Ven a descubrir Anii Nii Shobo Lodge
Medicina de la naturaleza: El tesoro de las plantas maestras del Amazonas
– Los Shipibo son una de las pocas tribus que conservan su cultura y comparten el conocimiento ancestral de sus plantas curativas.
La medicina tradicional shipiba es una forma de sanación que se basa en el conocimiento de las plantas del Amazonas–y sus espíritus-, y se aplica en forma de brebajes, saunas, baños o emplastos, de acuerdo a la visión de un chamán o médico.
Este saber, que se ha mantenido vigente de generación en generación y sobrevivido a los impactos de la modernidad, tiene entre sus estandartes a la ayahuasca, una de las tantas plantas maestras más conocidas en el mundo, que mezclada con chacruna y luego de una decocción es usada por los chamanes en sus ceremonias para curar. Sin embargo, la ayahuasca es solo una pequeña parte de un centenar de plantas utilizadas por este tipo de terapia.
Roger López, chamán cuyo nombre shipibo es Suipino, se asoció con un grupo de chilenos y abrió hace más de 4 años un centro de sanación y reserva de plantas en pleno Amazonas peruano, a pocos kilómetros de la ciudad de Pucallpa, llamado Ani Nii Shobo, que significa Casa Grande de la Selva en idioma shipibo.
“Aquí nos programamos dependiendo del tiempo década persona, por ejemplo si vienen por 1 semana o 1 mes. Algunos no tienen mucho tiempo, a ellos les pido que me digan de antemano qué quieren resolver. Cuando vienen a la primera ceremonia hago un diagnóstico y veo cómo voy a trabajar con esa persona. A veces tengo que hacer milagros con la naturaleza”, confiesa.
Sobre cómo funciona esta medicina, explica que se trata de “una inspiración, algo muy especial. En la ceremonia, me concentro en el paciente y cuando hay un caso que necesito resolver, me retiro y fumo kanachiari (brugmansia, también conocida como floripondio). Puedo visionar o soñar. Me concentro en la persona y veo su problema. Entonces sé que plantas necesita, o si tiene que tomar ayahuasca, o tengo que soplar acá, o hacer un emplasto. Y así sano. Esa es mi especialidad”.
Él nació en la comunidad nativa de Roaboya, ubicada en el bajo Ucayali, y desde pequeño se dedicó a aprender sobre plantas, con su abuelo José, también médico, como maestro. Pasó muchos años “dietando”, que es tomar o bañarse con una planta por un tiempo prolongado hasta que el espíritu de esa planta hace su trabajo.
“Nosotros absorbemos muchas energías y nunca nos limpiamos. La ayahuasca y las plantas, te limpian espiritualmente, son una terapia. La planta te libera”, asegura Roger y agrega que “con la ayahuasca, la dieta, el trabajo de las plantas maestras sanadoras, te sanas. Es una terapia de mente, cuerpo y alma. Eso que te ha contaminado o envenenado, que vive contigo, lo botas y quedas en paz. Esa es una transformación. Al hacer este cambio, traes luz a tu vida, a tu visión, corazón y cuerpo”.
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