Redención: contribución a la salvación del alma

La redención hacía referencia a ideas primitivas de rescate y pactos que evolucionaron a los servicios sacramentales de épocas más recientes. Ceremonias que han ejercido una enorme influencia socializadora. Las doctrinas de la redención mediante sacrificios humanos dieron paso al culto del sacramento. El hombre moderno ha de desarrollar nuevas técnicas para alcanzar la autoconciencia de la salvación. Cristo fue el último sacrificio humano, fue nuestro redentor.

Dos acepciones del verbo redimir suponen intercambio de bienes: ‘comprar de nuevo algo que se había vendido, poseído o tenido por alguna razón’ y ‘dejar libre algo hipotecado, empeñado o sujeto a otro gravamen’; pero ambas implican la recuperación de algo que se poseía, lo que no sucede con los puntos, millas, cupones u otras unidades promocionales, que canjeamos por productos o servicios que nunca fueron de nuestra propiedad.

En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «Los titulares de la tarjeta podrán redimir sus puntos por vuelos, noches de hotel o alquiler de coches», «El monedero electrónico se puede usar en los comercios para abonar y redimir puntos» o «La red social presentó un nuevo sistema para que los usuarios puedan redimir cupones».

Es probable que este uso inapropiado de redimir provenga de una mala traducción del verbo inglés to redeem, que sí incluye una acepción de canjear o cambiar.

Por lo tanto, en los ejemplos antes citados habría sido recomendable haber escrito «Los titulares de la tarjeta podrán canjear sus puntos por vuelos, noches de hotel o alquiler de coches», «El monedero electrónico se puede usar en los comercios afiliados al programa para abonar y cambiar puntos» y “La red social presentó un nuevo sistema para que los usuarios puedan canjear cupones».

Algo similar ocurre con el concepto de salvación. Salvar es ante todo librar de un peligro que amenaza, salvar de un naufragio de una derrota, de una enfermedad.

Como si estuviera en un juego de video, el discípulo va avanzando por los niveles de aprendizaje, evidenciando su desempeño en el desarrollo de competencias.

Al ser el esoterismo un emprendimiento con el que se han comprometido la mayoría de los aprendices, sus competencias son de tipo científico, de manera que abordaremos los niveles desde el conocimiento de de la naturaleza y el conocimiento de la sociedad.

La Mónada se expresa mediante la Tríada espiritual, el Alma mediante los tres aspectos del Yo y la personalidad a través de los tres vehículos mecánicos.

La personalidad.

La personalidad es una mezcla de energía mental, de energía emocional y de fuerza vital, estando las tres contenidas en un cascarón externo o forma de materia físico densa. Este cuerpo exterior es en sí una forma de energía negativa. El resultado de la unión de tres energías en forma objetiva, constituye la autoconciencia.

El mecanismo orgánico es triple en su expresión. Primero un cuerpo energético con siete centros de fuerza, un cuerpo emocional que se densifica en en el sistema endocrino y un cuerpo mental que tiene su soporte en el sistema nervioso.

Autoafirmación-centro básico-glándulas adrenales.

Autoperpetuación-centro sacro-gónadas.

Autoexpresión-centro laríngeo-glándula tiroides-cerebro inferior.

Autoconciencia-centro coronario-glándula pineal-cerebro superior.

El avatar, como figura imaginada, funciona sólo por memoria instintiva ya aprendida y estampada en las neuronas.  El cuerpo físico es una red neuronal compleja, la conexión de las neuronas crean su propio campo magnético y son los neurotransmisores los que generan su propio campo energético. El cuerpo emocional es la dinámica energética y magnética de la red neuronal de la persona. El cuerpo mental requiere de un cerebro en el que pueda plasmar las imágenes, reprime los impulsos naturales del cuerpo emocional, lo que puede conducir a problemas de salud en todos los niveles.

Niveles 1 al 3.

La psicología es la ciencia que mostró los desempeños requeridos por el aprendiz para el autodominio. La psicología cognitiva declaró que la elección que guía la acción es tan real como la acción resultante. Los principios que guían la acción requieren una explicación como forma de acción mental y así surgió la ciencia cognitiva.

El aprendiz  que se ubica en el nivel 1 podría reconocer algunos derechos ciudadanos en situaciones sencillas. Adicionalmente, podría reconocer factores que generan un conflicto e identificar creencias que
explican algunos comportamientos.

El aprendiz que se ubica en el nivel 2 reconoce deberes del Estado y situaciones de protección o vulneración de derechos en el marco del Estado social de derecho; identifica relaciones entre conductas de las personas y sus cosmovisiones; y reconoce las dimensiones presentes en una situación, problema, decisión tomada o propuesta de solución. Además, contextualiza fuentes y procesos sociales.

