Eleva la Autoestima en tu Hijo
El desarrollo del valor personal es uno de los pilares básicos en la madurez y desarrollo de los niños y jóvenes. Tener una autoestima elevada ayuda a que los niños tengan mejor rendimiento, sean más sociables y responsables, aprendan más rápido y maduren sus emociones.
Es necesario saber las claves básicas para construir cimientos de autoestima fuertes. Aquí una lista de tips y consejos que sin duda te orientarán y ayudarán en tan importante labor.
¿Cómo detectar un niño o joven con baja Autoestima?
• Si habla reprobándose o juzgándose a sí mismo, diciendo cosas como “soy un tonto”, “no puedo hacerlo bien”, “siempre me pasa a mí”, etc.
• Considera que para que lo quieran debe ser el mejor y el primero en todo, lo cual aumenta su nivel de autoexigencia, es muy competitivo y no suele quedar nunca satisfecho con su trabajo.
• Teme equivocarse o hacer las cosas “mal”.
• Confía poco en sí mismo, no expresa abiertamente lo que siente, es tímido o inseguro y es retraído cuando desea participar en algo que le gusta.
• Es inhibido en su trato con los demás.
• Tiende a estar de mal humor, triste o apático.
• Se enfada a menudo cuando se le habla de un “error”.
Qué debes evitar para elevar su Autoestima
1. Evita criticarlo y/o juzgarlo con palabras como “eres un tonto”, “no sabes hacer las cosas”, “eres un irresponsable”, “eres egoísta”, etc.
2. No lo ridiculices ni lo pongas en evidencia.
3. No lo amenaces con frases como: “Si no sacas buenas notas le diré a tu padre que no te de el permiso”, o “Si no alzas tu cuarto no te dejaré ir”, “Te dije que si no te portabas bien, te iba a castigar”, etc.
4. No lo condenes con frases como “Si no estudias, no ganarás dinero”, “Si no haces tu tarea, serás un tonto”, “Si no me ayudas a alzar, nadie te ayudará cuando lo quieras tú”, etc.
5. No hables en tono de orden como “Haz tu cuarto”, “Tienes que saludarlo”, etc.
6. No dejes que haga berrinches en todos lados ni permitas que te alce la voz.
7. No te fijes solamente en las cosas “malas” que hace, como resaltar su playera sucia, las malas notas, el cuarto desordenado, la mala conducta, lo mal que se porto con sus familiares, etc.
8. No lo sobreprotejas, es decir, no consientas actitudes que no le construyen una madurez por medio de la consecuencia. En otras palabras, no les evites esfuerzos, sacrificios, llanto (cundo es necesario), enojo, etc. Trata de evitar pensar en que les “haces un mal” si se enfadan o lloran. Las experiencias que nos enfadan o conmueven son necesarias para madurar en el aspecto emocional. Lo mejor es enseñarles a entender lo que sienten.
Qué hacer para fortalecer su estima:
1. En lugar de criticarlo, observa su potencial. Todo niño es capaz de desarrollar nuevas habilidades si se le da el apoyo y la motivación necesaria. En lugar de decirle: “Eres un tonto”, dile: “Yo creo que tú puedes hacerlo, así que vamos a buscar la forma.” En lugar de decirle: “Eres un egoísta”, mejor ayudarle a compartir. Por ejemplo: “¿Cómo te sentirías tú si quisieras el juguete de tu amigo y él no te lo prestara?”; “¿Qué crees que sienta tu hermano cuando no le ayudas?”, etc.
2. En lugar de ridiculizar, mejor hablarle en tono amigable y a solas; evitar decirle sus fallas frente amigos o familiares.
3. Debes evitar el tono amenazante, el cual sólo indica que el adulto ya perdió el control de la situación y ahora necesita autoridades mayores para controlar una conducta. En este caso, nada mejor que poner límites y hacer acuerdo. En lugar de decirle “Si no haces tu tarea, le diré a tu padre”, mejor decir: “Creo que ya eres responsable de tus labores. Así que, en cuanto acabes tu tarea, prenderás la televisión.” Se debe propiciar la responsabilidad del niño y joven desde pequeños mediante acuerdos y no con castigos, y se deben respetar los límites que se acuerden. En caso, por ejemplo, de no tener lista la tarea para la hora de su programa, no se debe prender la tele. Tampoco se debe regañar, solo se debe resaltar el acuerdo: “Ya veo que elegiste no ver tu programa favorito. Si te das prisa, quizás alcances a ver un poco de tele”. Con los acuerdos, se estimula la responsabilidad y autonomía de los niños y jóvenes, lo cual es básico para la formación del autoestima.
4. En lugar de condenar, solicita su ayuda. A todos los niños y jóvenes les gusta sentir que cooperan en su ambiente y ayudan con lo que saben y pueden. En lugar de decirle: “Ya verás que nadie te ayuda por no ayudarme”, mejor decirle: “Me encantaría que me ayudaras, en verdad lo necesito”.
5. En lugar de hablar en tono imperativo y autoritario, mejor hacer acuerdos, como en el inciso anterior. Por ejemplo, en lugar de decirle: “Haz tu cuarto”, lo cual solo hace sentir al joven como un objeto o robot que se programa con órdenes, mejor decirle: “Creo que ya sabes que tienes que hacer tu cuarto. Cuando lo termines de hacer, entonces podemos hablar del permiso que quieres.”
6. Si hace un berrinche, no dejes que lo haga por toda la casa. Llévalo a su cuarto y dile que cuando se sienta más desahogado, pueden hablar. Si se quiere salir del cuarto, vuélvelo a llevar y pídele que se calme para que hablen.
7. No estés encima de él todo el día con todo lo que debe de hacer y corregir. Mejor enfócate en sus potenciales y resalta lo que sí hizo o los avances que ha tenido.
8. Deja que resuelva sus propias cosas y que se enfrente a su enfado, desafíos, problemas, tristezas, etc. Puedes guiarle amigablemente, pero no sobreprotegerlo.
Fuente:
Unas palabras de Luz y Comprensión. Gracias.
Gracias, gracias, gracias es algo que necesitaba.