El Agua: Consideraciones y consecuencias de no entender el agua como fuente de vida
«Basta una gota de agua, una simple gota de agua para albergar esperanzas de vida.»
José María Montero Sandoval
Es sabido que la primer forma de vida se desarrolló en el agua. De esa vida acuática primera, a través de millones y millones de años, se desprenden todas las otras formas visibles que conocemos y nos falta conocer el día de hoy. Incluso nosotros estamos compuestos en un 75% por agua.
Sabemos que es fundamental para la vida humana, y debido a las actividades de agricultura y ganadería, para toda forma de vida actual. Pero ella también juega un papel importante en otras facetas de nuestro planeta. El balance ecológico depende de ella.
Un suelo sin agua
No tenemos la capacidad de imaginarnos un mundo sin agua. Quizás sea por eso que no medimos las consecuencias de nuestros actos.
En algunos lugares del planeta incluso podemos ya visualizar los efectos de la escasez de agua. En el cielo, el Gigante Rojo, el gran dios griego de la guerra nos observa desde arriba y nos recuerda cuál es nuestro destino. Un cuerpo muerto, un planeta sin agua.
El suelo, sin nada que crezca de él, permanecería sin vida. Sólo sería polvo y roca.
El planeta bien supo ser una esponja, pero el agua de la tierra está siendo succionada hasta la sequía en un proceso al que llamamos “subsidencia”.
El aire sin agua
Las nubes proveen un filtro de rayos solares, y el agua suelta en la atmósfera actúa como receptor y conservador de la temperatura. Sin ella, el calor no tendría piedad durante el día y el frío nos congelaría de noche. El aire extraería toda humedad con la que entre en contacto. Por lo tanto, nuestros tejidos blandos como nariz y boca no tendrían oportunidad.
Tampoco habría aromas, pues es la humedad la que transmite los olores.
Además, todo el metano almacenado en el hielo y los oceanos sería expulsado a la atmósfera, aumentando el efecto invernadero. La temperatura iría aumentando día tras día.
Nada disminuiría el efecto de los volcanes que entren en erupción, ni serviría de colchón para minimizar el impacto de los terremotos. La superficie de la tierra se secaría completamente.
Si, ya lo sé: creen que estoy exagerando. Pero la realidad siempre estuvo lejos de ser un cuento de hadas.
El respeto hacia el agua
El agua es dadora y creadora de vida. Entenderla nos ayuda a entender a su vez como la vida funciona. También comparte propiedades con nosotros, que venimos de ella.
De los cinco elementos básicos constitutivos del mundo, el agua es el único que posee un ciclo visible: el ciclo hidrológico. Ella nos recuerda constantemente la naturaleza cíclica y repetitiva de las cosas. Se evapora para formar parte del agua en el aire, y al enfriarse se condensa y forma las nubes. Luego se precipita para volver a la tierra, almacenándose en la tierra, los lagos, el hielo, desde donde fluirá al mar para formar parte del manto primordial nuevamente. Luego el ciclo comienza de nuevo.
Somos hijos del agua
De la misma manera, la vida como la conocemos es cíclica y está renovándose continuamente. Desde la vida física hasta la muerte y corrupción del cuerpo, y el elevamiento como Espíritu. Luego al pensamiento de vida en otro cuerpo, y el nacimiento y la nueva vida para dar comienzo a un nuevo ciclo.
Somos hijos del agua, pues dependemos de ella para sobrevivir. Pero hemos dejado de considerarnos subordinados. En cambio, hacemos del agua nuestra sirviente, un elemento más de esta tierra a la que controlamos. Queremos ser dueños de la vida.
Estos «servicios» que el agua nos presta, producen la abundancia de vida que nos rodea.
Querer adueñarnos de ella para conseguir nuestro propio beneficio y protección podría evitar que cumpla con muchos de sus roles naturales.
El agua en la naturaleza
El agua, como ya dijimos, tiene la capacidad de enfriar la tierra cuando esta se calienta, y de mantener la temperatura cuando se enfría. Cuando llega a determinada temperatura, esta se congela y actúa como aislante. Es por eso que los esquimales pueden sobrevivir en casas hechas de hielo. La humedad de la vegetación ayuda a frenar lentamente el efecto de los volcanes en erupción, humedad que se evapora para formar nubes y vuelve a la tierra luego.
Sin agua en el aire las temperaturas oscilarían entre los extremos.
Por otro lado, también amortigua todo tipo de movimiento tectónico en nuestro planeta, de la misma manera que los colchones de agua. Los estudios de los centros sísmicos demostraron la protección que el agua nos brinda pues amortigua las ondas sísmicas. El agua también ablanda la tierra, haciendo más fácil que la lluvia sea asimilada y almacenada en nuestro suelo. Cuando el agua es retirada del suelo y este comienza a secarse, se condensa y endurece. De esa manera, el agua no puede ingresar y se queda en la superficie, lo que favorece las inundaciones. Además, muchas semillas poseen una cáscara dura que sólo le permitirá desarrollarse una vez que encuentren agua.
El agua en los seres vivos
El agua también cumple roles fundamentales en todo cuerpo vivo, pues al igual que en la tierra, sirve de transporte de alimentos y desperdicios.
Forma parte de todos nuestros compuestos orgánicos, conectándolos y trasladando los nutrientes de una célula a otra. También transporta los mensajes eléctricos que se emiten en nuestro cerebro y el de los animales para dar lugar al movimiento y los pensamientos.
Además, es un componente clave en la reproducción del ciclo de vida de todos los seres vivos. En los mamíferos, el esperma es llevado por el agua hasta el óvulo. El huevo es un compuesto líquido donde se hayan los nutrientes que ese ser necesitará para desarrollarse hasta el momento de su nacimiento. El agua y el dióxido de carbono son los dos componentes claves con los que las plantas llevan a cabo el proceso de fotosíntesis con el que producen su propio alimento.
Sin agua no habría reproducción, ni vida.
Ocupándonos del agua
Los seres humanos tenemos la capacidad de creer que podemos crear vida, y que el agua debe ser nuestro sirviente. La usamos para los cultivos y ganados, para asearnos y mantenernos sanos. Pero si abusamos de ella, como un amo abusa de sus sirvientes, terminaremos por causar nuestra propia destrucción. Si no la respetamos y preservamos, estamos dejando de respetar la vida y a la Fuerza Superior que la originó.
Necesitamos los bosques, los lagos, los ríos, los pantanos, los glaciares, icebergs, nieve. El agua en todas sus formas naturales es necesaria para nosotros, y para toda forma de vida.
Estudios recientes han demostrado que las selvas tropicales pueden crear su propia lluvia. Las necesitamos para mantenernos vivos.
Si en lugar de ser dueños y señores del agua llegamos a concebirnos como un componente inteligente del ciclo de lluvia y almacenamiento de agua, podríamos dedicarnos a ser más respetuosos con el poder del agua y más cuidadosos en la forma en que la utilizamos.
Debemos aprender a valorar, conservar y cuidar el agua de la tierra.
Con agua, nos desarrollamos. Sin ella, no hay vida posible.
AUTOR: Lucas, redactor en la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTES:
- https://importancia.biz/importancia-del-agua/
- https://owlcation.com/stem/The-Importance-of-Water-to-Life
Excelente aporte, muchas gracias.. estoy preparando una intervención para hablar sobre el agua y me servirá de gran ayuda…