Compromiso y Responsabilidad EN EL REIKI por Alfonso del Rosario

Rosa (Editora)

Compromiso y Responsabilidad EN EL REIKI - alfonso del Rosario

Cuando decidimos dedicarnos al Reiki, o a cualquier otra terapia de semejantes características, debemos ser conscientes del Compromiso y de la Responsabilidad que adquirimos con nosotros mismos y con las personas con las que nos vamos a relacionar en el ámbito de la sanación.

El Compromiso y la Responsabilidad, son dos Leyes Universales que actúan junto con la Ley del Karma, para la correcta utilización de las energías que se ponen en actividad en el proceso de curación, allí donde intervenga una conciencia, con la intención de propiciar la curación o sanación de cualquier persona que lo necesite. Estas Leyes Universales van incidir en el terapeuta, según el objetivo e intención que haya puesto previamente en esta tarea de servicio.

La Ley del Compromiso, actúa de dos formas, una, relacionada con las personas que el Karma, va a acercar a nuestras vidas, para que los ayudemos de alguna forma, bien por problemas de salud, por problemas de tipo sicológico o por los de tipo espiritual.

La otra forma en la que actúa la Ley del Compromiso, está relacionada con nosotros mismos, en lo referente a la obligación interna que tenemos para acondicionar y poner armónicamente al cuerpo físico, a nuestras emociones y a nuestros pensamientos, en un estado de Paz y de Equilibrio estables. En estas condiciones, se consigue en gran medida, una buena salud física, y un control emocional y mental, lo suficientemente refinados, como para poder enfrentarnos a las nuevas situaciones que se nos van a presentar, con personas en las que estos estados, físico-sicológicos, pueden estar alterados o descompensados. Si tenemos bien coordinados y entrenados a nuestro cuerpo y a nuestra mente, estaremos libres de vernos afectados en situaciones comprometidas en las que puedan trastocar y afectar a nuestra salud.

Para que estos requisitos se vean consolidados y arraigados, tendríamos que practicar diariamente la meditación, un ejercicio que permite entrenar a nuestra mente, y a nuestros pensamientos y emociones-deseos, ejercitándoles para que se conviertan en fieles colaboradores de nuestro desarrollo espiritual. La meditación es el mejor ejercicio mental que podemos realizar para llegar hasta lo más profundo de nuestro ser, y conocer el origen de nuestros traumas, deseos, fobias, manías, hábitos, etc., que condicionan nuestras vidas, y poder así, vernos libres de estos grilletes que nos impiden volar hacia esos elevados estados del ser, en donde mora nuestra Alma y poder recibir así de ella, consejos e instrucciones.

Esta preparación integral, va a permitirnos poder atraer y transmitir de forma correcta las energías espirituales, que como el Amor Incondicional, vamos a ofrecer a las personas o seres a los que vayamos a tratar. Debemos ser conscientes, de que si no hemos hecho este trabajo previo, podemos vernos afectados y condicionados por los estados físicos, emocionales o mentales de las personas a las que vamos a prestar nuestros servicios de curación, y así, poco o nada vamos a poder hacer para poder ayudarles.

La Ley del Compromiso, va a incidir también en nuestra Naturaleza Espiritual, y por tanto, en las cualidades energéticas más sutiles de nuestra Alma, como el Amor, la Compasión, la Bondad, el Altruismo, etc., cualidades y expresiones espirituales, que deben estar de alguna forma presentes ya en nuestra vida cotidiana. Este, es un aspecto importante a tener en cuenta para poder realizar correctamente nuestro trabajo de Reiki o cualquier otro de similares características. Si no tenemos en nuestro interior, en nuestro corazón, algún atisbo de estas cualidades espirituales, difícilmente vamos a poder acceder a esa Fuente Universal del Amor Incondicional y mucho menos, vamos a poder transmitir esa sutil y potente energía curativa espiritual que es la Compasión. Si no estamos mínimamente preparados en este sentido, si en nuestras vidas no están presente estas virtudes espirituales ¿cómo vamos a ser canales, para que puedan ser atraídas y conducidas esta clase de energías tan delicadas y sensibles a través de nosotros, si no las hemos sentido y experimentado antes?, ¿como las vamos a reconocer?

La Ley de la Responsabilidad, empieza a afectarnos como terapeutas, una vez que hemos decidido libre y voluntariamente adquirir el Compromiso de ayudar a todos los seres que se acerquen a nosotros en busca de nuestra ayuda. La Responsabilidad, va a quedar ligada y unida íntimamente a nosotros a través de esa otra Ley Universal que es el Karma.

La Responsabilidad siempre va unida al Conocimiento, y éste siempre conduce al Poder, un poder que se puede manifestar de muchas maneras, y que en éste caso, está enfocado en la atracción y emisión de energías curativas. En éste tipo de curación, se adquiere la facultad y el poder de atraer y proyectar energías de muy diversos tipos, algunas muy sutiles y vibrantes, especialmente espirituales como la Compasión, la Bondad, y otras de carácter más tangible energético y vitalizante como es el Chi o Prana.

