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ESCÚCHALO RECITADO… LÉELO… Cuenta la historia que en aquel pasado Tiempo en que sucedieron tantas cosas Reales, imaginarias y dudosas, Un hombre concibió el desmesurado Proyecto de cifrar el universo…
Ver másESCUCHA… LEE… Hacía un frío de mil demonios. Me había citado a las siete y cuarto en la esquina de Venustiano Carranza y San Juan de Letrán. No soy de…
Ver másESCÚCHALO NARRADO… LÉELO… Desde hacía varios años la señora H. T. Miller vivía sola en un agradable apartamento (dos habitaciones y una cocina pequeña) de un viejo edificio de piedra…
Ver másPoema en prosa de Jaime Sabines, México 1926 – 1999 ESCUCHA… LEE… Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar…
Ver másESCUCHA… LEE… ¡Qué admirable día! El vasto parque desmaya ante la mirada abrasadora del Sol, como la juventud bajo el dominio del Amor. El éxtasis universal de las cosas no…
Ver másESCUCHA… LEE… No quiero perdonarme esta falta de tacto, este tiempo perdido en el vacío, este mal paso, falso, como dado en la arena del desierto. No puedo disculparme la…
Ver másESCUCHA… LEE… Era una casa grande, vacía, llena de ecos, con veinte ventanales abiertos hacia el mar. Y el mar sonaba triste contra el acantilado como el destino sueña y…
Ver másESCUCHA… LEE… Un sábado por la noche, hacia finales de noviembre, me hallaba solo en casa con Lucy. Yo estaba sentado en el sillón junto a la ventana, ella junto…
Ver másESCÚCHALO NARRADO… LÉELO… Despertó cuando sonó el despertador, pero se quedó tendido en la cama durante un rato después de haberlo apagado, repasando por última vez los planes que tenía…
Ver másESCÚCHALO RECITADO… LÉELO… Yo fui estallido fuerte de la selva y el río, y voz entre dos ecos, me levanté en las cuestas. De un lado me estiraban las manos…
Ver másESCÚCHALO RECITADO… LÉELO… Érase una viejecita Sin nadita que comer Sino carnes, frutas, dulces, Tortas, huevos, pan y pez Bebía caldo, chocolate, Leche, vino, té y café, Y la pobre…
Ver másESCÚCHALO RECITADO… LÉELO… Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor de mozo muy…
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