Talmud: Características, historia e influencias de este importante libro sagrado
A través de la historia, el ser humano ha ido buscando la raíz de su existencia. Y ha dejado huella de ese camino desde el principio de los tiempos. Son estas huellas las bases desde las que nos asentamos para continuar ese camino. Pues anhelamos, como especie, las respuestas a la pregunta más esencial de nuestra existencia.
Entre estas huellas, destacan los libros antiguos. Donde los pensadores, filósofos, astrólogos e historiadores de todos los tiempos han ido recolectando sus notas. Experiencias y aprendizajes de vida, pistas en su camino y conclusiones lógicas.
Ellos cuentan nuestra historia.
Así, la huella de la historia sobre la que hablaremos el día de hoy es el Talmud. Este libro, herencia de la tradición judía para toda la humanidad, es una autoridad en el judaísmo rabínico.
Así que quédate con nosotros, mientras hacemos una breve exposición sobre este libro tan maravilloso.
Qué es el Talmud
El Talmud es, a fin de cuentas, una colección de paradojas. A pesar de que su marco es lógico y organizado, su base se encuentra en la asociación libre. Esto quiere decir que el objetivo principal del Talmud es que las personas puedan interpretar y comentar el libro de leyes conocido como Mishna.
Sin embargo, el Talmud es una obra de arte que va mucho más allá de un libro de estudio.
La clave de este trabajo se encuentra en su nombre: «Talmud». Talmud significa, en el antiguo herbreo, ‘estudiar’, ‘aprender’ y ‘cumplir el mandamiento del estudio de la Torá. Estudio este que es en sí mismo una propio meta y una recompensa.
Sin embargo, aquellos que son sabios en esta materia no son simplemente personas que han sido estudiantes y maestros. No, sino que sus propias vidas constituyen la Torá.
El Talmud está constituido en su totalidad por preguntas y respuestas. Y lo interesante es que al contrario de la mayoría de los libros sagrados, en este caso las personas deben cuestionar lo que están leyendo. Aunque no cualquiera puede cuestionarlo.
Puesto que el Talmud exige una tremenda erudición cuantitativa por parte de quienes lo estudian.
Orígenes del Talmud
Según nos cuenta la antigua tradición judía, la Torá Oral fue otorgada en el monte Sinaí, junto con las tablas de la Ley Escrita. Y esta fue transmitida y estudiada oralmente por generaciones y generaciones en el pueblo judío. Y no es sino hasta el siglo II EC que el rabino Rav Yehuda Hanasi lleva a cabo el primer resumen escrito de esta ley Oral: Mishna.
A partir de este momento se da un período de trescientos años, donde los eruditos estudiaron y debartieron sobre este resumen. Y estos debates y comentarios durante esos trescientos años fueron compilados en la Gemara (también conocido como Talmud en el sentido más estricto).
En Palestina, las discusiones de los sabios fueron recopiladas en el Talmud de la versión de Jerusalén. Y esta fue editada por aquellos discípulos del rabino Yohanan, el sigro IV EC. en Tiberíades.
El Talmud de Babilonia, homólogo fruto de la diáspora, resultó de una recopilación que llevaron a cabo Rav Ashi y Ravina, estos en el siglo V EC. Y es también el considerado más extenso y estricto.
De esa manera, el Talmud resulta de la conjunción de la Mishná y la Gemara.
El Talmud y su contenido
Se considera que la Torá incluye todo aquello que se encuentra contenido en el mundo. Así, todo lo relacionado a la vida es el objeto de estudio de aquellos interesados en el Talmud.
Todos los hábitos, las costumbres, la cultura y las ocupaciones, aquellas observaciones sobre la naturaleza, las preguntas relacionadas al lenguaje y los problemas de la ética.
Todo esto es materia de la Torá. Aunque los sabios no pusieron el enfoque en la filosofía especulativa o la ciencia pura.
