Comparativa entre Alimentos Ecológicos y Convencionales

Rosa (Editora)

verdura ecologica hemandadblanca.org

1) Los productos ecológicos contienen más minerales y oligoelementos que las frutas y hortalizas cultivadas convencionalmente (según el Instituto Federal para la Protección de los Consumidores de Alemania).

2) Los alimentos ecológicos contienen más alcaloides y otros metabolitos esenciales para el desarrollo del cerebro y la integridad del sistema inmunológico. Mejoran el crecimiento y desarrollo de tejidos y contribuyen a una mayor capacidad del cuerpo para sanar y repararse.

3) Los alimentos ecológicos no causan tantas alergias como los alimentos cultivados convencionalmente.

4) Las técnicas de biocristalización (tal como lo muestra la investigación científica realizada por la Universidad Agrícola de Copenhague) muestran que los alimentos ecológicos tienen patrones de cristalización más ordenados que los de los alimentos convencionales. En otras palabras, tienen menos entropía y más equilibrio.

5) Las verduras cultivadas tradicionalmente contienen significativamente más nitratos que los alimentos producidos con técnicas ecológicas (documentado por el Instituto Federal para la Protección de los Consumidores de Alemania). Estos nitratos se transforman en nitritos en el tracto digestivo humano. Los nitritos se combinan con las aminas para formar nitrosaminas. Las nitrosaminas causan cáncer.

6) Los pesticidas utilizados en la agricultura convencional tienen una estructura molecular similar a los estrógenos y tienen una influencia hormonal en la fisiología. Pueden crear desequilibrios en las estructuras y funciones de los tejidos del cuerpo, incluyendo el cerebro, y pueden causar tumores.

7) El aumento en el número de casos de linfomas no Hodgkin, leucemia linfocítica crónica y tumores testiculares (todas enfermedades graves de cáncer) pueden ser, al menos en parte, una consecuencia del aumento de la exposición a productos químicos agrícolas (como se informa en la revista Journal of Epidemiology and Community Health).

8) Los pesticidas utilizados en la agricultura convencional están relacionados con el aumento de casos de cáncer cerebral, leucemia, discapacidades de aprendizaje, y otros trastornos, según la American Public Health Association. La American Public Health Association informa de que estas sustancias suponen un gran riesgo para los niños, porque el sistema nervioso y cuerpo en desarrollo de un niño son más sensibles a estos elementos. Se estima que un millón de niños norteamericanos que viven en o cerca de explotaciones agrícolas están “sumergidos en pesticidas” debido a la contaminación del aire, el agua potable, el polvo de la casa, e incluso la ropa de trabajo usados en el campo por sus padres.

9) La leche ecológica contiene más ACL (ácidos linoleicos conjugados) que la leche convencional. Los ACL tienen cualidades que inhiben el cáncer y que son capaces de prevenir la arteriosclerosis.

10) En una comparación entre los niveles nutricionales en los alimentos convencionales y los alimentos ecológicos, los investigadores han encontrado que la fruta ecológica contenía considerablemente más fenoles. Las plantas naturalmente sintetizan fenoles para la defensa contra plagas y enfermedades. Posiblemente, las plantas ecológicas no tratadas fueron estimuladas a crear mayores niveles de estas moléculas críticas en respuesta a los ataques de plagas. Estos compuestos fenólicos que protegen a la planta también han demostrado ser protectores de enfermedades en los seres humanos.

11) La producción de alimentos convencionales sobrecarga la tierra y las aguas subterráneas con fertilizantes artificiales (principalmente nitratos), así como con los pesticidas y herbicidas. La presencia de estos elementos en el agua potable también causan cáncer.

12) El metano (CH4) es uno de los gases más importantes responsables del efecto invernadero mundial y el quince por ciento (15%) del total de emisiones de metano es provocado por la agricultura tradicional.

13) También se ha demostrado que cuando la fruta se recoge prematuramente, antes de que maduran en el árbol, carece del nivel completo de nutrientes, que se desarrollan sólo cuando la fruta madura completa y naturalmente en el árbol. Por lo tanto, las frutas y hortalizas recogidas prematuramente, para madurar durante el envío, no proporcionan la totalidad del valor de su nutrición, en comparación con los productos recién recogidos y entregados frescos en el mercado. Por esta razón, los alimentos ecológicos de la Agricultura Védica Ecológica Maharishi serán recogidos y entregados al mercado dentro de uno o dos días – permitiendo que sean recogidos con todos sus nutrientes plenamente desarrollados.