El aprendiz que se ubica en el nivel 3 identifica prejuicios o intenciones contenidos en una afirmación y reconoce las dimensiones e intereses involucrados en un problema o alternativa de solución. Asimismo, identifica algunos conceptos básicos de las ciencias sociales y modelos conceptuales, y valora y contextualiza la información presentada en una fuente. Es gracias al espíritu emprendedor como el ser humano llega al séptimo círculo psiquico y empieza a profundizar en la autoconciencia.

El cuerpo bioenergético.

El cuerpo bioenergético, en realidad, sólo es energía. Está compuesto de miríadas de filamentos de fuerza o diminutas corrientes de energía, mantenidas en relación, por su efecto coordinador, con los cuerpos emocional, mental y el alma. Estas corrientes de energía a su vez producen un efecto sobre el cuerpo físico, induciéndolo a emprender alguna actividad, según la naturaleza y poder del tipo de energía que rige al cuerpo energético en determinado momento.

En las primeras etapas y hasta el tercer nivel, la Ciencia de Impresión se ocupa de establecer cierta sensibilidad –invocativa– entre la Tríada espiritual –que se expresa periódicamente por medio de la mente abstracta, el alma o el Hijo de la Mente– y la mente concreta. Este triángulo mental es un reflejo, en tiempo y espacio, de la Mónada y de los dos aspectos superiores de la Tríada, y es reflejado (después de los procesos de invocación y evocación) en otra tríada –la de la mente inferior, el alma y el cuerpo vital. Cuando la relación entre las mentes concreta y abstracta está establecida correcta y permanentemente, entra en actividad la tríada inferior –centro coronario, ajna y laríngeo– vinculada a la Ciencia de Impresión.

El alma.

El alma o aspecto conciencia, lo que hace al ser humano una entidad pensante está «introducida» en un lugar del cerebro, que denominamos glándula pineal. El aspecto vida que anima a cada átomo del cuerpo se encuentra introducido en el corazón. El ser humano espiritual trata de controlar desde esos dos puntos a su cuerpo físico. El alma situada en el cerebro hace que el ser humano sea una entidad racional inteligente, autoconsciente y autodirigida, percibe en diversos grados el mundo en que vive, creando su propia cosmovisión, según su etapa de evolución y el consiguiente desarrollo de su mecanismo orgánico, que da forma a la personalidad.

El sistema nervioso simpático es el mecanismo de sensación, íntimamente relacionado con el cuerpo emocional. El contacto se produce por intermedio del plexo solar, así como la vitalidad penetra en el organismo por medio del plexo esplénico, el bazo, y ambas llegan al corazón y de allí al centro cardíaco.

Vida vital-centro esplénico-bazo-espectro energético.

Vida sensoria-centro solar-páncreas-plexo solar.

Vida mental-centro ajna-glándula pituitaria-arteria carótida.

Vida celular-centro cardíaco-glándula timo-sistema circulatorio.

La triple personalidad es para el alma lo que la Tríada espiritual es para la Mónada: un medio claro de expresión. El aura magnética comienza a formarse en cuanto se hace contacto con el alma; el aura se ahonda y expande a medida que estos contactos son más frecuentes, convirtiéndose finalmente en un estado habitual de conciencia; entonces se halla siempre y a voluntad en relación con su alma, el segundo aspecto divino. El aura constituye en realidad la reserva de la sustancia mental, de la cual puede
depender espiritualmente.

Niveles 4 al 6.

La filosofía contribuyó a mostrar el funcionamiento de la mente práctica mediante reflexión. La filosofía constructivista es a la vez una filosofía de la ciencia, del arte y de la cognición, motivo por el cual la tecnología tomó su lugar y empezó a evidenciar los desempeños requeridos en los diversos niveles de la mente humana.

El aprendiz que se ubica en el nivel 4 conoce algunas disposiciones de la Constitución Política de su país que posibilitan la participación ciudadana y el control a los poderes públicos; analiza y compara enunciados, intereses y argumentos; y evalúa alternativas de solución a un problema. Este discípulo analiza situaciones a partir de conceptos básicos de las ciencias sociales o de contextos históricos y/ geográficos. A su vez, relaciona fuentes y políticas con modelos conceptuales, y valora los contenidos de una fuente de información. Como individuo emerge de la corrupción de una sociedad de personalidades, comienza con la autoconciencia y termina con la toma de conciencia social. Se libera del propio interés para servir a un bien mayor.

