Más Allá de los Nutrientes
¿Es suficiente ingerir nutrientes materiales?
Un sistema nutricional EQUILIBRADO
El reino vegetal ha sido Creado y ofrecido, tanto él mismo como sus frutos, como alimento para nutrir al reino animal y a los seres humanos.
Todo vegetal y todo fruto alimenta, incluso los venenosos, porque su constitución está formada por nutrientes, es una cesión nutritiva. Pero, la cuestión es ¿qué alimentos serán los más adecuados? Para saberlo es preciso comprender cómo se ha diseñado el aparato digestivo del ser humano que, en definitiva, será el que tendrá que digerirlos y procesarlos.
La adecuada y saludable nutrición físicoquímica vendrá dada por el tipo de alimentos que se ingieran, sus mezclas y su preparación. La forma física y el diseño químico de un aparato digestivo está plenamente capacitado para digerir y metabolizar perfectamente los alimentos que le correspondan, captando, así, todos los nutrientes con un gasto energético bajo y un residual atóxico, lo que comportará un correcto aprovechamiento y un desgaste orgánico natural.
En el caso de ingerir alimentos inadecuados a ese aparato digestivo, sucederá lo contrario: cuanto menos adecuado, mayores serán las consecuencias orgánicas que, con el tiempo, se transformarán en saturación, colapso y, finalmente, enfermedad.
Las diferentes especies de animales se pueden agrupar por alimentarse de una forma específica y el análisis detallado de sus aparatos digestivos muestra como estas son básicamente iguales anatómica y funcionalmente. Nos referimos a grupos como; los carnívoros, omnívoros, herbívoros, granívoros o frugívoros.
El ser humano es de diseño frugívoro
Reputados botánicos como Carlos Linneo; científicos como Richard Lehne, Maximilian Bircher Benner y Charles Darwin; antropólogos como Paul Pierre Broca y Alan Walker; zoólogos como el francés George Cuvier y otros sabios que han legado su conocimiento en antiguos escritos metafísicos y religiosos, todos ellos sugieren que el alimento originalmente diseñado para el ser humano son las frutas, los frutos y las semillas.
Pero, además, hay algo ciertamente incuestionable: la anatomía comparada, es decir, la comparativa entre los aparatos digestivos de los animales pertenecientes a diversos grupos alimenticios y el de los seres humanos.
Charles Darwin referente en la teoría de la evolución, nos dice:
“Sea en la época o el lugar en que el hombre haya perdido el pelo en todo su cuerpo, lo que sabemos a ciencia cierta es que habitaba en países cálidos en condiciones favorables para su régimen frugívoro y que, según las leyes de la anatomía, es el régimen natural del hombre.”
George Cuvier recreador de la anatomía comparada, nos dice:
«La anatomía comparada nos permite ver que el hombre se parece en todo a los animales frugívoros y en nada a los carnívoros. La carne muerta solo es susceptible de ser masticada y digerida por el hombre si se la disfraza y se la hace más tierna y sabrosa con preparativos culinarios; la vista de carnes crudas y sangrantes nos produce horror y repugnancia.»
De todo ello, podemos deducir, sin lugar a dudas, que el aparato digestivo humano es frugívoro y que, después de miles de años cambiando progresivamente el tipo de alimentos ingeridos, el aparato digestivo sigue sin haber evolucionado en lo más mínimo, a diferencia del aspecto físico que sí lo ha hecho.
Lo que ha sucedido es una compleja adaptación del aparato digestivo, para poder procesar mínimamente alimentos cada vez más inadecuados e intoxicantes o incluso, y actualmente, venenosos. De todo ello se ha encargado la homeostasis, una información celular general que previene y adecúa las contingencias, en lo más posible, para preservar al cuerpo físico del colapso y la muerte.
La homeostasis ha actuado para preservar la subsistencia, pero cada vez le es más complejo poder manejarlo por las reiteradas y desproporcionadas alimentaciones insalubres que se le presentan. La homeostasis ha tenido que dotar al aparato digestivo, tanto química como bacteriológicamente, para evitar entrar en colapso digestivo, pero ello conlleva progresivas consecuencias.
Las consecuencias orgánicas, y por ende corporales y mentales, que cada vez más ocasiona el tener que metabolizar alimentos ya casi indigeribles son evidentes, la muestra es las graves enfermedades antiguas sin resolver —que están en aumento y debutan a más corta edad—, las degenerativas físicas y mentales, así como las de nueva aparición.
El retorno a una alimentación más próxima al origen parece una buena solución y una práctica saludable.
¿Qué otro aspecto avala la idoneidad de un alimento?
