Seminario Daoyin Qigong con Paul Lundberd

Jorge Gomez (333)
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A Cerca Del Daoyin Qiqong, Un Camino de la Medicina Energética
Un Artículo Introductorio de Paul Lundberg

El término «medicina energética» describe y engloba toda la gama de técnicas terapéuticas que trabajan directamente con la fuerza o energía vital de una persona, con el fin de fortalecer y armonizar la totalidad del ser, restableciendo y manteniendo la salud a su máximo nivel físico, emocional y mental. Mientras que en muchos lugares del mundo existe una tradición de sanación basada en principios vitales, es en China y Japón donde el concepto de fuerza vital, llamado «Qi» o «Ki» se ha desarrollado con mayor insistencia a lo largo de muchos siglos como base de un elaborado y versátil sistema de medicina.

Daoyin
El Daoyin (Do-In en Japón) constituye el más sutil, accesible y natural de los métodos orientales de sanación tradicional, cuyas raíces se remontan a uno de los instintos más primarios del ser humano: el de consolarnos, tocarnos y apoyarnos unos a otros. En China todas las técnicas manuales de sanación como el palmeo, la presión digital, el masaje, las manipulaciones y correcciones posturales, junto a varios sistemas de ejercicios mentales físicos y respiratorios, se agruparon bajo éste nombre, que significa «guiando e induciendo». Se consideraron de forma colectiva como el más alto grado dentro de la medicina tradicional debido a su simplicidad y concreción, al guiar a las personas hacia el autoconocimiento, la responsabilidad, la mutua cooperación y el respeto a la naturaleza. Los métodos se prestan tanto para la práctica personal, como para el tratamiento y orientación de otras personas. Han sido desarrollados hasta un alto nivel de sofisticación y poder.

Los sistemas chinos de Qi Gong, como el Shiatsu de Japón, ambos recientemente extendidos por Occidente, son manifestaciones bastante modernas de la venerable tradición de Daoyin.

Qigong
Desde el periodo clásico más antiguo han existido en China ejercicios cuya finalidad era la de fortalecer la constitución, aumentar la vitalidad y garantizar una buena salud. Hoy en día todo esto se conoce por el término Qigong, que se pronuncia Chi Gong (y muchas veces así se escribe) y quiere decir «trabajando con la energía», o «cultivando la vitalidad».

Hay muchas formas diferentes, pero todas tienen unos principios básicos comunes en relación a la postura, la respiración, la concentración mental y la visualización, y todas tratan de mejorar la circulación del Qi dentro del cuerpo. Algunos de sus efectos son los de fortalecer huesos y nutrir tendones ligamentos y articulaciones, además de estimular la función de los órganos vitales.

Estos ejercicios engloban un compendio de influencias recibidas a lo largo de los tiempos, cuyo origen se remonta a filosofías budistas y taoístas, a teorías de autodefensa y artes marciales, al estudio de los movimientos animales, así como a teorías médicas. Forman parte de un rico patrimonio al que también pertenece el Tai-Chi.

Sin embargo, es siguiendo los principios de Daoyin cuando sentimos los beneficios más profundos del Chi Gong: tranquilidad interna, lucidez mental y fluidez en los movimientos del cuerpo.

Daoyin Qigong
Entonces, la pregunta queda así, «¿Qué es Daoyin, exactamente, o cuáles son las cualidades diferenciales que aporta a la práctica del Qigong?»

Aunque como se ha mencionado antes, la palabra significa «guiar e inducir» el flujo del Qi, sus componentes nos aclaran un poco más. La primera parte, «Dao» significa tranquilidad (de la mente), o estado de relajación si hablamos del cuerpo físico. La segunda parte «Yin», significa tirar, adelantar o guiar;* se refiere más a los movimientos de cada ejercicio que se utilizan en todo momento como una oportunidad para relajarnos de forma consciente. Siendo más precisos, el movimiento es el vehículo que nos proporciona la oportunidad y el método para aprender como hacer un esfuerzo sin excesos de tensión, y por tanto permite que la tranquilidad y paz vayan asentándose en nuestro interior.

