KHATA Upanishad

KHATA Upanishad

PRIMER ADHYAYA


PRIMER VALLI

1. Vagasravasa, deseoso de recompensas celestiales, entregó en sacrificio
todo lo que poseía. Tenía un hijo cuyo nombre era Nakiketas.

2. Mientras los presentes eran entregados, la fe entró en el coraz6n de
Nakiketas, que todavía era un muchacho, y pensó:

3. «Malditos seguramente son los mundos a donde va un hombre que ofrece en
sacrificio vacas que han bebido agua, comido heno, dado su leche y son
estériles.»

4. Aquél, conociendo que su padre había prometido entregar todo lo que
poseía, y por consiguiente también a su hijo, dijo a su padre: «Estimado
padre, ¿a quién vas a entregarme?» Lo dijo por segunda y tercera vez.
Entonces el padre replicó enojado:

«Te entregaré a la Muerte.»

(El padre, por haber dicho aquello, aunque fruto de su precipitación, tuvo
que ser fiel a su palabra y sacrificar a su hijo.)

5. El hijo contestó: «Voy a la muerte como cabeza de muchos que todavía
tienen que morir y con muchos que ahora están muriendo.

¿Cuál será la obra de Yama (el soberano de los fallecidos) que hoy tiene que
hacer conmigo?

6. «Miro al pasado y observo lo que ocurrió a los que vinieron, miro al
futuro y observo lo que ocurrirá a los que tienen que venir. El hombre
mortal madura como el maíz y, como el maíz, brota de nuevo.»

(Nakiketas entra en la morada de Yama, donde no hay nadie para recibirle.
Uno de los siryientes de Yama le increpa así:)

7. «El fuego penetra en las casas cuando un brahmín entra como invitado. Tal
fuego solamente puede ser aplacado con una ofrenda de paz. ¡Trae agua, pues,
oh Vaivasrata!

8. «Un brahmín que mora en la casa de un hombre necio sin recibir nada para
comer, destruye todas las esperanzas y deseos del dueño de la casa, todas
sus posesiones, su honestidad, sus sagradas y buenas acciones y todos sus
hijos y ganado.

(Yama, regresando a su casa después de tres días de ausencia, durante los
cuales Nakiketas no había recibido hospitalidad de él, se dirige a Nakiketas:)

9. «Oh, brahmín, puesto que tú, venerable huésped, has permanecido en mi
casa tres días sin comer, escoge como compensación tres deseos.»

10. Nakiketas contestó: «Oh Muerte, como el primero de mis deseos, escojo
que Gautama, mi padre, permanezca Calmo, bondadoso y no se enoje conmigo; de
este modo podrá conocerme y saludarme cuando tú me liberes».

11. Yama repuso: «Pormi favor, Andalaki Aruni, tu padre, te aceptará y se
comportará contigo como antes. Dormirá serenamente por la noche y la cólera
no se apoderará de él cuando vea que has sido liberado de las fauces de la
muerte».

12. Nakiketas añadió: «En el mundo celestial no hay miedo alguno, pues tú no
moras allí, oh Muerte. En ese reino nadie tiene que llegar a la vejez. Allí
no hay hambre, ni sed, ni dolor. Todo es gozo en ese mundo.

13. «Tú conoces, oh Muerte, el sacrificio del fuego que nos conduce al
cielo; revélamelo, pues mi corazón rebosa de fe. Aquellos que viven en el
reino celestial alcanzan la inmortalidad; éste es, pues, mi segundo deseo.»

14. Yama replicó: «Cuando conozcas el sacrificio del fuego que conduce al
cielo, comprende, Oh Nakiketas, que con él se alcanzan los mundos infinitos,
escondidos en el corazón del hombre».

15. Yama entonces le enseñó a realizar el sacrificio del fuego, que es el
principio de todos los mundos. Le enseñó también qué ladrillos se requieren
para el altar y cuántos y cómo tienen que ser colocados. Nakiketas repitió
todo tal como se le había enseñado.

Entonces Mrityu complacido con él, le dijo:

16. «Te concedo otro deseo: El fuego del sacrificio, que te ha sido
revelado, tomará tu mismo nombre.

17. «Aquel, pues, que realiza este rito Nakiketas y hallando la unión con
los tres, cumple los tres deberes, se halla más allá del nacimiento y la
muerte.

