tgl: la formación como motor de la sociedad
Un nuevo modelo de desarrollo social y económico impulsado por el conocimiento, y apoyado en la labor de las personas y entidades dedicadas a transmitir sus capacidades y saberes a la comunidad. Esta es una de las claves del proyecto internacional tgl (siglas de teaching, giving, learning; en castellano: enseñar, dar, aprender), que estos días está dando sus primeros pasos en España.
tgl es una herramienta online que facilita el desarrollo de economías locales a través de un formato de pueblo virtual. tgl es también el lugar en el que enseñar, dar, emprender y aprender generan un nuevo sistema bancario y de comercio, cimentado sobre una red social.
Para estimular la actividad económica, tgl cuenta con su propia moneda complementaria, la L. Su equivalencia es de un euro igual a una L, pero no se pueden cambiar euros por Ls, ni tampoco al contrario. A diferencia del dinero convencional, que es creado por los bancos en forma de deuda (préstamos) que hay que devolver, las Ls no deben ser devueltas al L-Banco, el banco ciudadano de tgl. Es un dinero libre de deuda y libre de intereses, cuyo objetivo es estimular la enseñanza, el aprendizaje, el voluntariado y el emprendimiento social.
De entre todas estas vías de generación de Ls, en esta ocasión nos vamos a centrar en la que está relacionada con la difusión del conocimiento. Sabemos que el capitalismo desecha las capacidades y saberes de muchas personas que no cuentan para este sistema productivo, a pesar de lo mucho que pueden aportar a la sociedad.
En tgl apostamos, sin embargo, por el desarrollo de todos los talentos de la ciudadanía. Si tienes algo que enseñar, te ayudamos a que organices cursos y puedas obtener además un rendimiento económico de esta labor docente. Y si quieres aprender, también serás premiado por ello.
Hablamos por tanto de un tema de especial interés para todas las personas y entidades dedicadas a la formación, entendida en tgl como algo que va mucho más allá de la formación académica, y que incluye el aprendizaje de cualquier materia en la que estemos interesados y que pueda contribuir a nuestro empoderamiento y nuestro desarrollo personal.
Esta definición tan amplia comprende tanto a las academias y a los centros de formación convencionales (siempre hablamos de negocios locales, pues en tgl no pueden participar multinacionales) como a los profesores particulares, pasando por las asociaciones e individuos dedicados a la enseñanza de saberes que no aprendemos en la escuela (permacultura, medicina y terapias alternativas, bioconstrucción, etc.). Todas estas personas y entidades dedicadas a la formación se convierten en tgl en agentes generadores de conocimiento. Conocimiento que se erige en la base del progreso social y económico de la comunidad.
Dichos generadores de conocimiento pasan por una situación extremadamente complicada debido a la crisis económica. Crisis que causa que no sea nada fácil, por ejemplo para una academia de barrio, conseguir alumnos, a pesar de que muchas personas querrían formarse para aumentar sus posibilidades de empleabilidad.
La causa es precisamente la poca liquidez de estas personas sin trabajo. De hecho, el menor importe de las rentas familiares ha convertido gran parte de las actividades relacionadas con el aprendizaje en un lujo, agravado además por la elevación de impuestos como el IVA. A todo esto hay que añadir la dura competencia a la que tiene que hacer frente una academia de barrio por parte, por ejemplo, de las multinacionales dedicadas a la formación.
En este contexto, tgl puede servir de gran ayuda a una academia, centro de formación, asociación o profesor particular, a la hora de atraer a alumnos nuevos. En primer lugar, porque permite reembolsar en Ls, a los alumnos, el coste en euros del curso. En efecto, en tgl no solo se paga en Ls al profesor por enseñar, sino también al alumno por aprender. Ls que después los alumnos pueden emplear para otros gastos de la vida cotidiana, en cualquier tienda o establecimiento que participe en tgl.
De este modo, tgl apuesta de forma decidida por la formación de las personas con menos recursos. Lo hace a través de su propia moneda, que permite reducir el precio de los cursos para los alumnos, ya que estos pueden reembolsarse el coste de los mismos en Ls. Al mismo tiempo, la moneda social provee de recursos económicos a quienes deciden aumentar sus conocimientos y habilidades.
Por su parte, los generadores de conocimiento también cuentan con la posibilidad de reducir, si así lo quieren, el coste de sus cursos en euros. Una reducción que será compensada por las Ls que obtienen por enseñar. Ls que cualquier entidad dedicada a la formación puede utilizar como incentivos para sus propios profesores o empleados, o bien para pagar a los proveedores (gestoría, imprenta, papelería, etc.) siempre que estos sean socios de tgl.