14) Por último, el sistema de producción de los alimentos ecológicos no permite la incorporación de los alimentos genéticamente modificados. La invasión de la alteración genética en los alimentos es una de las áreas que presentan el mayor peligro para la pureza de nuestros alimentos. Algunos de los posibles peligros incluyen la alergia y toxicidad para los seres humanos y otras especies, el desarrollo de organismos resistentes a los antibióticos, la transferencia horizontal de genes, deriva genética potencial, los posibles trastornos de la bioquímica y la microbiología del suelo, el desarrollo del desequilibrio de nutrientes, aumento del uso de plaguicidas, los daños a los organismos beneficiosos, la creación de ‘superhierbas’ y ‘superplagas’, la evolución de nuevos virus patógenos de plantas y el suelo, la propagación de nuevas especies invasoras, la pérdida de biodiversidad, el desarrollo de cánceres malignos (a partir del aumento del factor de crecimiento insulínico asociado con el uso de rBGH), y otras consideraciones ambientales, éticos, económicos y a corto y largo plazo.

Los médicos están empezando a recomendar los alimentos ecológicos y en especial a sus pacientes. Para el desarrollo total del cuerpo y del cerebro, la digestión y el metabolismo adecuado son esenciales. Los componentes de los alimentos desempeñan un papel crucial en este sentido. Descubrimientos científicos modernos muestran claramente la superioridad de los alimentos ecológicos sobre los alimentos cultivados de forma convencional.

Las 4 ‘s’ de los productos ecológicos

Las personas que promovemos agricultura y consumo ecológico, estamos 100% convencidas en la conveniencia y ventajas de cambiar nuestro hábito de consumo hacia lo ecológico. Las razones objetivas pueden sintetizarse en cuatro palabras que inician con la letra “s” (más sabrosos, más sanos, más seguros y más solidarios).

¿Sabían que cada sábado lo primero en agotarse son los huevos y pollos ecológicos en la BioFeria de Miraflores y en el Mercado Saludable de La Molina?

 

Estos dos productos simbolizan lo incólume que se mantienen nuestros sentidos al identificar que huevos y pollos de crianza ecológica mantienen el real sabor. Quienes aún podemos percibir calidad en el sabor, reconocemos la incomparable diferencia del sabor de los huevos y pollos producidos respetando las leyes de la naturaleza y su etología. Es el Nuestras Cestas Ecológicasresultado esperado de haber utilizado alimentos sin fertilizantes sintéticos ni pesticidas, ni maíz/soya transgénica, como sucede con las gallinas ponedoras y los pollos de carne, que incluso, sus condiciones de crianza en total cautiverio y hacinamiento les genera estrés, provoca enfermedades y el círculo vicioso de recurrir a los antibióticos para evitarlas.

Al igual que huevos y pollos ecológicos, los demás productos tienen la preferencia de las/los consumidores porque son más sabrosos y fraganciosos.

Ligado a lo sabroso viene la segunda “s” de seguridad, pues cuando uno consume productos ecológicos podemos tener certeza que nuestras hijas e hijos consumirán hortalizas, frutas, menestras, granos, … libres de agroquímicos, como las fumigaciones con potentes insecticidas, fungicidas y herbicidas. Incluso, optar por productos no alimentarios, como las prendas de algodón ecológico nos brinda la seguridad de evitar el uso inadvertido de ropa de algodón transgénico, obtenido con el herbicida glifosato, que las pieles sensibles lo detectan manifestándose en alergias.

Finalmente, si se tratara de productos procesados, los alimentos ecológicos brindan seguridad al prohibirse el uso de aditivos como colorantes, saborizantes, preservantes e inclusive, insumos transgénicos. Por tanto, un procesado de tipo ecológico se procurará de insumos de procedencia ecológica y no utilizará colorantes como la tartrazina ni ‘saborizantes’ como el glutamato monosódico o el diacetil ni preservantes como el BHT o el benzoato.