Quien aprende y comprende este fuego, que nos da a conocer todo lo que ha
nacido de Brahma, todo lo venerable y divino, obtiene la paz eterna.

18. «El que conoce los tres fuegos -Nakiketas y, conociendo los tres,
prepara el sacrificio- Nakiketas rompe las cadenas de la muerte y se
regocija en el mundo que se halla más allá del dolor.

19. «Este, oh Nakiketas -exclamó la Muerte- es tu fuego que conduce al cielo
y que tú has escogido como segundo deseo. Escoge ahora, pues, tu tercer deseo.»

20. Nakiketas dijo: «Hay una duda que surge en mí cuando muere un hombre.
Algunos afirman que su alma también muere y otros dicen lo contrario. Esto
me gustaría conocer; si tú me lo muestras, éste es mi tercer deseo».

21. La Muerte respondió: «En este punto incluso los dioses han dudado. No es
un tema fácil de comprender. Te ruego que escojas otro deseo, oh Nakiketas,
no me obligues a responderte».

22. Mas Nakiketas replicó: «Ciertamente en este punto incluso los dioses han
dudado. Con toda seguridad, pues, no hay otro deseo mejor que éste».

23. La Muerte repuso: «Escoge hijos y nietos que vivan cien años, ganado,
elefantes, oro y caballos. Escoge como morada la tierra entera y vive tantas
cosechas como quieras.

24. «Si puedes pensar en algún deseo parecido, escoge riqueza y larga vida.
Sé el rey de toda la tierra. Te concedo el goce de todos los deseos.

25. «Pide cualquier deseo, por difícil que sea de obtener entre los
mortales, pídelo según tu deseo: bellas doncellas con carros e instrumentos
musicales… Tales deseos ciertamente no son alcanzados por los hombres,
solamente por aquellos quienes yo permito obtenerlos. Pide lo que te plazca,
pero no preguntes acerca de la muerte.»

26. Nakiketas sin embargo respondió: «Estas cosas son efímeras, sólo duran
hasta mañana, oh Muerte, puesto que su fuerza nace de los sentidos. Incluso
la vida más larga es breve. Quédate, pues, con tus caballos y tus danzas y
responde a mi deseo.

27. «Ningún hombre es feliz por la riqueza. ¿Acaso poseeremos riquezas
cuando te tengamos que ver?

¿Acaso viviremos cuando tú reines sobre nosotros? Sólo este deseo quiero
alcanzar.

28. «¿Qué mortal, después de conocer la liberación de la vejez gozada por
los inmortales, apreciará vivir una larga vida en esta tierra, donde no
existen los verdaderos placeres que nacen de la belleza y el amor?

29. «Oh Muerte, dinos qué hay en la otra Vida. Nakiketas no escoge otro
deseo sino aquel que es la llave del mundo de las tinieblas.»

SEGUNDO VALLI

1. La Muerte replicó: «El bien es una cosa, el placer otra; estas dos,
teniendo fines distintos, encadenan al hombre. El hombre debe permanecer en
el bien, pues el que escoge el placer, malogra su destino.

2. «El bien y el placer se acercan al hombre, pero sólo el sabio puede
verlos y distinguirlos. Este prefiere el bien y desecha el placer, mas el
necio escoge el placer y la avaricia y desecha la virtud.

3. «Tú, oh Nakiketas, después de considerar todos los placeres que son o
parecen ser agradables, los has despreciado uno por uno. Tú no has entrado
en el camino que lleva a la riqueza, donde muchos son los que perecen.

4. «Muy separados y conduciendo a lugares muy distintos se encuentran la
ignorancia y lo que se conoce como sabiduría. Creo que tú, Nakiketas, deseas
el verdadero Conocimiento, pues muchos deseos no consiguieron desviarte de
tu propósito.

5. «Los necios moran en la oscuridad. Sabios en su propia presunción, andan
en círculos, tambaleándose de aquí para allá, como ciegos guiados por ciegos.

6. «La otra vida nunca aparece ante los ojos del chiquillo distraído,
engañado por la ilusión de la riqueza. ‘Esto es el mundo’, piensa, ‘no hay
otro mundo más que éste’. No se da cuenta que caerá así una y otra vez bajo
mi dominio.

