Ciencia onírica. Sueños sanadores.

Aprender a diferenciar la realidad del sueño

La mente humana es capaz de mover montañas. Aprendamos a usar ese gran poder en beneficio de la salud integral. El primer paso es determinar un objetivo concreto y muy específico. Por ejemplo, supongamos que sufres de alguna dolencia en tus articulaciones. Independientemente del tratamiento médico que estés llevando a cabo, puedes ayudar de forma fabulosa al proceso, si tu mente le da órdenes precisas a las áreas de tu cuerpo que necesitan salud. O imaginemos que te atormenta alguna fobia, o digamos que tienes pánico escénico y eso dificulta tu desempeño laboral. Cualquiera que sea el caso, puedes corregirlo mediante el poder de tu mente, durante los estados profundos del sueño.

Una vez planteado el objetivo, es imperante que pienses y te enfoques en aquello que deseas corregir, pero sin angustia o temor. Suena complicado, pero al final, tu mente necesita ser objetiva y práctica antes de generar órdenes de reestructura. Este proceso puede llevarte algún tiempo. Invierte el necesario y cuando te sientas libre de estrés al pensar en el problema, pasa a la siguiente etapa.

Cuando estés listo para irte a dormir, pide asistencia de la luz divina y concéntrate en pensar en eso que deseas sanar. Tras unos minutos, comienza a imaginar el problema solucionado y recréate en la visión de ti mismo, feliz y sin ninguna molestia.

Durante las etapas del sueño, el organismo presenta cambios significativos en sus funciones

Para la mente humana no hay límites ni fronteras. Aprender a usar la energía del pensamiento mediante la ciencia onírica, es un proceso complejo pero con magníficos resultados

Aunque de pronto comiences a sentir que estás quedándote dormido y que la concentración se pierde, intenta conservar esa visualización hasta que caigas en las etapas profundas del sueño. Esto es muy importante porque de esa forma, le estás dando a tu mente la instrucción orientada de que enfoque su energía en algo concreto. Lo que incrementa la posibilidad de que sueñes con ello.

Sabemos que las etapas del dormir y del sueño profundo son cíclicas y que se repiten varias veces durante nuestro descanso. En un inicio, la etapa uno del sueño, es aquella en la que primordialmente se relajan los músculos y comienza a hacerse más lenta y rítmica la respiración, pero aún somos capaces de percibir sensorialmente, movimientos externos o sonidos.

En la segunda etapa, el sistema nervioso empieza a bloquear paulatinamente los canales sensoriales de recepción, facilitando el quedarnos dormidos. En la etapa tres (conocida como sueño alfa), el bloqueo sensorial es prácticamente total y la respiración y frecuencia cardiaca, disminuyen aún más. La cuarta etapa es aquella de total relajación física y mental, el cuerpo está literalmente descansando y se ha desconectado del mundo para recuperar energías.

Los sueños dirigidos brindan sanación y equilibrio

Algunas personas aseguran que nunca sueñan. Los expertos afirman que todos soñamos, pero que no todos recordamos la experiencia onírica. Esto puede deberse a factores como el estrés, una alimentación deficiente de vitaminas y hasta por malos hábitos de postura

En la fase cinco, también conocida como sueño REM (por sus siglas en inglés, Rapid Eye Movement, o movimiento ocular rápido), se presenta un fenómeno muy interesante. El cuerpo en general, sigue ajeno a los estímulos sensoriales externos y es incapaz de moverse como en las etapas de vigilia. Sin embargo, la actividad cerebral y de la mente, se activan y es entonces cuando empezamos a soñar. Los especialistas afirman que, el periodo REM, va acompañado de sueños en formato narrativo y con una trama argumental, que puede o no ser lógica y congruente. La actividad cerebral de esta etapa es muy acelerada y generalmente va acompañada de movimientos oculares rápidos y constantes.

Si antes de irnos a dormir, focalizamos nuestra atención en aquella dolencia que nos aqueja, previa visualización del problema sanado, es muy factible que soñemos en relación al asunto. La finalidad de los sueños sanadores, mediante el uso de la ciencia onírica, se concretan cuando la mente es capaz de llevar ese mensaje de sanación, durante las etapas de descanso más profundas.

El sueño en etapa REM

No siempre recordarás un sueño sanador. Lo importante es que el mensaje llegue a tu materia física, mediante el poder de tu mente. Si eres capaz de inducir tus sueños sobre un tema específico, la energía mental hará el resto.

Como ya mencionamos, es muy pero muy importante que antes de intentar sueños sanadores inducidos, te liberes de la angustia y el temor. Si no pones atención a este punto, es probable que sueñes respecto a la dolencia que te aqueja, pero en un sentido negativo. Por ello es esencial que realices una visualización del problema resuelto y que goces de la felicidad que te aporta, sentirte libre del problema y disfrutando de plena salud.

De ese modo, será mucho más probable que experimentes un sueño feliz y que el poder de tu mente haga llegar el mensaje adecuado a la zona de tu cuerpo que sufre algún padecimiento. O a tu subconsciente, si el problema que te aqueja es de orden emocional o psicológico.

Ciencia onírica

Los descubrimientos en materia de sanación onírica no son nuevos. Sin embargo, las técnicas para su aplicación se han depurado recientemente y han arrojado resultados fascinantes para los estudiosos del campo de la salud humana

Otro punto que debemos mencionar, es que tal vez no recuerdes tus sueños a la mañana siguiente. Ello no debe desalentarte en la práctica de la inducción de sueños sanadores. Toma en cuenta que no todos poseemos la misma sensibilidad emocional y de eso depende que podamos recodar lo que soñamos. Lo relevante es que le des a tu mente las instrucciones precisas para que pueda corregir un problema.

Eventualmente, serás capaz de recordar lo soñado. Pero sin importar que lo consigas o no, pon en práctica esta interesante herramienta de sanación, que la luz universal y el poder de tu mente, ponen a tu alcance.

Independientemente de todo esto, considera que el buen dormir, te proporciona un sueño reparador. Es vital que revises las condiciones de tu colchón, que te asegures que tu cama y ropa de dormir sean cómodas. Poner atención en tus hábitos alimenticios para no padecer insomnio y que respetes el hecho de que dormir ocho horas, es lo que tu cuerpo necesita para recuperar energías.  Si no duermes bien, difícilmente lograrás sueños sanadores e incluso ello puede deteriorar tu salud.

 

AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org

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