Vivenciando La Sabiduría Crística II – Maestra Marta
Mensajes Canalizados de los Maestros de Luz
En portugués el original.
Es una alegría compartir con vosotros la sabiduría de vuestras almas. El alma tiene fuerza, el alma tiene luz, tiene amor, tiene paz y estáis acostumbrados a buscar esas fuerzas en el mundo a vuestro alrededor, pero hay que buscar alimentarse de las fuerzas presentes en vuestro interior y saborear. ¡Saborear!
Es como cuando tenéis sed y tomáis agua que viene de una fuente pura, puedes saborear la ligereza de esta agua pura.
Entonces debéis acostumbraros a buscar en la fuente lo que necesitáis.
Hay un inmenso manantial de fuerzas en vuestro interior, en vuestro espíritu, en vuestra alma, y en esta etapa de la evolución podéis reconocer más fácilmente estas fuerzas que siempre estuvieron presentes dentro de vosotros. Sin embargo, están más acostumbrados a buscar lo que, en realidad, está disponible en vuestro interior. Por esta razón es que a menudo no saben manejar el valor real de las cosas. No sabéis manejar el valor real de las cosas para poder hacer un intercambio amoroso, para compartir de forma coherente los principios divinos que están dentro de vosotros.
Porque si reconocéis el valor real de lo que estáis buscando en este gran manantial de vida que está en vuestro interior, es decir, en vuestra alma y en vuestro espíritu, podéis valorar la gran fuerza que reside en el universo: en vuestro universo interno y en el universo externo .
Este gran manantial está en vuestra almas, pero también en las almas de vuestros hermanos, de vuestros amigos y compañeros, y en muchas otras almas, así como en vuestro planeta, que es un ser de amor infinito, que está acogiendo y nutriendo continuamente todos sus reinos de vida.
Este gran manantial se llama vida, amor, luz. Entonces hay que valorar todo lo que viváis internamente en vuestros cuerpos, en vuestros sentimientos, en vuestras emociones y en los diversos niveles de vuestra sensibilidad cuando estáis buscando ser alimentados por ellas.
A través de esta experiencia o de esta vivencia tan profunda es que podéis empezar a evaluar mejor todos vuestros conceptos de intercambio, de compartir.
Porque es habitual de vuestro mundo humano el intercambio. Continuamente hacéis eso cuando entran en vuestros supermercados para cambiar vuestro dinero por algo que necesitáis. Es necesario pagar el valor con una moneda de cambio.
Sabéis apreciar lo que es caro, lo que está barato, porque sabéis evaluar lo que esto representa para vuestros cuerpos; sabéis lo que necesitáis. Cuando vuestros cuerpos están carentes de energías necesarias para un mayor equilibrio, sea físico o emocional, las buscáis. Pero para esto hacéis un cambio de acuerdo con vuestra moneda.
Por tanto, busquen perfeccionar vuestros sentidos más sutiles, busquen el contacto con vuestra alma, busquen desarrollar vuestros canales de comunicación internos y reciban un gran manantial de Energías Divinas, a través de los innumerables y amorosos Seres de Luz que os dan la capacidad desarrollareis continuamente, de evolucionar continuamente, para mover y expandir las fuerzas divinas y naturales que están dentro de vosotros.
Las energías divinas os traen más conciencia para reconocer este gran manantial que está en vuestro interior, vuestro universo interno, porque él es parte de este planeta, y también es parte de un universo mayor; es parte de la comunión con la vida grupal y de la Gran Unidad de almas y espíritus de la evolución planetaria, solar y cósmica.
Sois una célula de un gran cuerpo. A medida que estáis desarrollando y valorizando lo que sois y vuestro universo interior, reconocéis lo que os trae vida, lo que os llena, o lo que os mueve internamente y atrae más energías que os purifican, os transforman, os traen la paz y el amor esencial y profundo. Y reconocéis vuestra capacidad de estar presentes y disponibles a la acción de la sabiduría de vuestras almas, que comulgan con otras almas, que sirven a otras almas que reciben de otras almas.
