EL SUEÑO LÚCIDO: Atrévete a explorar tu mundo onírico de modo consciente.

El Sueño Lúcido

Un Sueño Lúcido es un sueño durante el cuál el soñador se da cuenta de que está soñando. Así de simple. Lo bueno es que ese conocimiento le permite actuar deliberadamente, con la confianza de que nada malo puede sucederle, porque precisamente sabe que está soñando.

Además, las experiencias descritas por Soñadores Lúcidos hablan de una alegría y una sensación de libertad incomparables. Por sí solo, ese ya es un buen motivo para explorar este fenómeno en profundidad.

A menudo suceden cosas extrañas en los sueños, extravagantes, raras, o directamente imposibles. Y sin embargo, normalmente no nos damos cuenta de que la explicación más lógica para tanta extravagancia, es que estamos soñando.

Por ejemplo pensamos: “Ummmm, hay algo raro en esa señora de enfrente. No sé que será. ¿Tal vez sus cuatro ojos o su piel azul?”, o bien: “Tengo la sensación de que me he dejado algo en casa… ¿por qué he venido a la reunión en pijama, o peor todavía, completamente desnudo?”

Ahora bien, ‘normalmente’ no significa ‘siempre’. De hecho, hay un número bastante significativo de Soñadores Lúcidos que afirman poder influir conscientemente en el resultado de sus sueños.

Por otra parte, en los últimos tiempos éste fenómeno ha llamado tanto la atención, que ha salido fuera de la investigación científica del sueño para saltar a la opinión pública, pues los estudios demuestran que es posible entrenar la mente para producir sueños lúcidos.

Vamos a ser sinceros. Tener Sueños Lúcidos no es tarea sencilla, y tampoco se puede conseguir de un día para otro. Parece que algunas personas tienen Sueños Lúcidos de forma espontánea, sin buscarlo o sin conocer siquiera el término. Pero para el común de los mortales, la cosa no es tan fácil. Aunque con método y constancia todo se puede conseguir, hace falta entrenamiento y paciencia.

La que aquí suscribe, de momento ha conseguido tener dos Sueños Lúcidos, (pero en el primero me puse tan nerviosa al darme cuenta de que estaba soñando, que me desperté casi inmediatamente).

Así que,  si de verdad queréis tener Sueños Lúcidos, doy fe de que es perfectamente posible. La pregunta es: ¿para qué molestarse?

Si la vida es corta, ¿no es suficiente con esforzarnos durante el día para tener que hacerlo también en nuestros sueños?

Decía el gran budista tibetano Tarthang Tulku: “Los sueños son una reserva de conocimiento y experiencia. Y sin embargo los hemos pasado por alto como vehículo para explorar la realidad. En el estado de sueño nuestros cuerpos descansan, y aún así podemos ver y oír, movernos y ser incluso capaces de aprender. Cuando hacemos buen uso del estado de sueño, es casi como si nuestras vidas se duplicasen: en lugar de cien años vivimos doscientos”.

Para mí la respuesta es que sí. Merece la pena molestarse en tener Sueños Lúcidos. No sólo porque experimentar un Sueño Lúcido es increíblemente placentero y nos da posibilidades infinitas para dar rienda suelta a nuestros deseos. Sino porque también se puede usar el Sueño Lúcido para aprender a conocernos y mejorar nuestra vida de vigilia.

En principio sí. Cualquier persona tiene potencial suficiente para convertirse en un Soñador Lúcido, siempre que tenga perseverancia y también tiempo para dormir lo suficiente. Parece mentira que pasemos por alto algo tan simple, pero así es. Si no tenemos tiempo para dormir las horas necesarias o bien nuestro sueño es muy ligero, poco vamos a disfrutar de los sueños, sean lúcidos o no.

Los expertos tampoco recomiendan el Sueño Lúcido a las personas que experimentan dificultades para distinguir entre la fantasía y la realidad. No es una experiencia peligrosa en sí, pero podría llevar a esas personas a confundir el estado de sueño y de vigilia, con la angustia que ello conllevaría.

Tener en cuenta que el Sueño Lúcido no busca hacernos perder el contacto con la diferencia entre estar despierto y soñando, sino todo lo contrario. Se trata de alcanzar la consciencia durante el sueño.

Existen diferentes métodos para conseguirlo. Pero todos ellos comienzan con dos premisas iniciales:

– Llevar un diario de sueños y anotarlos todos los días. Ese diario nos permitirá mejorar el recuerdo de lo que soñamos. Con ello fortaleceremos nuestra Memoria Onírica y entonces aumentará nuestra posibilidad de tener Sueños Lúcidos. Procurad tener el diario cerca de la cama, y escribir todo lo que recordéis nada más despertar. Si dormís demasiado profundamente para recordar nada, probar a poner el despertador en mitad de la noche sucesivas veces. Los períodos REM del sueño tienen lugar en intervalos aproximados de noventa minutos, así que es buena idea programar la alarma teniendo en cuenta esos períodos.

– Dormir lo suficiente. Si vuestro cuerpo está descansado, tendréis la suficiente energía para concentraros en recordar todos los detalles de vuestros sueños, cosa que no podréis hacer si dormís poco y mal. Además, los períodos de sueño se vuelven más largos y más próximos entre sí a medida que transcurre la noche. El primer sueño es el más corto (unos 10 minutos), mientras que, tras 8 horas aproximadas, los períodos de sueño pueden llegar a extenderse casi una hora. Por tanto, será más probable tener un Sueño Lúcido después de varias horas de descanso.

Una vez que recordemos (y anotemos en nuestro diario) al menos un sueño por noche, podremos empezar a buscar en ellos lo que el profesor Stephen LaBerge, de la Universidad de Stanford, denomina ‘Señales Oníricas’.

Estas señales peculiares son pequeños detalles característicos, rasgos extraños fuera de lugar en el sueño, que nos ayudan a diferenciar el mundo de los sueños de la vigilia (Por ejemplo “¡Oh Dios mío! ¡El cielo es de color verde! Debo de estar soñando”). Lo más curioso es que éstas señales son personales en el mundo onírico de cada soñador y que tienden a repetirse. Por eso es tan importante catalogar los sueños en un diario.

De éste modo, adiestrando la mente para descubrir nuestras ‘Señales Oníricas’ peculiares, mejorará nuestra habilidad de descubrir que estamos soñando, y eso al final nos convertirá en Soñadores Lúcidos.

Por último, acostumbraros a haceros a menudo ésta pregunta:

¿Estoy soñando o estoy despierto en éste momento? Ya sé que parece una tontería, pero si nunca os lo preguntáis durante la vigilia, tampoco lo haréis durante el sueño, y esa simple pregunta puede marcar la diferencia entre despertar vuestra consciencia o no.

Espero que todos lo consigáis.

Felices Sueños.

Los Soñadores Lúcidos controlan sus Sueños

AUTORA: Eva Villa, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org

MÁS INFORMACIÓN en los manuales: «Explorando el mundo de los Sueños Lúcidos» de Stephen LaBerge, «Curso Completo de Sueños Lúcidos» de Lynne Levitan y Stephen LaBerge, y «Sueños Lúcidos en 30 días» de Keith Harary.