Es esta asociación libre, la visión de la Torá, la que da esencia a una transición constante en el libro del Talmud. En él se va de un tema a otro sin reparo. Se transporta de una esfera a la otra, debido a que todo el conocimiento interactúa entre sí.
Debemos entender que el Talmud, en lugar de ser escrito de manera lineal, se asemeja más a las actas de un gran congreso celebrado hace ya muchos siglos. Y en él participaron docenas de antiguos grandes sabios.
Es por eso que el concepto de la edición de este libro sagrado no se asemeja a una edición convencional.
El estilo del Talmud
Así, la edición de este libro nos habla de la manera de interactuar y participar que se daba en aquellas grandes salas de la antigua Babilonia. Pues es en ellas donde se originaron las discusiones y debates que en el Talmud se encuentran registradas.
Este libro nos invita a asociar, mientras va evolucionando sin dejar de ser sumamente preciso. De esta manera, es que nos encontramos con la analogía del Talmud como un río que corre ordenadamente en un sentido.
Pero el Talmud no solamente es un libro particular en cuanto a la temática que aborda, sino también en el sistema lógico según el cual debe ser analizado. A modo de ejemplo, en este libro no encontrarás pensamientos derivados de conceptos abstractos. Y esto es así a pesar de que los temas que trata son en muchas ocasiones sumamente conceptuales, dado a los modelos que emplea para abordarlos.
Objetivos del libro
Además, cabe remarcar que uno de los aspectos más interesantes de la discución a partir del Talmud es que los temas que son abordados no son leyes en el sentido estricto de la palabra. Es, en cambio, una mera aclaración de situaciones y hechos que son reales y de muy importantes.
El objetivo primordial del Talmud es el llevar a quien lo lee a la verdad, que no puede ser clasificada jerárquicamente por importancia. De tal manera, aquello que aparenta ser una falta de discernimiento entre aquello que es importante y aquello que no, entre lo que es útil y lo irrelevante, es la manifestación de aquellas muchas verdades que no puedes ser priorizadas.
La importancia del Talmud
El Talmud es creación del pueblo judío, pero también ha influído muy fuertemente en su misma identidad. En este libro es que esta tradición ha inspirado y conectado muchos de los aspectos de la vida: La filosofía, la exégesis bíblica, e incluso algunas obras cuya relación con el Talmud no se adivina a primera vista. Como es el caso de la poesía o las mismas plegarias.
El alcance de sus implicaciones sociohistóricas también es extenso, ya que no quedan en la actualidad comunidades judías de las que hayan sufrido la privación del estudio del Talmud.
Los elementos del Talmud
Este libro sagrado deviene de dos elementos primordiales. No solamente constituye la columna vertebral de la totalidad de la sabiduría judía. Sino que tampoco da lugar a la posibilidad de memorizar mecánicamente su contenido. Resulta imposible el estudiar este libro sin involucrarse intelectual y emocionalmente de manera activa con él.
Este “intelectualismo sagrado”, esta extraña combinación de absoluta fe y el escepticismo que nos lleva a cuestionarlo ha sido una característica primordial en este pueblo durante siglos.
De la misma manera, se considera un poderoso factor de equilibrio. Esa voz cuerda que guía a las personas en un mundo que muchas veces no se encuentra en armonía. Salva al pueblo judío del materialismo, y también del misticismo. Pues es, en cierta medida y de manera única, una síntesis de ambos elementos.
Así, el Talmud no es un texto esquemático. Es, en cambio, una parte de la vida. Es por esto que no importa por dónde se comience, aquel que lo lea se encontrará constantemente en medio de todas las cosas.
La capacidad de la comprensión sólo puede obtenerse por medio del estudio, y mientras más profundo sea este, mayor la profundidad del entendimiento. Aquel que estudie el Talmud se encontrará en una espiral de aumento constante. Pues, como han dicho los sabios: ‘Todo tiene límites. Incluso el Cielo y la tierra los tienen. Sólo la Torá es ilimitada’.
AUTOR: Lucas, redactor y traductor de la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTES:
GRACIAS los amo