La Importancia de Vivir en el Momento Presente por Wayne Dyer
Una de las maneras de combatir la inmovilización; por pequeña que sea, es aprendiendo a vivir en el momento presente. Vivir el momento presente, ponerte en contacto con tu «ahora» constituye, el meollo de una vida positiva. Si lo piensas, te darás cuenta de que en realidad no existe otro momento que puedas vivir. El ahora es todo lo que hay; y el futuro, es simplemente otro momento presente para ser vivido cuando llegue. Una cosa es segura; que no puedes vivirlo, hasta que aparezca realmente. El problema reside en el hecho de que vivimos en una cultura que quita importancia al presente, al ahora. ¡Ahorre para el futuro! ¡Piense en las consecuencias! ¡Piense en el mañana! ¡Prepárese para su jubilación!
Evitar el momento presente, es casi una enfermedad en nuestra cultura, y continuamente se nos condiciona a sacrificar el presente por el futuro. Si llevamos esta actitud a sus conclusiones lógicas; nos daremos cuenta de que se trata no sólo de evitar el goce ahora, sino de evadirse para siempre de la felicidad. Cuando llega el futuro, éste se convierte en presente y debemos usarlo para preparar el futuro. La felicidad es algo que sucede en el mañana; o sea, algo elusivo, falaz. La enfermedad de evitar el momento presente adquiere muchas formas. He aquí, cuatro ejemplos típicos de comportamiento evasivo:
La señora Sally Forth, decide irse al bosque a respirar aire puro, gozar de la naturaleza y ponerse en contacto, con sus momentos presentes. Mientras pasea por el bosque, deja divagar su mente y la enfoca en todas las cosas que debería estar haciendo en su casa. Los niños, la compra, la casa, las cuentas que hay que pagar, ¿estará todo bien? Luego, en otros momentos, su mente se proyecta hacia todas las cosas que tendrá que hacer, cuando salga del bosque. Se perdió el presente, ocupado por sucesos pasados y futuros; y la encantadora y rara ocasión de disfrutar de un momento presente en contacto con la naturaleza, se ha perdido.
La señora Sandy Shore, se va a las islas para disfrutar de unas vacaciones; y se pasa todo el tiempo bronceándose al Sol, no por el placer de sentir los rayos de sol sobre su cuerpo, sino que anticipándose a lo que dirán sus amigos cuando vuelva a casa con un precioso bronceado. Su mente está concentrada en el futuro; y cuando ese momento futuro llegue, ella sentirá no poder estar de vuelta en la playa tomando el sol.
Puedes disfrutar maravillosamente del momento presente; ese tiempo huidizo que siempre está contigo, si te entregas completamente a él, si te «pierdes» en él. Absorbe todo lo que te brinda el momento presente; y desconéctate, del pasado que ya no existe y del futuro que llegará a su tiempo. Aférrate al momento presente, como si fuera el único que tienes. Y piensa que recordar, desear, esperar, lamentar y arrepentirse, son las tácticas más usuales y más peligrosas para evadir el presente.
A menudo, la evasión del presente conduce a una idealización del futuro. En el futuro; en algún momento maravilloso del futuro, cambiará la vida, todo se ordenará y encontrarás la felicidad. Cuando llegue ese momento tan importante y suceda lo que esperas –tu graduación del colegio o Universidad, el matrimonio, un niño, un ascenso-, entonces empezará la vida en serio. Y lo más probable, es que cuando llegue ese momento y ocurra el suceso esperado, tendrás una gran desilusión. Nunca podrá ser lo que esperabas.
Claro, que cuando algo que te sucede no está a la altura de tus expectativas, puedes librarte de la depresión que ello te produce empezando a idealizar de nuevo. No dejes que este círculo vicioso, se convierta en un estilo de vida para ti. Interrúmpelo ya ahora mismo y estratégicamente con algo que te llene; y te haga sentirte realizado, en el momento-presente.
Hace años; en 1903, Henry James dio estos consejos en su novela “Los embajadores:”
Vive todo lo que puedas; no hacerlo es una equivocación. No importa mucho lo que hagas, siempre que tengas tu vida. Si no has tenido eso, ¿qué has tenido?… …El momento apropiado es cualquier momento, que uno aún tiene la suerte de tener… ¡Vive!
Si miras hacia atrás; lo que ha sido tu vida, como lo hizo Ivan Ilich en la novela de Tolstoi, descubrirás que es muy raro que te lamentes o arrepientas por algo que has hecho. Es lo que no has hecho, lo que te atormentará. O sea, que el mensaje está muy claro. ¡Hazlo!!¡Haz cosas! Valora el momento presente. Aférrate a cada momento de tu vida y saboréalo. Dale importancia, valoriza tus momentos presentes. Piensa que si los desperdicias con actitudes auto-frustrante, los habrás perdido para siempre. La gente que sabe coger al vuelo ese momento presente y sacar de él todo el provecho posible, «maximizarlo», es la gente que ha escogido vivir una vida libre, eficiente, efectiva y plena. Y ésa, es una elección que todos y cada uno de nosotros podemos hacer.