Lluvias de estrellas: cómo disfrutar del cielo nocturno

Fanny Zapata

Las lluvias de estrellas o lluvias de meteoros, son uno de los espectáculos más hermosos del cielo nocturno. Aparecen como trazos luminosos de corta duración sobre el firmamento, conocidos coloquialmente como estrellas fugaces

Sin embargo no se trata de estrellas verdaderas como nuestro Sol o Sirio, por ejemplo. Las estrellas fugaces o meteoros, son los restos de cometas y asteroides que aciertan a pasar cerca de la Tierra, y que a causa de la poderosa atracción gravitatoria del Sol, se fragmentan en trozos cuyo tamaño oscila entre 1 micrómetro -la millonésima parte de un metro- y algunos kilómetros.

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Las lluvias de estrellas son un magnífico espectáculo en el cielo nocturno. Fuente: Pixabay.

El origen de las lluvias de estrellas

Estos escombros se dispersan en la órbita del cometa o del asteroide y la Tierra, a su paso por el espacio, se los va encontrando periódicamente. Cuando nuestro planeta llega a un punto donde la densidad de fragmentos es muy grande, surgen las llamadas lluvias de estrellas o lluvias de meteoros.

El trazo luminoso que dejan es producto de la ionización de los gases atmosféricos y puesto que entran en la atmósfera a gran velocidad -unos 40-70 km/s en promedio-, el rozamiento los calienta y vaporiza antes de que lleguen a la superficie, salvo en contadas ocasiones en que el fragmento tiene un tamaño considerable.

Aunque cada año se presentan regularmente numerosas lluvias de estrellas y algunas han sido registradas desde antaño por numerosos pueblos, no siempre se supo la relación entre ellas y los cometas. 

Durante mucho tiempo se creyó que eran fenómenos atmosféricos, hasta que los astrónomos se percataron, en el siglo XIX, de que había un vínculo entre las lluvias y los escombros dejados por los cometas.

Las principales lluvias

Se estima que a lo largo del año se producen hasta unas 50 lluvias de estrellas, que se clasifican según su actividad en lluvias mayores y lluvias menores

Una lluvia mayor de estrellas tiene un conteo de más de 10 meteoros/hora en condiciones ideales de observación, lo que significa cielos muy oscuros, despejados, lejos de la contaminación lumínica y con la luna baja en el horizonte.

Las lluvias de estrellas se nombran de acuerdo a la constelación en donde se encuentra el punto al cual convergen sus trayectorias, que no es más que un efecto originado por la perspectiva. Este punto es el radiante

Por ejemplo las Perseidas, popularmente conocidas como Lágrimas de San Lorenzo, tienen su radiante en la constelación boreal de Perseo, las Leónidas lo tienen en Leo y así sucesivamente.

A continuación una breve descripción de las lluvias mayores de estrellas, incluyendo las fechas de aparición y el cometa o asteroide asociado:

Perseidas

Las populares Lágrimas de san Lorenzo, son visibles en pleno verano del hemisferio norte, entre el 16 de julio y el 24 de agosto. El máximo ocurre entre el 10 -día de San Lorenzo- y el 13 de agosto.

Es una de las lluvias de estrellas más espectaculares, con una tasa de entre 50 y 100 meteoros/hora y grandes posibilidades de llegar a ver un bólido: un meteoro especialmente masivo que deja una espectacular estela, acompañada incluso por un ruido de explosión.

Puesto que el clima es muy favorecedor, esta lluvia de estrellas es una excelente oportunidad de salir a campo abierto y contemplar las maravillas de cielo nocturno.

Las Perseidas son originadas por los escombros del 109P/Swift-Tuttle, un cometa cuyo período es de 133 años, descubierto en 1862. La próxima visita se espera para el 2126, cuando podrá apreciarse de nuevo a simple vista. Se trata de un cometa bastante grande y los cálculos predicen que orbitará muy cerca de la Tierra para el año 4479. 

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Los cometas son el origen de la mayoría de las lluvias de estrellas. fuente: Pixabay.

Si bien la probabilidad de impacto es pequeña, debido a que el cometa tiene unos 26 km de diámetro según la NASA, es de los objetos más masivos que pasan cerca de la órbita de la Tierra. 

Con una velocidad estimada de 60 km/s, sumada su gran tamaño,  -bastante mayor que el del objeto que causó la extinción de los dinosaurios-, no es de sorprender que los astrónomos se preocupen acerca de los peligros de un posible acercamiento excesivo.

Leónidas 

Se llaman así por su radiante ubicado en la constelación de Leo. Se hacen presentes desde el 15 al 21 de noviembre, siendo el máximo alrededor del 17-18 de ese mismo mes. La actividad de las Leónidas es bastante variable, casi siempre entre 10 y 15 meteoros/hora. 

Pero en noviembre de 1833, las Leónidas pasaron de ser de una lluvia de estrellas a una verdadera tormenta, con miles de meteoros por minuto, contabilizados en la costa este de los Estados Unidos. 

Esto despertó el interés de los astrónomos por averiguar el verdadero origen de los meteoros. Algunos años después se estableció definitivamente la relación entre esta lluvia y el cometa Tempel-Tuttle, descubierto en 1866. Las órbitas del cometa y las Leónidas son una sola.

En 1966 se registró otra tormenta de meteoros procedente de las Leónidas, nuevamente con miles de meteoros por minuto.

Gemínidas 

Otra espectacular lluvia de estrellas en la constelación de Géminis, sucede desde el 7 hasta el 17 de diciembre aproximadamente, con su máximo alrededor del 13 al 14. Aunque más lentos que en otras lluvias, la tasa de meteoros por hora supera los 100. Esto la convierte en una de las lluvias mayores más destacadas por su actividad.

