Soltando amistades tóxicas: Aprende a manejar el sentimiento de culpa
La interacción con nuestros familiares y amigos, así como con compañeros de estudios o laborales, deben plantearse en un terreno armónico y sano. Aprende a identificar los síntomas de una relación tóxica y a manejar la culpa tras la liberación.
Queridos amigos, les traigo este tema tan importante en la actualidad. Soltando amistades tóxicas: Aprende a manejar el sentimiento de culpa. Mucho han hablado los expertos sobre la relevancia de alejarnos de personas tóxicas, que sólo absorben nuestra energía o que la alteran mediante sus dobles intenciones o sus envidias. Sin embargo, hoy nos enfocaremos en el siguiente paso de la liberación emotiva, tras alejarnos de quienes nos perjudican: el manejo del sentimiento de culpa.
Desde nuestra más tierna infancia, nos inculcaron valores tales como la bondad, la empatía y el amor al prójimo. Pero al convertirnos en adultos, nos capacitamos en la facultad de reconocer a aquellas personas que deterioran nuestra esencia y eventualmente nos alejaremos de ellas. Lamentablemente, en muchas ocasiones caemos en la culpa, cuando aquella persona tóxica nos busca o nos cuestiona el por qué dimos por terminada la relación. Es entonces cuando recordamos lo que nos enseñaron de niños y empezamos a sentirnos culpables por soltar o por alejarnos de alguien que asegura querernos mucho.
Por lo general, las personas tóxicas son dependientes de la personalidad segura y magnética de otros. Intentan por todos los medios permanecer en cercanía de quien brilla con luz propia y a veces consiguen opacar y hasta apagar dicha luz.
En una malsana combinación de admiración y envidia, las personas tóxicas, son incapaces de asumir el control de sus propias vidas, pues las consideran carentes de valor. Su mecanismo emocional para tratar de sentirse valiosos, es “colgarse” de una personalidad plena, alegre y exitosa. Por desgracia, su emotividad está tan contaminada, que puede llegar a contagiar de apatía o negatividad a la persona que admiran y envidian.
Sin embargo, para quien decide alejarse de una personalidad tóxica, es importante prepararse mental y emocionalmente para manejar adecuadamente la eventual aparición del sentimiento de culpa. Este fenómeno, se presenta con mucha frecuencia entre personas que se conocen desde la infancia o de muchos años atrás. Cuando decidimos cortar con la relación, en aras de nuestro bienestar, podemos sentirnos absolutamente convencidos de que es lo mejor. Pero suele suceder que cuando nos enteramos por un tercero que aquella persona de quien nos alejamos, ahora dedica su tiempo a sufrir y manifiesta lo mucho que nos extraña, nos sentimos culpables.
Una vez que has decidido cortar la relación con alguien que intoxica tu vida, también debes atender tu emotividad para no permitir el reingreso de esa persona, sólo porque ahora te sientes culpable.
Para el adecuado manejo del sentimiento de culpa, los expertos aseguran que debemos comenzar por evaluar de forma integral la relación con esa persona tóxica. Esto significa que necesitamos concientizarnos de que dicha persona, no realizaba aportaciones valiosas a nuestra experiencia de vida. Por el contrario, muchas veces restaba en lugar de sumar. En el caso de amistades o relaciones de muchos años atrás, puede ser difícil no caer en la culpa, pero es imperante que controlemos la emotividad, pues sólo así aprovecharemos los beneficios de una buena decisión: la decisión de alejarnos de alguien que ensucia nuestra energía vital.
Por otro lado, cabe mencionar que las personas tóxicas, por lo general terminan saturando a quienes les rodean y en un porcentaje muy alto, quedan solos pues todos deciden alejarse de ellas. Aunque en un inicio puede experimentarse como abandono y egoísmo por parte de los demás, eventualmente es la única forma de que caigan en cuenta de sus desajustes de personalidad. Lo que se traduce en un excelente motivo para la introspección y la corrección de sus hábitos erróneos al relacionarse con otros.
El sentimiento de culpa, tras concluir con una relación tóxica, es algo normal sobre todo si existe entre las partes cariño y amistad. Pero debemos aprender a controlar la culpa para no permitir que esta nos vuelva a involucrar en situaciones que no nos son benéficas.
Muchas veces, amigos en común o terceras personas, son quienes nos comunican lo mal que la está pasando, esa persona que alejamos de nuestra vida. O dicha persona nos busca solicitando que retomemos la relación, asegurándonos que nos necesita y que incluso también le necesitamos. Es entonces cuando la culpa puede atacarnos al recordar los años y el cariño compartidos.
Pero necesitamos entender que la culpa no nos sirve y que cada uno es responsable de asumir las consecuencias de sus decisiones de vida. Al final, el sentimiento de culpa no aporta nada a tus relaciones y sí puede restar armonía a tu energía.
Nunca debes sentirte culpable por alejarte de quien o quienes intoxican tu entorno. Por el contrario, debes razonar que se necesita ser muy valiente y congruente para tomar una decisión como esa. Si sientes que te es complicado manejar la culpa o crees que el juicio externo, terminará por presionarte al extremo, busca ayuda profesional para controlarla. Desde luego, que puedes experimentar sentimientos armónicos y auténticos respecto a la persona tóxica. Desearle felicidad y bendiciones y honestamente esperar que la vida le sea muy dichosa. No necesita estar a su lado para que alcance la felicidad.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Descubre si tienes alguna relación tóxica y qué puedes hacer para liberarte de ella
https://hermandadblanca.org/desintoxicacion-digital-adicto-internet-las-redes-sociales/