Mensaje Hermandad Blanca Cósmica: No somos Bunkers

Amados hermanos,

Una gran cantidad de sucesos han tenido lugar dentro de su mundo, desde el momento en que dispusimos el 1er protoplasma y modelo de vida en Urantia, nombre espiritual con el que conocemos el planeta que habitan, con el propósito de generar una forma de vida que contara con cada una de las características propias de la vida animal, marina, vegetal y por supuesto, humana.

Los hombres jamás han sido animales; a partir del comienzo de los tiempos, el protoplasma contaba con todas las características necesarias para permitir que surgiera el primer hombre primitivo junto a cada una de las variedades de aspectos físicos que emergieron más tarde. El planeta en el que se encuentran, resulta ser único dentro de todo Nebadon, es decir, en el universo local donde está, el cual forma parte de un Súper-universo que posee un tamaño mucho mayor, que brinda múltiples oportunidades para experimentar no solo con formas nuevas, sino también con distintas variantes de la vida humana.

Sin embargo, no deben dejarse engañar, ya que no somos aficionados que se divierten combinando diferentes ingredientes dentro de un recipiente y esperan para ver qué es lo que obtienen.

Resulta de gran importancia que nosotros, los genetistas de Nebadon, quienes somos portadores de vida, llevemos a cabo nuestra labor para mejorar frecuentemente las formas físicas, con el propósito de que sean una plataforma más adecuada para:

• Que la raza humana primitiva logre alcanzar la mente humana superior con mayor facilidad y en menor tiempo.
• Guiar con mayor rapidez las almas humanas hacia el desarrollo espiritual después de que se encuentren ocupadas por una Fracción de Dios.

Los planetas materiales se crearon con el fin de producir almas dentro de ellos; almas que tengan la capacidad de evolucionar espiritualmente hasta habitar cada uno de los numerosos universos celestiales existentes. Una parte de dichas almas, se encuentra predestinada a fusionarse con su porción de Dios y Urantia, es decir, la Tierra, ya que es uno de esos planetas materiales cuyo propósito es crear seres humanos, que tengan la genética adecuada que les permita evolucionar hasta lograr que su alma se fusionen con el Fragmento de Dios que poseen en su interior.

Con el objetivo de proporcionarles a los hombres el impulso para buscar a Dios, hemos instituido un código genético tanto en sus cerebros como en su ADN, el cual los incita a ir en busca de su origen y su misión divina, preguntándose “¿Quién soy? ¿De dónde provengo? y ¿Hacia dónde me dirijo?

Este proceso evolutivo sigue adaptándose para brindarles la oportunidad de evolucionar todavía más: no solo en relación al dominio físico, sino también en cuanto al campo que suponen tanto la mente como la conciencia. Ser capaz de aprender a reaccionar ante distintos entornos y no olvidar aquellas cosas aprendidas a lo largo del tiempo, se trata de un obsequio que ofrece la “mente humana”, no uno que proviene del cuerpo físico. Sin embargo, el cuerpo físico tiene que contar con la capacidad para reaccionar ante la mente humana que recibe directamente del Espíritu Materno de Nebadon, ya que de otro modo, no puede llevarse a cabo ningún tipo de progreso, ya sea moral, intelectual y sobre todo espiritual.

Desde el comienzo de los tiempos, en el mundo siempre ha existido la posibilidad de crear humanos con distintos aspectos físicos, no solo con diferente color de piel, sino también con distintos aspectos externos, como la altura, la forma del rostro y el tamaño de la cabeza, varios colores y formas en los ojos y el cabello, etc. Además, una gran parte tiene la capacidad de adaptar su tono de piel de acuerdo a la intensidad del sol, mientras que otros no pueden exponerse completamente a los rayos solares.

Era de gran importancia que la piel tuviera la capacidad de ajustarse tanto a la intensidad de la luz como a las emisiones de la luz ultravioleta, dependiendo de las áreas del planeta que se habitaran, ya que su mundo posee numerosas regiones, que no solo cuentan con condiciones climáticas diferentes, sino también con distintas clases de vegetación que van desde bosques, playas y planicies abiertas hasta zonas de mucha nieve, montañas y desiertos. La “melanina”, es decir el pigmento que da color, tiene un papel fundamental dentro del color y la calidad tanto de la piel como del cabello y los ojos, los cuales poseen características específicas para poder ajustarse al medioambiente.

Aunque ahora tienen la posibilidad de cambiarlo, lo cierto es que las distintas clases de cabello, poseen un papel importante en la adaptación a los distintos tipos de climas. Asimismo, los ojos tienen cualidades según su color, por ejemplo, los de color negro suelen ser mucho más fuertes que los claros, además de que brindan una mejor vista.

Debemos mencionar que los ojos poseen una función importante, aparte de que se encuentran realmente cerca del cerebro y justo por debajo de la epífisis, es decir, el 3er ojo. Una gran cantidad de melanina brinda también a los hombres la capacidad de desarrollar conocimientos que se encuentran más allá de los puramente humanos, percepciones extrasensoriales que muestran más de lo que ven los ojos físicos, lo cual es algo esencial dentro de una sociedad que coexiste en armonía con la naturaleza y con cada una de sus formas de vida, climas y que al mismo tiempo busca a Dios, tal y como se planeó al comienzo. Sin embargo, la de ustedes es una sociedad tecnológica, es decir una sociedad creada por el hombre, que para poder ascender debe encaminarse nuevamente y encontrar su Fragmento de Dios.

ADN y cerebro: Ambos son el primer elemento que los impulsa a buscar una Fuente de creación superior, es decir, a Dios.

Personalidad única diseñada por Dios: Al contar con una fracción de Dios, la cual esta combinada con una mente humana otorgada por el Espíritu Materno de su Universo local, cada ser humano posee una personalidad única que tiene la capacidad de evolucionar mucho más.

Un corazón: El cual les permite evocar sentimientos que no solo son negativos, como por ejemplo, temor, odio, rabia, envidia, irritación, etc., sino también sentimientos muy positivos que los acercan más a la ascensión, como compasión, amor, altruismo, deseos de ayudar al prójimo, etc…

Libre albedrío: El cual es una característica que poseen para permitirles tomar decisiones de forma totalmente personal, ya que Dios quiere que cada alma existente regrese a Él por voluntad y elección propia.

Todas las células humanas tienen la frecuente necesidad de ajustarse de mejor manera al ecosistema en el que habitan; dicha necesidad se refleja igualmente en su búsqueda de Dios para encontrar su propósito de vida, el cual consiste en alcanzar la perfección espiritual mientras se encuentran dentro de la Tierra.

AUTORA: Lurdes Sarmiento redactora en la gran familia de hermandadblanca.org

TRADUCCIÓN: Lurdes Sarmiento

MÁS INFORMACIÓN en: https://www.messagescelestes-archives.ca/ne-sommes-cafouilleurs