Diagnóstico terapéutico para los Trabajadores de la Luz

Jorge Ariel

Maestro Djwhal Khul

El Maestro tibetano Djwhal Khul, considera que un diagnóstico terapéutico es aquel en el que se presta atención al sistema endocrino, más la aplicación de los métodos comunes modernos referentes a la vista, la dentición y los defectos fisiológicos, del cuerpo como mecanismo del alma. El Maestro  expone lo siguiente: (1)

Todos los órganos subsidiarios del hombre son efectos, no causas predisponentes. Las causas predisponentes en el hombre y que hacen de él lo que es, son las glándulas, siendo exteriorizaciones de los tipos de fuerza que afluyen a través de los centros etéricos desde los mundos más sutiles del ser. Expresan el punto de evolu­ción que el hombre ha alcanzado; son vitales y activas o bien no vitales e inactivas, de acuerdo a la condición de los centros. De­muestran supersuficiencia, suficiencia o deficiencia, de acuerdo a la condición de los vértices etéricos.

El proceso de control también puede ser establecido por el sistema nervioso; la estrecha dirección entrelazada del sistema nervioso, el cerebro y la corriente sanguínea (como portadora del principio vida) rigen las actividades del hombre, subconsciente, consciente, autoconsciente y finalmente superconsciente. Los tres centros que ejercen hoy un control absoluto sobre la mayoría de la gente son:

  1. El centro ajna, el centro entre las cejas.
  2. El centro plexo solar.
  3. El centro sacro.

Oportunamente, cuando el hombre “se haya convertido en lo que es” (frase paradójica y esotérica), los centros de control serán:

  1. El centro coronario, el brahmarandra.
  2. El centro cardíaco.
  3. El centro en la base de la columna.

Entre el presente y el futuro, el énfasis será puesto sobre una tri­plicidad que cambia constantemente, y cada hombre diferirá de su semejante en lo que se refiere al énfasis, las condiciones de sus centros, las analogías glandulares en el cuerpo físico y, en con­ciencia, las enfermedades, dolencias, inhibiciones y dificultades, que su carne recibirá como herencia. Es evidente por lo antedi­cho que la tarea del médico y del psicólogo deben ir a la par.  Los profesionales que realizan el diagnóstico son:

  1. El psicólogo, en la medición de los cuerpos internos del hom­bre desde el ángulo de su desarrollo, de su integración y de la total coordinación de la personalidad, a medida que estos aspectos sutiles del ser humano se expresan en la conciencia.
  2. El  endocrinólogo, cuanto se ocupa de las glán­dulas endocrinas, considerándolas como usinas de fuerza a través de las cuales la energía -dinámica e iluminadora- puede afluir desde los centros.
  3. El médico, que al tener en cuenta las conclusiones a que han llegado los dos especialistas mencionados, diagnostica la  en­fermedad y la trata en colaboración con ellos.

 

Los tres pueden consultar a otros expertos y especialistas en elec­troterapia, osteopatía y quiropráctica, pero mediante la combina­ción del conocimiento que posee el médico, el psicólogo y el endo­crinólogo, la profesión médica puede expresarse en forma nueva y útil, y entrar en la nueva era con un equipo apropiado para tratar a esas personas que gradualmente asumirán nuevos tipos y un cambiante organismo físico. La electricidad, en relación con los males humanos, es aún una ciencia que se halla en la infancia, pero contiene en sí los gérmenes de las nuevas técnicas y métodos de curación. El trabajo que efectúan los quiroprácticos es bueno y necesario, pero debería constituir con la osteopatía una técnica definida, subsidiaria de las otras tres. El trabajo de los quiroprácti­cos y de los osteópatas forma las dos mitades de un todo, aunque no les guste reconocerlo a quienes lo practican. El primer grupo necesita un entrenamiento cuidadoso y prolongado, y debería exi­gírsele un alto nivel de conocimiento técnico.