Socios que irán en aumento, dado que la participación de entidades dedicadas a la formación en tgl, donde se convierten en generadores de conocimiento para la comunidad, contribuye a la potenciación de una identidad de barrio o pueblo que refuerza los vínculos entre los vecinos, los comercios y las propias academias y profesores.
Por otro lado, tgl es un interesante escaparate publicitario para los generadores de conocimiento. Cualquier socio de tgl tendrá acceso, a través de la herramienta de software, a las entidades y particulares que ofrecen cursos de formación dentro de la comunidad. Dado que tgl es un sistema que se basa en el conocimiento como motor del desarrollo, es evidente que la mayoría de los socios tendrán especial interés en el aprendizaje. Se trata, por tanto, de una eficaz forma de llegar directamente al público demandante de este tipo de ofertas.
Un ejemplo concreto
El Intercambiador es el nombre de la sección del software de tgl dedicada a la formación. En ella se pueden encontrar los cursos ofrecidos por cualquiera de los generadores de conocimiento que haya en la comunidad. ¿Qué pasos hay que seguir para ello? Veamos un ejemplo concreto. Ha sido extraído del blog de tgl: “una persona con capacidad para enseñar algo (casi todos podemos tener esta capacidad o desarrollarla) o una organización que ya ofrece cursos (p.ej. una academia cualquiera) decide ofrecer un curso a través de tgl. Planifica el curso, los contenidos, el número de estudiantes y el total de horas durante un periodo de tres meses. Después sigue el proceso marcado en el Intercambiador-Cursos para solicitar Ls al L-Banco; a continuación, se crean las Ls, que se podrían llamar “créditos de aprendizaje”, en su cuenta de profesor en el L-Banco. El profesor va a utilizar estas Ls para pagar a los alumnos de su curso y también para pagarse Ls a sí mismo (de momento, se ha fijado un importe estándar de 5L por hora para profesores y alumnos).
La persona o academia que imparte el curso deberá decidir si mantiene el mismo precio del curso que ya cobraba antes en euros o si reduce el precio en euros como incentivo adicional para los alumnos.
Por ello, los pasos iniciales en tu barrio o pueblo incluyen explicar a personas que ya dan clases que pueden hacerse socios de tgl y empezar a pagar a sus alumnos en Ls; de esta manera, empezamos a crear Ls y hay personas en la zona con Ls para gastar. Como ejemplo, en Las Rozas (Madrid), el dueño de una pizzería que da clases los lunes a personas que quieren aprender a hacer pan ya se ha comprometido a empezar a pagar Ls a los alumnos; da la casualidad que, paralelamente, es posible que en la pizzería empiecen a aceptar Ls en pago parcial de sus pizzas”.
Periodo de carencia
En tgl todos los servicios son gratuitos, menos los que generan ingresos en euros al socio, como es el caso de los cursos dinamizados a través del Intercambiador. Por estos servicios hay que pagar una tasa, la cual se está calculando en estos momentos, pero que se situará previsiblemente entre los 10 y los 15 euros mensuales. Sin embargo, hay un periodo inicial de carencia en el pago para todo nuevo socio que también se aplica a los generadores de conocimiento. De esta manera, los primeros tres/seis meses serán de carácter gratuito para las academias, centros de formación, profesores, asociaciones, etc.
En el caso de los alumnos, estos no tendrán que pagar ningún tipo de tasa en ningún momento. La tasa solo se aplica a los que ganan euros con los servicios de tgl. En este caso concreto de la formación, solo la pagan, por tanto, los agentes generadores de conocimiento.
Hay que tener en cuenta que la tasa mensual que se aplicará tras la carencia será mucho más reducida que el beneficio que obtendrá un agente generador de conocimiento a través de la inscripción de alumnos para sus cursos. A ello hay que sumar la ventaja que supone tgl como escaparate publicitario que permite contactar con un público que demanda dichos cursos.
La tasa pagada a tgl se empleará para costear la administración y moderación del nodo local. La cantidad que sobre tras cumplir este objetivo irá destinada a un fondo comunitario para estimular nuevos proyectos en el entorno local.
DATOS DE CONTACTO:
El objetivo de tgl España es apoyar la creación de nodos locales que desarrollen este proyecto en barrios y municipios. Para ello, su grupo impulsor está abierto a explicar más a fondo esta iniciativa, e incluso a organizar reuniones, con las personas interesadas en crear una comunidad tgl en su entorno. Los que quieran conocer más a fondo tgl deben explorar la página web http://www.tgl.tv, darse de alta y crear su perfil de socio. También pueden escribir al correo de contacto y visitar el blog. Otras vías de contacto son su Facebook y su Twitter.