El papel del hombre en el universo
¿Cuál es el papel del hombre en el universo? Millones de seres humanos nos hemos preguntado, nos preguntamos y nos preguntaremos esta cuestión desde siglos atrás hasta decenas de años en el futuro. ¿Hemos encontrado la respuesta? Seguro que por mucho que leas, localizarás todo tipo de teorías. ¿Es alguna más real que otra? En cierto modo dependerá de tus creencias y necesidades. Descubramos por qué.
¿Qué es el universo?
Ni siquiera la ciencia tiene una respuesta exacta para especificar qué es con exactitud el universo. Es cierto que hay ciertas coincidencias en su definición, pero las mismas teorías científicas cambian, varías y evolucionan con cada nuevo descubrimiento. Y son muchos los hallazgos que los humanos encontramos a diario.
También la teología ha tratado de dar respuesta a la pregunta sobre cómo o qué es con exactitud el universo. No obstante, encontramos diversos cambios y variaciones. Mientras una definición cristiana podría asemejarse a la científica, el hinduismo observa este lugar como un multiverso repleto de capas y posibles realidades alternativas.
Así podríamos seguir durante horas, especulando sobre la existencia misma del universo, su naturaleza y la concreción de su mismo sentido real. Pero no es ese el cometido al que tratamos de dar respuesta hoy.
¿Cuál es el papel del hombre en el universo?
Sea cual fuere la concepción del universo que encontremos, sí que hay una realidad que parece inmutable. Los seres humanos somos parte de este lugar de inmensidad cósmica. ¿Cuál es nuestro papel aquí? No lo sabemos, pero sí conocemos a ciencia cierta que tenemos un cometido, aunque nos pueda resultar desconocido.
Nuevamente podríamos acercarnos a diversos estudios para saber la naturaleza del papel del hombre en el universo. La ciencia tal vez diga que somos materia, mientras que la teología nos puede considerar como una creación o un milagro de Dios.
Es probable que cualquiera de los acercamientos nombrados a la naturaleza humana sean ciertos. Somos materia, parte del mismo universo. Pero también somos un milagro, pues nunca encontramos raza similar a la nuestra. Tenemos conciencia, raciocinio, fe, sentimientos y emociones y una pléyade de contradicciones internas que nos hace únicos.
Así pues, como parte material o milagroso de este universo, es evidente que formamos parte de un todo. Ya sea la acción de la gravedad, la posición de los astros o la incidencia del Sol, todo cuanto sucede en el entorno cósmico nos afecta y nos atañe de forma íntima.
Tu carta astral, por ejemplo, seguro que te dice cosas de ti que no sabes o que te interesan. Lógicamente, esta se basa en la situación de los astros el día que naciste, y cómo te están afectando desde entonces.
Los propios Signos del Zodiaco, todos ellos Constelaciones de nuestro cielo estrellado, son parte de nuestra vida e influyen en la misma cada día.
Pero aún considerando únicamente que somos materia, es evidente que formamos parte de algo más grande que nos influye. La posición de la Luna y su influencia sobre las mareas, la situación del Sol que nos da el calor y la luz para vivir… Todo atañe a nuestra existencia, a nuestra felicidad y a nuestra propia conciencia, alma, corazón y personalidad misma.
El hombre en el universo
Hay una cosa que es muy cierta. Muy real es que el hombre es como un mínimo grano de arena en la inmensidad de un desierto. ¿Has pensado alguna vez en los terriblemente pequeños que somos?
Piensa en un ser humano. Considérate como un pequeño pedazo de materia con alma, corazón y vida. Ahora, imagínate en tu hogar o apartamento. De ahí subiremos a tu calle, más grande que tu propia casa. Y de la calle ascendemos al barrio para luego pasar al departamento, el pueblo o ciudad, la provincia, la región y tu propio país.
