Transmitiendo valores en la sociedad de México y América Latina por Eduardo Vergara Lope de la Garza

Rosa (Editora)

Eduardo VergaraTransmitiendo valores en la sociedad de México y América Latina

(Un modelo de éxito documentado)

Por: Eduardo Vergara Lope de la Garza

De un sueño sin rumbo claro (1998), nace un ideal con propósitos y objetivos (2002) y surge una Asociación Civil con un programa definido (2008).

En 2013, ISO-9001:2008, conducta ética, cívica y social, un modelo de gestión en proceso de certificación encontramos un camino eficiente para transmitir valores en la sociedad.

Soy un empresario mexicano, desde 1986 -previo al Tratado de Libre Comercio entre México, EE.UU. y Canadá- hasta 1998 dediqué mi vida profesional al comercio internacional, especialmente de productos mexicanos al mercado de EE.UU. Por un accidente de la vida, en este último año, decidí abrazar un proyecto de educación cívica, ética y social entre los amigos de mis hijos que ingresaron a la universidad (les faltaba esa formación) y que, en el transcurso de pocos meses, se transformó en lo que hoy es el Programa Estudiantil Juventud Siglo XXI, A.C., una organización de la sociedad civil reconocida en varios países de América Latina y algunas ciudades de la Unión Americana.

Mi formación profesional me llevó a ser un observador incisivo de la conducta humana en función de una actividad productiva. Con esa crítica mirada fue como incursioné por mas de 150 Universidades de mi país, más de 40 escuelas de educación media superior  y, en los últimos tres años, decenas de primarias con problemas de violencia escolar, embarazos y adicciones en menores de 12 años. Realicé lo anterior apoyándome en todos los programas del gobierno mexicano para realizar proyectos con los jóvenes en favor de su comunidad y, de esa manera, poder evaluar su conducta y creatividad.

¿En que hemos fallado como sociedad?

En el año 2002, fui invitado por el Departamento de Estado del Gobierno de los EE.UU. a Washington D.C., Nueva York, Salt Lake City y Los Ángeles California como International Visitor Leadership Program (IVLP) para conocer los programas de educación cívica y democracia en la juventud y atención a niños en riesgo. Esto cambió mi horizonte y fortaleció mi visión global en la educación y formación ciudadana en nuestra relación de cultura bilateral.

 

niño llorando¿Cómo transmitir valores de padres a hijos y de gobiernos a la sociedad? Es el tema ausente en nuestro sistema educativo y de gobierno, a pesar de que tanto autoridades escolares como gobernantes en turno, y sobre todo políticos en campaña, aseguran que es su mayor prioridad. La realidad y las estadísticas en el aumento de la violencia, las adicciones, los embarazos y los suicidios entre jóvenes y menores de edad parece ser una afirmación que sólo se queda en los discursos y en las buenas intenciones; no obstante de que soy testigo del esfuerzo y de las acciones que realizan sociedad y gobierno por resolverlo, me doy cuenta de que algo nos ha faltado.

 

Conducta y lenguaje sin el mínimo respeto entre pares y con la autoridad es lo que vivo a diario desde hace quince años, y ni maestros, ni padres, ni gobiernos hacen algo para corregirlo, de nos ser aplicar castigos y sanciones -que no educación- para los excesos de la conducta infantil y juvenil y que sólo recrudecen el problema. (El ejemplo y la actitud de los adolescentes arrastran a los niños que los escuchan y los ven).

No me fue posible convencer a instituciones de educación pública en México de nivel superior y medio superior, de implementar estos programas de conducta ética y cívica al interior de sus planteles, a pesar de mis exitosos resultados reflejados en la actitud de los alumnos que vivieron la experiencia de JSXXI, www.jsxxi.org/historia (cuyas pruebas se encuentran aquí).

 

Los maestros me dicen: “Eduardo, ésa otra educación cívica, ética, social e incluso moral, no nos corresponde a nosotros, no somos niñeras de nadie, nos pagan para impartir una materia y debemos cumplir con un programa oficial, esa educación le corresponde a los padres en casa desde temprana edad”. Ante esto, me pregunto de cuáles padres se habla, si ambos trabajan y la mayoría de los niños y jóvenes no tiene dos progenitores.

 

Cuando interrogo a los padres si saben cómo transmitir valores a sus hijos, me encuentro con respuestas preocupantes. Es claro que conocen el valor de esta indispensable enseñanza, pero no las definiciones de diccionario. Sólo se remiten a decir que tienen mucho trabajo, que no tienen tiempo y que si ese aprendadolescenteizaje tiene un costo, no tienen dinero para eso. Por otro lado, los hijos que sólo tienen un padre o una madre que los atiende y los educa en casa, pero que nunca está presente a causa de sus responsabilidades laborales. Aunado a esto,  también está la desesperación silenciosa de los adolescentes que tienen que responderse a sí mismos las dudas y los cuestionamientos de su propia existencia del “¿por qué estoy aquí y para qué?”. Preguntas que comparten con compañeros de su misma edad que, a su vez, se hacen las mismas preguntas.

