleta de ideas intrigantes. ¿Ha planteado más preguntas de las que ha respondido? Si es así, está bien, tengan en cuenta que estamos abordando solo los eventos y situaciones más básicos y ofreciendo nuestra perspectiva sobre la danza de la dualidad, tal como se ha desarrollado durante millones de años.

Algunos de ustedes han estado preguntando acerca de los oriones y los draconianos o Dracos. No hemos entrado en detalle sobre estos grupos porque no es necesario. Baste decir que, usando vuestro lenguaje terenal, nuestro experimento de ADN original se desvió un poco.

Lo que sucedió fue algo así como si otros técnicos de laboratorio e inventores irrumpieran en el laboratorio en medio de la noche y destrozaran nuestro equipo y robaran nuestras muestras, haciendo sus propios experimentos con ellas en sus propios laboratorios.

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La tenue atmósfera de Marte no soportó las tensiones a las que fue sometida, y sus habitantes tuvieron que esconderse bajo tierra. Fuente: Pixabay.

Sin embargo, el experimento de la Tierra se puede entender mejor si continuamos nuestra saga en el tiempo, justo después de la destrucción de Maldek.

¿Qué sucedió en Marte?

Más de diez millones de almas perdieron sus cuerpos durante la destrucción de ese planeta. La mayoría se instalaron en Marte, donde ya se estaba gestando una civilización. Las almas en Marte en ese momento fueron producto de nuestra experimentación, junto con grupos de muchos sistemas diferentes, incluidos Orión y Alpha Draconis. Esos grupos dejaron su marca muchas veces a lo largo de su espiral evolutiva, pero nunca en un grado suficiente como para alterar seriamente su modelo de ADN, al menos no todavía.

Las almas de Maldek encarnaron de la manera habitual a través de la crianza entre los linajes Pleyadiano, Orión y Draconiano de Marte. La civilización en Marte creció significativamente en número, hasta albergar más de 100 millones de almas. No entraremos en los principios de la fragmentación del alma en este momento, pero baste decir que los 10 millones de almas de Maldek se fragmentaron en aproximadamente el 50% de la población de Marte, en un período de solo unos pocos miles de años.

Un planeta en problemas

A medida que la población crecía en Marte, la frágil atmósfera del planeta sufrió un gran estrés. Debido a su distancia del Sol, las atmósferas tanto Marte como Maldek eran delgadas y delicadas, al punto de no poder soportar la tensión de grandes poblaciones (sin mencionar las armas nucleares).

Mientras la civilización de Marte siguía creciendo, aumentó el malestar entre las distintas facciones, especialmente porque muchas de las almas maldekianas no habían aprendido las lecciones de la guerra, y además habían abandonado sus cuerpos repentinamente durante los eventos catastróficos allí.

Aunque a la mayoría de las almas se les aconseja entre vidas, todavía existía una política de no interferencia, excepto para evitar otra explosión planetaria, por lo que los habitantes de Marte estuvieron solos, mientras no desarrollaron suficientes armas de destrucción.

Las consecuencias de la guerra en Marte

La explosión de Maldek alteró la órbita de Marte y cambió significativamente la banda de frecuencia EM. El clima cambió y se construyeron grandes canales para transportar agua, desde las regiones tropicales y polares hacia las zonas intermedias desérticas. A medida que el clima continuaba volviéndose más inestable, se desató una guerra sobre los derechos acerca del uso del agua, y las armas convencionales empezaron a proliferar.

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Una gran devastación sacudió al planeta rojo e hizo que su civilización desapareciera de su superficie. Fuente: Pixabay.

Luego de esto se desarrolló una variante de bomba atómica sucia, utilizando metales pesados, como uranio y plutonio, y finalmente estalló una guerra con estas armas. Muchas almas fueron advertidas por miembros de la Hermandad de la Luz, a la que más tarde se la conoció como la Confederación de Planetas. También fueron asistidas en la construcción de refugios subterráneos y, por último, ciudades subterráneas.

La Hermandad y demás organizaciones relacionadas neutralizaron muchas de las armas, para evitar que se repitiera la experiencia de Maldek. Sin embargo, los marcianos hicieron agujeros en su atmósfera y alteraron gravemente el equilibrio ecológico. Tanto, que se extinguió casi toda vida de la superficie.

Los habitantes se refugiaron en el subsuelo

Algunos sobrevivientes de las explosiones atómicas se abrieron paso bajo tierra y se unieron a los que ya estaban allí. Una vez bajo tierra, continuaron reconstruyendo su civilización, hasta que surgió un nuevo nivel de orden. De los aproximadamente 100 millones de almas superficiales, cerca de 10 millones sobrevivieron y fueron a habitar en el subsuelo.

Para evitar más ataques, las ciudades subterráneas de Marte se aislaron del mundo exterior y los científicos lograron crear un entorno artificial, capaz de albergar hasta 20 millones de almas. Con el tiempo, grandes tormentas de polvo se extendieron por la superficie del planeta y erosionaron la mayoría de las ciudades y su arquitectura.

Hasta el día de hoy, quedan algunas pirámides y edificios rectangulares, suficientes para recordar a sus científicos que una vez hubo vida allí, aunque esa información no ha sido dada a conocer a la población.

El destino de 90 millones de almas

En cuanto a las ciudades subterráneas, todavía existen y están habitadas hasta el día de hoy, pero han evolucionado hacia la cuarta densidad y no son visibles para la mayoría de quienes las buscan.

Vuestros científicos descubrirán algo de radiactividad en Marte que no podrán explicar únicamente por las formaciones rocosas naturales. Este es el residuo de las explosiones atómicas, ya que algunos de los elementos empleados en las bombas tienen una vida media de millones de años.

¿Y qué pasó con los 90 millones de almas que no pasaron a la clandestinidad? Lo has adivinado: emigraron a la Tierra y reencarnaron en el crisol de las Pléyades, Orión, Draco y otros grupos que se habían reorganizado tras la destrucción de Pan.

Somos los Fundadores»

Un mensaje canalizado por Sal Rachele.

Traductora: Fanny Zapata, redactora y traductora de la Gran Familia de La Hermandad Blanca en hermandadblanca.org

Puedes ver el mensaje original haciendo clic en el siguiente enlace:

http://www.crystalwind.ca/eureka-amazing/cosmic-stargate-portal/the-founders/the-founders-earth-history-part-5-6

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