Esotéricamente hablando, los cen­tros pueden hallarse en una de las cinco condiciones o estados de ser, descritos en los siguientes términos: (2)

  1. Cerrado, inmóvil, hermético, aunque con signos de vida, silen­cioso y profundamente inerte.
  2. Abierto, sin trabas, e imperceptiblemente matizado de color, la vida palpitando.
  3. Activo, vivo, alerta en dos direcciones; dos pequeñas puertas están abiertas ampliamente.
  4. Radiante y emitiendo una nota vibrante a todos los centros re­lacionados.
  5. Todos fusionados y actuando rítmicamente entre sí. La fuerza vital fluye de todos los planos. El mundo permanece abierto ampliamente.

 

Relacionado a estos cinco estados donde se expande el campo etérico y llega a ser la vivencia vital de toda expresión en el plano físico, tenemos las cinco razas humanas, comenzando con la raza lemuria, los cinco planos de la expresión humana y superhumana, las cinco etapas de conciencia y varios otros grupos de cinco, ex­puestos en la filosofía esotérica. Incidentalmente podría ser de valor e interés señalar que la estrella de cinco puntas no sólo es signo y símbolo de la iniciación y, finalmente, del hombre per­fecto, sino que también es el símbolo básico del cuerpo  etérico y de los cinco centros que controlan al hombre perfecto, los dos centros de la cabeza, el centro del corazón, el centro de la garganta y el centro de la base de la columna vertebral. Cuando estos cen­tros están plenamente despiertos y funcionando mutuamente en correcto ritmo, los varios quíntuples a los cuales me he referido forman parte integrante de la conciencia del hombre perfecto.

El endocrinólogo recién comienza a vislumbrar posibilidades, y gran parte de lo que ahora está investigando contiene la simiente de la verdad futura. El “equilibrio del sistema glandular”, la rela­ción de las glándulas con la corriente sanguínea y también el carácter y las distintas predisposiciones, son considerados de real va­lor y vale la pena su investigación. Aún queda mucho por descubrir antes de que se pueda trabajar sin peligro con las glándulas, con­virtiéndolas en tema de principal atención (como sucederá algún día en todos los tipos de enfermedades). En este breve tratado haré muchas insinuaciones, las cuales servirán para guiar correctamente al investigador de mente abierta. Antes de entrar a considerar la relación del cuerpo etérico, como una unidad con el cuerpo físico, señalaré que, en la lista de enfermedades que surgen del cuerpo etérico, coloco en primer lugar las complicaciones producidas por la congestión, porque hoy es, y lo será durante varios siglos, la principal causa de las dificultades para la mayoría de la humanidad o de esas personas que esotéricamente se las denomina “sacra-solar’. Esto se debe en parte a los hábitos largamente establecidos de supresión y de inhibición, desarrollados por toda la raza. La congestión en los puntos de entrada y de salida, en el cuerpo eté­rico, es lo que impide la libre afluencia de la fuerza de la vida, dando por resultado que se sucumbirá rápidamente a las enferme­dades. También aquí se podrá observar el empleo más generalizado de los ejercicios de respiración cuidadosamente asignados, con sus efectos sutiles de reorganización y reajuste de los cuerpos sutiles (particularmente los cuerpos etérico y astral). El difundido interés en los ejercicios de respiración evidencia hoy un reconocimiento subjetivo de este hecho, aunque todavía no se sabe bastante acerca de los métodos y efectos.

  1. Debe hacerse un cuidadoso diagnóstico, basado en los sín­tomas externos verificados.
  2. Debe ser localizado el órgano causante de la dolencia.  Ambas actividades conciernen al cuerpo físico denso.
  3. Después será atendido el centro en el cuerpo etérico, más cercano a la zona de la dificultad.
  4. Deben emplearse métodos esotéricos de curación, aplica­dos para la estimulación, o bien para la desvitalización del centro involucrado.
  5. Simultáneamente, serán empleados los demás métodos ex­ternos ortodoxos.

