La leyenda de la ciudad perdida de Aratta

Pedro González

En los albores de la civilización humana, muchos fueron los enclaves que se formaron por todo el planeta. Pero especial presencia física tuvieron las zonas de Asia y África. Y precisamente desde allí nos llega el texto de hoy, donde conoceremos la leyenda de la ciudad perdida de Aratta.

Conoce la leyenda de la ciudad perdida de Aratta

Muchos creen que antes de civilizaciones como el antiguo Egipto, las ciudades estado de Grecia y los Sumerios en Mesopotamia, poco o nada había salvo algunos salvajes que vivían en cuevas. Sin embargo, las investigaciones y descubrimientos nos llevan a suponer lo contrario.

La historia humana se introduce sus manos en los albores de los tiempos. Y lo hace como mínimo de 5000 a 10000 años en nuestro pasado. Y precisamente en esa época oscura de la que apenas tenemos referencia, surge la leyenda de la ciudad perdida de Aratta.

¿Qué fue Aratta?

Aunque oficialmente no se ha descubierto nada, sí que se han encontrado inscripciones y referencias sumerias a la ciudad de Aratta. Ubicada en alguna parte de Asia meridional o el Oriente Medio, sus orígenes podrían situarse más allá del año 2500 a.C.

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Si bien su mención se debe especialmente a las leyendas sumerias más arcaicas, parece que hay algo de cierto en su existencia. No obstante, a día de hoy, pese a que hay ciertos enclaves que podrían ser candidatos, no se ha confirmado nada.

Entre los posibles orígenes, se cree que los sumerios se podían referir a Urartu, el imperio armenio más antiguo que se conoce. Pero también podría haber pertenecido a la civilización de Jiroft, en Irán. Estos primitivos habitantes ya usaban la escritura y eran muy avanzados en su época.

Las leyendas sobre Aratta

Según las leyendas sumerias, Aratta fue una antigua civilización. Un país rico en una zona montañosa cuyo Señor o Gobernador rivalizaba en poder con el mismo Enmerkar. Según se sabe por lo escrito, su nombre era Ensuh-keshdanna, al mismo nivel del gran regente de Uruk, el citado Enmerkar.

Para los sumerios, Aratta era una zona muy rica. Un lugar célebre por los minerales, metales y artesanados. También fue fuente de oro, plata y lapislázuli. Así pues, para esta civilización su diosa Inanna se marchó desde Aratta hasta Uruk. Allí jugó un papel básico como creadora de reyes.

Hoy se encuentran muchas menciones en las leyendas más antiguas de los sumerios sobre Aratta. En obras como Enmerkar y el señor de Aratta o en Enmerkar y Ensuh-keshdanna. También en Lugalbanda en la cueva de la montaña, o bien en Lugalbanda y el pájaro Anzu.

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En todas estas leyendas, tanto el rey de Uruk, Enmerkar, tiene diversos encuentros con el señor de Aratta. A veces son enfrentamientos, otras pactos. Así pues, podría ser que estas historias proviniesen de antiguos encuentros más o menos amistosos. Luego pasaron de generación en generación finalizando en cuentos legendarios una vez desapareció Aratta.

¿Existencia real de Aratta?

Aunque es muy difícil confirmar si Aratta existió realmente, parece ser que posiblemente sí que hubo una civilización en la zona que se describen en las leyendas sumerias. Según los investigadores, lugares como el mar Caspio, el noreste de Irán y otros rincones de aquella parte de Asia son candidatos.

En los últimos años se han encontrado enclaves como la citada civilización de Jiroft. A lo largo de los países que ahora forman Oriente Medio y Asia en su parte más meridional quedan muchos rincones por descubrir. Por desgracia, la situación de inestabilidad hace muy complejas las investigaciones.

Esperemos que un día podamos saber más sobre la leyenda de la ciudad perdida de Aratta y otras civilizaciones que se ocultan allende los siglos. Un legado muy valioso para la humanidad y las generaciones que están por llegar.

Por Pedro, redactor de la Gran Hermandad Blanca

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