El Símbolo Teosófico: los Mensajes ocultos de la Historia

Un Símbolo no concede un mensaje preciso, actúa como un espejo que refleja el nivel de conciencia del buscador

Vamos a empezar ésta disertación haciéndonos una pregunta básica: ¿Qué es un Símbolo? ¿Os habéis parado a pensarlo alguna vez?

Cuando acudimos al Diccionario de la Real Academia Española obtenemos la siguiente definición: “Representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con ésta por una convención socialmente aceptada”.

Si lo traducimos a términos comprensibles, podemos deducir que el Símbolo es simplemente un medio abstracto de comunicación que debe tener un significado común para el emisor y el receptor.

Normalmente está representado por figuras geométricas.

Por ejemplo: el Círculo es el signo del «Infinito«, porque es una figura geométrica de infinitos lados, y también de la «Eternidad«, porque su circunferencia no tiene principio ni fin.

Cualquier proceso comunicativo utiliza Símbolos, ya sean letras, números, iconos, emblemas etc.

Además, cuanto más abstracto es el Símbolo, más poderoso se vuelve su significado, porque trasciende de cualquier limitación espacial, temporal o cultural y adquiere un carácter universal.

– La Prehistoria: la capacidad de comprender los símbolos a un nivel abstracto es una de las características que distingue a los seres humanos de los primates. Esta es la base fundamental de la noción antropológica de ‘cultura’ . Las primeras manifestaciones conocidas de esta cualidad exclusivamente humana, fueron las pinturas rupestres de la Edad de Piedra, algunas de ellas con más de 30.000 años de antigüedad. Los símbolos rupestres pertenecen a dos categorías: representaciones realistas de animales, y formas abstractas, a veces geométricas (cuadrángulos, espirales y grupos de puntos o líneas).

– El Imperio Hitita: los hititas fundaron un Imperio que dominó toda Asia Menor consolidándose en 1600 a C con la conquista de Babilonia. En la escritura hitita, ideogramática, se encuentra a menudo un círculo con diagonal vertical. Algunos arquólogos lo interpretan como Dios, si es con dos líneas, y como el Hombre, si es con una sola línea. La figura del Rey pisando a un dragón, representa su capacidad de control sobre las fuerzas del planeta.

– Los Egipcios: El símbolo egipcio más conocido es el de la «Vida«, llamado ANKH o “Llave del Nilo”, pues el río Nilo es quién da vida a la tierra de Egipto. Contiene el Círculo y el Tau (letra T con forma de cruz) y se le llama también «Cruz Ansada«, debido a su cabeza oval.

Asímismo fueron muy importantes el TET, o Tronco botánico y anatómico conocido cómo “Columna de Osiris” (base cónica rematada por cinco anillos que significa “Fuerza” o “Estabilidad”) y el SHEN, la «Vida Eterna«, lo que no tiene principio ni fin, (tiene forma de anillo anudado).

– Extremo Oriente: En China fue fundamental el movimiento Taoísta. Por TAO los chinos entendieron el Cosmos, la armonía que reina entre la Naturaleza y el Hombre uniéndoles en un Todo. Su simbología representa los dos aspectos del universo después del Big-Bang. Un círculo blanco (YANG) cómo movimiento o caos, un círculo negro (YIN) cómo quietud u orden, un círculo mitad blanco y mitad negro cómo búsqueda del equilibrio, y el famoso símbolo del YIN-YANG, cómo equilibrio en movimiento: los opuestos que se complementan para formar el Todo.

Para Confucio, el CHUNG-YUNG, “El Eje que no vacila”, se refiere al hombre perfecto.

Después de haber repasado brevemente los antecedentes más importantes de la Simbología, podemos deducir que el Sello de la Sociedad Teosófica se compone de varios símbolos cuyo conjunto concede al emblema un significado propio. Vamos a examinar éstos Símbolos por separado:

– Serpiente Ouroboros: “la serpiente que se muerde la cola”. Simboliza la Sabiduría espiritual más alta, y aquí alude al conocimiento superior que es posible obtener en éste universo. En otros ámbitos puede referirse al ciclo eterno de las cosas.

– Triángulos Entrelazados: es el símbolo de la Perfección y ha recibido varios nombres, cómo “Estrella de David” o “Sello de Salomón”. Representa la unión de dos polaridades diferentes produciendo una manifestación determinada. En toda Naturaleza existe una dualidad, y aquí se refleja la Perfección de la «Ley de Dualidad» en ambos planos: el material y el espiritual. Energía y Materia entrelazadas para producir el Ritmo.

– Ankh: representa el triunfo de la Vida sobre la Muerte. En éste caso es fuente de Resurrección e Inmortalidad. Por tanto, la figura de los Triángulos Entrelazados que contienen el Ankh, simboliza al Hombre triunfante y a la Divinidad en el interior del Hombre.

– Cruz Esvástica: es la cruz ígnea, ardiente, con los brazos en llamas girando en el sentido de las agujas del reloj, representando las energías que incesantemente crean y destruyen las formas a través de las cuales tiene lugar el proceso evolutivo. El término proviene del antiguo sánscrito y significa “Bienestar”.

– OM: palabra sagrada del Hinduismo. Simboliza el «Verbo Creador» o Logos, la «Realidad Inefable» que es la fuente de toda existencia. Su uso abre un canal por el que fluyen las energías cósmicas y comunica lo físico con lo espiritual.

– Lema: escrito en sánscrito en el original. Se traduce cómo: “No hay Religión más elevada que la Verdad”.

Sello de la Sociedad Teosófica

En conclusión, el emblema completo supone un complejo esquema evolutivo que abarca la totalidad de Psique y Naturaleza, conjugando una serie de grandes principios espirituales que pueden conducirnos al desarrollo de nuestra Consciencia.

Por favor, recordar que la interpretación simbólica de éste artículo en ningún caso pretende ser exhaustiva ni categórica.

Sólo deseo, al igual que vosotros, acercarme un poquito más a las respuestas que el Universo pone a nuestro alcance.

AUTORA: Eva Villa, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org

MÁS INFORMACIÓN en los Manuales: “Simbología Oculta” de Rafael Canneti y “El Poder de los Símbolos” de David Fontana.