Las tentadoras habilidades del Ego
Alimentan al EGO pero desnutren al ALMA
El ego se alimenta de la dejadez del ser humano, por lo que aprovecha cualquier resquicio para liderar la vida material de la persona; de hecho, en múltiples ocasiones, el ego encuentra a su mejor aliado en uno mismo.
¿Cómo dirimir entre el ego, es decir el personaje que actúa e interactúa, y el ser real?
La existencia del ego está alojada en la mente, la cual es finita y solo dura lo que la vida física; por tanto, el ego se funde al desaparecer esta.
La persona, bajo la envoltura de sus tres cuerpos: el físico, el mental y el espiritual, interactúa con ellos. Pero la verdadera realidad solo reside en el cuerpo espiritual conectado con el alma y esta, a su vez, con el espíritu, el cual bebe de la Fuente Universal Creadora.
Puedes dudar sobre este planteamiento y seguir alimentando tu ego; pero convendría que valoraras los resultados obtenidos: ¿Eres plenamente feliz?, ¿estás en paz y armonía con lo que te rodea?, ¿has encontrado lo que tanto anhelas mientras has alimentado al ego?
¿Cuáles son las habilidades que el ego utiliza para nublar tu ser real?
PRIMERA HABILIDAD:
“Lo que casi nunca se cumple”
Proyección mental: «Es que ahora…», «Y si pasa…», «Seguro que…»
El ego tiene la gran habilidad de hacerte predecir lo que nunca se cumple. ¿Cuántas veces estamos preocupados por un tema y le damos vueltas y vueltas en la cabeza y, cuando es la hora de que se cumpla esa persistente idea y caiga la sentencia sobre ti, resulta que sucede mucho menos de lo lucubrado o, incluso, ocurre todo lo contrario?
El ego usa los estados mentales para crear falsas esperanzas sobre hechos que nunca se cumplen. En cambio, el alma usa los estados puros de conciencia en los cuales todo está en su lugar y tiempo idóneos. El alma siempre respetará tu libre decisión, el ego sutilmente te la impondrá.
La mentelucubrante
La capacidad del ego para mantenernos desconectados de nuestro verdadero ser es fuerte y utiliza los procesos mentales para atraparnos en un círculo vicioso que solo se rompe cuando el cuerpo se satura.
La predicción mental que casi nunca se cumple:
El resultado de un proceso mental, producido desde el ego, nunca se cumple en sus términos; en cambio, la reflexión mental, fruto de la conexión con el profundo interior, siempre es materializado.
Es fácil caer en las redes del ingenioso ego, pero es más gratificante dejarse llevar por la infalible intuición que alivia por completo los complejos procesos mentales. ¡Qué descanso queda cuando dejas de darle vueltas y vueltas a la inagotable mente avivada por el escurridizo ego!
La predicción intuitiva que siempre se cumple:
La expresión del alma, en tanto que resultado de la clara intuición, siempre se cumple, nunca defrauda, a pesar de que, a veces, pueda entenderse como un perjuicio, pero ese aspecto es fruto de la rebeldía del ego cuando ve que pierde su protagonismo.
SEGUNDA HABILIDAD:
“Justificar lo injustificable”
Proyección mental: «Sí, es verdad, pero…», «Ya lo sé, pero…», «Bueno, pero…»
El empecinamiento en ser, conseguir o realizar algo de lo que carecemos, es fruto de un proceso egóico que, para mantenernos distraídos, activa los procesos mentales para que podamos aferrarnos, con excusas y justificaciones, a algo que ni es ni será.
La mente exculpatoria
El ego acorralado se defiende mediante la mente exculpatoria, la cual permite justificar las propias acciones y fracasos. Pero, si finalmente uno reflexiona, el alma asomará la cabeza mediante la sabiduría intuitiva; es posible, entonces, que el ego responda con mayor contundencia y la mente exculpatoria justifique lo injustificable, mediante sus ingeniosas explicaciones, y así pueda consolidar esa creencia dada por el ego. Este hecho, repetido en el tiempo, se transforma en un hábito más difícil de erradicar, de ahí que, instantáneamente, cuando el ego nos lleva a su terreno y no obtenemos el resultado anhelado, nos justifiquemos ante esa adversidad de forma variopinta.
TERCERA HABILIDAD:
“Eludir lo ineludible”
Proyección mental: «Esto no va conmigo…», «Esto es de…», «Esto es para…»
El ego conoce muy bien a la humilde alma humana y sabe que esta siempre respetará tu voluntad. Así el ego, deseoso de atraparte en la densidad de la materia, siempre intenta posponer todo lo que te pueda ayudar a despertar conciencia y para ello utiliza sus herramientas preferidas: la emociones y los sentidos.
La mente escurridiza
El ego utiliza todos los recursos para despistar tu atención, evitar que destapes sus intrincados juegos y lograr el dominio de tu ser a través del alma. Así, cuando emprendes acciones para obtener una satisfacción verdadera (procedente, pues, del alma), el ego rápidamente proyecta una evasiva en tu mente para que dejes de hacerlo, y lo hace transmitiéndote el mejor señuelo que existe: “Serás incapaz”; el peligro es que uno puede acabar creyéndoselo.