 

Una cosa quisiera señalar aquí, que más adelante dilucidaré, y es la relación que existe entre los diversos centros y los rayos: (3)

Primer rayo                       Poder o Voluntad                      Centro coronario.Los chakras y resumen de sus caracteristicas

Segundo rayo                 Amor-Sabiduría                           Centro cardíaco.

Tercer rayo                        Inteligencia Activa                  Centro laríngeo.

Cuarto rayo                       Armonía /  Conflicto                Centro ajna.

Quinto rayo                       Conocimiento Concreto         Centro sacro.

Sexto rayo                         Devoción                                       Plexo solar.

Séptimo rayo                    Orden Ceremonial                    Base de la columna.

 

Sólo puedo dar una idea general sobre el tema, indicar ciertas líneas de desarrollo y relación, respecto a los siete centros mayores, las siete glándulas principales y los lugares y zonas del cuerpo humano donde están ubicadas estas glándulas y centros. También quisiera pedirles que traten de comprender cinco cosas:

  1. Que las personas poco desarrolladas son energetizadas e im­pulsadas a la actividad externa mediante los tres centros que están debajo del diafragma.
  2. Que el hombre común comienza a funcionar principalmente por medio del centro plexo solar y a utilizarlo como centro de fuerza para transferir energías que deben ser llevadas de abajo a arriba del diafragma.
  3. Que los aspirantes del mundo son energetizados y controlados lentamente por las fuerzas que se están transfiriendo de los. centros situados debajo del diafragma al centro laríngeo y desde el alma al centro laríngeo, lo cual conduce a una acti­vidad creadora determinada.
  4. Que los discípulos del mundo comienzan a ser regidos y con­trolados por los centros laríngeo y cardíaco y también empie­zan a transferir las fuerzas que han sido elevadas a los centros cardíaco y laríngeo, y de éste al centro ama, ubicado entre las cejas, en el medio de la frente.  Realizado esto, el hombre se convierte entonces en una personalidad integrada. El alma también estimula al centro ama.
  5. Que los discípulos más avanzados y los iniciados del mundo son energetizados desde dos fuentes: las energías que ascien­den y se elevan hasta la cabeza desde los centros del cuerpo, y las que afluyen a la estructura humana desde el alma, por conducto del centro más elevado ubicado en la cima de la cabeza.

 

Todo el procedimiento, como podrá verse, consiste en desarrollar, utilizar y transferir, como sucede en todo el desarrollo evolutivo. Existen dos centros principales de trasferencia en el cuerpo etérico -el plexo solar y el laríngeo- y un centro mayor a través del cual la energía del alma debe afluir cuando llegue el momento apropiado y afluirá conscientemente y con plena percepción del discípulo. A ese centro se lo denomina coronario, o el loto de mil pétalos, en la filosofía oriental. El problema del hombre común está por consiguiente vinculado al plexo solar. El problema del aspirante avanzado, del discípulo y del iniciado de grado inferior, está vinculado con el centro creador, el laríngeo.

Recordaré a los estudiantes que en los tres puntos siguientes, relacionados con la trasferencia de energía, debe tenerse en cuenta:

  1. Que debe hacerse una transferencia de energías desde los cen­tros inferiores a los superiores; esto generalmente se efectúa en dos etapas, que se llevan a cabo dentro de la personalidad, y van paralelas a la trasferencia de la energía espiritual desde el depósito de fuerza, denominado alma, al hombre en el plano físico. Esto es posible cuando el hombre realiza la trasferencia necesaria dentro de sí mismo, y tiene lugar en el transcurso del proceso evolutivo, o puede acelerarse por el entrenamiento forzado, impartido a los discípulos en todos los grados.

