Los mínimos éticos de la sociedad
“Compartir unos mínimos morales
desde los que es posible construir juntos
una sociedad más justa, y respetar,
que cada quien defienda y persiga
sus ideales de felicidad”
Adela Cortina
Aunque todos los seres humanos buscan obtener la mayor cantidad de satisfactores del medio ambiente que los rodea, existe, más allá de la voluntad humana, una serie de reglas universales, una serie de principios que regulan las actividades humanas, a estos les llamamos las Leyes Divinas, o la Voluntad Divina.
A nivel individual, cada persona busca obtener el mayor número de satisfactores de las relaciones que mantiene con el resto de los seres humanos. A nivel colectivo, existe la inclinación natural por ley divina, de alcanzar un estado de equilibrio armónico entre todos los integrantes de una comunidad ecológica.
El libre albedrío ha de entenderse como una prerrogativa del hombre para poder autodirigir sus acciones, hasta un cierto punto que no obligue a las leyes divinas que buscan el equilibrio entre todos los integrantes, a actuar. Cuando esto ocurre, significa que el ser humano ha roto el equilibrio mediante el uso de su libre albedrío y la naturaleza empieza a actuar en consecuencia para restablecerlo, esto incluso, a pesar de la voluntad del hombre. El ser humano usa su libre albedrío sin tener en cuenta las implicaciones de su conducta, esto lo puede llegar a hacer hasta un punto en donde obliga a otras leyes superiores a actuar y entonces él mismo debe buscar una readaptación de sus intereses en favor de la colectividad.
A nivel psicológico, los seres humanos pasan por las mismas lecciones, cada individuo busca ejercer su voluntad dentro de las relaciones que tiene con otras personas, muchas veces buscando un provecho egoísta; esto lo podrá hacer hasta en tanto su egoísmo no ocasione una respuesta violenta de parte del resto de las personas, cuando esto ocurre, significa que el equilibrio se ha roto y empieza una lucha de fuerzas, en donde necesariamente la colectividad predominará sobre los intereses de un individuo, en este caso, el libre albedrío de esta persona deberá someterse a la voluntad de la sociedad.
Surge el problema cuando aumenta la educación formal de los miembros de un sistema social, cuando aumenta la tecnología que deben dominar para realizar las tareas asignadas y cuando aumenta la variedad de las demandas a las que deben responder. Es necesario entonces establecer unos valores mínimos universales, que hagan viable la convivencia social y los diversos estilos de vida. Estos valores mínimos estarían constituidos por los Derechos Humanos.
EL SISTEMA SOCIAL Y SU DINAMICA INTERNA
Mientras que una comunidad es un conjunto de personas que conviven en común, una organización es un sistema intencionado que contiene al menos dos elementos intencionados con un propósito común, respecto del cual el sistema tiene una división funcional del trabajo.
Familias, organizaciones y naciones son sistemas sociales con las siguientes características:
1. Son tipos de organización democrática en la que cada individuo que recibe la influencia de lo que hace esa organización tiene capacidad de decisión con respecto a lo que ésta hace.
2. Tienen una economía interna en la que cada parte puede comprar los bienes y/o servicios que requiere de cualquier fuente interna o externa que elija.
3. Tienen una estructura organizacional multidimensional.
4. Usan la planeación interactiva, lo cual implica el rediseño idealizado de la organización.
5. Contienen un sistema de apoyo a las decisiones que facilita el aprendizaje y la adaptación.
Sistema de gestión social
El sistema social que persigue un estado ideal ha de contar con un sistema de gestión que posea la capacidad de aprender cómo adaptarse y cómo aprender. La administración es la que controla un sistema intencionado y realiza una parte del mismo. La administración es la que observa el comportamiento de la Organización (A) y el medio (B). Al observar genera datos (1) que requieren procesamiento para convertirlos en información (2). El procesamiento de información es la función del subsistema de información (C). Consta de tres subsistemas para:
- La toma de decisiones tácticas y estratégicas. Función del Consejo directivo. Planeación.
- La identificación de problemas reales y potenciales. Función de un Consejo coordinador. Metacognición.
- El mantenimiento y mejoramiento del desempeño bajo condiciones variables e invariables. Función del Consejo operativo. Creatividad.