Hay un intercambio continuo que comparte este gran manantial de vida que está en continuo movimiento.
Entonces, a partir del momento en que comiencen a valorar más esa gran riqueza que está en vuestro interior, podéis también valorar más la riqueza que está presente en este planeta y en otras almas; y el valor de la vida se va transformando.
La vida no fue creada para resultar en perder y morir continuamente. La vida fue creada para vivir eternamente, para expandir la acción del alma y del espíritu. En cualquiera que sea el plano en que un alma está, sea el plano físico, astral, mental, o búdico, ella construye una base de experiencias para la continuidad de la vida con el espíritu. Sois almas en evolución y estáis enriqueciendo de conciencia, de experiencia y sois parte divina de la vida presente en este planeta.
Hoy se habla mucho de los recursos naturales. Hay una gran acción en movimiento trayendo de vuelta la conciencia de los recursos naturales. Pero, ¿qué son los recursos naturales? Debéis buscar estas respuestas en vuestro interior, pues estamos hablando de este inmenso manantial de vida que está presente dentro de vosotros y que tiene fuerzas para purificar todos los elementos, como por ejemplo, el agua que está presente en vuestros cuerpos. Hay una correspondencia entre los recursos naturales internos y los recursos naturales externos. Si la luz del sol ilumina toda vuestra naturaleza interna trayendo más perfume, más belleza, trae también la conciencia de las esencias de la vida presentes en el planeta.
Vuestra naturaleza interna es inmensamente rica. Hay una tierra interior fértil que produce vida también. Hay un gran movimiento de fuerzas naturales dentro de vuestra naturaleza interna, a través de los elementos: agua, tierra, fuego y aire. Se integran para mantener el equilibrio de los cuerpos y se expresan a través del lenguaje respectivo de cada cuerpo denso o sutil.
Por lo tanto, hay muchos recursos naturales internos que están en movimiento al servicio de la continua evolución de la vida y que podéis internamente buscar.
¿Por qué buscáis los recursos para equilibrar vuestros cuerpos y os olvidáis de buscar dentro de vosotros la mejor dirección para equilibrarlos?
¿Cuántas veces has desgastado buscando esos recursos fuera generando desequilibrios que desgranaron vuestros recursos naturales?
Vosotros os preocupáis con el agua en el planeta, la fuente de donde estáis bebiendo, os olvidáis de purificar vuestra agua interna, una fuerza o uno de los manantiales de vida que tenéis dentro de vosotros.
¿Por qué estamos hablando eso? Porque hay una vida que necesita ser preservada: en vuestro interior. Ella es parte del planeta.
Sois responsables de cuidar de estas fuerzas que están en vuestro interior. Están aprendiendo – con la sabiduría de vuestras almas – a cuidar de esa tierra interior: vuestro pedacito de suelo, podemos decir así. Hay riqueza en vuestro suelo, en vuestra agua. Entonces, ¿cómo cuidar para que esta agua se mantenga pura? ¿Cómo hacer para que se eleve y se evapore para traer lluvia a vuestras plantaciones?
Debéis cuidar con amor de estas fuentes internas, pues son también del planeta. Os sorprenderá con la belleza de este aprendizaje, que os enseña a trabajar con amor para cuidar de este pedazo tan precioso de la naturaleza divina en vosotros y al mismo tiempo tan importante para el todo.
Así, podéis mirar a vuestros compañeros con mucho amor y reconocer que ellos también están buscando hacer lo mismo que vosotros. Cada uno de vosotros tiene una parte de este gran manantial de la vida y cuando os ayudáis mutuamente, cuando contribuís con vuestras acciones, ellas son donadas con este amor que reconoce el valor de este trabajo que tantos Seres Divinos están haciendo con vosotros. Cuando donáis vuestra parte con este amor estáis sumando una fuerza infinita, revolucionaria, que va abriendo todas las compuertas que estuvieron sosteniendo la fuerza natural de vuestro ser.
