Sobre el despertar: ¿Cuál es la diferencia entre el sueño y los sueños? Un análisis onírico.
Pasamos la mitad de nuestra vida dormidos y aún así el mundo onírico es un misterio para muchos, porque cuando estamos a punto de experimentar ese mundo nuestras capacidades raciocinio disminuyen, hasta tal punto que dejamos de percibir el mundo de la vigilia y nos sumergimos en aquel. El sueño y la vigilia parecen ser opuestos, como dice Aristóteles en los Tratados Sobre el Sueño, contenidos en la obra Parva Naturalia, sin embargo un estudio sobre el sueño y los sueños permitirá iluminar esos estados grisáceos entre el sueño-sueños y la vigilia. Si usted es un buscador de verdad se estará preguntado ¿qué son los sueños? ¿Para qué son los sueños? ¿Cómo puedo despertar?
¿Qué es el sueño?
La palabra “sueño” es ambigua, pues puede significar tanto el estado de reposo por el cual pasa cualquier animal como la actividad del alma durante ese estado. Dicha ambigüedad es propia del idioma español, porque en otras lenguas existe una palabra para cada expresión. En la Grecia antigua se le decía al “sueño” ὑπνος y “los sueños” ἐνύπνιον. Ambas palabras poseen una relación, pero también diferencias. En esta parte explicaremos ¿qué es el sueño (ὑπνος)?
Definición del sueño
A modo de definición, el sueño es el estado en cual los sentidos se encuentran, dice Aristóteles (454a30 ss), incapacitados, es decir, los ojos no ven, el oído no oye, el cuerpo pierde contacto con el mundo físico para descansar. Además, el sueño tiene que ver más con el cuerpo físico que con el alma, pues el cuerpo tras horas despierto necesita descansar y renovarse. Esa sería la función principal del sueño. Aunque cabría preguntar ¿el cuerpo y el alma se encuentran completamente incapacitados durante el sueño? Hay quienes afirman ser sonámbulos o durante el sueño sienten frío y se arropan, o logran escuchar la alarma y se levantan, hasta pueden oler que algo se queda y corren. Todos estos casos son testimonios de que esa incapacidad de los sentidos durante el sueño no es absoluta, sino parcial y temporal. Algo parecido podemos decir de su opuesto, la vigilia. ¿Quién está completamente consciente de su entorno en todo momento? Son más las cosas que no vemos que las que vemos. Hasta podemos decir que estamos más dormidos que despiertos. Entre el sueño y la vigilia hay más una semejanza que una oposición.
¿Qué son los sueños?
Por otro lado, los sueños (ἐνύπνιον) se dice que son la actividad del alma durante el sueño (ὑπνος). Durante la vigilia el ser perceptivo recibe las impresiones del mundo externo, las comprende –algunas- y las almacenan formando recuerdos. Por otra parte, durante el sueño, el alma reproduce las imágenes remanentes impresas en nuestra facultad perceptiva. Estas imágenes pueden ser de ese día o de mucho atrás.
Sin embargo, la existencia de estas imágenes oníricas es un misterio, pues hay testimonios que dicen jamás haber soñado, otros creen soñar a veces, otros las recuerdan a veces. Se puede llegar a pensar que no todos soñamos. Así como se cree que existen algunos animales que no sueñan, como la hormiga, hay hombres que tampoco sueñan.
La función de los sueños
Ahora bien, si conociéramos la función de los sueños podríamos entender qué actividad ocurre durante el sueño. Ya mencionamos que la función del sueño es descansar para renovar el cuerpo, algo parecido sería la función de los sueños. En un primer momento, la función de los sueños sería una forma de “resetear” las impresiones perceptivas generadas durante la vigilia. No obstante, para muchos lectores esta función de los sueños es pobre, hasta sin sentido, en comparación con inmensidad del mundo de los sueños, pero de esta simpleza podemos rescatar que quienes no sueña (de ser cierto el caso) no reinicia o no renueva sus ideas o pensamientos, más bien acumulan esas imágenes y están cansados al despertar.