7. «Aquello que muchos ni siquiera pueden oír, que muchos, cuando lo oyen,
no lo comprenden, admirable es el hombre, si hay alguno, que puede darlo a
conocer, y admirable el que lo comprende cuando un verdadero maestro se lo
muestra.

8. «Cuando esa verdad es dada a conocer por un hombre inferior, no es fácil
de ser comprendida. A menos que sea revelada por un ser perfecto, no hay
forma de acceder a ella, pues es inconcebiblemente más pequeña que lo pequeño.

9. «Esa doctrina no puede ser obtenida por discusión; mas cuando proviene de
la boca de un ser perfecto, entonces es fácil de comprender. Tú la has
obtenido, pues eres ciertamente un hombre de verdadera determinación. ¡Haya
siempre buscadores como tú!

10. Nakiketas asintió: «Sé que los tesoros terrenales son transitorios, pues
lo eterno no puede ser obtenido con cosas que no son eternas; mas yo, por
medio de lo transitorio he obtenido lo que está más allá de toda
transitoriedad».

11. Yama respondió: «Aunque has visto la satisfacción de todos los deseos,
la fundación del mundo, las infinitas recompensas de las buenas acciones, la
ribera donde no hay miedo alguno, loada en todas las alabanzas, y la gran
morada, has sido sabio y con firme determinación lo has despreciado todo.

12. «El sabio que mediante la meditación en su Ser, reconoce a Dios en el
Antiguo, aquel a quien muy pocos ven, que se halla en la más profunda
oscuridad y mora en lo oculto, ese sabio ciertamente está más allá del gozo
y el dolor.

13. «El mortal que, oyendo esto, lo acoge en su corazón y lo separa de todas
las cualidades, alcanzando de este modo el Ser sutil, se llena de gozo, pues
ha hallado la causa de todo regocijo. La morada está abierta para ti, oh
Nakiketas.

14. Nakiketas repuso: «Quiero que me digas lo que tú ves como ni esto ni
aquello, ni efecto ni causa, ni pasado ni futuro».

15. Yama respondió: «La Palabra de la que hablan todos los Vedas, buscada en
ayunos y austeridades por muchos hombres, te va a ser revelada.

16. «Esa Palabra imperecedera significa lo más alto; el que conoce este
Santo Verbo obtiene todo lo que desea.

17. «Esta es nuestra tabla de salvación, lo supremo de lo supremo. Quien
conoce esta Santa Palabra es engrandecido en el mundo de Brahma.

18. «El Inteligente no nace ni muere. No brotó de nada ni nada brotó de él.
El Antiguo es innato, eterno, imperecedero. No perece, aunque el cuerpo se
corrompa.

19. «Si el que mata cree que es él quien mata, y si el que muere cree que es
él quien muere, ambos no comprenden; pues ni uno mata, ni el otro muere a
manos de nadie.

20. «El Ser, más pequeño que lo pequeño, más grande que lo grande, está
escondido en el corazón de la criatura. El hombre que está libre de los
deseos y el dolor, puede ver la majestad del Ser por la gracia del Creador.

21. «Aunque quieto, camina hasta lo lejos; aunque tendido en el suelo, llega
a todas partes. ¿Quién, excepto yo, puede conocer a ese Dios que se regocija
sin regocijarse?

22. «El sabio que conoce al Ser incorpóreo en el interior de los cuerpos,
inmutable en medio de las cosas que cambian, grande y omnipotente, nunca sufre.

23. «Ese Ser no puede ser alcanzado leyendo los Vedas, ni tampoco ser
comprendido o aprendido. Sólo aquél a quien el Ser perfecto escoge puede
alcanzar su grandeza, pues el Ser ha escogido el cuerpo de ese hombre como
el suyo propio.

24. «Pero quien no se aparte de la maldad, ni permanezca tranquilo y sumiso,
jamás alcanzará el Ser, ni siquiera mediante el Conocimiento.

25. «¿Quién, entonces, conoce dónde está El, en quien todo desaparece y en
quien incluso la muerte es absorbida?

TERCER VALLI

1. «Existen dos Brahmas, el superior y el inferior, los cuales obtienen su
recompensa en el mundo de sus propias acciones; ambos habitan en la cueva
del corazón y moran en la cumbre más alta. Aquellos que conocen a Brahma los
llaman la sombra y la luz, así como los padres de familia que realizan el
sacrificio Trinakiketa.