Tendéis una fuerza infinita dentro de vosotros. Sólo podéis dimensionarla, valorarla, a través de vuestra propia experiencia, y es ella la que debe ser donada. Así reaprendéis el valor del intercambio, de la suma, de la unión, del compartir.
Esta sociedad donde estáis viviendo está de ojos cerrados con esta realidad. Por eso tantos sufren por los recursos que no están llegando a todos, con justicia y con dignidad, para suplir las necesidades que todos poseen para vivir dentro de las condiciones que los valores reales del alma necesitan para ser implantados en la Tierra.
Si estáis aquí presentes en esta etapa, sois agentes de esta acción, sois agentes de esta transformación. Por eso estamos aquí, felices por vuestra presencia. Sabéis de los objetivos de este trabajo. Sabéis que todos atraviesan momentos difíciles y que ese sistema -que llamáis de financiero- necesita ser transformado dentro de nuevos valores. ¿Y qué sois vosotros sino agentes de esta acción cuando trabajáis por vuestra pequeña parte?
Al valorar sus manantiales internos sabrán el valor del intercambio, sabrán implantar en la vida externa nuevas fuerzas, frutos de vuestra experiencia, frutos de vuestra acción natural. Esta acción natural es necesaria para reorganizar la vida de esta sociedad. Ella está en transformación, ella está en transmutación, ella está en purificación.
Cuando estáis presentes en esta acción interna, estáis siendo agentes de esta transformación externa; pero debéis llevar consigo vuestra humildad, que tiene fuerza de expresión cuando valore vuestro trabajo real.
Vuestra experiencia os enseña a romper con todas las barreras que formaron esos verdaderos diques, que cerraron las compuertas de vuestra fuerza, que aprisionaron la luz que ilumina vuestra naturaleza, haciendo que hubiese pérdida de noción de la fuerza que hay en las esencias.
Tendéis esencias, esencias que no hay como comparar; por eso debéis siempre recordar que la unidad, la fuerza de la comunión viva, natural, es una gran revolución. Ella abre caminos, ella reconstruye las bases en una sociedad. Porque ella trae la fuerza de esa esencia divina que hay en cada uno y que está enriquecida por la experiencia de cada uno: que es impar, que no se iguala a ninguna otra.
Vuestra experiencia tiene la belleza y la riqueza de vuestra trayectoria; por eso cada minúscula acción que os enseña a compartir y cuidar de esta naturaleza fortalece vuestras habilidades, vuestra riqueza, que tampoco hay como comparar: es única y esencial para la evolución de la Tierra. La Tierra necesita esta fuerza para que el mundo sea transformado, para que el mundo sea renovado. Así, los valores esenciales de la vida del alma serán arraigados a la Tierra y reconstruirán una nueva sociedad, una nueva civilización, donde nuevos pilares, nuevos principios estén firmemente firmados en la Tierra.
Esta acción no ocurre sola. Estáis haciendo este trabajo revolucionario junto con la gran Revolución Crística.
¡Habéis sido llamados desde hace mucho tiempo! Vuestra conciencia humana está creciendo, vuestra sensibilidad está creciendo para que podáis reconocer que la acción de vuestras almas está implantando en vuestra tierra interior una nueva fuerza de vida.
Son vuestros pilares que se están construyendo.
No hay tormenta en este planeta que pueda derribar una vida que se está construyendo con estos pilares. Son los pilares de los principios divinos que están en el espíritu, en el alma, y que están fundamentando vuestra vida eterna, infinita, trayendo la fuerza necesaria para albergar el amor incondicional.
