Saliendo del miedo, convertirse en Guerrero

JP Ben-Avid

guerrero

De pequeños los seres humanos nos sentimos indefensos y requerimos del cuidado de nuestros padres para sobrevivir. Pero a medida que crecemos queremos afirmar nuestra propia identidad y sentir que somos diferentes a nuestros padres, que podemos valernos por nosotros mismos y al crecer también ir adquiriendo independencia. Con el tiempo descubrimos que somos seres interdependientes y esto es lo que nos permite construirnos en medio de una sociedad como seres humanos responsables.

La independencia nos da la posibilidad de sentirnos libres y afirmarnos en nuestro propio ser.  Pero no siempre logramos desarrollar nuestra independencia de la manera correcta, por lo que cometemos actos irresponsables que en lugar de lograr nuestra autoafirmación nos llevan a la destrucción. Pensamos en nuestra autoafirmación, sin pensar en el otro, por lo que nos convertimos en seres egoístas que muchas veces nos lleva a la dificultad de vivir en una sociedad. Consideramos que nuestras necesidades no son compatibles con las del otro o que en el mundo no existe la suficiente abundancia para satisfacernos a todos, por lo que cada uno “lucha por lo suyo”.

El miedo

El miedo a enfrentarnos a los desafíos que la vida nos presenta, nos lleva a relaciones de hostilidad. Este miedo poco sano que no nos ayuda a realizar cambios en nuestra vida sino que por el contrario nos paraliza es el que hace que actuemos de forma poco colaborativa frente a otros buscamos el beneficio propio y nos olvidamos de las necesidades e intereses de los otros, el miedo nos impide avanzar, nos desconecta de la realidad y nos muestra una imagen distorsionada de la realidad y es este mismo miedo el que nos mantiene en los mismos patrones de conducta distorsionados en donde no crecemos por miedo a ver que hay más allá del lugar en el que nos encontramos.

El miedo atenta contra nuestra naturaleza que es crecer, afecta nuestra integridad y nos lleva al caos el cual encontramos diariamente en nuestra sociedad. Peleamos los unos contra los otros por miedo, sin darnos cuenta que la solución está en la cooperación. Pero este miedo aunque hace parte de nuestro instinto natural, constantemente nos lo alimentan para para indicarnos lo que es correcto, enseñarnos características de nuestra cultura y creencias; pero también nos lo fomentan a través de la educación y las noticias. Tenemos miedo de salir a la calle, de expresar lo que pensamos y lo que sentimos, tenemos miedo de fracasar, de ser diferentes a otros y un sinfín de cosas más que nos llevan a reaccionar con agresividad o a quedar paralizados por completo.

mujer

Pero también, el miedo, se convirtió en elemento fundamental en las relaciones, generando más que relaciones de amor, relaciones de apego, en las cuales nos sometemos a las solicitudes de otros para cumplir sus expectativas, hacemos las cosas no porque salgan de nuestra propia convicción sino porque tenemos miedo de perder el afecto del otro. Deseamos ser aprobados tanto por los otros, sean estos nuestros padres, jefes o amigos que muchas veces terminamos sometiéndonos a situaciones dolorosas, restrictivas y destructivas que en lugar de llevarnos a un estado de libertad, están castrando nuestra identidad.

Todos tenemos un Guerrero interior

leopardo

Sin embargo, dentro de nosotros habita un Guerrero que nos impulsa a salir de las redes del miedo y encontrar esa libertad tan anhelada que se encuentra deseosa de salir dentro de lo más profundo de nuestro ser. A partir de lo que otros piensan de cada uno de nosotros, nos formamos una imagen de aquello que debemos proyectar para agradar a otros y buscamos establecernos como sujetos con una identidad y un poder. Es a través de lo que hacemos, nuestros movimientos, nuestra mirada, la forma de hablar, la ropa que usamos, como proyectamos esta identidad para que sea captada por los otros. Cuando mostramos esta imagen nos sentimos empoderados, “sujetos de poder”, pero cuando sobrevienen las crisis este poder sentimos que va desvaneciéndose y podemos entrar en estados de victimización, quejándonos de lo que nos sucede y limitándonos en nuestras capacidades.

No obstante, ese Guerrero que llevamos dentro surge nuevamente con su creatividad y fuerza para sacarnos de ese estado de sumisión. Es el Guerrero quien nos ayuda a buscar opciones, enfrentarnos a las dificultades, asumir la responsabilidad de nuestros actos y aceptar los cambios que se presentan en nuestra vida. Es el Guerrero quien nos ayuda a expresarnos en el mundo y poder mostrar nuestro poder personal. Nuestro Guerrero también nos defiende de las situaciones tóxicas, pone los límites para que nuestro ser interno no sea pisoteado, nos saca de la parálisis producida por el miedo y nos lleva a actuar y avanzar para lograr lo que deseamos.

Cómo desarrollar nuestro Guerrero

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Aunque no todos contamos con un Guerrero bien desarrollado, existen algunas recomendaciones que podemos llevar a cabo para fortalecernos más cada día y tener un Guerrero sano que nos acompañe:

  • Mejorar mi autoestima, reconocerme como un ser con poder. No esperar a ser reconocido por el otro. Darle el valor a las cosas que hago sin importar la opinión de los otros.
  • Aprender a recibir los elogios de otros.
  • Aprender a poner límites. Saber cuándo alguien nos está agrediendo y saber expresar de manera asertiva nuestros pensamientos y sentimientos frente a esa situación.
  • Reconocer nuestros miedos. Comprender cuando estos nos están llevando a comportarnos de forma agresiva o por el contrario nos paraliza.
  • Aprender a ser estratégicos como lo hacen los Guerreros. Saber cuándo podemos enfrentarnos a una situación y cuando es mejor retirarse.
  • Evitar los pensamientos y comportamientos de victimización.
  • Atreverse a hacer algo diferente

Actuar con convicción de que lo que estamos haciendo nos hace mejores, que no estamos haciendo daño a otros y que es para mí bienestar y el bienestar de otros

Autor: JP Ben-Avid

Redactora hermandadblanca.org

Bibliografía

Aldana, Graciela. (2003). De arquetipos, cuentos y caminos. Creatividad e Innovación Ediciones.

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