La belleza del instante por María Jesús Verdú
Reconocer y admirar la belleza del instante nos ancla profundamente en el momento presente, en el cual nos dejamos abrazar por él y sólo estamos él y nosotros. En la naturaleza resulta sencillo sentir este estado emocional en el que estamos alerta a las percepciones para captar lo que nos rodea y nos sentimos particularmente relajados por el murmullo del agua, el canto de los pájaros o la brisa rozando las hojas de los abetos. En esos momentos nos abrimos a la magnificencia y la perfección de todo lo que es y podemos apreciarla sin juzgarla, simplemente nos abrimos a su inmensidad y sabiduría, la sabiduría de la madre naturaleza.
El momento se manifiesta de forma natural y espontánea como una alfombra que se despliega ante nosotros y que abre su telón para que nos fundamos en él y nos sintamos plenamente presentes. Incluso los sonidos de la naturaleza pueden actuar como elementos que nos traen de vuelta al presente, si nos hubiéramos dejado distraer por nuestros pensamientos.
El susurro de la vegetación, el juego de claroscuros sobre la hierba, la elevación de las montañas o la frescura de la llovizna nos recuerdan que existe belleza en todo lo que vemos y que, cuánto menos juzguemos, más la disfrutaremos, simplemente, contemplándola y llevándola a nuestro ser, ese ser que se activa completamente en el presente y que invita al ego a caerse o a ir tomados de la mano hacia la unidad de la que todos provenimos.
Autora texto e ilustración: María Jesús Verdú Sacases
Técnica ilustración: Pastel
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