¡Que la Luz permanezca con vosotros! – Mensaje Canalizado de Pallas Athena
Mensaje canalizado de los Maestros de Luz
En Portugués el original.
¡Que la Luz permanezca con vosotros!
Una de las cosas importantes en la vida de un discípulo es saber conducirse en la sabiduría de su alma. Todos los aspectos de esta sabiduría que reside en el alma nacen de la Fuerza Trina y Una responsable de la creación de todas las cosas, de todas las energías y de toda la vida. Son estas las energías que el Sol dona en su acción, son también las energías que la Luna dona en su acción, y cada aspecto de la naturaleza -con todos sus elementos- comulga en esta unidad. El Sol y la Luna, así como todos los astros, todos los seres en todos los planos y mundos, todos los aspectos de la vida reflejan la naturaleza de la vida de la creación, que es Trina y Una.
En la vida humana hay poca conciencia de esta Fuerza de la Creación
Hay pocos seres humanos que saben conducir la vida de acuerdo con esta sabiduría que reside en el alma, esta Luz Solar que reside en el alma, esta Fuerza Divina Creadora que tiene sus Aspectos Padre, Madre y el Hijo. La Fuerza Divina y Amorosa de la Madre, que impulsa la expresión de la vida, está enclaustrada por las limitaciones de una mente racional que no sabe conducirse como un vehículo y, por el contrario, se opone a la fuerza de expansión de la vida.
Por lo tanto, la naturaleza de la vida humana es divina, es sagrada, el modo en que el ser humano comprende esta naturaleza es que se encuentra distorsionado. No hay una verdadera comprensión; si la hubiese, la vida se estaría expandiendo en todos los seres humanos, pero la vida está retenida, enclaustrada, con todas sus fuerzas encadenadas, presas a las imágenes, a las ilusiones, al pasado, a las fantasías, a las distorsiones sobre el significado real de la existencia .
– ¿Pero cómo conducir este viaje de vuelta?
– ¿Cómo volver a los orígenes?
– ¿Cómo regresar a vuestra verdadera casa, a vuestro verdadero hogar, a vuestro santuario sagrado, a vuestro Templo Divino?
– ¿Cómo volver a procesar en vuestra vida una continua expansión de la mente, de la conciencia y del sentimiento?
– ¿Cómo expandir vuestros horizontes internos, los horizontes de vuestro Camino?
– ¿Cómo podéis vosotros sintonizar nuevamente con esta naturaleza sagrada?
Simplemente volviendo a ser criatura – parece algo extraño, ¿no?
Pero todo el Camino de retorno a los Creadores, a la Creación, sólo puede ser hecho por las criaturas.
Si el ser humano se reconoce nuevamente como una criatura podrá volver a la conciencia de que tiene un Padre Espiritual y una Madre Espiritual, y de que necesita caminar en equilibrio con los elementos de la Creación, fundirse con la naturaleza de la vida y despertar en su ser la vibración de todos los elementos de la vida que puedan conducir a su evolución, su expansión y su propia creación.
Toda criatura camina y evoluciona en la medida en que es un vehículo de la creación, necesita estar sintonizada con el alma para que sus pasos sean conscientes de modo que, en cada paso y en cada acción pueda donar también las energías de la Creación, no sólo lo que tiene o lo que ha recibido, pero donar también las posibilidades de que otros puedan crear, es decir, donar la Fuerza de esta Sabiduría que reside en su ser.
Es esta sabiduría que debéis buscar, es esta sabiduría que debe ser la fuerza de vuestro ser, el resorte propulsor de vuestra acción, la direccionadora de la expansión de vuestra mente.
Es a esta sabiduría que debéis unir para comprender su naturaleza, su lenguaje, su ritmo. Necesitas aprender a sintonizar con esta sabiduría. Ella es vuestro sol, es vuestra fuerza interna.
Cuando estáis en sintonía con esta Fuerza Trina y Una es este lenguaje divino que os conduce. Vuestra sabiduría es el eslabón de conexión con la energía espiritual del Sol y también con la energía espiritual de todo el universo y de todos sus elementos; es la oportunidad de una comunión con la vida en su grandeza.
No estamos hablando de una utopía o de una ilusión, estamos hablando de la fuerza de la vida que reside en cada uno de vosotros, de su lenguaje y de su naturaleza divina. Como la mayoría de los seres humanos no está en sintonía con esta Fuerza, con esta Naturaleza Divina, cree que todo esto es inaccesible, pero no lo es.
El punto de encuentro con esta sabiduría es el reconocimiento de cada ser como criatura.