El subsistema Directivo (D) toma de decisiones con base en información que puede estar sesgada y originada en pensamientos automáticos. El registro de esas decisiones ha de guardarse en una memoria (E), donde se comparan las condiciones reales con las ideales y los resultados reales con los esperados, información que será usada para dar instrucciones (7). Han de compararse las metas definidas (8) y el desempeño real de dicha decisión. Los sesgos (9) también son utilizados para que el subsistema Coordinador (F) realice el juicio ético. El objetivo de un diagnóstico es determinar qué produjo las desviaciones y prescribir una acción correctiva o de aprovechamiento. Aun cuando las causas de los sesgos confirmatorios pueden ser difíciles de identificar, sólo hay cuatro tipos.
- La información usada para tomar la decisión era incorrecta. Lo que requiere un cambio en el subsistema cognitivo (10a) o en el subsistema de conciencia (10d) con el fin de evitar la repetición del error.
- El proceso de la toma de decisiones puede haber sido erróneo. Esto exige un cambio en el subsistema de voluntad. (10b).
- Quizá no se haya implementado la decisión como estaba proyectada. Lo que requiere hacer cambios (10c).
- El medio puede cambiar en una forma que no se anticipó. En tales casos, ha de encontrarse una manera de anticipar mejor estos cambios, disminuir la sensibilidad a ellos o reducir la probabilidad de que ocurran.
El proceso que se inicia con la elaboración de un registro de decisiones (6) y que concluye con un cambio de mentalidad o del entorno (10) es lo que hace posible que la mente aprenda y se adapte de manera significativa y efectiva. Los cambios aseguran el aprendizaje y la adaptación de doble circuito: el aprendizaje de cómo aprender y cómo adaptarse.
Algunos de estos indicadores de desempeño (11) son síntomas, que deberán ser interpretados por el subsistema operativo (G) como un sistema de símbolos. Las inteligencias han de autoevaluar la manera de capitalizar sus recursos (12). Estas fortalezas y debilidades deberán ser objeto de diagnóstico. Una vez que se obtiene un diagnóstico, las amenazas u oportunidades detectadas (13) deberán reportarse al subsistema directivo. El subsistema coordinador deberá distribuir un registro de diagnóstico y prescripciones (14) muy similar al registro de decisiones.
Los Campos y Estados del Yo.
El ser humano posee tres campos desde donde establece sus relaciones con otros seres humanos y con el mismo: El “campo social” en donde intercala con el resto de la humanidad. Su “espacio vital” en donde descansa, se siente libre, se considera dueño y permite el acceso únicamente a unas cuantas personas. Y finalmente al que denominamos el “campo íntimo”, el cual se manifiesta particularmente en estados de profundas crisis, en donde el ser humano se enfrenta a sí mismo y lucha por su sobrevivencia.
Podríamos decir que a nivel de campo social, el ser humano actúa a través de la educación formal y familiar que ha recibido, es el campo de los convencionalismos, es el campo en donde las reglas de la sociedad rigen.
El espacio vital por otra parte, es un campo psicológico en donde las necesidades y los anhelos más íntimos del ser imperan, es un campo en donde las reglas de la sociedad no funcionan, es el campo en donde únicamente habla la voz del ser y ya no tienen influencia ni su educación, ni sus padres, ni las personas que dirigieran su educación, aunque cabe señalar que este espacio vital durante la etapa de su construcción, fue definitivamente formado tomando en cuenta todos los factores que recibió durante su formación psicológica. Se puede decir que campos vitales estrechos son propios de personas con una gran autoconfianza, una gran estima personal; campos vitales amplios, son propios de personas temerosas y llenas de patologías psicológicas.
Existe un tercer campo más íntimo aun que el espacio vital, es aquel en el que la persona se enfrenta a sí misma en sus conflictos más íntimos; allí no entran en juego las demás personas, es el conflicto de su personalidad con su esencia espiritual, es el conflicto que sufren por ejemplo las personas depresivas, o las personas que están a punto de cometer un suicidio; esos conflictos son de otro orden y generalmente son detenidos por ese último campo que el ser humano mantiene en la parte más íntima de su ser, a este campo podríamos llamarle el campo de la psiquis del yo.