2. «Así pues, dominemos perfectamente este rito Nakiketas, que es el puente
para los que ofrecen sacrificios y la barca para llegar a la orilla de]
imperecedero Brahma.

3. «Conoce el Ser que se sienta en el carro: su cuerpo es el carro, el
intelecto el auriga, y la mente las riendas.

4. «Los sentidos son los caballos y los objetos de los sentidos dos los
caminos que aquéllos toman. Cuando aquél (el Ser Supremo) está en perfecta
unión con el cuerpo, los sentidos y la mente, los sabios llaman a ese estado
la dicha Suprema.

5. «El que no comprende y cuya mente (las riendas del caballo) nunca está
sujeta firmemente, jamás podrá dominar los sentidos, igual que los caballos
de un auriga no pueden ser dominados por un cochero inexperto.

6. «Pero el que comprende y mantiene la mente firme, llega a dominar sus
sentidos como los caballos dóciles de un auriga.

7, «El que no comprende, debido a su negligencia e impureza nunca llega a
ese lugar, perdiéndose en la rueda de nacimientos.

8. «Pero el que comprende, aquel que es cuidadoso y siempre puro, alcanza en
verdad ese lugar donde no se nace de nuevo.

9. «El que comprende a su auriga y sujeta las riendas de la mente, alcanza
el fin de su viaje, que es el lugar más alto de Vishnu.

10. «Más allá de los sentidos están los objetos, más allá de los objetos
está la mente, más allá de la mente está el intelecto y más allá del
intelecto está el Gran Ser.

11. «Más allá del Grande está el Oculto, más allá del oculto está la
Persona, Más allá de la Persona no hay nada: esta es la meta del Camino
Supremo.

12. «Ese Ser permanece oculto en todos los seres, sin mostrar su brillo, mas
es visto por los buscadores sutiles por medio de su agudo y sutil intelecto.

13. «El sabio debe dominar la voz de la mente; debe mantenerla en el
interior del Ser, lo cual es el Conocimiento; debe así mismo mantener el
Conocimiento en el interior del Ser, lo cual es grandeza y debe mantener a
ésta en el interior del Ser, lo cual es Serenidad.

14. «¡Levántate y despierta! Ahora que has obtenido tus deseos.
¡Compréndelos! Tan difícil como pasar por el afilado filo de una navaja, así
de duro -dice el sabio- es este camino (hacia el Ser).

15. «El que ha percibido aquello que no tiene sonido, tacto, forma,
decadencia, y gusto, que es eterno y no tiene olor, principio ni fin, que
está más allá de lo Supremo y es inmutable, éste está libre de las fauces de
la muerte.

16. «El sabio que ha repetido u oído la antigua historia de Nakiketas
contada por la Muerte es ensalzado en el mundo de Brahma.

17. «Y aquel que repite este Supremo misterio en una reunión de brahamines,
o cuyo corazón rebosa de devoción en el momento del sacrificio Sraddha,
obtiene también infinitas recompensas.»

SEGUNDO ADHYAYA


CUARTO VALLI

1. La Muerte prosiguió: «El Auto-existente traspasó las aberturas de los
sentidos para que se dirigieran hacia afuera; por consiguiente el hombre
mira hacia afuera, no hacía adentro, a su propio ser. Algunos sabios, sin
embargo, cerrando sus ojos y anhelando la inmortalidad, pudieron contemplar
al Ser oculto.

2. «Los chiquillos corren tras los placeres externos y caen en la trampa que
les tiende la muerte. Solamente los sabios, conociendo la naturaleza de lo
que es inmortal, no buscan nada estable entre todo lo inestable.

3. «Aquello mediante lo cual conocemos las formas, el gusto, el olor, los
sonidos y el tacto de todo lo hermoso, de igual modo nos permite conocer lo
que existe en nuestro interior. Esto es lo que tú me has preguntado.

4. «El sabio que sabe que lo que le permite percibir todos los objetos en el
sueño o en la vigilia es el grande y omnipresente Ser, deja de sufrir.

5. «El que reconoce al Ser como el alma viviente, como el Señor del pasado y
del futuro, deja de sufrir. Así es.

6. «El que le conoce, conoce a aquel que nació del calor ardiente y mora en
el corazón. Así es.

