Activación del rayo azul.
Para enfocarnos al trabajo del rayo azul pasamos primero por revisar por encima unos puntos básicos sobre la luz. La luz es un tipo de radiación electromagnética, lo que conocemos como luz es un espectro visible de la luz, una fracción muy pequeña. Depende de las ondas electromagnéticas del objeto vemos un color u otro.
Lo que llega a nuestra vista son ondas. Los objetos no tienen luz propia y por eso no los vemos de noche, un objeto recibe todas las ondas de luz excepto una, esa es el color que vemos.
Vemos una parte muy pequeña de colores y quizás solo sean una interpretación de nuestro sentido, un perro ve menos en comparación a los humanos pero las abejas o las mariposas ven colores que nosotros nos vemos que están dentro del rango de los ultravioletas. No por eso no existen y eso nos da un concepto más allá de nuestro campo perceptivo visual.
Los colores, como ondas son energías y la interacción con esas energías nos da un resultado a nuestro cuerpo físico, compuesto de células que se ven afectadas por esas ondas. También sabemos que nos llegan las ondas de colores que no somos capaces de ver como los ultravioletas que hemos mencionado. Nos llegan y nos afectan en misma forma aunque los bastones de los ojos no sean capaces de identificarlos.
Los colores que vemos son ondas en movimiento
Para empezar es aconsejable, ya que nunca se dan ordenes en las frecuencias de luz, sintonizarse en la máxima expresión vibratoria que uno mismo puede sentir en este estado presente, para ello tenemos la oración del rayo azul para situarnos en un estado de trabajo ideal.
Todas las energías de los rayos fluyen en el planeta diariamente. Son como un pulso que bombea sobre el planeta para realizar un Trabajo y cada día actúa uno diferente mientras se aposenta el otro. Es una llegada constante de la onda de ese color durante todo el proceso temporal establecido.
Conectarse a los rayos es conectarse a una vibración de la luz concreta para acceder a un estado de conciencia que progresivamente se va volviendo permanente.
A parte de los rayos conectamos con el guía de luz especialista en ese rayo para impregnarnos de su trabajo realizado. Al conectar también con él nos dejamos contagiar de expansión y su pulso.
Así mismo con los minerales predominantes que interactúan con ese rayo tanto a nivel físico como a nivel de conexión de conciencia.
Conectamos con el trabajo realizado mediante a conexión con diferentes conciencias.
A medida que interactuamos con cada rayo va variando nuestra frecuencia con el pulso del rayo, vamos cogiendo intensidad hasta variar la vibración. Una vez variada la interacción continúa aportando nueva información para seguir variando nuevamente la frecuencia.
El rayo sostiene variaciones a medida que vamos incrementando nuestra percepción.
A cada modo o movimiento de nuestra vibración en el que estamos los rayos van a un lugar u otro del cuerpo. Estos pueden variar según nos movemos. Si veremos a que centro energético va el color que trabajamos hoy no significa que siempre sea igual ya que si variamos nuestra energía y vamos evolucionando y cambiamos de conciencia, por lo tanto de vibración, el color con el que interactuamos puede variar su ubicación.
A medida que vamos trabajando las llamas los potenciales ilimitados de estas interactúan con nosotros y va variando lo que sentimos y como lo sentimos.
Con la llama azul, inicialmente trabajamos el valor para avanzar, la decisión, la constancia y la confianza en uno mismo. Es la llama de la acción, de la decisión del inicio. Es el impulso inicial.
El concepto de maestro ya no existe más que en seres de menor dedicación y trabajo. Al trabajar conjuntamente con seres de dedicación plena a un campo u otro se crea una relación estrecha y empática de resonancias y aprendizajes mutuos, por lo que se contagian las esferas de ambos ya que se está estableciendo un uso en la misma frecuencia de luz.
Si bien algunos nombres nos quedan establecidos como compuestos más que por el propio significado de maestro. Esto se solicita desde las nuevas resonancias para trabajar todos desde la libertad y sin apegos ni lazos energéticos que puedan limitar a ninguna de las partes en crecimiento.