Toda transacción social o interacción entre personas, da origen a un intercambio de caricias; cada palabra que se cruza no es otra cosa que un vaivén de energías, en donde ambas personas pueden verse enriquecidas, o bien, pueden verse ofendidas y dañadas.
Las ofensas nacen de la incapacidad que tiene cada ser humano para comprender a los demás en su permanente búsqueda de caricias, las ofensas sirven únicamente, o bien para reclamar un derecho que no se tiene, o bien como un método para lograr alguna reacción que en su pobre opinión pueda representar una caricia.
Al analizar las transacciones entre las personas podemos darnos cuenta de la forma en que todos rivalizamos por atraer la atención. Una persona puede comportarse como niño, padre o adulto, a raíz de la forma en que los padres transmitieron su autoridad.
El estado del Yo padre es característico de personas críticas, rígidas, juzgadores o excesivamente protectores o auxiliadores. El estado del Yo niño es característico de aquellas circunstancias en las que se manipula desde una posición de debilidad, culpa o irresponsabilidad. Finalmente, el estado del yo adulto es propio de la madurez, cuando se usan las capacidades para reunir información de una serie de fuentes, considerar opciones y tomar decisiones con base en la información actual.
LA CONCIENCIA SOCIAL: entre costumbres y leyes.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están
de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros.
El ser humano ha luchado para pasar del reino animal al reino humano, ha hecho uso de su instinto que es a la vez la causa y el efecto de sus acciones. Del instinto nace el deseo.
Mientras que el arbitrio está referido a la acción, la voluntad se refiere al fundamento de la acción y se identifica con la razón práctica. El arbitrio que puede ser determinado por la (intuición) razón pura se le llama libre albedrío. La libertad del arbitrio es la independencia de su determinación por impulsos sensibles. La razón pura es la que aporta las leyes para la libertad, a estas leyes de libertad se les llaman morales.
A la concordancia o discrepancia de una acción con la ley, sin tener en cuenta los móviles de la misma, se le llama legalidad, pero cuando se tiene en cuenta el móvil de la acción como deber se le llama eticidad. La máxima es el principio subjetivo para obrar, que el sujeto mismo toma como regla, mientras que el principio del deber es lo que la razón le manda absolutamente. Es la razón la que enlaza el efecto jurídico con la acción y la conciencia moral hace de tribunal, personalidad moral que hace efectiva la ley.
LEYES NATURALES | LEYES MORALES | LEYES ESPIRITUALES |
Deseo Competitividad Egoísmo Instinto Conflicto Diversidad Anarquía Sexo | Libertad Solidaridad Empatía Intelecto Conciliación Correlación Liderazgo Fusión | Voluntad |
Resulta difícil hacer distinciones claras entre las costumbres establecidas y las leyes. Las costumbres son leyes y reglamentos policiales en ciernes. Si llevan mucho tiempo en vigor, las costumbres indefinidas tienden a cristalizarse en leyes precisas, reglamentos concretos y convenciones sociales bien definidas.
IDENTIDAD-PERTENENCIA, UNIDAD EN DIVERSIDAD.
La identidad es un encuentro con uno mismo que exige el pleno desarrollo de la personalidad y su fusión con el carácter. La identificación es el reflejo de nuestra parte divina en nuestra parte humana. Voluntad, conciencia e inteligencia son los aspectos divinos que se reflejan en el pensar, sentir y actuar de una persona.
La nacionalidad es el vínculo jurídico que un ciudadano establece con el Estado.
La pertenencia es el vínculo cognitivo-afectivo que una persona establece con el entorno y la ciudad tanto en relación con los espacios físicos como con las comunidades que allí habitan; vínculo que ha de caracterizarse por ser consciente, crítico, incluyente, responsable y participativo. Un ciudadano competente que está fuertemente vinculado con su entorno es aquel que:
? Construye su identidad respetando las diferencias entre las distintas identidades de los miembros de la comunidad de la cual forma parte y de otras comunidades.
? Se compromete con la construcción y cumplimiento de normas y acuerdos, reconoce su importancia para la construcción de ciudadanía y la convivencia pacífica.
? Se interesa por actuar en pro del cuidado y el bienestar de su comunidad y de los espacios que ésta habita.