CUARTA HABILIDAD:
“Entender solo lo que interesa”
Proyección mental: «Dime lo que quiero oír…», «Ya, pero es que…», «Yo ya sé lo que…»
Todo alimento sutil que nutra al alma, será disfrazado por el ego para que pierdas el interés en él y sigas centrado en los alimentos densos que engordan sus capacidades.
La mente pasota
Esconderse para no afrontar lo evidente o actuar en nombre de «hay que “ser positivo” (típica frase que tiene su contrario: “eres negativo”) es típico de la egoica mente pasotaque te aleja de tu inmenso poder creativo. En cambio, ser realista, es el termino para definir el equilibrio entre ambas posiciones extremas y es el motor que activará tu mente creativa.
Ante cualquier hecho, se suele producir una de las dos posiciones extremas: “lo ves negativamente o lo ves positivamente”. Este efecto se produce por la fuerza con que rige la dualidad aquí en la Tierra, es una regla que rige para cualquier acto que se produzca.
Cada una de estas posiciones duales te afectará, ya que ser negativo o pesimista te llevará a minusvalorar los hechos; mientras que ser positivo u optimista te llevará a obviar y esconder las partes que te puedan afectar. El punto medio en la dualidad lo aporta el análisis neutral, el “ser realista”, fruto de la mente equilibrada. Esta te hará ver mediante la intuición y la inspiración, la parte latente que debes evitar, así como la parte más práctica y real de cada acción, situación, hecho o persona. Así obtendrás un análisis imparcial y neutro, sin situarte en la pena o en la euforia.
QUINTA HABILIDAD:
“Tomar tus carencias de los demás o lanzarlas hacia ellos”
Proyección mental: «Que se ha creído…», «A mí me…», «Ya verás cuando…», «Pobrecito…»
Las debilidades y carencias propias son lanzadas por el ego hacia los demás. Si esta estrategia le falla, el ego actúa cazando las carencias de los demás hacia uno mismo y te implica en ellas hasta tal punto que las consideras tuyas.
La mente pesada
Reprimir los sentimientos, provocados por un hecho que nos afecta, es una posición egoica, por lo que estos quedarán en espera de encontrar la ocasión para lanzar a la persona implicada o a otra el rencor inconsciente acumulado. Cuando eso sucede se produce un engañoso alivio, un alivio que es fruto de la satisfacción que al ego le produce el haber triunfado. Pero esa pesadez mental, sumerge aún más al alma en las profundidades de su refugio, lejos de la densidad material que el ego ha provocado.
La humildad procedente del alma fructifica en forma de tolerancia y respeto hacia los otros seres, con la máxima comprensión hacia el momento de conciencia que cada persona está viviendo. Esta es la clave para obtener relaciones casi perfectas: el respeto a todos y a todo. En cambio, la mente pesada lanza todo tipo de críticas, consejos, improperios y las propias miserias, que solo uno y únicamente uno ha creado, mientras el ego susurrará constantemente “¡Qué se habrán creído, hacerme esto a mí”.
En caso de que el ego fracase en su estrategia, te servirá en bandeja todo lo contrario: te venderá el falso servicio a los demás de quedarte con sus carencias y miserias y hacértelas propias, como si de ti vinieran (“Apiádate de él, pobrecito”); lo cual es, en definitiva, otra ocasión egoica que se aprovecha de la dualidad extrema. Algo muy distinto es el puro estado de compasión proveniente del alma, que se implica y acompaña sin interferir en el proceso de los demás, ya que forma parte de la vivencia del otro, generada por él, por lo que solo él puede resolverlo de verdad. Esto es, en definitiva, el respeto a la libre decisión, el libre albedrío, esencial para cualquier tipo de relación equilibrada.
El ego te induce a creer en la falsa modestia, que consiste en ampararse en conceptos abstractos como son: “Es por tu bien, para ayudarte, para clarificar, para…”. Si embargo, el alma no necesita ninguna indicación, salvo que proceda de otra alma.
Escudarse en los demás, y culpabilizarlos de las propias explosiones emocionales, es simplemente una egoica falta de querer hacer el trabajo necesario para seguir evolucionando. El ego, para salvar su posición, siempre culpa a los demás o a la mala suerte para evitar que realices el trabajo que te toca.
Imponer o lanzar las miserias egoicas, al alma de otro ser, o utilizarlo para lograr los fines propios, es un acto de la mente pesada que activa el perecedero ego.
SEXTA HABILIDAD:
“Incapacidad para cambiar lo establecido”
Proyección mental:«¡Siempre se ha hecho así…!», «¿Por qué tocarlo…?», «Todo el mundo lo…»
La falta de interés por emprender cambios y la comodidad son los estados emocionales preferidos del ego para incapacitarte ante cualquier planteamiento que te haga despertar.