7. «El que le conoce, también conoce a Aditi, que está unido a todas las
deidades y nace del Prana (aliento), que mora en el corazón y surgió de los
elementos. Así es.

8. «El que le conoce, conoce también a Agni (el fuego), el cual todo lo ve,
oculto entre los dos palos de la hoguera, bien protegido como un niño en el
vientre de la madre para ser adorado día tras día por los hombres cuando
despiertan y hacen sus ofrendas. Así es.

9. «Y conoce también aquello de donde el sol surge y adonde el sol va a
ponerse. Allí todos los Devas están contenidos y ni uno solo va más allá.
Así es.

10. «Lo que está acá, lo mismo está allá; y lo que está allá, lo mismo está
acá. Quien ve diferencia alguna entre allá y acá, va de la muerte hacia la
muerte.

11. «Incluso con la muerte Brahma tiene que ser alcanzado; entonces no hay
diferencia entre Creador y criatura. Quien ve diferencia en eso va de la
muerte a la muerte.

12. «El mora en el interior del Ser como Señor del pasado y el futuro. Quien
esto conoce deja de temer. Así es.

13. «El es como una luz sin humo, Señor del pasado y el futuro, igual hoy y
mañana. Así es.

14. «Igual que el agua de la lluvia caída en la montaña desciende por todos
los lados de las rocas, así quien ve diferencias entre las cualidades del
ser corre confuso tras ellas por todas sus vertientes.

15. «Como el agua pura que echada en agua pura permanece igual, así, oh
Gautama, es el Ser del discípulo que conoce al Perfecto.

QUINTO VALLI

1. «Hay una ciudad de once puertas que pertenece al innato, cuyos
pensamientos nunca son tortuosos. Quien se acerca a ella, deja de sufrir y,
liberado de todas las ataduras de la ignorancia, encuentra la libertad. Así es.

2. «El es el cisne que mora en el radiante cielo; él es Vasu (el aire), que
mora en el cielo; él es el sacrificador que mora en el hogar; él es el
huésped que mora en la tinaja de los sacrificios; él mora en los hombres, en
los dioses, en el sacrificio y en el cielo; él nace en el agua, en la tierra
y en las montañas; él es el Verdadero y lo Supremo.

3. «El es quien nos envía el aliento. Todos los Devas (los dioses) le
adoran, pues él es el adorable que se sienta en el centro de todo.

4. «Cuando el Ser mora en este cuerpo mortal es separado y liberado de su
disfraz, ¿qué queda entonces? Así es.

5. «Ningún mortal vive del aliento que asciende y desciende. Vivimos de otro
aliento en el cual estos dos reposan.

6. «Así pues, oh Gautama, te revelaré el misterio del antiguo Brahma, y lo
que sucede al Ser después de la muerte.

7. «Unos entran en el vientre de una mujer para tomar un cuerpo como seres
orgánicos y otros entran en la materia inorgánica según sus obras pasadas y
su conocimiento.

8. «Aquél, la Persona Suprema, que permanece despierta en nosotros mientras
dormimos, dando forma a nuestras visiones, aquél en verdad es lo Radiante,
aquél es Brahma; a él solo se le llama el Inmortal. Todos los mundos están
contenidos en él y nadie puede ir más allá. Así es.

9. «Como el fuego que, aunque uno, parece distinto según lo que arde en él,
así el Ser único que está dentro de todas las cosas parece distinto según la
materia en la cual él penetra, y sin la cual también existe.

10. «Como el aire que aunque uno, parece distinto según la materia en la que
penetra, así el Ser único que está dentro de todas las cosas parece distinto
según la materia en la que penetra, y sin la cual también existe.

11. «Como el sol, que no es contaminado por las impurezas externas vistas
por los Ojos, así el Ser único entre todos los seres nunca es contaminado
por la miseria del mundo, estando él mismo fuera de ella.

12. «No hay otro señor que el Ser que está dentro de todas las cosas, que
hace que las formas se multipliquen. A los sabios que le perciben pertenece
la felicidad eterna, a nadie más.

13. «No hay ningún pensador eterno que piense pensamientos no-eternos y que,
aunque sea uno solo, satisfaga los deseos de muchos. A los sabios que le
perciben dentro de su Ser, pertenece la paz eterna, a nadie más.