En aras de brindar un consumo seguro a sus hijas/hijos, procúreles alimentos ecológicos libres de fertilizantes sintéticos, pesticidas, transgénicos, aditivos.

La tercera “s” se desprende a su vez de la anterior, ya que siendo los alimentos seguros, serán más sanos y nuestro organismo realmente se nutrirá con alimentos saludables de los que se extraerá toda la energía y la vitalidad suficiente para desempañarnos con entusiasmo en nuestras labores diarias.

Si los estudios demuestran que los elementos de los fertilizantes sintéticos, los plaguicidas, los herbicidas conducen hacia la alteración y degradación de nuestras funciones vitales ¿por qué seguirlos consumiendo? y peor aún ¿por qué promoverlos y abogar por ellos?

Ciertamente, qué triste y mezquino interés el motivarse a fomentar una agricultura para la muerte, la muerte de la naturaleza que incluye los recursos naturales y la humanidad.

Los alimentos DEBEN ser nuestra fuente diaria de fortaleza, movilidad, empuje, vivacidad, vigor y longevidad. Es necesario tomar consciencia que los males crónicos y las enfermedades NO son cuestión de azar o la mala fortuna; son totalmente consecuencia de malos hábitos.

Por ello, la cuarta “s” dedica su mirada a la solidaridad. Solidaridad por su respeto hacia el entorno y las personas que la componen, que procura y busca el bienestar colectivo y la construcción de una sociedad con calidad de vida y progreso. Una solidaridad que no se influye, ni admite, ni permite ni es indiferente a la roñería de quienes anteponen sus intereses particulares a la salud de las personas y la salud del planeta.

Solidaridad también con las/los pequeños productores y los sectores menos favorecidos, como las mujeres que atienden a sus familias y de paso se dan tiempo para soñar en mejores oportunidades. La totalidad de las/los productores ecológicos de las bioferias, ecoferias o mercados saludables, son pequeños y viene superando su situación de pobreza gracias al apoyo de consumidores avanzados, como los que acuden cada sábado a comprarles. Las ferias ecológicas locales se constituyen en espacios de oportunidad hacia mejor calidad de vida, tanto para consumidores como para productores.

Una quinta ‘s’ podría agregarse a las anteriores y está ligada a la promoción de la agrobiodiversidad local, pues los principios agroecológicos motivan la ‘soberanía’ de los productos nativos, y las costumbres y cultura general local.

5 Alimentos que deberíamos dejar de comer desde hoy mismo

Podemos hablar todo el día acerca de “comer con moderación”, pero si lo que estamos comiendo con moderación consiste en alimentos procesados, a base de ingredientes azucarados y conservantes, podemos llamarlo por su nombre: envenenamiento gradual de alimentos tóxicos. Si su dieta se compone de poco más que de comida rápida, pollo frito, dulces y aperitivos envasados, usted podría estar en camino de convertirse en una de tantas personas obesas y que sufren de enfermedades del corazón. Con base en estudios científicos recurrentes que demuestran su toxicidad para nuestra salud, aquí hay cinco comidas que debe dejar de consumir desde hoy mismo.

Soda

Todo lo que digamos acerca de la soda es poco. Es una receta para la enfermedad disfrazada con una bebida deliciosa y burbujeante. Analicemos los ingredientes que se encuentran en una lata de refresco tradicional, convencional. El benzoato de sodio es un conservante que se encuentra en los refrescos y que se ha relacionado con la tríada fantasma de las alergias, el asma y el eczema. El ácido fosfórico, es el elemento químico que le da al refresco su sabor metálico, se ha demostrado que causa la osteoporosis y la caries dental (que causa más daño a los huesos que el ácido de una batería, afriman algunos expertos). Este ácido, sí ácido, agota el calcio y otros minerales del cuerpo, ya que se excreta por la orina, llevándose consigo las sustancias de las que están formados nuestros huesos y dientes. Debido a la alta cantidad de minerales que se eliminan del cuerpo, el ácido fosfórico también daño a los riñones y está relacionado con problemas renales en los bebedores. La mayoría de los refrescos tradicionales todavía están endulzados con jarabe de maíz de alto contenido en fructosa, un edulcorante que ha sido objeto de muchos estudios en los últimos años, vinculándoselo con el síndrome metabólico, la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón. Para los fabricantes de refrescos que se utilizan “la caña de azúcar natural,” los consumidores deben tener en cuenta que los azúcares que se encuentran aún en cantidades tan elevadas en los refrescos producen caries y obesidad. De hecho, se estima que los bebedores regulares de refrescos tienen un 80% más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 que los no bebedores. Pásese al agua, por favor.