La verdad es que en los niveles de la personalidad todos se hallan dueños del propio mundo, se creen los señores de la propia vida, no comprenden la naturaleza de esta realidad divina que reside en el alma y el espíritu. Están presos a sus amarras, a sus esposas, a los límites impuestos por una mente racional que trabaja contra la Luz, contra la Vida. Desafortunadamente, la mayoría de los seres humanos creen que están en la cima de la propia vida y, a veces, se juzgan en el derecho de ordenar y juzgar la vida de los demás.
La personalidad tiene esta visión distorsionada, quiere determinar la vida del alma, quiere determinar el camino espiritual según sus proyecciones, sus mistificaciones, sus fantasías e ilusiones. Muchos pueden estar entendiendo que tal vez todo se resuma a una cuestión de humildad, pero la humildad sólo es posible cuando antes un ser humano despierta su conciencia hacia la realidad de que es una criatura. Siendo criatura puede llegar a ser humilde, porque la humildad no es una condición de quien se siente sometido a alguien o a alguna situación, la humildad es una virtud de quien es igual, de quien se siente igual a los demás y que, por lo tanto, sabe ponerse en el lugar del otro, sabe comulgar la vida con los demás y, con una visión amplia a su alrededor, no tiene una visión restringida en la acción de vivir y comprender la vida. De este modo, aquel que se siente criatura también es humilde porque sabe ser hermano. Esta es la comunión necesaria a un discípulo, la comunión con otras criaturas, ya sean sus hermanos y compañeros, ya sean sus hermanos de la naturaleza, sus hermanos de otros planos o mundos, sea su hermana Tierra.
Quien no se siente criatura no se siente creado, no se siente generado por la vida, y difícilmente sabe lo que es ser hermano. Y la mayoría de los seres humanos están lejos de esta conciencia.
Es necesario parar para pensar en la vida de vuestra alma, en la vida de vuestro espíritu, volver la atención sobre el hecho de que vuestra personalidad es fruto de una creación del alma y del espíritu, de que sois criaturas y estáis al servicio de la Creación Divina . Los Creadores Divinos construyeron una Obra de Amor, Ellos son el propio Amor y el legado de ellos es la obra amorosa.
Sois criaturas, fruto de este Amor Divino.
Vuestra acción en el mundo es una acción de amor, vuestra misión en el mundo es una misión de amor. Ninguna tarea, ninguna misión se entrega a un ser si a través de ella no puede evolucionar y multiplicar esta fuerza amorosa. Así, una misión, una tarea, una acción es una forma de multiplicar esta fuerza amorosa, de multiplicar la Creación. Y ahí, el alma penetra en el mundo de la forma, encarna, escoge dentro de la unidad de su personalidad todas las tónicas de que necesita, toda la realidad que necesita para cumplir sus tareas y misiones, porque la existencia física para el alma es un gran desafío. El ser humano reclama de la vida, de su encarnación, de sus circunstancias familiares, pero el alma encarna para hacer que este mundo -que es dual y lleno de conflictos – un mundo más hermoso, más amoroso, más hermano.
La acción del alma es multiplicar la fuerza amorosa de la creación. La encarnación es un desafío porque el alma es una luz guerrera, es un amor guerrero, es una unidad guerrera en el sentido de la conquista de la vida real, del amor divino, de la expansión de la Creación.
No podéis menospreciar la vida que hay en vosotros, vuestra existencia, vuestro Camino; necesitáis comprender vuestros pasos para que vuestras acciones sean cada vez más conscientes y puedan ser conducidas por la sabiduría que reside en el alma, esa fuerza dorada de la sabiduría. Sin conciencia estaréis caminando en la oscuridad, sin ver, sin sentir, sin conexión con los principios amorosos y creadores que residen en el alma y ahí, evidentemente, podéis tropezar y os lastimar.
Es preciso que reconozcáis a esta conciencia como criaturas para que tengáis la noción de la dimensión de la vida y podáis transformar vuestra acción en el mundo en una forma de expandir esta Creación y esta Fuerza Amorosa que reside en vosotros. No confundas la humildad con humillación. Ser humilde es estar en unión fraterna con los demás, es poder comprenderlos, independientemente de sus diversidades, es ser igual, por eso, otros discípulos ya os han dado este ejemplo.
El Buda era un ser humilde pero no omiso ni sumiso, se colocaba en el mundo como una criatura igual a todas las demás criaturas. Gandhi se despojó de todos sus títulos para convertirse en una criatura igual a las otras. Mirad el ejemplo de Jesús, que renunció a todas las posibilidades de aquel tiempo se impuso y se colocó como un ser humilde igual a los demás.