Básicamente, el ejercicio Daoyin se caracteriza por movimientos lentos y continuados durante los cuales encontramos el espacio adecuado para observar el estado de nuestro cuerpo, y corregir suavemente cualquier tendencia a tensarnos. Normalmente se practican de pie, dado que siempre trabajamos para conseguir una postura equilibrada, pero también existen ejercicios importantes que se hacen sentados o tumbados. Al mismo tiempo, nos conviene concentrar la atención en la respiración y procurar dejarla fluir de manera natural. En ésta práctica no controlamos la respiración.
Nos encontraremos también con nuestras emociones más profundas como el miedo, el enfado, la envidia y la impaciencia, que de vez en cuando emergen a la superficie a través de la práctica. Notamos el impulso de reaccionar, preocuparnos o culparnos a nosotros mismos.

No luchemos más frente a todo esto – es mejor que nos aceptemos tal y como somos, tal y como estamos en ese momento, y que sigamos adelante con la práctica, dejando que salga lo que salga, permitiéndonos sentir lo que sentimos; nos mantendremos conscientemente alertas, positivos y al fin, lo más tranquilos que podamos. A veces parece que trabajemos rozando nuestros límites, pero también podemos llegar a conseguir estados muy placenteros.

Entonces, si Daoyin fuera un remedio como dice la tradición, «dao», la calma, sería su ingrediente principal; yin es el ayudante, la forma, que permite a éste llegar a su destino más profundo.

Los ejercicios del Daoyin pertenecen de forma específica a la tradición médica y a su conocimiento. Por eso se relacionan con los trayectos de los meridianos o canales del Qi que afectan el cuerpo-mente, cada uno de manera distinta. La misma tradición nos recuerda que entre las causas de enfermedad, destacan la mala postura, el sobreesfuerzo físico, y más importante todavía, las emociones reprimidas. Este sistema se dirige directamente a estas causas. En las clínicas chinas, se siguen enseñando varias combinaciones de estos ejercicios destinados a personas con enfermedades graves o crónicas.

Sin embargo su propósito último es mejorar la salud en todos sus ámbitos, y una serie de varios ejercicios sencillos puede conformar una práctica diaria para quien lo quiera. Luego, los que practican bien el Daoyin Qigong pueden trasmitir sus bondades a otras personas de forma sencilla y responsable.

Esto tan solo ha sido una descripción básica del Daoyin y su propósito. Las formas se deben encontrar sobre la marcha. Tendríamos que buscar clases con un maestro con formación adecuada, si fuera posible. Recordad que no todos los estilos de Qigong llevan incorporados éstas características de tradición medicinal. Muchos estarán enfocados desde otra perspectiva como la de las artes marciales, con sus consiguientes beneficios. Quizás os encontrareis personas que practiquen shiatsu o acupuntura y que podrían ayudaros en vuestra búsqueda.

• Es importante diferenciar la palabra ‘Tao’ de Taoísmo y ‘Dao’ de Daoyin. Aunque suenan muy parecido, son dos caracteres distintos de escritura china. De igual manera el ‘Yin’ del concepto Yin y Yan no tiene nada que ver con el yin de Daoyin.

 

 

C V.
Acerca de Paul Lundberg

Inició sus estudios de acupuntura, shiatsu y masaje en 1.975 compaginándolos con su formación en Tai chi y Chi Gong.
Se graduó en el «International College of Oriental Medicine» del Reino Unido.
Durante los más de veinticinco años de experiencia que lleva dedicado a la práctica y a la enseñanza, no ha dejado de estudiar y formarse en éstos y otros sistemas de sanación chinos, japoneses y terapias contemporáneas de dinámicas psico-físicas, con varios respetados maestros.
Cofundador del Shiatsu College UK de Londres (1986), abrió una rama de esta escuela (1994) en el Sur de Inglaterra (Brighton), de la que ha sido director durante cinco años.
Es autor del «Libro del Shiatsu» publicado en España por Integral y traducido a diez idiomas.
En la actualidad aunque sigue ejerciendo como profesor en Inglaterra, España y otros países europeos, pasa la mayor parte de su tiempo en Tenerife dedicado a escribir.
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1 comentario

  1. Gracias,me parece importantisima esta lectura.¿Quién sino cada uno de nosotros,puede saber por sí mismo si es bello o feo interiormente?.Con respeto y amor,VISITACIÓN,

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