La atracción y manipulación de las energías que se ponen en actividad en el Reiki, confieren al terapeuta, un Poder y una Responsabilidad, que van en aumento, según va adquiriendo y superando progresivamente los niveles de aprendizaje y de práctica hacia todo aquello que sufre.

Para que podamos ser canales conscientes del Amor Divino que vamos a derramar allí donde estemos, sin hacer distinciones, del sexo, condición social, creencias religiosas, condición física, simpatía o antipatía, etc., deben estar presentes en nuestro interior de alguna forma, el Altruismo y la falta de Interés y de Egoísmo, y por tanto de Reconocimiento y de Recompensa por la labor que estamos haciendo. Debemos tener siempre presente que hay que hacer el Bien por el Bien mismo, y no por las consecuencias gratificantes o de cualquier otro tipo que de ello se pueda derivar.

El Maestro-Iniciador adquiere con las personas a las que va a iniciar en el Reiki, un Compromiso y una Responsabilidad pocas veces contemplado. El Maestro-Iniciador, tiene el Deber de llevar una vida pura y en consonancia con sus más nobles pensamientos y aspiraciones internas. En este sentido, debe afinar en gran medida sus vehículos, físico, emocional y mental, para hacerlos más sensibles y más eficaces en el trabajo de sanación. Por este motivo, la Meditación se debe haber incorporado de tal forma en su vida, que tiene que ser un hábito cotidiano, una actividad que le proporcionará una mayor sensibilidad, una mayor intuición y un mayor conocimiento en todo lo relativo a sí mismo como Personalidad y como Alma, y por tanto, a ser más intuitivo y más sabio en su relación con todo lo que le rodea, personas, situaciones, problemas, etc.

El Compromiso y Responsabilidad del Maestro-Iniciador, no termina o acaba en sí mismo, sino que se hace también extensibles a todos los aspirantes a los que va a iniciar en el Reiki. El hecho de otorgar la capacidad temporal en los aspirantes, para que el poder de sanación circule por ellos, confiere y genera en ambas partes, al Maestro-Iniciador y a las personas que van a alcanzar algún grado en el Reiki, unos vínculos y conexiones existenciales, que probablemente se van a establecer y a mantener durante largos periodos de tiempo. Estos firmes lazos magnéticos de comunión espiritual, entre Iniciador e Iniciados, se van a extender y a prolongar a través de todo el Linaje de Maestros que han perpetuado el Conocimiento y la Sabiduría del Reiki hasta nuestros días. Estas sutiles conexiones, van a llegar y a hacer contacto con el mismo Maestro Usui, el fundador y propulsor de este método de curación, quedando El también unido a esas personas, por estos misteriosos hilos de luz, haciendo que Su presencia y enseñanzas de alguna forma, pervivan y sigan manteniéndose activamente presentes en los Maestros que continúen y sigan en esta labor de sanación.

Por ser el Reiki, una Sagrada Actividad Curativa, y por la importancia que tiene en nuestra evolución espiritual, ser receptores y transmisores de cualificadas energías espirituales, es por lo que tenemos que tomarnos muy seriamente los motivos que nos impulsan a ser practicantes de Reiki.

La Ley del Karma va a proporcionarnos todo aquello que necesitemos en este trabajo sanador, facilitando y premiando (por decirlo de alguna forma) con oportunidades de servicio cada vez más importantes. El Ley del Karma, va actuar (para que si no se cumplen correctamente con los compromisos espirituales lógicos y naturales), se inhiban, en el mejor de los casos, las facultades sanadoras que se podrían haber despertado en un principio, no permitiendo probablemente en el presente y en un determinado futuro, seguir desarrollando esta labor espiritual. La Ley del Karma no premia ni castiga, sino que se comporta como un Juez Justo, que trata de armonizar cualquier desequilibrio que se pueda producir, por más que a nosotros, como personalidades que somos, nos pueda parecer injusta.

El Maestro Tibetano Djwhal Khul en el libro “Curación Esotérica”, hace algunos comentarios sobre los requisitos mínimos que debe tener la persona que se va a dedicar a la sanación……no debemos embargarnos en esta actividad loable y trascendente, si no está en consonancia y acorde con nuestra preparación interna, y con nuestra correcta forma de vida……la curación requiere tener un cuerpo físico armónico en cuanto a su salud y funcionalidad, un cuerpo astral estable, donde las emociones no impidan ejercer libremente sin interferencias sentimentales la actividad curativa, y un cuerpo mental entrenado en la meditación y en la visualización creativa, para poder encauzar correctamente las especiales y sutiles energías que se van a poner en actividad durante cualquier sesión de curación.

 

Autor: Alfonso del Rosario

Compromiso y Responsabilidad EN EL REIKI  por Alfonso del Rosario

2 comentarios

  1. Gracias por compartir soy maestra de REIKI
    Y realmenteel REIKI es una forma de vida y compromiso
    El ser congruentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos
    NAMASTE. IN LK ECH

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