¿Te das cuenta que según vamos ascendiendo, cada vez somos más pequeños? Pero no acaba ahí nuestra visión. De país podemos pasar al continente, generalmente más mínimo que un océano, pero ambos parte de un planeta, la Tierra, el hogar que nos ha visto nacer.
Y soñando el papel del hombre en el universo, salimos ahora de nuestro planeta para conocer que formamos parte de un enorme Sistema Solar. Aquí tenemos la Luna, la inmensidad del Sol o el propio planeta Júpiter, un hercúleo gigante que un día quiso ser una estrella, pero no fue capaz de quemar el combustible adecuado.
Si seguimos imaginando, podemos salir del Sistema Solar, que en realidad va más allá de Plutón hacia el Cinturón de Kuiper, la Heliopausa o la Nube de Oort, que nos envía temibles asteroides y cometas de los restos de la formación de este vecindario galáctico. En total, un año luz de un extremo a otro.
Y el Sistema Solar no es más que una mínima fracción de una enorme galaxia, la Vía Láctea, con unos 200 billones de estrellas más o menos grandes que nuestro amado Sol. En el centro, un inmenso agujero negro que mantiene la cohesión de este entramado galáctico.
Y de aquí saltamos hasta el mismo universo. Se considera que unas 200 billones de galaxias pueden existir hoy en día a lo largo y ancho de los más de 13.800 billones de años luz de edad y expansión de todo este enorme entramado.
La pequeñez e inmensidad del hombre en el universo
¿Cómo te quedas cuando intentas imaginar la pequeñez del hombre en el universo? Así pues, somos una ínfima porción de materia de un enorme entramado creado por la Naturaleza, un Dios o quién sabe las fuerzas que se mueven más allá de nuestro entendimiento y concepción.
Sea como fuere, somos muy pequeños, y sin embargo, muy grandes. Como parte consciente, racional y sentimental de este entramado, tenemos una enorme capacidad para observar, estudiar, proteger, sentir, hacer el bien y ser mucho más trascendentes de lo que en realidad creemos.
Somos seres capaces de hacer un gran bien. Somos curiosos, amables, investigadores, valientes, exploradores, protectores, amantes, soñadores… Formamos parte de un enorme universo que influye en nosotros de formas que no somos capaces de sospechar, pero también tenemos la capacidad de influir en nuestro entorno.
La capacidad de proteger nuestro planeta recae sobre el hombro de cada uno. Si queremos investigar cómo influyen las estrellas en nuestra psique y sentimentalismo, es cosa nuestra desvelarlo y estudiarlo. Pero también podemos explorar, comunicarnos e ir mucho más allá de lo que la imaginación es capaz.
Somos una nimia mota de polvo desértica en la inmensidad de un universo insondable obra de un poder que nos cuesta comprender. Pero nos ha dado raciocinio y sentimentalidad para transformar esta realidad. De nosotros depende lo que hagamos con esta pequeña parcela de poder humano que hemos recibido.
Tú decides tu sitio en el universo
Solo de cada uno de los humanos depende el papel del hombre en el universo. ¿Cómo queremos ser recordados? ¿Cuál será nuestro papel en la historia? ¿Qué legado soñamos con dejar para las generaciones venideras?
En definitiva, podemos buscar miles de interpretaciones en el papel del hombre en el universo. Ya sea a través de la ciencia, la astrología o la teología, en realidad puede ser que solo haya una pregunta que hacerse, ¿cuál queremos que sea nuestro legado? ¿Cómo queremos que este universo recuerde a un montón de personas que un día horadaron un planeta llamado Tierra?
En nuestras manos está la decisión. ¿Qué papel quiere jugar el hombre en el universo? Está en tus manos.
Por Pedro, redactor de la Hermandad Blanca.
Buenísimo el aporte. Saludos.
Tener la Llama Triple en cada ser humano nos permite seguir intentando tener el conocimiento divino para aclarar la respuesta a esta incógnita y yo espero lograrlo con el favor de Dios
muchas gracias
yo soy luz clarificadora de dios en ti confio gracias gracias gracias quien como dios