Madre Divina: “El Principio de Polaridad” a través de Selén Om
Buena energía en sus corazones, hijos e hijas míos! Buena energía que entra por la cabeza, buena energía que sube por los pies; energía la mejor de todas, la energía que sale de sus corazones.
Todos son mis hijos e hijas porque yo soy la suave brisa, yo soy el trueno, yo soy el relámpago, soy la tempestad; yo soy el viento y soy el fuego; soy la brisa que calma la mente humana; soy la ráfaga de viento que pone a la aguas turbulentas. Soy Oya Iánsa, yo soy el principio de polaridad, yo soy el Fuego y soy el Aire…
Yo soy en ustedes la gentileza y también soy la fertilidad. Yo soy la fuerza, pero soy la fragilidad. Implacable a veces, pero también sensible al llanto y al sufrimiento. Pero jamás débil! Jamás incapaz! Porque la sensibilidad en mi, sólo me hace más fuerte; la sensibilidad me hace aún más feroz para las guerras que tengo que librar. Es una guerra que sólo se produce en mí, viento contra viento, pero aun así una guerra. Pero no debe dar miedo, no. Esta guerra se gana y les diré cómo: honrando a cada una de las partes.
Vengo hoy entre ustedes revelando esta cara para enseñarles sobre el principio de polaridad. El principio de polaridad rige la naturaleza visible. No hay nada en mi cuerpo para la cual no encuentren el exacto opuesto; no hay nada en mis vestiduras para lo cual no puedan señalar el perfecto complemento.
La elección es de ustedes, si quieren ver como oposición o como complementareidad. Eso no lo puedo hacer por ustedes, ustedes son libres! Y haciendo uso de esa libertad, pueden decidir cómo andar en mi cuerpo, cómo relacionarse con las partes de mí. ¿Es por oposición? ¿Es sacando la guerra hacia fuera? ¿Es haciendo la vida un campo de batalla? ¿O es por complementareidad? ¿O es por conjunción?
Y entonces verán que toda guerra que existe fuera sólo refleja la guerra que existe dentro de ustedes. Y esta guerra del opuesto aparente, es una guerra que no necesita estar en guerra, es la guerra de dos cosas que son solo una. Cualquiera de ellas que sea negada deja a la otra incompleta.
El principio de polaridad en lugar de decir que existen cosas opuestas, dice que todo se completa. Todo se complementa porque todo es una frecuencia del uno. La brisa soy yo, la tormenta también soy yo. La brisa es un polo de mí, la tormenta es otro polo de mí. Cuando el agua corre suave y apacible en el arroyo, esa es una faceta mía. Cuando la ola en el océano se levanta en tsunami, también es agua, también soy yo.
Si yo viera oposición entre mis rostros, entre mis aspectos, estaría loca! Pero yo soy sabia, más que sabia – sabios son mis hijos – yo soy la sabiduría que poseen. Yo soy la sabiduría que reposa en cada corazón ardiente. Y yo, Oya Iánsa, puedo enseñar, puedo enseñar la forma de ver lo que parece opuesto, como siendo complemento. Puedo ser la fuerza para ustedes ganar esa guerra que se produce allí dentro.
Presten atención, muchachos! Esta guerra no es real. Esta guerra sólo existe porque ustedes todavía quieren poner un aspecto de mí contra el otro, como si la noche no fuese complemento del día, como si el frío no fuese complemento del calor, como si el agua no complementarse a la tierra, la tierra al fuego, el fuego al aire y el aire al agua. Es todo un ciclo, todo es sagrado.
Ese lado de ustedes que ocultan, que no quieren ver, ese es el rechazo que crea la guerra, fue así que toda la guerra comenzó. Allá en el inicio, mi primer hijo cuando miró una parte de sí y dijo: “esto no me gusta, esto yo no lo quiero,” trató de volver los ojos… Ahí fue lanzada la semilla de la guerra, la semilla de la discordia. Porque la discordia no sucede afuera, la discordia no está entre uno y otro de ustedes. La discordia es consigo mismo, y no querer verse con completud, y no querer aceptarse con plenitud, es mirar una parte de sí y decir “esto no vale! Esto no debería estar aquí.” ¿Caramba, qué sabiduría tienen ustedes para decir lo que no debería estar ahí?
Yo soy brisa fresca, yo calmo el pensamiento de la humanidad.
Pero todos los días otra faceta mia despierta y se vuelve más activa. Una faceta que viene para sacudir el pensamiento de los hombres; una faceta que viene como tormenta a darles un impulso para mirar más allá de sí mismos. Estan muy envueltos con sus historias! Historias que han creado del lado de afuera, que no tiene niguna realidad; que al solo soplarlo yo, se desmorona, o al soplarlo ustedes se deshace.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo van a quedar viendo la película? Película imaginaria, una película que distorsiona la bella creación que dí a ustedes. ¿Hasta cuándo?
Es hora de transformar la creación. Vengo a transformar la creación que es real, no la que ustedes crearon, porque la que ustedes crearon, va a caer! Va a caer.
Esto no es una amenaza, no. Esto es sólo un recordatorio, porque yo no puedo tocarlos, yo soy ustedes! Cualquier acción mía pasa a través de ustedes. Yo soy vida, sabiduría. Yo soy el principio de polaridad. Yo soy aquello que se revela en el ciclo de la naturaleza, cuando el invierno sucede al verano.
Mira que yo soy tú. Mira que mi sabiduría está ahí dentro. Mira que la guerra que sucede fuera es sólo reflejo de lo que sucede dentro. Mira que la vida es maravillosa cuando no hay guerra dentro, cuando se es capaz de reconocer la belleza de cada cosa, cuando sueltas ese instinto dominante de querer torcer lo que es bonito para adaptarlo a tu gusto – un gusto que ni es tuyo, en realidad, porque yo no puse ese gusto ahi! ¿De dónde viene este gusto?
Niños, niños, ¡despierten! Despierten que ya tienen edad para estar ayudando a su madre en la labranza. Despierten que ustedes ya tienen edad para ir a la plantación y ayudar a la madre y al padre. Es hora de despertar y unir sus manos con mis manos. ¡Ya no dá para estar durmiendo en la cuna! Es hora de despertar, es hora de asumir su papel. Vamos, que yo los ayudaré con eso.
Medita, medita sobre el principio de polaridad. Comienza con el mundo exterior, comienza con la naturaleza. Comienza viendo como se integra la naturaleza, y como todo se complementa en ella. Y viendo que poner conflicto en la naturaleza es una locura, no tiene sentido! Luego sigue el hilo y mira hacia dentro, y ve lo ahí que está en conflicto, ve lo que rechazas en ti mismo, y a lo que dices “no, no quiero, eso es feo.” ¿Qué aspecto de tí mismo condenas? Y condenar a un destino cruel, condenar a la ausencia de luz, condenar a permanecer en la oscuridad, condenar a no recibir amor.
Toma las partes, toma las partes de ti de ahí dentro, reúne todo. Reúne todo y pega con el pegamento del amor, con el pegamento de la aceptación. Y luego limpia, limpia con honor, limpia con un claro reconocimiento del valor genuíno de cada una de estas partes. Así ustedes se recomponen, asi también serán Orixá.
Este es el mensaje que tengo para ustedes, queden en paz. Buena energía en la cabeza, y en los pies. ¡Buena energía saliendo del corazón!
AUTOR: Selén Om www.escolaluzviva.com.br
TRANSCRIPCION: colaboradores de la ELV.
TRADUCCION: H. N.