Tal vez haya mucho para reaprender, pero por encima de todo debéis reaprender con vuestra alma para conduciros en el camino de acuerdo con vuestra sabiduría, para que seáis iguales dentro y fuera, para que vuestra personalidad sea una aliada y no una opositora. Esto depende de tener una disponibilidad interna. Si vuestra búsqueda, vuestra voluntad y vuestra necesidad son reales, la fuerza de esta sabiduría vendrá a la superficie y os sentiréis más cerca de esta realidad divina; entonces podéis caminar como criaturas a la espera de oportunidades para servir, para multiplicar esta fuerza amorosa con la conciencia de que este plano físico es el mundo de su experiencia, y no como muchos lo llaman sólo el mundo de la expiación. Este es el mundo de la experiencia de la creación, donde vuestra alma está dentro de un cuerpo con todas las condiciones elegidas para poder crear, crear vida, crear la fuerza de cohesión de la vida, el amor, la unidad. Vuestra alma quiere crear vida en vosotros, en vuestra conciencia, en vuestra mente.
Vosotros sois alma, vosotros sois espíritu, y vuestra experiencia en este plano físico como almas es importantísima.
Se trata de una experiencia creadora que os conducirá a la liberación y que puede conducir a otros hermanos, otras almas a la misma liberación.
Esta disponibilidad interna a la vida superior del alma es necesaria. La mayoría de las dificultades humanas en el camino se origina en el hecho de que el ser humano no proporciona a sí mismo la oportunidad de caminar en la Luz, no se permite y no tiene una disponibilidad interna. Todos los caminos que conducen a la Luz hablan el mismo lenguaje.
– ¿Pero por qué la humanidad todavía está perdida en la oscuridad?
Porque la mayoría de los seres humanos de esta humanidad no se permiten la oportunidad o la posibilidad de vivir como criaturas.
¿Y qué es no permitirse?
Es decir no a la vida y decir sí a la muerte, a la destrucción. Es decir no a la posibilidad de evolucionar, es no creer en la vida que reside en el alma, es no creer en el amor que reside en la esencia, en el espíritu, es no creer en la existencia de la mente creadora, es no creer en la conciencia divina y en el alma, es negar el derecho de ser, es negar el derecho de crear.
Cuando la humanidad reanude esta conciencia de que todos son criaturas divinas, la realidad de la vida humana cambiará. Y allí habrá cambios en el mundo, pues esto depende de sus criaturas.
Todo ser humano que se reconoce como criatura y se siente un ser igual en el mundo, como todas las criaturas, aumenta las posibilidades de multiplicar la Fuerza Creadora. Es esta Fuerza Creadora que despertará a otros seres humanos para que también busquen esta misma condición natural como criaturas y dejen de lado todos los artificios, todas las máscaras, todos los subterfugios, todas las ilusiones. Muchos son los que se vistieron de ilusión, que andan en la ilusión, piensan y viven ilusiones y que necesitan deshacer esta capa falsa para ser naturales, o sea, criaturas divinas, para poder sentirse como hermanos.
Si os recogéis en el silencio del santuario sagrado de vuestra alma, si regresáis a vuestra condición natural como criaturas, seréis conducidos por la sabiduría del alma y estaréis trillando el Camino de los Hijos del Sol; se volverá a las verdaderas tradiciones sagradas y seréis conducidos al inmenso mar de la Vida y de la Creación, junto con miles de millones de otros seres, de otros mundos y planos, de otros sistemas, de otras galaxias que componen la gran unidad universal, cósmica, de la que sois una célula viva pero aún inconsciente. Cuando se vuelvan conscientes seréis una criatura más, una célula viva para ayudar en la expansión de este proceso infinito que es la vida.
Dondequiera que estéis, cualquiera que sea vuestra acción, vuestra tarea y misión, sois grandiosamente bendecidos, divinizados por los Creadores como Hijos, y es como criaturas que revolucionaréis la Vida y la Creación.
Que estas energías solares y que esta sabiduría os conduzca al Camino del Sol para que seamos una sola unidad, una sola familia, una sola Luz, una sola conciencia.
¡Que así sea!
PALLAS ATHENA
TRADUCCIÓN PORTUGUÉS-ESPAÑOL: Patricia Gambetta, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTE: http://www.portaldasintese.com.br/index.php?mpg=05.02.00&acao=ver&idc=21&ver=por
MUCHAS GRACIAS.