Hay que plantearse dos aspectos nutricionales indispensables para poder disfrutar de una buena salud: el aporte nutricional material, el físicoquímico y el aporte nutricional sutil, el energéticovibracional.
Los más de 100 billones de células que hacen funcionar el cuerpo humano son pura vibración condensada y dicha condensación se plasma en materia que precisa de nutrientes físicoquímicos; por tanto, y del mismo modo, también precisará nutrir la parte sutil condensada en las células, es decir, la vibración materializada en un alimento concreto afectará a la vibración celular.
De ahí que el tipo de alimento adecuado al ser humano será indispensablemente el que le cubra los dos aspectos nutricionales: el material y el vibracional. Ello aportará todo lo que precisan sus células para un saludable desarrollo y funcionamiento.
De los alimentos altamente vibracionales, nos hablan con mucha claridad los antiguos escritos del Bhagavad-Guita que, en la traducción del metafísico Paramahansa Yogananda, aparecen divididos en sáttvicos, rajásicos y tamásicos y son descritos así:
Se consideran alimentos sáttvicos (muy adecuados para el ser humano en evolución) las frutas y verduras frescas (crudas o preparadas de manera adecuada), los cereales integrales y las legumbres, los productos lácteos frescos, las nueces, los dulces naturales sin refinar como la miel y los dátiles y cantidades pequeñas de grasas procedentes de lácteos o de fuentes vegetales. Las comidas elaboradas han de combinarse y cocinarse de modo que conserven o aumenten su calidad nutritiva, sean estéticamente agradables a la vista y apetitosas (ligeramente sazonadas) y en consonancia con la constitución corporal.
Se consideran alimentos rajásicos (poco adecuados para la evolución del ser): los que estimulan excesivamente las fuerzas vitales del cuerpo, la mente y los sentidos. Deben evitarse sin fanatismo (proceso de desadicción). Producen reacciones en el paladar y son picantes, salados, altamente condimentados o fuertes. Se consideran los huevos y ciertas carnes, pescado, pollo y cordero, como menos dañinas. Estimular demasiado con ellos las fuerzas vitales, alimentará los sentidos y el sistema nervioso, lo que producirá incomodidad, enfermedad corporal, agitación y molestias mentales.
Se consideran alimentos tamásicos (muy inadecuados para la evolución del ser): los alimentos considerados como adecuados o poco adecuados, se transformarán en muy inadecuados al ser desnaturalizados a causa de su preparación o conservación inapropiadas. Una dieta tamásica posee un efecto dañino sobre el cuerpo y la mente, entorpeciendo toda aspiración de crecimiento espiritual. Actualmente entre los más tamásicos se encuentra la carne de formas superiores de vida animal, en particular de vacunos y porcinos, así como sus derivados. En el aspecto químico y vibratorio son sumamente nocivos para el cuerpo y la naturaleza espiritual del hombre.
Y concluye:
Todo producto de consumo que es dañino para el cuerpo también es contraproducente para el bienestar mental y espiritual; y, a la inversa, los alimentos que provocan una reacción mental o espiritual adversa también son perjudiciales para la constitución física.
Reflexiones que nos aporta:
- Dicen los sabios que el fruto de las acciones sáttvicas es la armonía y la pureza, que el fruto de las acciones rajásicas es el sufrimiento y que el fruto de las acciones tamásicas es la ignorancia (añadiríamos que esta última es el origen de toda enfermedad).
- El régimen alimenticio hacia el cual te sientes naturalmente atraído y la actitud revela el estado evolutivo de conciencia.
- Lo que ingerimos tiene consecuencias tanto a nivel físico como mental.
- Todas las células del cuerpo se forman a partir del alimento.
- Los yoguis, en el estudio de la ciencia espiritual del alimento, también tienen en cuenta su naturaleza vibratoria.
- Los alimentos proceden de la única e inteligente Conciencia Creativa Vibratoria y quedan sujetos a metamorfosis bajo la influencia de las cualidades de la Naturaleza.
- Las vibraciones de diferentes frecuencias se alteran unas a otras al interactuar entre sí.
- La categoría vibratoria del alimento que se ingiere, y el modo en que se consume, tiene un efecto saludable o devastador en el cuerpo y la conciencia.
- Aquello beneficioso o perjudicial a nivel vibratorio también lo es en el efecto nutricional que ejerce sobre la salud.
- El equilibrio de la armonía vibratoria y la nutricional —con el consiguiente control de la gula y el exceso— favorece la salud, la vitalidad, la longevidad y actúa sobre la mente cultivando la serenidad, la satisfacción, la alegría, la bondad y la aspiración espiritual.
- El acto ideal para comer esas expresiones del Creador es recoger los pensamientos en el interior, en silencio, tranquilidad, apaciblemente y con agradecimiento.
