Las energías y las fuerzas del ser humano
Vivimos en un mundo de energías y la especie humana, nosotros, formamos parte de ella, somos constituyentes de esa energía. Al vehículo físico acuden durante una encarnación, dos energías principales y 7 fuerzas, la primera energía, es la energía del alma o egoica esta es la que conduce al conflicto en el ser humano cuando quiere dirigir desde el alma los destinos de esa conciencia, la energía del alma es la energía superior.
La otra energía es la energía de la triple personalidad. Esta energía de la triple personalidad la forman el cuerpo, la emoción, y la mente. Esta energía se resiste a ser dirigida y moldeada por la energía superior que es la energía del alma.
Las siete fuerzas, son las potencias del rayo representadas en cada uno de los chakras del vehículo etérico La interacción entre las energías y las fuerzas producirán en determinadas encarnaciones buena o mala vibración, conflicto o armonía.
Cuando el ser es dirigido desde el alma, la personalidad fue hallada por ella y las 7 fuerzas de las que hablo serán influenciadas por el alma, en tal caso habrá pureza y buena salud. Cuando el predominio es de la energía de la personalidad el alma no se presenta y las 7 fuerzas serán guiadas desde la fuerza de la personalidad, en tal caso, como desgraciadamente sucede en la mayoría de los seres humanos todavía contemporáneos, habrá impurezas y mala salud.
Tenemos una idea de que el cuerpo físico está constituido del reino físico al cual pertenece. El físico esta hecho de diminutas partículas de luz que su ciencia ha llamado electrones. Estos son emanados del cuerpo del Padre para prestarle al ser humano una cubierta de carne, una envoltura de carne y así pueda manifestarse y tomar experiencia aquí en la tierra. Pero debemos de saber que este no es el verdadero hombre sino únicamente un vehículo necesario para la experiencia.
El cuerpo etérico, así mismo es tomado del reino etérico con sustancia vital. Podemos decir que esta es la verdadera figura humana y contiene a parte de la fuerza necesaria para ser transmitida y distribuida en toda la forma física, dándole vitalidad y coherencia. Contiene todo el registro y memoria de las experiencias de incontables encarnaciones, a la vez aquí se encuentra el verdadero intermediario entre los mundos externo e interno del hombre. Ya habíamos dicho que el ser humano de la ciudad, de la calle tiene una idea de su cuerpo físico, tiene una idea de algún aspecto emocional en él, tiene alguna idea de algún aspecto de su mente en él; pero en cuanto a reconocer un cuerpo vital formando parte de él, su conciencia no lo registra, de ahí que decimos que el cuerpo etérico es “el gran desconocido”.
El cuerpo emocional o astral es tomado por el ser humano del mundo emocional o sensorio, cede frecuente de los arcángeles y ángeles del cielo. Este vehículo fue dado al hombre para expresar e incrementar los aspectos divinos de amor, pureza, misericordia, piedad y perdón, Otro atributo de este vehículo es desarrollar la paz en el ser humano.
El cuerpo mental también es tomado de ese mundo de sustancia mental. La idea era que fuera la expresión en la tierra o expresión interior y externa del Santo Ser Crístico, pero no ha sido así. En cambio este cuerpo mental cuya función es expresar el intelecto humano a través de todas las fuentes de información le da al hombre conocimiento, experiencia, registro, memoria y aprendizaje. Este vehículo debería ser el ciervo y sirviente de nuestro Ser Crístico mas no el amo que es hoy día. En otra ocasión continuaremos tratando algunos conceptos que nos arrojen luz para todos.
El ser humano tiene conciencia de su vehículo físico porqué lo registra a través de sus sentidos, sabe que está con el. La inteligencia de éste podríamos resumirla como el resultado del conjunto de vidas celulares que lo componen, llamada vida elemental. Cuando el vehículo físico quiere expresarse en el ser humano, lo hace a través de algún malestar, de algún dolor, significando que algo anda mal en él; o también haciéndole sentir al ser humano la necesidad de algún instinto a satisfacer como el del hambre, el del descanso, o como el de la sexualidad.
Pero comentábamos que el vehículo etérico funciona bajo el umbral de la conciencia, la mayoría de los seres humanos de ahora y más de antes no ha tenido conocimiento de que tenemos un cuerpo etérico con nosotros; sin embargo algunos seres humanos ya hablan de vitalidad, de cansancio, de desvitalización de la persona, y eso ya es algo; porque consciente o inconscientemente esos términos se refieren al funcionamiento bueno o malo del cuerpo etérico.
Y luego pasamos a ese gran vehículo de expresión y de experimento del ser humano de esta raza actual y de la anterior que es el emocional, el cuerpo de deseos. Decimos que aquí es donde está atorada la humanidad.