Los alimentos fritos

Ha habido una gran cantidad de investigaciones sobre los efectos en la salud de los alimentos fritos. Diversos estudios en todo el mundo han encontrado correlaciones entre los alimentos fritos, las carnes en particular, y la prevalencia de los cánceres desarrollados en el cuerpo. Si bien muchos estudios han sido considerados “no concluyentes”, un estudio muy interesante y reciente en el año 2010 determinó que las carnes muy hechas, especialmente las carnes fritas, duplican los riesgos de una persona de desarrollar cáncer de vejiga en comparación con la carne poco hecha. El autor principal del estudio, el profesor Xifeng Wu, informó que , “Estos resultados apoyan con fuerza lo que sospechamos de las personas que comen mucha carne roja, sobre todo la carne roja muy hecha, como frita o a la parilla, parecen tener una mayor probabilidad de padecer cáncer de vejiga “. Curiosamente, los alimentos fritos también aumentar la prevalencia de asma en los pacientes, según diversos estudios.

 

Comida rápida

La comida rápida contiene tan pocos alimentos que bien podría ser llamada “comestibles rápidos.” La empujamos a través de nuestras gargantas y, finalmente sale, pero ¿ eso es suficiente para calificarla como alimento?. Lo gracioso es que la comida debe alimentar el cuerpo (es decir, nutrirlo de alguna manera). La comida rápida hace otra cosa más que alimentar, simplemente satisface el hambre hasta la hora de la comida siguiente. Para empezar, la comida rápida es ridículamente alta en grasa, calorías y sodio. En un estudio, la comida media comprada por los clientes de comida rápida encuestados contenía 827 calorías. Para aquellos que necesiten un recordatorio, el adulto promedio necesita sólo de 1.800 a 2.000 calorías en un día completo. Esas 827 calorías suponen aproximadamente la mitad de las calorías que la mayoría de los adultos necesitan en un día completo, dejando poco espacio para el desayuno, cena, snacks, postres y otros alimentos que en realidad aportan nutrientes esenciales (cereales integrales, verduras, frutas y proteínas magras ).

Pero si no es un contador de calorías, tal vez no le importe que la comida rápida está cargada de ingredientes artificiales y conservantes. Además de las grandes cantidades de conservantes y grasas trans en la comida rápida, la mayoría de las cadenas siguen dependiendo en gran medida de glutamato monosódico para el ingrediente principal de los condimentos.

Productos de harina blanca

La harina blanca es uno de los alimentos procesados más peligrosos de nuestra generación. Hemos tomado algo sano y nutritivo (el grano entero) y lo hemos transformado en algo casi imposible de identificar por el cuerpo y tratado con productos químicos.

La harina en un principio proviene de un grano integral que consiste en germen, el salvado y el endospermo. Para refinar el grano, el germen y el salvado se quitan, y la mayoría de la fibra, minerales y nutrientes esenciales también se desprenden en el proceso. Este grano refinado conduce a una rápida liberación de insulina del cuerpo cuando se consume, lo que conduce a un exceso de trabajo del páncreas y una mayor capacidad de almacenamiento de grasa (que conduce tanto a la diabetes y la obesidad). Pero también están los procesos de blanqueo y desodorización por el que la mayoría de las harinas pasan. Un sub-producto de este proceso es una sustancia química llamada aloxana que se forma en la harina, que se ha ligado a un fallo del páncreas, una incapacidad para producir insulina y el desarrollo de diabetes de tipo 2.

