Mensaje de la Madre María en su advocación de la Medalla de la Milagrosa por Agesta

“Hola Hijitos: Anhelo fervientemente derramar mis bendiciones a las Almas receptivas, que no se han dejado contagiar por la desesperanza reinante. El trabajo de la Quinta Dimensión es arduo, pero está lleno de recompensas. Yo deseo darles lo que su Corazón desea, pero es necesario que estén alineados con mi vibración. No se dejen influenciar por aquéllos que ven el optimismo como nocivo; Son Almas congeladas en la dualidad y con su esperanza marchita.

El optimismo les abre las puertas de la felicidad, y la felicidad es la que manifiesta. Recuerden un momento cuando estaban contentos, todo fluía y atraían cosas buenas. Yo deseo compartir con ustedes mis regalos de sanación y abundancia. Quien se cierra a ellos, atenta contra sí mismo. Vengan en este día a recibir las gracias que tengo para ustedes, no me rechacen, pues rechazarme a mí, es abrazar la muerte. Cuando a veces no se sienten bien, yo los sostengo. Eso es suficiente. En mis vidas cuando estuve encarnada, también afronté dificultades, y tuve que sortear muchas tormentas.
Sin embargo conservé la fe y obtuve las promesas.

Queridos Hijos: Cuando yo prometo algo, lo cumplo. A alguno de ustedes, le prometí sanarlo de una dolencia reciente sin intervención médica, y le pedí que no se sometiera a una cirugía, pues la intervención para esta dolencia tenía riesgos. Esta Almita de mi historia, no me hizo caso, se desesperó y se sometió a la cirugía, quedando peor de lo que estaba inicialmente. Dejo claro Mis Amores, que con este ejemplo no estoy descalificando a la profesión médica, pues hay casos en que es conveniente. Lo cierto del caso es que esta Alma de mi relato atrajo lo que tanto temía.

En un momento de desesperación ustedes pueden perder terreno y oportunidades. Lo que ustedes no saben, es que a esta Almita desconfiada, y desesperada, el Arcángel Rafael y yo la sanamos hace unos años de varios males muy graves sin intervención médica. Estos prodigios fueron suficientes para que conservara su fe pero no lo hizo. Debió haber hecho esta reflexión: ”Si mis Amigos del Cielo me salvaron hace unos años de varios males serios, con mayor razón lo pueden hacer ahora”. Mi protagonista no valoró los milagros anteriores, y prefirió angustiarse dejando que su ego le ganara la partida. Porqué dudaste? Si te salvé de tres enfermedades graves hace años, porqué habría de fallarte ahora con esta dolencia nueva que nada tiene que ver con las anteriores?

Ángeles Míos: Crean en mí. Voy a dejarles unas pequeñas tareas que atraerán mis regalos:

Con el Código Sagrado 650, invoquen al “Alma del Mundo”; Esto es magnífico porque sabrán que hacer en cada momento, y tomarán las decisiones correctas.

Con el Código Sagrado 525, atraerán los Efluvios de Llama Violeta que provienen de La Nave de Luz, SAGRADA LIBERTAD. Esta Nave está a cargo del Maestro Saint Germain.

En un recipiente con agua sumerjan mi Medalla mientras recitan el Código Sagrado 27. Luego usen el agua para rociarla en los lugares que Yo les indique.

Yo soy María, la que les enseña a tener confianza en la vida, y a intentar cosas nuevas.”

AUTOR: José Gabriel Agesta

VISTO EN: https://compartiendoluzconsol.wordpress.com/2016/11/28/mensaje-de-la-madre-maria-en-su-advocacion-de-la-medalla-de-la-milagrosa-por-agesta/