En cuanto a los empresarios, los de hoy, están atrapados en su micromundo para sostener a cientos o miles de familias en sus empresas; por supuesto, la educación formal no es su función y no les corresponde -dicho por ellos mismos-, de no ser aportar donativos y becas a las escuelas para colaborar con este sector como Empresas Socialmente Responsables. El problema es que dichas aportaciones, destinadas a fortalecer las deficiencias y los errores del sistema educativo, no están dirigidas a corregir la conducta  irrespetuosa de los jóvenes que se encuentran a la deriva dentro y fuera de sus escuelas, jóvenes sin límites en la cotidianidad y sin correctivos. Todo esto sin mencionar la “libertad” de expresión existente en las redes sociales entre adolescentes y jóvenes, ni las palabras ofensivas en su diaria comunicación a través de éstas.

Por otra parte, en nuestra experiencia, cuando explicamos a los jóvenes que sus malas actitudes y su lenguaje ofensivo cotidiano les generan hábitos antisociales que los van a dañar durante toda su vida profesional, nos damos cuenta de que todos comprenden y deciden cambiar, entonces, ¿por qué en las escuelas no se los advierten?

El 3 de mayo de 2012, en un desayuno, me reuní con los 18 gerentes -de un total de 23- de Recursos Humanos de grandes empresas ubicadas enreunion la zona industrial de Ecatepec en el Estado de México: Jumex, La Costeña, Bayer, Kimberly-Clark, Fábrica de Jabón La Corona, Sigma Alimentos, Clariant, entre otros, para hacerles una afirmación categórica y una pregunta:

 

La afirmación: “La planta productiva del país es el último eslabón de la cadena educativa de una nación y los empresarios son los que finalmente pagan las consecuencias de una educación deficiente en la formación de valores éticos, cívicos y sociales, que no se atiende en las escuelas y poco se ofrece en la familia.”

 

La pregunta: ¿En sus industrias, la rotación de personal, los despidos y conflictos laborales se deben a la falta de conocimiento y experiencia laboral o a la falta de actitud basada en valores éticos, cívicos y sociales?

La respuesta de los profesionales en Recursos Humanos fue de 98% en la falta de valores.

En la conclusión de este desayuno les volví a hacer la misma pregunta de hace quince años: “¿No le corresponde a los empresarios invertir en la educación de sus trabajadores que no se ofrece en las escuelas y no se da en la familia? Educación basada en valores éticos, cívicos y sociales. Por supuesto, no esperaba ninguna respuesta, pues estaba hablando con gerentes y no con los dueños de las industrias.

En el mundo de la educación de hoy

Como resultado de quince años buscando respuestas a estas incógnitas de conducta infantil y juvenil, cientos y seguramente miles de autores, docentes, investigadores y profesionales de la educación publican lo que debería ser y no es la educación de los niños de hoy; estoy saturado de leer y ver videos en youtube, quejas, sugerencias y estudios científicos al respecto, escucho muchas palabras y veo pocas acciones.

¿Y cómo hacer para aplicar lo que ya sabemos los adultos sobre la nueva educación, la educación del futuro que requieren nuestros niños y jóvenes, además de nuestras empresas para enfrentar la innovación, si todos los sistemas educativos formales y oficiales no tienen la capacidad de respuesta para entender y modificar sus planes de estudio con la misma velocidad con la que se presentan los dramáticos cambios en la tecnología y, por consiguiente, en la sociedad en su conjunto?

Por otra parte, ¿de qué forma lograr que los padres y/o madres solteras reciban esta información y la puedan aplicar en casa, con su familia y parientes si no tienen tiempo debido al trabajo que los agobia y el dinero que no les alcanza?

Las escuelas del país padecen un fenómeno: pedir a los padres que asistan a sus reuniones destinadas a enseñarles (todas lo intentan) cómo educar en valores a sus hijos para corregir su conducta en la escuela y en su casa; a esto hay que agregar el hecho de que sólo asiste el 20 % de ellos, y a veces menos (siempre los mismos).

La solución que propongo con resultados positivos en este enredo de pasiones, aparentemente sin resolver, la comparto hoy con la sociedad. Seguramente, habrá otros caminos más eficientes, pero al menos éste me ha dado los resultados que busqué durante quince años, intentos inconclusos y aprendizaje de mis errores. Valores en Familia a partir de la industria sí funciona, no se trata de vender Conferencias “Magistrales” de valores para padres en donde al día siguiente no sucede nada y a los dos días se les olvida el mensaje.

Éste es un ejemplo de un industrial con responsabilidad social:

  1. Freunion-2irmé un contrato con un industrial*  convencido y decidido hacer algo con su tiempo y su dinero invertido en sus empleados, con el fin de aprender a transmitir Valores en Familia a sus hijos, a los familiares cercanos y a los vecinos de casa. *Dr. Roberto Magaña Sainz. Director General de Protection Materials S. A. de C. V.

  1. Los empleados eduardo vergara lopey trabajadores, padres de varios niños, asistieron a esta conferencia (que yo impartí) en tiempo laboral y con el dinero de la empresa (con esto se evitaron los problemas de tiempo y de dinero).