En un segundo momento, la función de los sueños sería hacer visible aquellos deseos, temores, ira, o cualquier acción que durante la vigilia nos movió el alma; sería un estado pasivo del alma, como ver una película. De acuerdo con esto, los sueños serían importantes para la comprensión de sí, pero difícil de acceder a ellos, porque una vez despierto muchas veces no hay recuerdo de lo soñado, o solo recuerdos fragmentados, o incoherentes.
De acuerdo con esto, si es tan complicado acceder a los sueños ¿para qué soñamos? No poder recordar esas imágenes oníricas al despertar y aceptar la pasividad del alma ante el flujo de imágenes remanentes restan importancia al maravilloso mundo onírico, pero también impulsa nuevos estudios y nuevas interpretaciones, por ejemplo el estudio del caso de estar despiertos durante el sueño, a saber, el aparente estado contradictorio llamado “sueños lúcidos”.
¿Qué son los sueños lúcidos?
Los estudios sobre los sueños aceptan tipos de sueños; el primer tipo de sueños lo explicamos anteriormente, pero otro tipo de sueños son los “sueños lúcidos”. Estos sueños se caracterizan por el grado de conciencia durante el sueño: el soñante sabe que está soñando, el intelecto y percepción están activos, puede modificar su entorno, cuenta con los recuerdos de la vigilia dotándolo de la capacidad para interpretar, almacenar los recuerdos de forma coherente y recordarlos al despertar. Estos tipos de sueños pueden ocurrir de modo espontaneo o inducido. El primero ocurre, según las actuales investigaciones sobre el sueño, en la fase REM O MOR (Movimiento Ocular Rápido), en la cual fortuitamente el soñante se da cuenta que está soñando. El segundo ocurre de forma consciente, cuando desde el estado de vigilia entra conscientemente al sueño.
El yoga de los sueños
Ya en la cultura oriental se encontraba el Yoga de los sueños desarrollado por el budismo tibetano, en el cual se reconoce práctica para fortalecer la voluntad, distinguir la ilusión para luego de dominar el sueño se pasara a las prácticas de meditación. Este budismo reconoce la claridad e importancia que tienen los sueños lúcidos, pues se les presentan a mentes que han elegido el camino espiritual. En este estado consciente el alma recibe mensajes de sus guías espirituales. Estos mensajes son claros y concisos para una mayor comprensión.
Ahora bien, la función de los sueños lúcidos, según el Yoga de los sueños, es el conocimiento de sí mismo y la comprensión de la sabiduría. De ahí su importancia; hacerse consciente durante el sueño nos dará la llave para abrir el cerrojo de la puerta oculta detrás de un velo. Una vez adentro se despejan las dudas y al despertar se está más consciente de que nuestro pensamiento crea el mundo físico.
Para concluir, el sueño es un estado fisiológico que sirve para renovar el cuerpo y rendir en las diferentes actividades del día, su falta acarrean consecuencias físicas y psicológica. Por otro lado, la vigilia es el estado despierto. Tanto el sueño como la vigilia no son del todo opuestos, puesto que en la vigilia no se está del todo despierto, ni durante el sueño sin percepción. Hasta podemos reconocer durante el sueño niveles de conciencia que generan los sueños lúcidos. El ser humano es tan impresionante que logra despertar en los sueños y dormir en la vigilia. Poco le falta para que haga de dos realidades UNA, quede despierto y luminoso.
Autor: Rosmery Guerrero, Redactor en la Gran Familia de hermandadblanca.org
Los sueños son parte de una de las TANTAS herramientas de manipulación desarrollada por los seres de mundos hiperdimensionales…
ME GUSTARÍA TENER UN VIAJE ASTRAL CUAL SERÍA LA MEJOR MANERA, PARA HACER CONTAXTO CON LOS SRES SUPERIORES MEDIANTE ESTOS VIAJES.