Este amor incondicional no puede ser concebido por teorías, pero podéis sentir la gota de este amor presente en vuestro interior cada vez que os recogéis o cuando estáis en conexión con vuestros maestros o conectados al amor de vuestros ángeles o de otros seres de Luz. importa cuál es el Ser de Luz que os toca para redespertar la fuerza de este amor. Este Ser de Luz os ayuda en la continuidad de su construcción porque estáis construyendo internamente un verdadero templo para albergar la luz de este amor.
¿La esencia de este amor necesita ser guardada? ¿Por qué quedarse cerrada?
¡Estamos hablando del gran manantial de vida, de amor, de paz, de luz! Están construyendo vuestro templo interno para recibir a todos vuestros compañeros.
A través de él traficáis por todos los caminos que os ayudan a trabajar, actuar, aprender, donar y compartir este gran amor que mueve la vida de este planeta.
Es un gran manantial de fuerzas, de amor.
Hoy quisiera que salieseis de aquí reformulando vuestros conceptos de esta vida natural, interna y divina. El planeta está necesitando que sus hijos retomen la vida natural del alma.
Pero hay que salir de las etiquetas, de los conceptos que han sido vendidos por el mundo de fuera y reconstruir vuestra experiencia con la vivencia real de vuestra vida interna, con vuestra propia naturaleza, con este gran manantial de vida, fuerza y amor que está dentro del interior vuestro ser.
Este es el pequeño pedazo de tierra que necesitas cuidar. Al aprender a través de esta experiencia, estaréis ayudando al planeta a reconstruir, a retomar tantos recursos que fueron destruidos, tomados y arrancados de esta Tierra por razón de la ignorancia sobre el valor de esta acción natural de la que estamos hablando.
No tiene mucho sentido quedar impresionado con los noticieros del mundo externo; son el resultado de lo que estamos hablando.
Se han arrancado muchos recursos de la Tierra por los equívocos de la experiencia con la vida natural, que es sagrada, divina, y que da a cada uno la gran riqueza de redescubrir a todos los verdaderos potenciales que nutren la vida.
Sois parte de esta acción. Sois agentes de esta revolución que está en curso.
Dialogáis con vuestros maestros sobre este tema; compartáis con vuestros compañeros sobre este tema. Es hora de compartir todo aquello que os ha nutrido internamente, que os enseña y que os fortalece. Es esta riqueza que necesitas compartir. Las fuerzas divisoras y destructoras debilitarán la vida de este planeta y también su suelo sagrado; contaminarán las aguas del planeta y también vuestra agua interior. Crearán sombras en vuestro sol, en vuestra naturaleza y os harán perder hasta la noción del perfume que esta vida plena tiene.
Entonces hay que valorar lo que tenéis dentro de vosotros. Y eso es lo que necesitáis volver a compartir. La Tierra necesita estas fuerzas.
Por eso estamos felices por vosotros. Por responder a esta acción, por reconocer la verdadera naturaleza sagrada y divina que está en vuestro interior.
Compartan estas experiencias para que estas energías tengan fuerza para expandirse y transformar el mundo ahí fuera.
Cuidáis de vuestra parte, de vuestro terreno. Es vuestra casa, es la construcción de vuestro templo, es donde acogéis todas las almas y comulgáis con todas las almas. Por eso os estamos proponiendo que dialoguéis con vuestros maestros, con vuestros ángeles, con las almas que os están enseñando, orientando a reconstruir el valor de la vida.
¡Que mi amor quede con vosotros!
MESTRA MARTA
Parte 2 – de la clase canalizada «VIVENCIANDO A SABEDORÍA CRÍSTICA»
Escola da Síntese – Granja Viana – 30 de octubre de 2016
También leer el mensaje del Maestro Lao-tse (Parte 1)
TRADUCCIÓN PORTUGUÉS-ESPAÑOL: Patricia Gambetta, redactora en la gran familia de hermandadblanca.org
FUENTE: http://www.portaldasintese.com.br/index.php?mpg=05.02.00&acao=ver&idc=118&ver=por