La Aplicación de la Atención en el cuerpo

Pilar Vazquez

Wellness-cuerpo-mente-espíritu

Este es un tema muy importante en la cultura de oriente y forma parte de lo que se conoce como “Los cuatros fundamentos de la atención”, el primero es el del cuerpo, el segundo es el de las sensaciones, el tercero es el de la mente  y el cuarto es el del mundo fenoménico.

Por el momento hablaremos de la aplicación o fundamento de la atención en el cuerpo. Siendo una herramienta útil en la meditación es eficaz también en nuestra vida cotidiana.

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Uno de los objetivos es determinar si nosotros somos solamente nuestro cuerpo, y la razón más importante es que muchas personas en la actualidad sufren por una fijación extrema en el mismo, en su forma, en su vestido, en el maquillaje algunas veces cayendo en extremos detrimentales o transtornos como son los alimenticios, en los que perdemos la noción de cómo es y existe nuestro cuerpo, lo vemos gordo, flaco o sin forma, empiezan las dietas estrictas y en casos extremos se llega a la muerte como sucede con la anorexia.

relacionarnos de manera sana

Esta enseñanza es muy útil y necesaria para relacionarnos de manera sana con nuestro cuerpo. En algunas tradiciones de occidente se entiende al cuerpo como el templo en el que habitas y que de alguna manera si lo dañas estas atentando contra ti mismo.

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En Oriente se comienza pensando, analizando calmada y atentamente si yo soy solamente cuerpo, es decir, si fuera solo cuerpo no tendría mente, no tendría sensaciones y no tendría percepción y relación con el mundo externo, desde este punto de vista somos más que cuerpo, somos un conjunto de procesos y actividades vitales físicas y mentales.

somos más que nuestro cuerpo

Otra aproximación que parece extraña pero hace mucho sentido ¿Si no tuviera este cuerpo no existiría?, lo anterior no abordándolo después de la muerte, más bien si por ejemplo, resultado de un accidente yo dejara de mover alguna parte de mi cuerpo ¿Dejo de ser yo?, NO, pase lo que pase nuestro proceso mental permanece, es decir, no somos solo cuerpo, somos más que eso.

Una reflexión importante aquí es que el cuerpo también es efímero enferma y envejece pero cuando esto acontece ¿Dejo de ser yo? La respuesta es NO, somos más que eso.

El aferramiento y apego a nuestro cuerpo es sufrimiento y refleja una relación no saludable con lo que en realidad somos, cuerpo, mente, sensaciones y la percepción de los que nos rodea.

Una práctica muy interesante es la de contemplar un cuerpo envejecido y contrastarlo con un cuerpo de bebé, es diferente a simple vista pero en el interior si hemos trabajado en todos los componentes existe una mente más o menos evolucionada o lo que se conoce como una dimensión espiritual que va más allá de lo físico, de los músculos y huesos, existe algo muy valioso que nos identifica y nos enriquece más allá de nuestra dimensión material que es el espíritu, nuestra mente y nuestro corazón o capacidad de amar.

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dimensión mental y espiritual

Esta no es otra cosa que una invitación a relacionarnos sana y atenta con nuestro cuerpo, como el instrumento que nos sirve para trabajar, para viajar y para crecer de manera profunda en el interior, si el cuerpo no está saludable no podremos meditar adecuadamente, o no podremos analizar lo que nos rodea de manera exitosa, necesitamos nuestro cuerpo y cuidarlo sin aferrarnos y entendiendo que si sólo me concentro en este aspecto estoy descuidando otra dimensión de mi mismo y que me haría una persona completa: la dimensión mental y espiritual.

Así como lo físico es importante, no lo es todo y no resulta acertado darle el cien por ciento de nuestra atención, pues como todo en nuestra vida, tarde o temprano envejecerá, o enfermará y si no he trabajado en los otros aspectos de mi mismo es posible que sufra por un deterioro físico que es natural.

el deterioro físico es natural

Es así como debemos de orientar nuestra vida más allá de lo material (no descuidarlo) pero trabajar en todo lo demás que nos comprende para ser seres en equilibrio y con atención en todo lo que somos y no solamente un aspecto.

El equilibrio es también paz y tranquilidad, el aferramiento a lo que sabemos que se deteriorará nos generará sufrimiento y resistencia que no podremos evitar, el paso del tiempo es inevitablemente y lo que nos sostiene ante este cambio es nuestra práctica interna y espiritual….que como algunos maestros mencionan lo único que nos llevamos en el momento de morir es nuestro interior, nuestra conciencia, lo demás , lo material, se queda aquí…seamos buenos inversionistas y dediquemos mayor tiempo y energía a lo que trasciende y que se irá con nosotros al final de cuentas …nuestro interior, nuestra dimensión mental y espiritual.

 

AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca

 

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