Este vehículo es un gran campo de experimento del ser humano encarnado, en el se reflejan y expresan por su gran desarrollo un sinnúmero de experiencias del ser humano de ahora y de antes también. El ser humano enfoca permanentemente su conciencia en la expresión y respuestas de este vehículo.
Después sigue la mente. la cual esta raza que habita la Tierra tiene la consigna de desarrollarla, de iluminarla. Cuando el ser humano alcance su desarrollo mental se dice una verdad muy repetida pero muy bella: “Descenderá el Reino de Dios a la Tierra”.
afirmaciones Comentemos acerca de temas que tengan que ver con la salud. Si la ciencia del mundo, si los científicos de la medicina, pudieran trabajar a través de un conocimiento y conciencia adquiridos, acerca del cuerpo etérico y del prana, las leyes que tienen que ver en estos tiempos con la salud y con la enfermedad serían distintas.
El concepto que maneja la ciencia médica a la fecha en relación con la salud, podemos decir que es muy limitado. Casi siempre el término SALUD significa aspectos que tienen que ver con el cuerpo físico y si acaso con algunos desordenes de orden emocional o mental, pero profetizamos que en un futuro no lejano la misma ciencia del mundo reconocerá y tomará Maestría en lo que concierne al mundo etérico y todo lo que lo compone.
Recordemos que debido a la fotografía ya hay algunos, aunque rudimentarios, hallazgos que tratan de comprobar la existencia de este desconocido cuerpo etérico. Pero aún más, se está trabajando hoy, en diferentes partes del mundo, por grupos de grandes interesados científicos acerca del tema que estamos tratando, y no nos sorprendamos si en algún momento tenemos noticias de que hay formas comprobables de la existencia de este mundo etérico.
El fluido etérico o vitalidad es sustancia de todo el universo. El éter y el prana cósmicos incluyen desde la galaxia y desde más allá, al cuerpo del sol. Éste tiene mecanismos de recepción, a la vez que en algunos puntos de su superficie tiene lugares de proyección y de transmisión. Así el prana etérico llega a todos los cuerpos del sistema planetario y de la tierra, donde también existen centros de recepción localizables, pero que no se han dado a conocer a la humanidad, para transformar ese prana cósmico en prana solar, ese prana solar en prana planetario. Y toda la creación en la tierra es incluida por el prana y el éter cualificado con la vibración del terrestre.
El ser humano que lo recibe tiene sus centros de recepción, de acumulación y de distribución del mencionado prana.
Por muchos milenios, el centro del bazo (la parte etérica de este centro), estuvo sumamente activa como receptor, acumulador y distribuidor de prana al resto del organismo físico humano; ahora, hay un centro terciario que aunque muy pequeño, situado entre los omóplatos es sumamente activo en la actualidad, teniendo otros dos centros terciarios subsidiarios colocados arriba de los omóplatos en el lado derecho e izquierdo cerca de la región que llamamos de los hombros, formando un triángulo importante de estudiar. Pero un centro terciario muy importante de recepción, situado inmediatamente y por encima del plexo solar, repito, del orden terciario, ha quedado casi inactivo en la actualidad debido a errores humanos que tienen que ver con la civilización y con lo que se usa de materiales para vestirse.
Así mismo, una vez que el prana se ha distribuido vía cuerpo etérico primero, y después, influenciando y vitalizando todas las células y átomos físicos, queda un sobrante que irradia, que podemos llamarle el aura de la salud, con la cual el hombre contribuye con su cuota para el sostenimiento de prana planetario.
El cuerpo etérico aparte de muchas y vitales funciones tiene la de ser un resguardo y separador efectivo entre la materia física y la materia astral. De ninguna manera se puede violar este resguardo, a menos que la persona, en su conciencia, tenga un desenvolvimiento mayor. Ésta sería la forma de evadirse y así podría trascender hacia los mundos astrales.
Por último recordemos el divino principio que dice: “lo sutil mueve a lo denso” y apliquémoslo en el tema. Veamos que esta materia etérica y prana, de acuerdo a este principio, tiene una mayor influencia sobre el vehículo físico denso, mas, según este mismo principio, la influencia etérica sobre vehículos más sutiles que éste, como el astral y el mental, tendría que ser necesariamente mínima o nula. Para influenciar en estos vehículos de experimento del hombre, tendríamos que recurrir a métodos psicológicos, creando un eco de las fuerzas del alma, las cuales sí tienen un definido y marcado efecto sobre los mencionados vehículos.
Fuente: http://cienciacosmica.net
Puden compartir otras fuentes de orientación, edicación, formación o instrucción de este tema? Gracias.