El aprendiz que se ubica en el quinto nivel, va en busca de la revelación, la cual lo libera de la ceguera para una nueva visión.

En el sexto nivel el alma se libera de la heteronomía para poder elegir.

El cuerpo causal.

El cuerpo causal es ese aspecto de la consciencia que se encarna una y otra vez en el mundo de la forma. Almacena todas las buenas intenciones que se han ido acumulando a través de diversas experiencias de vida, como un sello de la memoria escrita en la luz. Tras la muerte, los tres cuerpos inferiores se desintegran y sólo lo que es puro y está refinado se alza y queda retenido en el cuerpo causal. Cuando el cuerpo causal desarrolla más lucidez a través del paso por los siete círculos psíquicos, los cuerpos superiores lo empiezan a utilizar como un modo de dirigir los cuerpos inferiores a través del puente arcoiris, puente entre lo inferior y lo superior.

Desde el sexto nivel, al que sólo llegan quienes alcanzan la Maestría, se marca una transición que comienza en las tres primeras etapas de sensibilidad, necesarias para el discípulo, como preludio para el quinto nivel  –en realidad para el tercero, cuarto y quinto–, teniendo que ver con las tres etapas de comunicación de la Tríada, cada una de las cuales está relacionada con el séptimo, octavo y noveno nivel.

La Mónada

La Mónada es el cuerpo electrónico o Divina Presencia Yo Soy.

Una de las cosas más difíciles para el discípulo aspirante y el estudiante esotérico es llegar a registrar, directamente en el cerebro, impresiones desde la Tríada espiritual (y luego desde la Mónada) vía el puente arcoiris. Dicha impresión debe descender directamente desde los niveles mentales hasta el cerebro, evitando todo contacto con el cuerpo emocional; sólo en la medida en que se consiga este descenso directo, estará libre de error la impresión recibida, y no estará viciada por algún complejo emocional, puesto que el nivel astral de conciencia es el gran desfigurador de la verdad esencial.

El cuerpo intuitivo es accesible una vez que el centro cardíaco se ha activado por completo, lo que a su vez requiere la activación del corazón mediante el Ego. Todas las experiencias místicas superiores o revelaciones llegan a través del centro cardíaco y por lo tanto están basadas en la conciencia crística-búdica.

El cuerpo intencional crea una una tensión creciente en la personalidad mediante la intención, mientras la luz se va filtrando gradualmente en los planos inferiores, hasta iluminar los tres cuerpos de la personalidad.

Para que el cuerpo monádico se exprese a través de la consciencia humana, los tres cuerpos inferiores tienen que ser absorbidos por sus tres contrapartes de la Triada espiritual: intención, intuición e inteligencia.

Niveles 7 y más

La religión fue la encargada por mucho tiempo de preservar el funcionamiento de la mente abstracta como adoración y entrenar en la redención de los cuerpos. Así como la liberación de la energía del átomo demostró la triple naturaleza del aspecto sustancia, la liberación de la energía del alma revela la triple naturaleza del aspecto conciencia.

El cuerpo emocional es trascendido antes de la cuarta iniciación, el cuerpo causal antes de la quinta; todo el proceso de «trascender» lleva mucho tiempo y tiene que realizarlo con intensidad; primero, enfocándose en la naturaleza emotiva mediante la discriminación consciente y, finalmente, en la naturaleza causal del Yo inspirada por la Tríada espiritual, que eventualmente sustituye al alma. Todo esto abarcará numerosas encarnaciones, porque el registro y la interpretación de las impresiones superiores implica la Ciencia de la Electricidad y requiere mucho estudio y práctica para perfeccionarlos.

En el séptimo nivel el alma se libera del aferramiento de la vida fenomenal.

En el octavo nivel el alma se libera de la sensibilidad de la conciencia.

En el noveno nivel el alma se libera de todas las formas posibles de tentación.

El campo electromagnético.

El cuerpo bioenergético del ser humano es parte integrante del campo electromagnético planetario, y responde a la libre distribución de las innumerables energías circulantes. La energía procedente del primer centro planetario Shamballa, utiliza el centro coronario actuando a través de la Tríada espiritual, la energía proveniente del segundo centro planetario Consejo de Maestros, utiliza el centro cardíaco actuando a través del alma. La energía proveniente del tercer centro planetario, La Humanidad, utiliza el centro laríngeo actuando a través de la personalidad.

Toda persona tiene una frecuencia propia que es el hilo de sus pensamientos, cómo es y lo que ha acumulado a través del tiempo en su vida y en vidas previas.