Nuevos pasos hacia la reforma de la banca
Positive Money, una ONG británica formada por voluntarios que desean proponer reformas para transformar la banca en beneficio de la sociedad, está consiguiendo importantes avances en su campaña en favor de un mejor sistema bancario; una banca que no pueda causar el tipo de caos que experimentamos hace tan solo un par de años, que no tenga privilegios especiales del gobierno, y que dé un servicio al público, en lugar de explotarlo.
Es tal la preocupación de que el sistema actual de la banca no funciona que el propio Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, ha dicho recientemente: “De todas las maneras en que se puede organizar la banca, la peor es la que tenemos hoy en día.” Esta crítica sin precedentes es una buena señal de que podríamos estar muy cerca de que se produzcan cambios de verdad.
Según el modelo actual de la banca, cuando los bancos conceden préstamos, lo que en realidad hacen es crear dinero nuevo de forma digital. Según afirma Martin Wolf, editor jefe de economía del diario Financial Times: “La esencia del sistema monetario actual es la creación de dinero a partir de la nada, a través de préstamos concedidos por bancos privados a menudo sin ningún criterio.”
Vale la pena pararse a pensar durante un momento sobre las consecuencias de este modelo. Los bancos son responsables de crear el 97% del dinero que fluye por nuestro país [Reino Unido] hoy en día. Ellos crean este dinero cada vez que conceden un préstamo. Asimismo, este dinero se destruye cuando se devuelve el préstamo. Prácticamente todo el dinero de nuestra economía se crea como “dinero temporal” a través de una deuda.
Vivimos en un sistema en el que el dinero es necesario, pero para poder usarlo, nos vemos obligados a “alquilárselo” a los bancos; este dinero se crea al constituir un préstamo y, posteriormente, cuando el préstamo se devuelve, alguien más debe pedirlo prestado para que ese dinero pueda seguir existiendo. Literalmente no hay otra manera de poner dinero nuevo en circulación hoy en día.
¿Deberíamos sorprendernos entonces de que los bancos sean tan ricos y de que los niveles de endeudamiento en el Reino Unido sean tan elevados? Todos nosotros nos vemos obligados a pagar intereses a los bancos de manera colectiva por todo ese dinero que ahora existe.
Además de ser capaces de prestar ese dinero que crean de la nada, los bancos son las empresas que mayores ayudas y subvenciones reciben en todo el mundo. Se benefician de una serie de avales, ayudas y privilegios a los que ninguna otra industria o sector puede acceder. Los bancos están autorizados a jugarse tu dinero y luego, cuando se les acaba, vuelven a conseguir más dinero aún de gente como tú, los contribuyentes – un privilegio que asciende a unos 100.000 millones de libras (unos 115.000 millones de euros) al año.
En 2007, los bancos llegaron a ser tan irresponsables con sus préstamos (empujando los precios de la vivienda a niveles tres veces superiores a su nivel natural y endeudando a personas que no tenían capacidad para devolver sus préstamos) que se desencadenó un enorme tsunami de impagos en todo el mundo, provocando una crisis económica que muchos siguen padeciendo hoy en día.
Lo bueno es que este sistema resquebrajado e injusto tiene una fácil solución. Para ello es necesario hacer dos cosas muy sencillas. En primer lugar, los bancos deben pedirnos permiso antes de ponerse a jugar con nuestro dinero. En segundo lugar, debemos retirarles esa licencia que les permite “imprimir” dinero digital y garantizar que el dinero sólo pueda ser creado por un organismo público transparente y que redunde en beneficio público, no para enriquecer a los banqueros.
Estos dos sencillos cambios pueden proporcionar a las arcas públicas hasta 115.000 millones de euros al año, precisamente el dinero que se utilizaba anteriormente para llenar los bolsillos de los banqueros, allanando el terreno para que se produzca un verdadero cambio en nuestra sociedad. Al retirarle el derecho a los bancos a jugar con nuestro dinero y prestar dinero que crean de la nada, les estaremos quitando su capacidad para que vuelvan a provocar los estragos vividos en 2007. De este modo, no serán necesarios rescates bancarios ni subvenciones estatales, y nos aseguraremos de que nuestro dinero está a salvo o está bien invertido sin necesidad de mayores impuestos o recortes en el gasto público.
Este debate está llegando al público con gran fuerza. Por primera vez, la televisión generalista británica (en concreto, un documental reciente emitido por la cadena BBC sobre los bancos británicos titulado “Too big to save?”) ha empezado a utilizar términos críticos como “banca de reserva fraccional”, un término que describe el proceso mediante el cual los bancos están autorizados a fabricar dinero.
Entretanto, el gobierno británico ha creado la ICB (una comisión independiente sobre la banca) para estudiar alternativas al sistema actual. Nuestra organizacion (Positive Money), así como el profesor Richard Werner, y la New Economics Foundation – autores de un informe reciente remitido a la ICB- han sido invitados a presentar los resultados de sus investigaciones a esta comisión.
Con el apoyo de la opinión pública, el respaldo institucional y un buen puñado de militantes activos que nos brindan su tiempo y dedicación, podemos lograr el cambio que necesitamos.
Más información:
www.positivemoney.org.uk
www.onegoodcut.org
Traducción: Javier Gil
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