La diversidad se manifiesta en la originalidad y pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y sociedades que componen la humanidad.
LIDERAZGO Y PARTICIPACIÓN
Los sentimientos, las actitudes, la orientación y las prácticas de los líderes sociales están inspirados en los siguientes principios democráticos.
1. La convicción del valor inherente, la integridad y la dignidad del individuo.
2. La convicción de que el individuo tiene el derecho de determinar por sí mismo cuáles son sus necesidades y cómo deben ser tratadas.
3. La firme creencia de la igualdad de oportunidades para todos, limitada solamente por las capacidades individuales innatas.
4. La convicción de que los derechos individuales están relacionados con sus responsabilidades sociales hacia él mismo, su familia y su sociedad.
Estilos de liderazgo:
En el estilo autoritario el líder toma todas las decisiones y busca obediencia en sus seguidores, determina la política a seguir y asume la responsabilidad de todas las acciones. Este estilo es el más deseable en situaciones en las que el tiempo es el factor más importante y por ello se presta para situaciones que requieren rapidez.
El estilo democrático es propio del líder que se considera moderador al extraer ideas y sugerencias del grupo. Sus principales técnicas son la discusión y la consulta. Cada miembro está involucrado en la acción del grupo. En muchos casos, este tipo de liderazgo favorece la creatividad y la satisfacción personal de cada uno de los individuos.
En el estilo permisivo el líder es una especie de centro de información, su papel es menos destacado que en los otros estilos y el control que ejerce es mínimo
El clima organizacional:
Al aplicar los conceptos de atmósfera y clima a las organizaciones se hace referencia al estado emocional de los integrantes de las mismas, y a la manera como incide el ambiente interno y el estilo de comunicación.
Participación:
La participación es uno de los mecanismos de la democracia que genera una mayor autonomía personal y social, y que modifica las relaciones de poder. La esencia de la democracia es la ausencia de una autoridad última, lo que se denomina la circularidad del poder. La democracia requiere que cualquiera que tenga autoridad sobre otros esté sujeto a su autoridad colectiva. La idea central en la noción de organización circular es que cada persona que ocupe un puesto de autoridad cuente con un consejo de administración.
Los consejos normalmente asumen las siguientes responsabilidades:
1. La planeación.
2. La definición de políticas para la unidad de gestión.
3. La coordinación e integración de planes y políticas.
4. La toma de decisiones que afectan la calidad de vida laboral.
5. La evaluación del desempeño.
EL SERVICIO SOCIAL EN SALUD Y EDUCACIÓN
Dentro del marco de los valores básicos que se han expuesto, el servicio social trata de asistir a los individuos, grupos y comunidades para que alcancen el más alto grado posible de bienestar social, mental y físico. Las metas del servicio social son conciliar el bienestar de los individuos con el bienestar de la sociedad en que viven, así como promover, prevenir y atender los perjudiciales efectos psicosociales de las situaciones de crisis.
Basado en el conocimiento de los elementos que determinan la conducta humana, el servicio social intenta desarrollar en el individuo, todas las fuerzas constructivas que les permitan edificar una vida más plena y satisfactoria para sí mismos.
El encuentro entre salud y educación se orienta hacia la promoción de estilos de vida saludable, en la búsqueda de un bienestar integral a través de la toma de decisiones responsables, informadas y autónomas frente a los dilemas y retos que propone la vida diaria.
Los estilos de vida saludables son aquellas formas críticas y asertivas de ser y actuar, que permiten preservar y promocionar la propia libertad y la de las demás personas, a partir de la toma de decisiones autónomas, informadas y responsables; estas decisiones son guiadas por el respeto a la dignidad inherente a todo ser humano de manera que aporten a su autorrealización.
Promoción:
En general, se entiende promoción como la ejecución de acciones que provocan que algo suceda: promocionar es la acción de movilizar al colectivo social hacia el logro de un propósito de nivel superior.
Puede entenderse también como la acción de impulsar, fomentar y dinamizar orientándose hacia el desarrollo de algo. La promoción se centra en el desarrollo de competencias ciudadanas y el ejercicio de los derechos humanos, determina la calidad del clima organizacional y define los criterios de convivencia.