 

  1. Que dentro de este campo principal de actividad se deberán realizar las siguientes trasferencias:
    1. La energía del centro en la base de la columna vertebral (el órgano de la voluntad personal) debe ser elevada y ascendida por la columna vertebral hasta el centro coro­nario, por medio del centro ama.
    2. La energía del centro sacro (que rige la vida sexual y los órganos de la creación física) debe ser elevada al centro laríngeo, el cual se convierte en órgano de actividad creadora que no es de naturaleza física.
    3. La energía del plexo solar (el órgano del deseo personal autoconsciente) debe ser elevada al corazón y allí tras­mutarse en servicio grupal.

 

  1. Que dichos centros se desarrollan y se ponen en actividad en tres etapas y así progresivamente condicionan el aspecto externo de la vida de un hombre:

 

  1. El período en que los centros están activos sólo en forma indolente y semialetargada: las fuerzas que los componen y expresan se mueven lentamente con ritmo pesado e ina­nimado; la luz que se percibe donde hay un centro es tenue; el punto de potencia eléctrica en el centro (“el corazón del loto o chakra”, el eje de la rueda, como se lo denomina esotéricamente en la enseñanza oriental) está relativamente pasivo. Afluye al centro la suficiente energía para la conservación de la vida, el buen funcionamiento de la naturaleza instintiva, conjuntamente con la tenden­cia a reaccionar en forma vacilante e ignorante, al estímulo proveniente del plano astral, a través del cuerpo astral del individuo.
  2. El período en que tiene lugar la definida elevación e intensificación de la fuerza. La luz de los centros es más brillante y el centro del plexo solar, en especial, se hace muy activo. Pero, la verdadera vida del hombre todavía está enfocada debajo del diafragma. Los centros que se hallan arriba del diafragma están oscurecidos y apagados y relativamente inactivos; sin embargo el punto en el centro es más eléctrico y dinámico. En esta etapa el hom­bre es el ciudadano inteligente común, controlado predo­minantemente por su naturaleza inferior y sus reacciones emocionales, y emplea la mente que posee para satisfacer sus necesidades. Sus centros reciben principalmente fuer­zas provenientes del astral y del físico, pero ocasionalmente responde a impactos mentales.
  3. El período en que se realiza la primera transferencia. Podrá durar mucho tiempo y abarcar varias vidas. Los centros debajo del diafragma están totalmente despiertos; su actividad es enorme; su luz es vívida; su interrelación es real y de tal magnitud que se ha establecido un campo magnético completo, involucrando toda la zona debajo del diafragma, y llega a ser suficientemente poderosa como para extender su influencia arriba del diafragma. El plexo solar se convierte en el órgano dominante en lugar del centro sacro, que durante tanto tiempo ha determinado la vida de la naturaleza animal. Se trasforma en el receptor de las corrientes de energía que vienen de abajo, y son absorbidas por el plexo solar, iniciando la tarea de des­viarlas y transferirlas a los centros superiores. El hombre se convierte ahora en un aspirante y ciudadano altamente inteligente. Es consciente de la dualidad de su naturaleza, de lo que está abajo y de lo que se halla arriba, como se dice comúnmente, y está ya preparado para hollar el Sendero de Probación.
  4. En el período en que continúa la transferencia.  Las fuerzas del sacro son conducidas a la garganta y las fuerzas del plexo solar al corazón. Esta última transferencia se hace todavía en tan ínfima medida que su efecto es casi nulo. Este período es extenso y muy difícil. Hoy la mayoría de las personas atraviesan los períodos c y d, preparatorios para la manifestación de la vida mística.
  5. El período en que los centros cardíaco y laríngeo se ponen en actividad. El hombre es un creador inteligente en una u otra línea y va siendo lentamente consciente del grupo. Sin embargo, sus reacciones tienen aún un móvil egoísta, aunque -al mismo tiempo está sujeto a ciclos de visua­lización y períodos de esfuerzo espiritual. La vida mística lo atrae definidamente y se va convirtiendo en un místico.
  6. Se inicia el segundo período de transferencia y el centro ajna, que rige a la personalidad integrada, se hace activo y dominante. La vida de los sentimientos y del esfuerzo místico, en ese momento, puede disminuir momentánea­mente su expresión y ser reemplazada por las fervorosas y vehementes disciplinas, la integración, las ambiciones, los objetivos y las expresiones personales. Este es un cam­bio correcto y bueno, pues tiende a completar el desarrollo. Es momentáneo, pues el místico todavía se halla latente detrás de las actividades externas y de los inteligentes esfuerzos mundanos, y volverá a surgir nuevamente para realizar un esfuerzo vital cuando controle y se haya des­pertado plenamente la naturaleza mental, haya saciado el deseo de la satisfacción mental y el “hijo de Dios esté preparado para resucitar y entrar en la casa del Padre”. Durante este período, el hombre inteligentemente creador y poderoso llega al cenit de la vida personal. Los centros debajo de la cabeza están activos y funcionando, pero los centros debajo del diafragma se subordinarán a, y serán controlados por los que están arriba. Entonces estarán sujetos a la voluntad condicionadora del hombre, quien es regido a su vez por la ambición, la eficiencia intelectual y esa forma de trabajo grupal que tiende a expresar la potencia de su personalidad. El centro ajna está vívido y potente, el centro laríngeo intensamente activo y el centro cardíaco va despertando rápidamente.
  7. El período en que el centro más elevado de la cabeza es puesto en radiante actividad. Esto ocurre como resultado de la elevación (en forma nueva y más potente) del instinto místico, y se produce cuando existe también un acercamiento inteligente a la realidad. El resultado es doble:
  1. El alma comienza a derramar su energía dentro de todos los centros etéricos y vitales por medio del centro coronario.
  2. El punto en el corazón de cada centro entra en su pri­mera y verdadera actividad; llega a ser radiante, brillante, magnético y poderoso, en tal forma, que “oscurecerá la luz de todo lo que lo circunda”.