En estas profundas reflexiones, se encuentra todo lo que se necesita saber sobre la alimentación, propiedades, tipo de alimento, combinación compatible, formas de ingerir, tratamiento, cantidad y salubridad; todo para mantenerte saludablemente feliz y capacitado para evolucionar tu estado de conciencia. ¡Gracias aparato digestivo por haberte adaptado!
La correlación de la nutrición físicoquímica y la vibracional está servida y ya solo dependerá de la libre decisión que cada uno tome en función del objetivo que aspire a conseguir: equilibrio o desequilibrio, armonía o desarmonía, salud o enfermedad.
¿Qué alimentos actuales cubrirán en lo más posible esos aspectos nutricionales?
En las últimas décadas el ser humano —debido a su estado, generalmente, denso de conciencia—, consciente o inconscientemente, ha primado los intereses y otros motivos irracionales, causando cada vez más desarmonía en los alimentos y la nutrición. Alimentos muy adecuados se han ido transformando, así, en poco o nada adecuados nutricional y vibracionalmente. Y los que ya eran de por sí inadecuados, ahora lo son en extremo con sus evidentes consecuencias.
Se han minimizado los alimentos adecuados y potenciado las transformaciones inadecuadas, cambiándolos, desequilibrándolos adulterándolos, intoxicándolos y desinformando, manipulando…, todo ello en pro de alimentar a más humanos versus nutrirlos o en poder alimentar a la humanidad en aras de terminar con el hambre, sin que así haya sido.
Mediante estas magníficas y verdaderas pautas que nos ofrece el Guita, y bajo la lupa de su guía, hemos intentado, a la luz de nuestro actual conocimiento, adaptar esa sabiduría a los alimentos disponibles hoy en día, teniendo en cuenta también su proceso, obtención, elaboración y tratamiento.
Al ser, de momento, ciertamente dificultoso conseguir las frutas, frutos y semillas antiguas, de menor tamaño, pero de mayor nutrición y que cubrían las necesidades nutritivas a nivel material y vibracional, hemos diseñado, a modo de guía práctica, unas tablas que clasifican los alimentos y los compatibilizan químicamente (también son útiles para concentrar nutrientes). Su uso facilitará una adecuada transición del aparato digestivo y mental, en el tiempo adecuado a cada uno, con el objetivo de acercarnos lo más posible a una alimentación saludable, desde el punto de vista nutricional y vibracional,
Dentro de los alimentos más adecuados hay dos premisas generales e importantes: el cultivo ecológico y, en la medida de lo posible, procedente de variedades de semillas antiguas. Con ello conseguimos mejor sabor y, sobre todo, mejor nutrición.
La dificultad en conseguir variedades antiguas que, con su menor tamaño, pero mayor composición nutricional, podían cubrir las necesidades del organismo versus el gran tamaño de las actuales, con mucha fibra y agua pero pocos nutrientes, precisa de buscar algún medio que pueda concentrar los nutrientes y eliminar la excesiva fibra que comporta una lenta digestión. Para ello, en el caso de las verduras, es ideal hacer zumos mediante una prensadora, que consigue apartar la fibra y exprimir el agua fisiológica llena de nutrientes altamente biodisponibles y, así, obtener un alimento muy nutritivo y digerible, de metabolización rápida y atóxica. En el caso de las frutas siempre es mejor comerlas enteras o trituradas. Otros alimentos altamente concentrados y con poco volumen son: las frutas y frutos secos, las semillas, los germinados y los deshidratados.
El uso de suplementos nutricionales de procedencia natural será puntualmente recomendable y, sobre todo, en el período de transición o para cubrir deficiencias orgánicas o funcionales cronificadas, debido a pautas insalubres seguidas por años.
Hoy en día las carencias nutricionales son evidentes, a pesar de la ingesta de todo tipo de alimentos considerados como “imprescindibles”, lo que nos indica que dejar estos productos no nos perjudica en absoluto, ya que con ellos también se producen dichas carencias. En muchos países se usan los suplementos a discreción, pero sintetizados o desarmonizados, lo cual agrava la situación. Lo ideal son los procedentes de frutas, verduras y plantas concentrados.
Aquellos de vosotros que lo deseéis podéis obtener las tablas y la información necesaria directamente en la web; www.institutoessen.com o en papel a través de la editada Guía Práctica para la Autogestión de la Salud; si tenéis consultas podéis dirigirlas a info@institutoessen.com
¡Os deseo mucha salud y felicidad!
Autor: Josep María Montserrat – Nutricionista Celular, Redactor en la Gran Familia de hermandadblanca.org
Es interesante este conocimiento maravilloso
MUY INTERESANTE, GRACIAS