El agua de mar isotónica, nutriente y medicina
“El agua del mar se puede beber y además es un excelente nutriente, un antibiótico natural que puede curarnos del 90% de las enfermedades y un elemento básico para luchar contra el hambre en el mundo”. Puede parecer una afirmación descabellada pero quizá lo descabellado sea que la humanidad viva de espaldas a un elemento tan beneficioso y común como el agua del mar.
Según los investigadores que hacen estas afirmaciones, algunos hechos nos pueden hacer reflexionar sobre la importancia del agua del mar:
La ciencia nos dice que la vida en la tierra surgió del agua de mar y que nuestro cuerpo está compuesto de agua en un 70%. El agua de mar tiene prácticamente la misma composición que nuestro plasma corporal. Por este motivo nuestra sangre, nuestras lágrimas, la orina, nuestras mucosidades… son saladas. La composición casi igual del plasma y del agua de mar convierte a esta última en el mejor restaurador de nuestro medio interno cuando éste se deteriora por las agresiones de agentes externos o internos. Supone la aportación de todos los nutrientes que necesita nuestro cuerpo.
– El agua de mar es un antibiótico y bactericida. Elimina las bacterias nocivas respectando a las buenas, en contraposición a los antibióticos farmacéuticos que eliminan indiscriminadamente células beneficiosas y perjudiciales.
– Según afirmaciones del premio Nobel en 1931, Otto Warbürg, nuestras enfermedades se desarrollan en medios ácidos y pobres en oxígeno y, por lo tanto, “donde hay alcalinidad y oxígeno no puede haber enfermedad, ni cáncer”. Si las zonas internas de nuestro medio interno tienen un pH alrededor de 5, el agua de mar lo tiene de 8.5, con lo cual, tomando agua de mar contribuimos a aumentar nuestra alcalinidad y, consecuentemente, dificultamos el desarrollo de los agentes patógenos.
– El agua de mar es un excelente nutriente. Todos los elementos esenciales para la constitución de los carbohidratos, las grasas y las proteínas, imprescindibles para la vida de los organismos, se encuentran en el agua de mar (hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, magnesio, manganeso, sodio, potasio, calcio, hierro, fósforo, flúor, sílice y yodo).
– El agua de mar contiene todos los minerales de la tabla periódica de Mendelyev que permitirán la absorción de las vitaminas imprescindibles en los procesos enzimáticos de la célula.
La principal línea de acción de los defensores de las propiedades del agua de mar son los denominados “dispensarios marinos”, centros de distribución de agua marina para la población. Poco a poco se van extendiendo en diferentes partes del mundo. Su idea es hacer llegar los beneficios del agua del mar a la población.
El agua de mar puede tener una función crucial en la eliminación de la hambruna en el mundo. Se sabe que en la costa se desarrollan varias plantas resistentes a la salinidad del mar. Algunas de estas plantas, como la salicornia, están compuestas por proteínas en un 45%. Esto plantea la posibilidad de hacer cultivos (denominados “oasis de mar”) de este tipo de planta que supondrían una fuente de alimentación valiosísima para las zonas con problemas de pobreza con acceso al agua del mar.
Existe en este sentido un proyecto en el Senegal para hacer granjas que utilicen agua de mar. Además, los hogares más próximos a la costa dispondrán de agua de mar en su red de agua.
El hecho que el 97,5% del agua de la Tierra es salada abre nuevas perspectivas que podrían minimizar la dependencia de la humanidad al escaso 0’5% de agua de ríos (el 2% restante está en los polos).
El agua como nutriente se puede tomar de forma hipertónica (sin rebajar) o isotónica (rebajada en la proporción de tres cuartas partes de agua dulce y una cuarta parte de agua de mar). En el primer caso hay que beberla a pequeños sorbos mientras que si está rebajada, se tomará en pequeños vasos y de forma espaciada para evitar que la acumulación de sal en el intestino tenga un efecto laxante. Se recomienda la ingesta de una cantidad de un cuarto de litro al día de agua de mar, excepto si se tienen problemas renales o de hipertensión. Podemos obtener el agua del mar comprándola o bien recogiéndola nosotros mismos con la prevención ir a un sitio no contaminado (puertos, muelles, desembocaduras de ríos contaminados…).
Estos conocimientos se basan en la investigación del científico René Quinton. En las últimas décadas y años, varias personas como Laureano Domínguez, Paco Garcia Ondas, Ángel Gracia y Francisco Sánchez luchan por rescatar su legado y para extender el beneficio del agua del mar al máximo de gente posible. Os facilitamos algunos enlaces para ampliar la información acerca de las propiedades del agua del mar, de René Quinton y de asociaciones que están recuperando su legado:
– Aquamaris y OMDIMAR (Oasis y Dispensarios Marinos). Asociaciones que impulsa el uso del agua de mar en zonas de escasa producción de alimentos.
– Proyecto de OMDIMAR para hacer un oasis marino en el Senegal
– “La dieta del delfín”. Libro escrito por Ángel Gracia que defiende que una buena salud se basa en la nutrición el ejercicio y la mente y sitúa al agua del mar en un sitio central en la nutrición.
– “Como beber agua de mar”. Libro ameno y práctico escrito por Mariano Arnal, gerente de Aquamaris.
Albert Torrent MeSiento.com
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