Prevención:
La prevención se entiende como la preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo. Se considera que la prevención busca intervenir oportunamente en dinámicas y comportamientos que podrían afectar el ejercicio de los derechos humanos y la convivencia. Es decir, usted adelantará acciones de prevención identificando e interviniendo sobre factores que motivan la ocurrencia de sucesos o que pueden facilitar su repetición.
Es así como las acciones de prevención intervienen sobre factores o situaciones que amenazan el ejercicio de los derechos humanos, de manera que los episodios de vulneración (violencia, discriminación, inequidad, acoso, agresión, censura, autoritarismo, etc.) no escalen y se repitan hasta convertirse en dinámicas relacionales dentro de la comunidad. Lo anterior, para evitar que lleguen a configurar la identidad de las personas que conforman la comunidad educativa o ser parte de la caracterización del contexto.
Atención:
Se refiere a atender, prestar atención con especial cuidado. El componente de atención orienta todas aquellas acciones que se realizan para asistir oportuna y pedagógicamente a las personas que conforman la organización, frente a las situaciones que afectan la convivencia y el ejercicio de los derechos humanos.
Significa que la Ley de Convivencia Escolar requiere que se aplique una perspectiva pedagógica en el manejo de las situaciones que afectan la convivencia escolar. ¿Qué es una perspectiva pedagógica con especial cuidado? Es propiciar la reconstrucción de la situación en un ambiente de diálogo, de respeto, cuidado y reconocimiento a las personas involucradas. Significa generar opciones para restituir el estado de las cosas, significa mitigar las inconformidades o daños que resultan de la situación.
Atender es solucionar mediante el manejo de la situación, facilitar escenarios y acciones donde la organización pueda responder propositivamente ante situaciones que afecten la convivencia, la participación y las relaciones entre las personas que conforman la organización. Estas acciones pueden ser de tipo pedagógico, didáctico y normativo.
La atención suele enmarcarse sobre lo inmediato: siempre parece acuciante dar solución rápida a situaciones que afectan la convivencia. La consecuencia de esa actitud es que no se dedica el tiempo requerido al manejo apropiado de la situación.
Al contrario de esto, una atención pedagógica con especial cuidado indagará por lo ocurrido con las personas implicadas y establecerá una solución que recomponga la situación en circunstancias que dejen satisfechas a las personas, de manera que se evita repetición y escalamiento de la situación.
Una atención pedagógica genuina reconoce el valor de la actuación de todas las personas, identifica plenamente las características de las situaciones que afectan la convivencia, propone escenarios de diálogo-mediación, y genera acciones que permitan a las personas afectadas informar y denunciar; protegiendo su integridad y confidencialidad.
Situación tipo I. Corresponden a este tipo los conflictos manejados inadecuadamente y aquellas situaciones esporádicas que inciden negativamente en el clima organizacional, y que en ningún caso generan daños al cuerpo o a la salud física o mental.
Cuando los conflictos no son resueltos de manera constructiva, pueden dar lugar a hechos que afectan la convivencia como altercados, enfrentamientos o riñas entre dos o más personas de la comunidad. Estas situaciones se pueden presentar en el desarrollo cotidiano de las actividades, en las horas de descanso, en las reuniones, etc.
Situaciones tipo II. Corresponden a este tipo las situaciones de agresión, acoso y ciberacoso, que no presenten revista las características de la comisión de un delito y que cumplan con cualquiera de las siguientes particularidades:
a) Que se presenten de manera repetida o sistemática.
b) Que causen daños al cuerpo o a la salud (física o mental) sin generar incapacidad alguna para cualquiera de las personas involucradas.
Para la atención de estas situaciones se requiere la actuación de la organización y en algunos casos de otras entidades, por ejemplo, en casos de afectación al cuerpo o a la salud física o mental de las personas involucradas o cuando sean necesarias medidas de restablecimiento de derechos.
Situaciones tipo III. Corresponden a este tipo las situaciones de agresión que sean constitutivas de presuntos delitos contra la libertad, integridad y formación sexual, o que constituyen cualquier otro delito establecido en la ley penal vigente.
Requieren que la atención sea brindada por entidades externas a la organización (por ejemplo, Infancia y Adolescencia, Familia, sector salud, etc.).