Hay una rendición al compromiso con el camino que uno mismo decide hacer y esa rendición desvela y activa el camino. Es una rendición de dejar suceder según flotamos ligeros por nuestra dirección.
Los cambios en la vida personal que a veces tantas emociones se nos mueven dentro, vendrán como resultado del Trabajo Consciente. Nada cambiará a menos que uno mismo cambie.
Lo que hacemos puede venir e irse, pero lo que llegamos a ser, permanece con nosotros a través del tiempo, el espacio y las dimensiones.
Lo que llegamos a ser permanece con nosotros
Nos rendimos a la voluntad de nuestra propia fuente divina de luz. Aceptamos y sentimos esa aceptación de nuestro ser, nos relajamos y dejamos que las coses sucedan, observándolas y disfrutando de los acontecimientos que se van desencadenando desde la comprensión.
No estamos ante procesos dolorosos ni densos sino ligeros y de sentir el peso que vamos soltando.
El primer paso es la parte más difícil, solo el primer paso. Es el rayo del inicio, de la decisión, de la palabra hablada y silenciosa, consciente e inconsciente.
Los rayos forman parte de nosotros y la conexión con ellos nos da un Trabajo de consciencia. Nosotros no hemos sido obligados a regresar aquí, hemos decidido de una manera u otra venir, tanto bajando como cayendo.
La confianza en el proceso por difícil que pueda inicialmente parecer nos refleja el cambio de perspectiva en nosotros mismos. Dejando ir ideas y creencias y confiando, nos damos cuenta de muchas pequeñas cosas.
El azul:
El rayo azul ha crecido con el Trabajo de varios seres durante los últimos años, se ha ido intensificando y actualmente actúa sobre diferentes versiones de sí mismo según la vibración que interactuamos, tenemos un azul celeste, un azul marino, un azul plateado y un azul rosado, y variables entre ellos, cuando interactuamos con este rayo descubrimos con cual estamos conectados.
Para eso trabajaremos de nuevo con la primera oración desde la repetición de las frases y la observación de que azul es el nuestro actual. No nos lo quedaremos como algo fijo e inmóvil a través de los tiempos ya que eso sería una contradicción con el mismo trabajo de los rayos. Todo está en crecimiento y en movimiento.
Un abrazo y feliz trabajo, no dudes en preguntar cualquier aspecto del que necesites información para trabajar este rayo.
Te dejo con una meditación al templo del rayo azul actualizada en la que empezamos a trabajar después de situarnos en nuestra mejor expresión de estado presente mediante la oración del rayo azul o mediante la técnica que te resuene más como ser.
Muchísimas gracias David por la información. Ha sido muy aclaratoria y motivadora. La necesitaba Gracias, gracias, gracias
Gracias por el magnifico trabajo, preguntarte cuanto tiempo seria recomendable trabajar con cada rayo? Me recomendarias algun libro en el que se profundice el trabajo con los rayos, gracias
La experiencia ha sido plena, maravillosa,… bella. Muchas gracias!!!
Me alegro mucho María, gracias a ti.
Hola Luis, muchas gracias. Me siento muy agradecido por formar parte de este proceso de afinación de los rayos a una nueva frecuencia. Ahora mismo estamos interactuando con cada rayo unos 15 días. Una vez familiarizado con cada uno solo serà sentir cual quiere uno que le acompañe en el proceso en que se encuentre en cada momento.
Aún no se ha formado el libro con la información actualizada, siento que alrededor de julio 2019 se puede materializar. un abrazo.
El ojo del morya esta sobre mi . Bendiciones!!!!
Bendiciones Gimena.
me gusto mucho sobre la meditación del rayo azul me gustaría recibir semanalmente las meditaciones de los rayos gracias amen
Hola Amelia, los estamos activando, en breve tendremos los otros rayos que iremos compartiendo uno a uno cada 15 días aproximadamente. un abrazo.
???
??
FASCINANTE! GRACIAS HERMANO!
graciasmil Malvis.
Me ha MARAVILLADO!!!
INFINITAS GRACIAS!!!
graciasmil a ti.