El miedo paraliza el más mínimo cambio de lo que estés haciendo, aun cuando eso te perjudique. El miedo es manejado por el ego en su forma clara y contundente o encubierto por las excusas para imponer su dominio frente a tu verdadero ser.
La mente cómoda
El ego, para consolidar la incapacidad de cambiar usa la mente con conciencia material, y la proyecta para que consideres que precisas de toda clase de objetos, situaciones y personas. La persistente insistencia en focalizar la mente hacia estos estados crea apego a lo que consideras que precisas, cuando realmente son necesidades superfluas, ya que una vez dejas el cuerpo y la mente física, todo ello se disuelve sin más.
Otra engañosa fórmula que el ego utiliza es el anhelo de felicidad, pero si reflexionamos sobre ese supuesto bienestar total, obtenido a través de los objetos, deseos o situaciones, veremos que siempre es perecedero y que, cuando se acaba, viene su opuesto, la infelicidad, la insatisfacción y el seguir buscando. En cambio, la felicidad que emana de la conexión con el ser real es duradera, constante e inagotable y carece de contrarios, simplemente es, sin euforias ni altibajos; exactamente, lo que realmente anhelábamos alcanzar desde que aterrizamos en la materia.
Finalmente, una vez que el ego afianza la comodidad mental de dejar todo como está, y a pesar de sentirse insatisfecho, provoca la creación de un hábito-apego, que se arraiga con fuerza en la mente y se instala en la información celular. Con ello el ego ha culminado el proceso de dominio sobre tus actos físicos y mentales y provoca, así, un estado mental de comodidad que pretende la imposibilidad de cualquier cambio, aún y cuando la situación en la que te halles te esté perjudicando.
Así, y ante la menguada capacidad de reacción de la que ya hemos hablado, se produce la situación de: “Estoy desconcertado, ¿qué me pasa?, ¿por qué me encuentro mal?»o pensamientos similares. El alma emite humilde y respetuosa el preciado mensaje: “¡Reacciona, es una ilusión!» y en tu mano está liberarte. Si abres la puerta, darás permiso para que entren las incontables situaciones que te marcarán el camino de la conciencia, solo tienes que pedir y estar atento a lo que te sucede. Cuando lo encuentres e inicies tu proceso de conciencia, tendrás que poner de tu parte, mediante tu fuerza de voluntad que todo lo puede y, con ella, conseguirás cualquier meta o cambio que te propongas, recuperarás tu capacidad natural de cambiar y olvidarás el sometimiento egoico.
El alma cuando está constantemente presionada por el enclaustramiento de estos estados egoicos y de la total dejadez para cambiar, produce una situación extrema y el enorme balón de ego generado, explota por sí mismo; en ese momento el alma asoma tímidamente por la ventana de la conciencia intuitiva, susurrando con la inspiración todo lo que precisas para liberarte y solo de ti dependerá que lo aceptes y apliques.
SÉPTIMA HABILIDAD:
“Siempre el primero: yo, yo y después yo”
Proyección mental: «Yo ya lo…», «A mí…», «Es que yo…», «Pero yo…», «Cuando yo…», «Yo sí que…», «¡Yo…!»
Mientras el alma permanece en la quietud de la humildad, el ego, constantemente, expone su opinión y la impone. En el campo se dice: «El burrito siempre va delante y el amo detrás o montado en él», así cuando destapas los velos del ego, que nublan la expresión del alma, esta se monta en el burro del ego y dirige tu paso por la materia con plena conciencia. Esta forma de experimentar, nunca te defraudará; en cambio, el burrito del ego te dará placer o felicidad perecedera, ya que solo forma parte de la ilusión material. Tu realidad es la gozosa alma.
La mente intelectual
El ego utiliza a sus ayudantes, las emociones y los sentidos, para provocarte distracción y entretenimiento, mientras él hace de las suyas a sus anchas, ¡arre burro!
El ego y sus ayudantes son solo herramientas para interactuar en la materia y te serán útiles si aprendes a utilizarlos adecuadamente. Si vas detrás del burrito solo tendrás puntuales satisfacciones, pero cuando estas terminan se transforman en todo lo contrario, espectaculares decepciones y dirás: “¡La vida es una… Me ha decepcionado!”Utiliza la mente sabia, con la intuición que procede del alma, y podrás decir “¡Qué bella es la vida, gracias!”
La intelectualidad te dará mucho conocimiento material, pero la sabiduría te proporcionará las claves para tu vida plena y feliz.
REFLEXIÖN:
«El ego es cual el elevado e impenetrable muro de una prisión que se yergue en torno a la verdadera naturaleza del hombre: el alma. La humildad constituye la Única fuerza capaz de demoler semejante muro».
Paramahansa Yogananda
Si alimentas al ego, este se desarrollará plenamente y aceptarás con sumisión que sus tentadoras habilidades guíen tu caminar por la vida. Si nutres al alma, montándote en el burrito del ego y cogiendo tú las riendas, esta se expresará y gozarás de una saludable experimentación en tu vida.
Autor: Josep María Montserrat – Nutricionista Celular
Un artículo de verdad interesante.
Muchos puntos muy buenos!