Todos los centros del cuerpo son impelidos a una actividad ordenada por las fuerzas del amor y de la voluntad. Entonces tiene lugar la última transferencia de todas las energías corporales y síquicas al centro coronario, efec­tuada por el despertar de los centros en la base de la columna vertebral. Luego los dos grandes polos opuestos, tal como lo simbolizan y expresan el centro coronario (el órgano de energía espiritual) y el centro de la base de la columna vertebral (el órgano de las fuerzas materiales), se fusionan y mezclan, y desde ese momento el hombre es controlado únicamente desde arriba por el alma.

En consecuencia, cuando estudiamos al místico y sus dificultades se deberán tener en cuenta dos puntos: primero, el período del despertar y la consiguiente utilización de los centros; segundo, el período en que se transfieren las energías del plexo solar al corazón y después desde los cuatro centros ubicados en la columna verte­bral al centro laríngeo, antes de enfocar la energía de todos los centros en el centro ajna (entre las cejas). Este centro controla la vida de la personalidad y desde toda la orientación y la guía de la personalidad va hacia los cinco centros inferiores que éste sintetiza. Cada una de estas etapas trae consigo sus dificultades y problemas. Sin embargo, nos ocuparemos de ello de acuerdo a lo que puedan afectar a la oportunidad actual u obstaculizar al hombre que se halla en el Sendero y, por lo tanto, toma en sus manos su propia evolución. Entonces permanece “en medio de los pares de opuestos” y esto significa (en lo que respecta a nuestro interés particular en este momento) que existen tres etapas en el trabajo místico, señalando cada una un período definido de crisis con sus consiguientes comprobaciones y pruebas:

  1. La etapa preparatoria en que se transfieren todas las energías inferiores al plexo solar, antes de llevarlas hasta los centros laríngeo y cardíaco, arriba del diafragma. Esta etapa abarca no sólo el proceso de transferencia, sino el enfoque de las fuerzas en los centros superiores.

Período                        Etapas posteriores del Sendero de Probación y las primeras etapas del Sendero del Disci­pulado.

