La Unidad no es soledad
Dios dijo:
La soledad es del pasado. Estabas en una gran ciudad mientras que creías estar en una isla desierta. Cualquier sentido de desolación es sólo una idea. Has adoptado la idea que soledad y desde entonces has sostenido esa idea. Has sostenido la idea de soledad en la palma de tu mano por demasiado tiempo. Has abrazado fuertemente la soledad. La soledad es como una tetera que has puesto en el fogón y has olvidado apagarlo. Has conservado la soledad encendida con frecuencia y por largo tiempo. La soledad es algo a lo que te sujetas. La has atrapado.
La idea de soledad es como un virus que llevas en tu torrente sanguíneo. Cada vez que decaes, el virus de la soledad se despierta. Puede ser un pensamiento, un apalabra, una mirada, cualquier tipo de desaire, y el virus de la soledad te tiene en sus garras.
La soledad no es tu destino. La Unidad no significa estar solo. La Unidad no significa estar sin nadie más. Es plenitud. Un corazón pleno no se preocupa de la soledad. Pon la soledad detrás de ti. Tírala fuera, como una colilla de cigarrillo. Mira la soledad directamente a los ojos, detenla y dile que se vaya.
Podríamos decir que te sientes solo cuando te tragas tu corazón, cuando lo dejas de lado, cuando lo aíslas. Aíslas tu corazón porque sientes que debes protegerlo de cualquier rudeza, y así, aíslas tu corazón. La soledad es una decisión que tu tomas. Es como un abrigo de invierno que compras y luego te quejas sobre él como si te lo hubieran impuesto.
Por su puesto, sabes bien que puedes estar en una habitación llena de gente, en un evento de gala, en un baile de máscaras y sentirte solo. La soledad no es cuestión de dónde te encuentras. Puedes estar solo en el mar y sentir sujeto a una buena compañía. Permite que tus pensamientos sean una buena compañía. Entibia tu corazón en el fuego del amor. Permite que tu mente y tu corazón tengan el placer de una buena compañía. Invita personas que sean bienvenidas a tu corazón. Yo estoy siempre en tu corazón. Yo nunca me he olvidado de ti o de tu corazón. Considérame el acompañante de tu corazón. Tu corazón y Yo vamos tomados de la mano. Que tu corazón vaya conmigo.
Te mostraré lo que hay que ver. Señalaré la belleza de la vida, de tu vida. Te daré un tour. Te llevaré a verdes prados. Te llevaré a un mar en calma. Te llevaré a todos lados. Te susurraré mi amor. Tus ojos se encenderán tu espalda de enderezará. ¡Qué gran posición tendrás! ¡Cómo se acelerarán tus pasos!
No hay necesidad de afligirte con la soledad.
Cuando sientas que el virus de la soledad regresa, sostén la mano de alguien. Mi mano siempre está en las tuyas. ¿Qué tienes que perder sino la soledad? Sacúdela de ti, amado. Sacúdela. Comienza hoy donde quieras estar.
Traducido por: jhrendon
Enlace original: http://heavenletters.org/oneness-is-not-loneliness.html