 

  1. Aplicamos un modelo de consultoría de Valores en Familia de tres semanas, se realizó un evento público y, posteriormente, un chico universitario capacitado por mi Asociación y mediante su servicio social fue asignado medio tiempo en la empresa para que le diera continuidad a este programa; familia por familia, todos los días durante los siguientes seis meses.
  2. Después de seis meses, el industrial está en proceso de exponer los resultados en su industria -de septiembre de 2012 a febrero de 2013- ante las embajadas de América Latina y el Caribe en marzo de 2013.

Aquí se puede consultar el video de esta experiencia www.jsxxi.org/historia, el segundo de Valores en Familia a partir de la industria.

Con esta experiencia y con los resultados exitosos documentados en materia de transmisión de valores a lo largo de quince años mejorando métodos y procedimientos es como mi Asociación llegó a ser aceptada por un evaluador de ISO-9001:2008. El objetivo es certificar mi modelo de gestión y, así, lograr que dichos resultados puedan ser evaluados y comprobados en la conducta, lenguaje y actitud de los niños, jóvenes y sus familias. Posterior a esto y como una acción del proceso de certificación de calidad, se emitirá una Constancia de Calidad Ética, Cívica y Social a cada alumno inscrito, que hoy compartimos con la sociedad de Europa, Asia, América Latina y el Caribe.

Premio Latinoamericano a la Excelencia Cívica Global y

Creatividad Laboral México 2013

www.jsxxi.org/premio2013

 

Este evento es una “provocación” más que una invitación para todos aquellos educadores que soñamos con una educación de calidad, pero no en las escuelas, ése no es el fin ni el objetivo de este proyecto, buscamos mejorar la educación como personas de bien, ciudadanos participativos, jóvenes y jovencitas, invitados a enfrentar con valor retos personales que los lleven a despertar su pasión por aprender, por servir a su comunidad, por conocer nuevos horizontes en escenarios desconocidos para entender cómo interpretar y asimilar las innovaciones y los drásticos cambios en la sociedad actual y en todos los sectores de la aldea global.

Sólo que en esta ocasión, no inscribimos a los jóvenes, invitamos a las empresas a que postulen al premio a los hijos de sus colaboradores y los apoyen para realizar sus proyectos, orientados a optimizar la conducta ética, cívica y social de su propia planta laboral, incluyendo a sus familias.

Soñar haciendo y criticar corrigiendo es el reto que enfrentaremos los adultos de hoy que compartimos la intensa pasión por lograr un mundo mejor para nuestras futuras generaciones.

 

Mostramos a los emprendedores sociales de México y América Latina que deseen participar, desde su ciudad y país, en esta nueva experiencia internacional la estrategia que nos dio resultados en México para crear este evento internacional:

  1. Convocamos a las cúpulas empresariales de México (industria, comercio y servicios) solicitando el apoyo del Senado de la República y el gobierno nacional (no todos respondieron, pero con los que aceptaron realizaremos este evento).
  2. Informadas las cúpulas empresariales de los objetivos del evento y de la seriedad de quienes lo convocan, los invitamos para que sus empresas e industrias afiliadas postulen a jóvenes universitarios, hijos de sus trabajadores a este Premio (no es un concurso juvenil en donde se convocan estudiantes, se convocan empresas para que inscriban a estudiantes de nivel superior, hijos de sus colaboradores y esto implica, absoluta responsabilidad en nuestros compromisos).
  3. Marzo de 2103. Solicitamos el apoyo del Senado de la República, para dar a conocer a las 21 embajadas de América Latina y el Caribe los objetivos de este evento y entregaremos la petición para que en sus respectivos países inviten a los empresarios, las organizaciones de la sociedad civil, las universidades y los gobiernos locales. El propósito es que ellos puedan crear su propio evento local y compartir entre todas las naciones del continente los resultados logrados en cuatro meses de actividades (de abril a julio de 2013),  que sugiere el Premio Latinoamericano México 2013, aún no sabemos que países aceptaran esta invitación pero todos están incluidos.
  4. En el mes de julio de 2013, y con los resultados documentados, todos los actores que hayan participado en esta experiencia en cada ciudad, en cada país, promoverán un seminario internacional para evaluar los resultados obtenidos y decidir las siguientes acciones para multiplicar y difundir los modelos y proyectos que hayan obtenido el impacto esperado en la sociedad; pero sobre todo en nuestros niños, adolescentes y jóvenes con sus respectivas familias y escuelas en materia de valores.

La moneda está en el aire, los corazones en su lugar y si no resulta como lo tenemos planeado, habremos aprendido de nuevos errores y conocido a nuevos empresarios visionarios, conscientes del futuro de nuestro país y de las próximas generaciones, entonces lo volveremos a intentar.

Agradezco mucho el tiempo y la atención prestados al mensaje de esta organización de la Sociedad Civil de México. Programa Estudiantil Juventud Siglo XXI, A. C.

Eduardo Vergara Lope de la Garza

Fundador y director de JSXXI

Autor del Programa Valores en Familia

Febrero de 2013.

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