14. «Ellos perciben ese supremo e indescriptible placer y exclaman: ‘Esto
es. Entonces, ¿cómo puedo yo comprenderlo? ¿Tiene su propia luzo es un nuevo
reflejo de otra?’

15. «Allí el Sol no brilla, ni la Luna, ni las estrellas, ni los relámpagos
ni el fuego. Cuando él brilla, todo brilla tras él, pues por su luz todo es
iluminado.

SEXTO VALLI

1. «Hay un árbol muy antiguo cuyas raíces crecen hacia arriba y sus ramas
hacia abajo; ése en verdad se llama lo Radiante, Brahma, pues él solo es el
inmortal. Todos los mundos están contenidos en él, nada va más allá. Esto es.

2. «El mundo entero, cuando sale de El, tiembla en su aliento, pues Brahma
es un gran terror, como una espada desenvainada. Aquellos que le conocen
alcanzan la inmortalidad.

3. «Del terror de Brahma arde el fuego y el sol; de su terror Indra, Vayu y
la muerte escapan corriendo.

4. «Si un hombre no puede comprender esto antes de que su cuerpo caiga en
pedazos, tendrá que tomar otro cuerpo en los mundos de la creación.

5. «Como en un espejo, así es este cuerpo (donde Brahma puede ser visto
claramente); como un sueño, así es visto en el mundo de los Padres; como en
el agua, así es visto en el mundo de los Gandharvas; como en la luz y en la
sombra, así es visto en el mundo de Brahma.

6. «Habiendo comprendido que los sentidos son distintos del alma, y que su
ascenso y declive a ellos pertenece, el sabio deja de sufrir.

7. «Más allá de los sentidos está la mente, más allá de la mente está el Ser
supremo, más allá del Ser supremo está el Gran Ser, más allá del Grande, el
Oculto.

8. «Más allá del Oculto está la Persona, el omnipresente, completamente
imperceptible. Las criaturas que le conocen son liberadas y obtienen la
inmortalidad.

9. «Su forma no puede ser vista, pues nadie puede contemplarle con los ojos.
Sólo puede ser conocido con el corazón, que se halla más allá de la
sabiduría y la mente. Sólo aquellos que saben esto son inmortales.

10. «Cuando todos los sentidos y la mente son sometidos, el sabio alcanza el
estado supremo.

11. «Esto, el sujetar firmemente los sentidos y la mente, es lo que se llama
Yoga. Quien alcanza la conciencia del Yoga no debe ser negligente, pues el
estado de Yoga va y viene como un vagabundo errante.

12. «El no puede ser alcanzado con la palabra, con la mente o con el ojo.
¿Cómo puede ser percibido excepto por aquel que conoce su Santa Palabra?

13. «Mediante el Verbo tiene que ser percibido. Cuando el Ser ha sido
percibido mediante el Verbo, la realidad se revela a sí misma.

14. «Cuando cesan todos los deseos que moran en el corazón del mortal, éste
se convierte en inmortal y se funde con Brahma.

15. «Cuando todas las ataduras mundanas son cortadas aquí en la tierra, el
mortal alcanza la inmortalidad. Esta es la única enseñanza que el verdadero
sabio tiene que aprender; todas las demás enseñanzas, aunque notables, son
para aquellos que no han levantado aún todos los velos de la ignorancia.

16. «Hay cinto una arterias en el corazón, de las cuales una penetra en la
corona de la cabeza. Saliendo por ella, el hombre al morir llega al Inmortal.

17. «La Persona está constantemente asentada en el corazón de los hombres.
¡Que el hombre alcance el verdadero Ser que está en el interior de su cuerpo
y medite en él con firmeza! ¡Conozca, pues, a ese Ser como lo Radiante y lo
Inmortal!»

18. Habiendo recibido este Conocimiento enseñado por la Muerte y la
meditación en el Yoga, Nakiketas se liberó del sufrimiento y de la muerte y
obtuvo el estado de Brahma. Así será con cualquier otro que conozca todo lo
que se refiere al Ser.

19. ¡Que él proteja a maestro y discípulo! ¡Que él goce de ambos! ¡Juntos
adquiramos la fuerza! ¡Que se ilumine nuestro Conocimiento! ¡Dejemos
nuestras disputas para siempre! ¡Om! ¡Paz! ¡Paz! ¡Paz! ¡Hari, Om!


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