Nota clave                  Disciplina.

Objetivo                     Idealismo, conjuntamente con esfuerzo per­sonal.

Purificación y control.

2. La etapa en que se hace la transferencia al centro ajna, y la vida de la personalidad llega a integrarse y a ser poderosa.

Período                       Etapas posteriores del Sendero del Discipula­do, hasta el   momento en que recibe la tercera iniciación.

Nota clave                 Expresión del alma, a través de la persona­lidad.

Objetivo                     Comprensión del Plan y la consiguiente cola­boración con él.

 

Los chakras en el ser humano La tercera y última parte, de la cual no nos ocuparemos, es donde se produce la fusión total de las fuerzas corpóreas (enfo­cadas a través del centro ajna) con las fuerzas del alma (enfocadas por medio del centro coronario). En este momento se produce la evocación final de la voluntad de la personalidad (purificada y consagrada) que ha estado, como “la serpiente de la sabiduría, durmiendo enroscada” en la base de la columna vertebral, la cual asciende por el impulso de la devoción, la aspiración y la voluntad iluminada, fusionándose en la cabeza con la voluntad espiritual.

La expresión de la vida (el triple hombre inferior) debe habituarse a los nuevos niveles de concien­cia y a las zonas de percepción que se abren ante él y acostum­brarse a los nuevos poderes que emergen, pues lo capacitan para introducirse con mayor facilidad en los extensos campos de servi­cio que va descubriendo.

Podría decirse aquí en sentido amplio y general que:

El estimulo produce el despertar de los poderes síquicos infe­riores si la energía entrante se dirige al plexo solar o al centro laríngeo. Pone en intensa actividad los centros y, en las primeras etapas, puede causar trastornos síquicos definidos. Para ilustrar esto quisiera indicarles la naturaleza general de las dificultades a las cuales está propenso físicamente el místico:

    1. El despertar del centro coronario puede originar serias perturbaciones, si se logra prematuramente, y a veces puede conducir a la demencia. La irritación de ciertas zonas del cerebro y determinadas clases de tumores cere­brales pueden ser provocados por la afluencia demasiado rápida de una energía más elevada que la que el hombre puede recibir antes de la iniciación. Sin embargo, esto sólo ocurre en esos casos en que el hombre de tipo mental es muy evolucionado. En otros casos de afluencia prematura de la energía del alma a través de la abertura que se halla en la cima de la cabeza, se abre camino hasta uno de los centros, de acuerdo al tipo de rayo o etapa de desarrollo donde hay un mayor enfoque de la conciencia del hombre y está centralizada la fuerza de la vida (aunque incons­cientemente), las energías entrantes afluirán casi auto­máticamente a ese punto.
    2. El despertar del centro ajna que, como hemos visto, es primordialmente el resultado del desarrollo de la perso­nalidad del hombre, hasta lograr la integración, puede conducir (si las energías involucradas no son controladas correctamente) a serias dificultades de la vista, a muchas dolencias auditivas, a diversas formas de neuritis, dolores de cabeza, jaqueca y afecciones nerviosas en distintas partes del cuerpo. También puede producir muchas do­lencias vinculadas con el cuerpo pituitario y situaciones sicológicas que emanan de esta importante glándula con­troladora, además de innumerables y definidas dolencias físicas.
    3. El despertar del centro cardiaco (que en la actualidad se está efectuando rápidamente) es responsable de las diver­sas afecciones cardíacas y de las distintas dificultades vinculadas con el sistema nervioso autónomo, particular­mente en relación con el nervio neumogástrico. Las dis­tintas formas de afecciones cardíacas que prevalecen en la actualidad, especialmente entre los intelectuales, profesionales y financistas, se deben al despertar de éste centro y al descubrimiento de esa capacidad desconocida, por la humanidad, de prestar servicio en forma grupal y de ser concientes del grupo. La glándula timo que controla en forma peculiar el aspecto vida del hombre, está estrechamente vinculada con el centro cardíaco, como es de esperar. Con el tiempo esta glándula estará más activa que ahora en el adulto, así como la pineal, cuya función no se comprende ni capta, ya no será en las futuras razas humanas un órgano atrofiado, sino una parte activa e importante del equipo del hombre. Esto lógica y normal­mente tendrá lugar a medida que el hombre aprende a actuar como alma y no únicamente como personalidad.
    4. Gran parte del malestar que sienten las personas actual­mente se debe también al despertar del centro laríngeo. Este centro rige y condiciona la glándula tiroides y la paratiroides.  Puede producir, cuando está excesivamente desarrollado, o se ha despertado prematuramente, hiper­tiroidismo con sus consiguientes dificultades y a veces peligrosos efectos sobre el corazón y el metabolismo del cuerpo. Los efectos sicológicos son bien conocidos y tam­bién reconocidos. Dichas dolencias se acrecientan y el centro creador superior se estimula indebidamente y llega a ser un peligro en lugar de una ayuda para que el ente pueda expresarse, debido al celibato forzado a que se ven obligadas muchas personas por la lamentable actual situa­ción económica. Tales condiciones hace que las personas se abstengan de contraer matrimonio y, por lo tanto, no tienen oportunidad de utilizar (o abusar de) la energía que fluye a través del centro sacro. Los místicos son análogamente propensos a tal dificultad. El centro larín­geo no se emplea en forma creadora, ni el centro sacro se utiliza debidamente. La energía del sacro asciende prema­turamente al centro laríngeo, donde produce un excesivo estímulo. El equipo del hombre implicado no ha alcanzado la etapa donde pueda emprender el trabajo creador en cualquier campo. No hay expresión creadora de ninguna índole, porque el desarrollo del hombre no le permite ser un creador en sentido elevado. Los suizos, aunque son muy inteligentes, en este sentido no son creadores. La energía que fluye a través de la glándula tiroides no se emplea en forma destacada en el arte creador, la música o las letras, de allí que prevalezca tanto el bocio y las dolencias ocasionadas por la glándula tiroides. Mucha energía fluye a y por medio de la glándula tiroides, sin embargo se la emplea muy poco.
    5. La acrecentada actividad y el estímulo del centro plexo solar constituye en la actualidad una fuente fructífera de dificultades. Produce la mayor parte de los desórdenes nerviosos a los cuales están particularmente propensas las mujeres y también muchas de las enfermedades gástricas y hepáticas actuales, así como también los desarreglos intestinales. Una de las fuentes más poderosas que produce el cáncer en distintas partes del cuerpo (excepto en la cabeza y el rostro), esotéricamente puede atribuirse a la congestión de la energía en el centro plexo solar, con­gestión que tiene un efecto amplio y general. Dolencias que surgen por el despertar de los centros coronario y plexo solar (ambos están íntimamente vinculados y efec­túan una acción recíproca durante un largo período de tiempo en la experiencia mística) tienen también un efecto poderoso en la corriente sanguínea. Están conectados con el principio vida que siempre “se manifiesta sobre las olas del deseo” (según antiguos escritos) y cuando se impide que esto se exprese plenamente, por falta de desarrollo u otras causas, produce zonas cancerosas en el cuerpo, donde los tejidos corporales son débiles.
    6. El despertar del centro sacro tiene un origen tan antiguo que no es posible actualmente remontarnos a la verdadera historia del desarrollo de los desórdenes vinculados con la manifestación sexual y tampoco sería deseable hacerlo. He dilucidado mucho el tema del sexo en otros de mis tratados, especialmente en Tratado sobre Magia Blanca. Llamo la atención sobre esto, porque en el transcurso de la vida mística frecuentemente hay un período de dificul­tad si el místico no ha aprendido a controlar el sexo, ni ha equilibrado en la misma proporción las actividades de la vida e instintos naturales de la conciencia. De lo con­trario cuando alcance las cumbres del contacto espiritual y atraiga la energía de su alma y la lleve a la personalidad, esa energía descenderá directamente al centro sacro y no se detendrá en el centro laríngeo como debía hacerlo. Cuando esto ocurre aparecen las perversiones sexuales, o bien se le da excesiva importancia a la actividad sexual, o se puede estimular peligrosamente la imaginación sexual, conduciendo a la falta de control y a muchos de los tras­tornos ya conocidos por médicos y sicólogos. El resultado es siempre una excesiva actividad en la vida sexual en una u otra forma.
    7. El despertar del centro de la base de la columna vertebral durante las últimas etapas de la experiencia mística supe­rior lleva consigo sus propios peligros, los cuales afectan definidamente a la columna vertebral y, por lo tanto, a los nervios que se ramifican en todas direcciones desde la columna vertebral. La ascensión de la fuerza kundalini -si se realiza prematura e ignorantemente- podrá que­mar rápidamente la trama protectora de materia etérica que separa las distintas zonas del cuerpo (controlada por los siete centros). Esto produce serios trastornos nervio­sos, irritación de los tejidos, enfermedades de la columna y trastornos cerebrales.