Productos Horneados

La mayoría de los productos horneados preparados comercialmente son igual de malos para usted como los otros cuatro “alimentos” citados, ya que contienen un número de las mismas toxinas, pero en forma de panecillos dulces, croissants y magdalenas. Las cadenas de comida rápida y panaderías de las cadenas de supermercados utilizan más o menos la misma cantidad de ingredientes para los horneados: Margarinas y aceites vegetales procesados, harinas blancas, azúcares refinados, y añaden grandes cantidades de conservantes y aditivos. ¿Suena como la misma receta para el desastre, como la soda, la comida rápida y el pan blanco?. Lo es.

Para dar a los productos horneados comerciales su “mantecosa y escamosa” textura, la mayoría están preparados con margarina o aceites vegetales procesados, que se traducen en las grasas trans, las grasas que ahora entendemos que producen las enfermedades del corazón y el aumento de los niveles de colesterol. Prácticamente todos los productos horneados están hechos con harinas blancas (véase más arriba por razones de evitar este alimento). Los que están etiquetados como “elaborado con granos integrales” deben ser analizados con mucho cuidado para ver si sólo se usan 100% granos enteros o (como en la mayoría de los casos) los granos enteros sólo aparecen en algún lugar de la lista general de los ingredientes de siempre, pero mientras la harina sigue siendo la reina conductora de ese tren del mollete. Por otra parte, los productos horneados están siempre cargados de azúcares, por lo general blanqueados, azúcar blanco refinado. Hay un buen material de lectura en el New York Times en el que el autor explora la idea de que todo el azúcar es tóxica, en cualquier cantidad. Y mientras que para algunos las cadenas de comida rápida y de café han introducido líneas de “mini” productos de panadería para el consumidor consciente de la salud, estos alimentos se siguen produciendo con una lista de ingredientes de la mayoría de nosotros no puede ni pronunciar. Aquí hay una lista de ingredientes de una pieza de una cadena de café y su popular torta de libra. azúcar, harina de trigo enriquecida con blanqueada, (harina de trigo, niacina, hierro reducido, mononitrato de tiamina, riboflavina y ácido fólico), huevo, mantequilla sin sal (pasteurizada de crema [de leche]), azúcar en polvo (azúcar, almidón de maíz), agua, jugo de limón (jugo de limón de concentración [agua, jugo concentrado de limón], benzoato sódico, metabisulfito de sodio y sulfito de sodio [conservadores], aceite de limón), manteca vegetal ( palma y el aceite de canola), emulgente (ésteres de propileno, mono-y diglicéridos, lactilato de sodio, el fosfato tricálcico), leche sin grasa, polvo de hornear (pirofosfato ácido de sodio, bicarbonato de sodio, almidón de maíz, fosfato monocálcico), almidón de los alimentos – modificado, natural sabor, sal, enfriar la base (dextrosa, ácido esteárico, agar-agar, sal, pectina, goma guar, hexametafosfato de sodio), jarabe de maíz, sabor a mantequilla natural (maltodextrina, sabor a mantequilla natural, achiote y cúrcuma [para el color]), trigo vital gluten, goma guar, goma xantana, aceite natural de limón, el PAS beta caroteno (la maltodextrina, jarabe de glucosa, goma árabe, aceite vegetal, tocoferol, vitamina C, beta caroteno puro, dióxido de silicio), dióxido de titanio. puede contener molde rociado (aceite de canola, lecitina de soja, pueden contener aceite mineral y / o sabor natural). Hola, ¿has llegado a este punto en el párrafo? Felicidades, usted acaba de llegar al final de los ingredientes. Se ha ganado su trozo de pastel .

La elección es suya. Podemos comer lo que queramos con moderación, con la esperanza de que estamos comiendo un poco menos de veneno, suficiente para hacer que nuestro cuerpo no enferme, y nos decimos que un poco de espinacas en la cena hará todo lo malo desaparezca. O por lo menos podemos reconocer que ciertos alimentos, en cualquier cantidad, poco a poco están haciendo un flaco favor a nuestros cuerpos, y en lugar de encajar en una dieta “equilibrada”, son simplemente pequeños desequilibrios que, poco a poco, causan que nuestras estructuras internas lleguen a desequilibrarse. La conclusión es simple: Comer bien, vivir bien.

1 comentario

  1. Muy buena la información,¿Cómo se pudiera citar?.
    Me encantaría que tuviera los datos del autor y fecha específica de publicación

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