A diferencia de las demás lluvias, que son originadas por cometas, las Gemínidas son los remanentes del asteroide 3200 Phaeton. Además son recientes, apenas datan del siglo XIX, mientras que las Perseidas por ejemplo, llevan siglos de haber sido registradas.

El asteroide Phaeton, el padre de las Gemínidas, tiene unos 5 km de diámetro y algunas características en común con los cometas, aunque no se le ha visto desarrollar cabellera. 

Fue descubierto en 1983 y todavía ronda el Sistema Solar. Junto con  el cometa Swift-Tuttle, es considerado otro objeto peligroso para la Tierra por la proximidad de sus órbitas y una pequeña, aunque no despreciable probabilidad de colisión.

Cuadrántidas 

Con su radiante en la constelación septentrional del Boyero, las Cuadrántidas son el espectáculo celeste de finales de año hasta la primera semana de enero. El máximo se espera el 3-4 de enero, y aunque es de breve duración, es una de las lluvias más activas: más de 100 meteoros/hora.

Además los meteoros de las Cuadrántidas son excepcionalmente brillantes, pudiendo verse incluso durante el crepúsculo si las condiciones son apropiadas. El nombre de Cuadrántidas les viene porque su radiante se encuentra en la ya desaparecida constelación Quadrans Muralis.

La procedencia de las Cuadrántidas es incierta todavía. Actualmente la mayoría de los astrónomos lo atribuyen a un asteroide de 3 km de diámetro, llamado 2003 EH1, un objeto con características híbridas entre asteroide y cometa descubierto en 2003.

Oriónidas 

Provienen de la constelación de Orión, siendo visibles durante el mes de octubre, con el máximo cerca del 21 de octubre. La tasa de las Oriónidas no es tan elevada como la de otras lluvias mayores, apenas entre 10-20 meteoros/hora, pero son vistosos meteoros verde-amarillos.

Más aún, las Oriónidas son los remanentes del famoso cometa Halley, el cometa más estudiado por la humanidad. La vista de las Oriónidas está acompañada del espectacular cielo de octubre, repleto de estrellas de primera magnitud, nebulosas y planetas, un espectáculo realmente digno de ver.

Líridas 

El radiante de las Líridas está en constelación de Lira, cercano a la hermosa estrella de primera magnitud Vega. Se trata de una lluvia moderada que se puede admirar desde el 16 hasta el 25 de abril, con una tasa más bien moderada de 10-20 meteoros/hora, aunque en algunos años es bastante mayor.

El máximo de esta lluvia de estrellas ocurre el 22 de abril, siendo este el mejor día para planear la observación. Las Líridas provienen del cometa 1861 I Thatcher, descubierto en 1861 y cuyo período es bastante grande: 415 años.

Algunos de los fragmentos dejados por el Thatcher son tan grandes y rápidos, que en ocasiones no se desintegran completamente al pasar por la atmósfera y la atraviesan como bolas de fuego. Se trata de bólidos y los fragmentos que consiguen aterrizar se denominan meteoritos.

Cómo disfrutar de una lluvia de estrellas

Disfrutar de las lluvias de estrellas es muy sencillo, porque no requiere de instrumentación alguna. Los binoculares y telescopios no harían más que limitar el campo de visión.

El teléfono inteligente sí es buena compañía, ya que hay aplicaciones que aportan datos importantes acerca de la ubicación de la luna, las constelaciones y otros cuerpos celestes, así como de las lluvias.

Para una observación eficaz, lleve una silla reclinable o acuéstese directamente sobre el suelo, ya que el radiante debe estar a suficiente altura sobre el horizonte. El lugar debe estar a oscuras, lo mejor es que esté a cierta altura. Una vez ubicado, hay que esperar a que los ojos se acostumbren a la oscuridad

Desde allí puede pasear la vista por todo el cielo, ya que los meteoros pueden surgir desde cualquier parte. Si la luna está alta en el cielo, es mejor esperar a que baje, de lo contrario se perderá buena parte de la lluvia.

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Para una mejor observación de la lluvia de estrellas, el cielo debe estar bien oscuro.

También es importante tomar en cuenta que las mejores horas para apreciar los meteoros más brillantes y veloces son después de la medianoche y hasta el amanecer. Ahora siga estas recomendaciones y disfrutará de un espectáculo de lluvia de estrellas inolvidable:

  • Escoja un lugar tranquilo y alejado de las fuentes de luz artificial.
  • Espere a que la luna esté baja en el horizonte.
  • Lleve mantas, ropa cómoda y un abrigo.
  • Póngase repelente de insectos si va a estar a campo abierto
  • Un termo con café, té o chocolate caliente es imprescindible.
  • No olvide tener a la mano una linterna
  • Si va a fotografiar es obligatorio el uso de trípode y disparador automático.

Observar el cielo nocturno es una excelente oportunidad para maravillarse y conectarse con la naturaleza, con el universo y lo divino. Así que esté pendiente de la próxima lluvia de estrellas, para disfrutar del espectáculo en compañía de familiares y amigos.

AUTORA: Fanny Zapata, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org

Referencias:

  1. American Meteor Society. Major Meteor Showers. Recuperado de: amsmeteors.org
  2. Instituto de Astrofísica de Canarias. Guía para observar las perseidas 2019. Recuperado de: iac.es.
  3. Maran, S. 2013. Astronomía para Dummies. L Libros. 
  4. Wikipedia. Meteor Shower. Recuperado de: en.wikipedia.org

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