Arcángel Gabriel. Canalización de Henrique Rosa. Parte I.
Mensaje Canalizado.
En Portugués el Original.
¡Que la Gran Fuerza y la Gran Luz del Ser Crístico se anclen en vuestros santuarios internos y resplandezcan en vosotros!
Toda alma que está en el Camino de la Luz es considerada una Trabajadora de la Luz, porque está activa, dinamizando acciones en su camino y colocándose siempre al servicio de la Luz.
Todos aquellos que poseen una conciencia plena de lo que es el Camino de la Luz son Trabajadores de la Luz.
Hoy, en la humanidad están aquellos que buscan el Camino de la Luz, o que ya poseen un pie en el camino, o hasta creen tener los dos pies al inicio del camino y que, sin embargo, sus palabras, acciones y pensamientos no están de acuerdo con la Luz.
Esto se da porque la gran mayoría de las personalidades usan máscaras y en la situación en que el hombre el mundo y la humanidad se encuentran ellas constituyen defensas utilizadas contra las presiones y las amenazas externas.
Esto es comprensible puesto que estas máscaras no se utilizan para agredir espiritualmente el alma.
Muchos son aquellos que se titulan espiritualistas, místicos, religiosos o esotéricos y que utilizan máscaras; en realidad, no son coherentes con lo que intentan transmitir o enseñar a los demás.
Tal vez, éste sea uno de los grandes errores de las religiones occidentales, que han utilizado múltiples máscaras para hablar de los asuntos espirituales; que usan máscaras para hablar de la verdad, del amor, de la paz, de la justicia, de la fraternidad.
Todas las cosas que conducen al ser humano a una evolución real, a una expansión de la conciencia, de la sensibilidad, del sentimiento, de la mente, del alma y que contribuyen a la apertura de los canales espirituales, a la sintonía y la sincronía entre el yo inferior y el yo superior, entre la personalidad y el alma, jamás pueden ser transmitidas con máscaras.
Cualquier tipo de máscara encubre la verdad, distorsiona y engaña. Las personalidades usan indistintamente las máscaras; en el frente de otras personas se presentan de una forma y al girar la espalda se manifiestan de otra manera.
Si un ser humano ejerce una función a favor de la evolución, tanto suya como de su semejante, trabaja para la expansión y la descontaminación de la conciencia, del sentimiento, de la mente, es fundamental que se presente como es, sin máscaras, sin fantasías, o, jamás la verdad saldrá por su boca.
Por mucho que las verdades escritas sean repetidas, ellas son verdades muertas, porque la verdad real, cuando es proferida sin máscaras, viene del corazón y del alma.
Esto es, desciende del alma a la mente para ser decodificada en palabras y el verbo hace que la verdad llegue a los oídos de los demás y sea sentida en sus corazones, contribuyendo así a su expansión, purificación, transformación y liberación.
¡Cuando la verdad es maquillada no produce nada! ¡Porque es una verdad muerta, sin fuerza, sin energía!
Su personalidad ha memorizado una serie de palabras, y por muy correctas que sean no producen nada, pues no poseen la fuerza de su Ser Crístico, no poseen la fuerza de vuestro amor, de vuestra fraternidad, o sea, no están alimentadas con la fuerza de tu alma.
Un alma en el Camino no puede tener esa postura porque esto es contrario a la expansión espiritual, a la liberación ya la iluminación.
¡Debéis estar atentos a esto!
Es necesario discernir cuando vuestra personalidad está utilizando máscaras para aprender a identificarlas, comprender sus causas para aprender a vivir sin ellas.
Es difícil para vuestra personalidad dejar de usar máscaras, pero debéis pensar y reflexionar sobre esto porque, en realidad, en lo que se refiere al camino que vuestra alma quiere recorrer, e incluso en relación con las almas de vuestros hermanos y hermanas, esto es, algo que no funciona.
Se trata de una gran distorsión de la personalidad. Puedes pensar que estás evolucionando y en verdad te encuentras estancado en la evolución.
Debido a esto, muchos creen que poseen un gran conocimiento espiritual y que son discípulos, pero en realidad no lo son. Un discípulo es un conquistador de los misterios, está al servicio de las energías superiores, de los Seres superiores a él, y procura estar cada vez más apto para trabajar para que la Gran Obra Divina descienda a la Tierra y sea realizada por todos los seres humanos.
Uno de los problemas del ser humano es que está dividido, o mejor, lo que él representa externamente no coincide con lo que es internamente. Existe una gran diferencia entre lo que él es internamente y lo que externamente intenta parecer porque está contaminado con las cosas del mundo, apegado a las cosas materiales, influenciado a copiar modelos que el mundo aprueba.
Su ser interno no se apega a las cosas del mundo externo, porque el alma sabe que si se apega a las cosas artificiales no podrá expandirse y evolucionar. Entonces, ella siempre está pronta para nuevas experiencias, en cada experiencia ella asimila lo que es importante pues sabe que: «una experiencia tiene que morir para que una nueva experiencia pueda surgir».
Esta frase de Krishnamurti es una de las grandes verdades que el hombre no comprendió por eso «muerte» para el occidental es extinguirse, es desaparecer.
Krishnamurti era un hindú, para él y de acuerdo con la educación oriental, la «muerte» es un sinónimo de transformación, mudanza de un estado inferior a un estado superior.
Así, cada experiencia precisa ser asimilada y transformada para alcanzar un estado superior, que es el del alma, de modo que pueda estar abierta para una nueva experiencia porque solo así va a expandirse y evolucionar para liberarse y un día iluminarse.
Ya la personalidad no se preocupa mucho, generalmente es comandada por el inconsciente, donde está toda su «basura», y su agresividad, su autoritarismo, su esclavitud.
Hay un agresor en vosotros!
Podéis decir: No, no hago eso! Lo hacéis! Basta que alguien pise vuestro dedo del pié donde está aquel » cayo» para que , inmediatamente, vuestra personalidad agredida sin ni siquiera pensar por qué fue pisada.
Entonces, la personalidad es agresora, poco o mucho, pero es. Ella es manipuladora y divisora; siempre se coloca en la posición de un juez para juzgar a los otros, pero no quiere que los otros la juzguen.
Hay personalidades que se colocan en un pedestal de superioridad por tener conocimientos o una buena formación intelectual y juzgan que los otros son inferiores, por lo tanto no poseen sabiduría, no son amorosas ni fraternas.
No han evolucionado en esa postura, el alma no se coloca de esta manera; ella busca orientar su personalidad para mantener todas las posturas correctas que sean útiles para su evolución y para el desarrollo espiritual, pero ella no oye.
Muchos seres humanos no saben oír, o mejor, no quieren oír; sólo escuchan lo que interesa a sus personalidades.
Lo que interesa y es fundamental para sus almas y para sus evoluciones no lo oyen.
Entonces, es necesario que los oídos estén sintonizados con el alma para que oigan; es necesario que la palabra esté sintonizada con el corazón y que los ojos se convierten en el reflector de vuestra alma.
Esto se da a través de un continuo trabajo de transformación interna y de una vigilancia constante.
Debéis mirar en el espejo y buscar ver dónde están vuestros defectos, sin miedo de tomar conciencia de lo que necesita ser cambiado.
Continua en Arcángel Gabriel. Canalizaciòn de Henrique Rosa. Parte II.
TRADUCCIÓN PORTUGUÉS-ESPAÑOL: Patricia Gambetta, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTE: “Jornal de Ciéncias Esotéricas”. A Sabedoría Universal da Síntese. Henrique Rosa y Lourdes Rosa.
http://www.portaldasintese.com.br/multimidia/ed18.pdf