Identifica los puntos de fuga energética, más frecuentes en el hogar
Los pagos por consumos energéticos, concretamente facturas de electricidad, pueden reducirse significativamente, tan sólo tomando sencillas medidas de prevención, que hacen más eficientes nuestros hogares y nos ayudan a ahorrar dinero
Identifica los puntos de fuga energética, más frecuentes en el hogar
En muchas ocasiones nos enfadamos cuando nos damos cuenta de que las facturas por concepto de energía eléctrica, se elevan a niveles insospechados. Y nos preguntamos por qué sucede esto, si según nuestra precepción, no hemos modificado nuestros hábitos de consumo.
Hoy sabemos que el mal uso de la energía eléctrica, no sólo daña o perjudica la salud del planeta, también necesitamos ser conscientes de que nuestros bolsillos pueden verse afectados, si no cuidamos la energía eléctrica.
Para ello, hablaremos de tres aspectos, fáciles de detectar y corregir, por donde puede estarse fugando la electricidad, sin percatarnos de ello. Al final, adoptando hábitos de consumo responsables e inteligentes, no sólo evitaremos pagar facturas altísimas por consumo, sino que también estaremos contribuyendo de forma práctica y amigable con el cuidado del medio ambiente.
La realidad es que son un poco más costosos que las bombillas ordinarias o tradicionales. Pero si te decides a cambiar la iluminación de tu hogar por focos ahorradores, a la larga tus consumos eléctricos disminuirán significativamente y su vida útil es mayor que el de las bombillas comunes.
Antes que nada, haz un conteo de los focos que hay en tu casa. Analiza si en realidad los necesitas o sólo estás habituado a ver mucha luz en todos lados. Por ejemplo, si en tu recámara tienes el foco central en el techo, pero también tienes una lámpara en tu mesa de noche y otra junto al armario, es posible que puedas renunciar a un foco y de todos modos tener buena iluminación en la habitación.
Realiza ese mismo conteo y análisis en todas las áreas de tu casa, incluidos la cochera, jardín y la iluminación exterior de tu domicilio. Una vez que hayas determinado, de cuantos focos puedes prescindir, enfócate en cambiar los restantes por bombillas ahorradoras. Hoy en día las puedes comprar en cualquier supermercado o tienda departamental. En efecto, son un poco más costosas que las convencionales, pero te garantizan la misma capacidad de iluminación, más larga vida útil y sobre todo, ahorran mucha energía eléctrica.
Cuando ya las hayas cambiado todas, por favor no las deseches en la basura. Actualmente la gran mayoría de ciudades en el mundo, cuentan con centros de acopio para baterías, equipos electrónicos, y focos ordinarios. Es importante que te asegures que las instancias especializadas, le darán el tratamiento correcto a este tipo de desechos. Si no sabes dónde está el centro de acopio que te corresponde, pregunta al personal de limpieza y recolección de basura de tu comunidad, para que te oriente.
Muchos de nosotros los coleccionamos, y nos agrada cómo lucen en el refrigerador o nevera. Sin embargo, la realidad es que tener imanes en estos aparatos, le resta eficiencia a su desempeño y generan insospechados consumos de energía eléctrica.
Como recuerdo de viajes, o como parte de nuestra colección de ranas o de cualquier otra cosa, los imanes son los favoritos de muchos de nosotros. Pero pocos sabemos que los campos electromagnéticos de los adornos para la nevera, perjudican severamente su funcionamiento, sobre todo si los imanes son muy grandes o si los hemos colocado en grandes cantidades. Mientras más micro campos electromagnéticos impacten al refrigerador, mayor cantidad de energía eléctrica requerirá el aparato para lograr su función de forma óptima. Esto se debe a que los imanes, sobre todo si son muchos, de alguna manera desvían el flujo eléctrico del aparato. Y la nevera compensa las caídas de flujo, consumiendo más electricidad desde su conexión a la red eléctrica del hogar.
La buena noticia, es que no es necesario renunciar a nuestra colección de imanes en la cocina. Sólo será necesario invertir un poco de dinero y reubicarlos. Como puedes apreciar en la imagen, bastará con que coloques un lienzo metálico sobre una pared, o incluso sobre las puertas de los anaqueles, para poder lucirlos, sin perjudicar el funcionamiento del refrigerador y sin incrementar innecesariamente tu consumo energético.
La modernidad ha puesto a nuestro alcance, infinidad de aparatos eléctricos y electrónicos, que hacen más confortable la existencia. Pero ten cuidado con los consumos energéticos. Es tan simple como desenchufar aquellos aparatos que no estemos utilizando.
Debido a las funciones para las que fueron diseñados, refrigeradores y neveras, son la excepción. Pues deben contar con flujo constante y permanente de energía eléctrica para garantizarnos la frescura de ciertos alimentos. Sin embargo, otro tipo de aparatos o equipos que requieren electricidad, como televisores, calefactores, lavadoras, consolas de música o de video juegos, ordenadores personales y hasta el cargador de tu móvil, deben permanecer desenchufados cuando no los estés utilizando.
La gran mayoría de aparatos modernos, ya sea que tengan o no luces indicadoras de funcionamiento, consumen energía eléctrica, aunque el aparato en cuestión esté “apagado”. Por ello, aunque te implique un poco más de voluntad y esfuerzo, debes desconectar de la toma de corriente, todos los aparatos, una vez que hayas terminado de usarlos.
Siguiendo estás simples recomendaciones, notarás en pocas semanas, que tus consumos energéticos se reducirán, contribuyendo así al cuidado ambiental global y al ahorro monetario.
AUTOR: Kikio, redactora en la gran familia hermandadblanca.org
Para saber más:
Ecología cotidiana.Los ambientes de la vida humana