He indicado determinadas dificultades, en un esfuerzo por presentarles un panorama general del problema que enfrenta el místico.

NOTAS DEL EDITOR

  1. Tomado de Curación esotérica.
  2. El análisis de estos centros está ampliado en el Libro Manos que Curan de Bárbara Brennan
  3. Tomado de Psicología esotérica tomo II.

 

5 comentarios

  1. todavia no se como conectarme con el alma de la otra persona, me imagino que debe ser un proceso siemple, y si ubiera algunas indicaciones, especificas como guiarme te lo agredeceria, ya que soy terapista de sanacion pranica a distancia, cuando se produce el trabajo energetico se produce de una manera instantanea, solo pongo musica de mi agrado para subir las vibraciones y con la musica tambien las proyecto al paciente. y hago ondas en su columna vertebral y chakras eso sucede de una manera expontanea, lo de sanacion pranica lo se, pero decearia instruirme mas con respecto a las visulaizaciones, y como activar los correspondientes chakras gracias por tu respuesta, y mucha bendiciones.

  2. me podrian explicar, algo porfavor.

    soy terapista y sanadora . recientemente he despertado a muchas personas.

    mi pregunta es la siguiente, cuando mando mi energia, las personas lloran por horas y horas, y despues solo saben amar, otro paciente le produje un orgasmo,

    y una energia le recorrio por su columna, mi pregunta cuando aplico la energia, deberia visualizar los campos energeticos inferiores transfiriendo hacia los superirores, correspondientemente al que le corresponde dependiendo de sus dolencias y enfermedades , mi pregunta es estoy curandolos fisicamente ;y; tambien etericamente. gracias por su respuesta. namaste

    1. Estimada Maggie, no tengo claridad si haces imposición de manos o sólo visualizas la energía.
      En cuanto a la imposición de manos, se puede analizar bajo cuatro aspectos:
      1. En la curación, la fuerza que fluye a través de las manos viene del bazo y del corazón.
      2. En la estimulación de un centro específico viene de la base de la columna vertebral y de la garganta e irá acompañada de palabras apropiadas.
      3. En el trabajo de vincular a la persona con su alma la fuerza viene del plexo solar, el cardíaco y el ajna.
      4. En el trabajo grupal la energía emana del coronario, el laríngeo y el de la base.
      Lo que considero realmente importante es que te conectes con el alma de la persona pues sólo ella sabe las verdaderas necesidades de la personalidad y el chakra que ha de ser activado. La energía circula por el campo magnético (etérico) para curar al cuerpo físico.

  3. Excelente nos ayuda a entender los proceso fisicos que algunas personas estamos viviendo en nuestro plan evolutivo. Saludos les envio muchas luces bendiciones para todos

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