Niveles de alimentación y consciencia

Jorge Gomez (333)

alimentos nutrición salud

Michio Kushi describe en su libro La salud por la macrobiótica un interesante paralelismo entre diferentes niveles de alimentación y el modo en que éstos nos llevan a una determinada consciencia espiritual. Dependiendo de nuestro desarrollo personal, puede que vibremos en un nivel de consciencia o en otro, y a la par, nuestro modo de alimentarnos también nos conduce hacia un nivel de consciencia más o menos evolucionado. Escribe Agnès Pérez.

Así, nuestro juicio y consciencia se verán limitados al comer de modo mecánico, sensorial, puramente emocional, intelectual, social o ideológico, mientras que comer de acuerdo a una consciencia libre, pudiendo elegir correctamente lo que nuestro cuerpo, mente y espíritu necesitan, nos conducirá a un estado de paz y armonía interna y con nuestro entorno.

Siete niveles en el comer 

Nivel 1: Alimentación mecánica. Las personas que actúan con este tipo de vibración no se plantean nada. Funcionan de manera automática, solo con el fin de saciarse, comiendo cualquier cosa disponible a su alrededor para que su cuerpo realice los procesos de digestión, absorción y eliminación.

Nivel 2: Alimentación sensorial. Comer para estimular los sentidos y según sus deseos, dando una prioridad especial al gus­to, texturas, color, olor y volumen, buscando alimentos que procuren­ un placer sensual o sean estéticamente atractivos. Obtener placer y satisfacer sus deseos para cualquier cosa sin tener en cuenta las repercusiones personales, sociales o medio-ambientales que esto conlleva es la forma de vida de las personas que adoptan este tipo de alimentación.

Nivel 3: Alimentación emocional. Comer de acuerdo a una satisfacción emocional. Dichas personas prefieren una atmósfera y arreglo de platos que apelen a su confort sentimental, y se alimentan en base a ataduras sentimentales hacia un determinado tipo de alimentos o de dieta. Por ejemplo, hacia algún plato que les recuerde a la cocina de su abuelita, o al día de su boda o a un viaje exótico, usando muchas veces música, velas y ciertas formas de platos por razones estéticas.

A la vez, observar qué emociones acompañan el consumo de determinados alimentos conociendo qué connotaciones energéticas tiene, nos ayudará a superar adicciones ya no desde la supresión de la sustancia o alimento adictivo sino desde la comprensión de las compulsiones y la sanación mental y emocional.

Nivel 4: Alimentación intelectual. Responde a justificaciones intelectuales. Atiende a razones sobre lo que está demostrado o no por la ciencia y requiere de causas y efectos probados. Está basada en teorías sobre nutrición que incluyen los conceptos de calorías, vitaminas, enzimas, proteínas, carbohidratos, grasas, minerales, grupo sanguíneo y otros. Esta es la forma teórica de co­mer de la sociedad moderna, que consume propiedades antes que alimentos en sí, valora solo el aspecto nutricional, deja de lado las características energéticas y la calidad de los alimentos, recomendando un sinfín de suplementos que se pueden encontrar perfectamente en productos integrales como el salvado, el germen, determinadas vitaminas y minerales, etc.

Nivel 5: Alimentación social. Difunde campañas publicitarias engañosas encubiertas por acciones socialmente bien vistas como la ayuda a países desfavorecidos o mínimas contribuciones con el medio ambiente, potenciando el consumo de determinados alimentos solo para el lucro de ciertas multinacionales aún a costa de manipular el buen corazón de mucha gente y de actuar de manera nada sostenible en sus procesos de producción. Algunos ejemplos son la pasada campaña publicitaria de la empresa Danone “Juntos sembramos vida”, la cría de langostinos o la pesca de perca que son un artículo de lujo en los países ricos, pero algunas de las personas que los crían o pescan apenas tienen el sustento suficiente para sobrevivir y además afecta al ecosistema de los lugares donde se establecen los criaderos. Los medios de comunicación masivos tienen un alto poder sobre lo que las personas eligen consumir, y las grandes empresas se aprovechan de ello sin ningún tipo de escrúpulos, siendo buenas clientas para estos medios de comunicación que siempre nos venden realidades manipuladas y esconden las pesquisas de quien les da de comer.

Nivel 6: Alimentación ideológica. Comer de acuerdo a creencias ideológicas. Corresponden a este nivel, todas las formas de comer basadas en las tradiciones religio­sas y espirituales: el Judaísmo, Hinduismo, Budismo, Taoísmo, Sintoísmo, Islam, y muchas otras enseñanzas tradicionales incluyen disciplinas dietéticas en sus textos de referencia, que pueden ser adecuadas en muchos aspectos. El problema es adoptarlas ciegamente, por sumisión a una ideología o filosofía, sin plantearnos qué es lo que nuestro cuerpo, mente y alma necesitan.

Nivel 7: Alimentación libre. Comer de acuerdo a una conciencia libre. Es la manera de comer natural y universal de acuerdo a un discernimiento claro e intuitivo. Esta forma de comer no se opone a ningún tipo de alimento, pero selecciona y prepara automáticamente el que más se adapta a nuestras necesidades y a las de nuestro entorno.

Las características de una alimentación libre son:

  1. Natural
  2. Orgánica o ecológica
  3. Integral
  4. Local o regional
  5. Estacional
  6. Artesanal
  7. Centrada o equilibrada energéticamente

Ésta es la forma de comer para poder realizar nuestros sueños.

Georges Oshawa decía: “A menos que nos responsabilicemos por nuestra alimentación cotidiana, a la larga seremos incapaces de dirigir o influenciar los demás aspectos de nuestro Ser. Y si no lo hacemos, en vez de estar formados por una consistente y natural pauta de crecimiento, nuestro bienestar físico y mental sufrirá presiones extremas que tipifican el estilo de vida moderno. En tal situación, no debería sorprender que el talante, los pensamientos y la salud física fluctúen de una manera azarosa e incontrolable. El individuo ordinario, aquel que no quiere cambiar, se mantiene sometido a su karma, a la ley de causa y efecto, pero aquel que realiza los esfuerzos necesarios, puede enteramente desembarazarse de lo que lo abruma o mantiene prisionero”.

Por Agnès Pérez, directora de la Escuela Macrobiótica Ca L’Agnès (Cubelles-Barcelona). Profesora certificada de Yoga IYENGAR®.
Contacto: agnesmacrobiotica@gmail.com.
http://agnesmacrobiotica.blogspot.com.es/
http://cocinamacrobioticamediterranea.blogspot.com.es/

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