Claves de amor y relaciones. Monogamia, creencias y modelos de pareja. Bitácora Transpersonal, por José María Doria

Jorge Gomez (333)

pareja paseando por la playa

Ante los divorcios y conflictos de relación que no solo veo en mí, sino en mis hijas y sus sucesivas parejas, me pregunto si hoy es posible una relación monógama y para toda la vida.

Claro que es posible la continuidad de la misma pareja, aún a pesar de la creciente velocidad con que los cambios aparecen en nuestra actual vida, sin embargo no tiene por qué ser esta la mejor opción para todas las personas. Tal vez lo importante no sea tanto si la pareja dura más o dura menos, sino en todo caso, si la familia resultante de cada unión, pase lo que pase, se ve protegida y bien amada. Una vez que están asumidas las necesidades fundamentales de afecto, educación y acompañamiento responsable de los hijos, lo que importará, será si cada padre o madre, recorre la vida en coherencia cardíaca.

En los foros especializados se habla mucho de la monogamia versus polígama, como si esta última fuese la medicina para “curar” la desconexión y el aburrimiento de la pareja. En realidad el cuidado de los miembros del sistema familiar pueden pesar a la hora de elegir un modelo u otro, más allá de que haya experiencias eróticas, sentimientos dulces y una gran parte de economía.

Veamos como en el amplio mundo que vivimos, las fórmulas de pareja ya sean exclusivas o abiertas, no solo afectan a las necesidades emocionales de sus miembros, sino a las necesidades de los hijos, la búsqueda de medios, y el desarrollo integral como personas.

 

¿Qué sucede cuando nuestra cultura es monógama y no hay otra forma de vivir oficialmente la pareja?

Reconozcamos el valor evolutivo que ha tenido la monogamia. De alguna forma, una gran parte de la raza humana ha logrado estructurar el proyecto de familia monógama, comprometiéndose a superar el deseo de promiscuidad, y asumiendo la responsabilidad de cuidar un vínculo que trascendiese la “biología” atávica. En este sentido la apuesta humana por el desarrollo está orientada a cuidar y sostener un proyecto que vaya más allá de las pasiones temporales y las mareas sentimentales de la persona.

Sin embargo también sucede en el mundo occidental, un mundo de abundancia material y a su vez cierta carencia de sentido, que la exclusividad sexual y propiedad del otro, lo que genera es mentira, manipulación y, en muchos casos, doble vida. Si además sucede que el grado de frustración que muchos alcanzan, genera “pasar factura” a sus pareja vertiendo reproches y protestas, lo más probable es que la continuidad sea insostenible y prefieran acordar un modelo de relación abierta o cancelar el vínculo, apostando por la “monogamia sucesiva”.

¿Es posible un mundo en el que se manifieste el amor sin tantas creencias y reglas?

Sabemos bien que más allá de las creencias y supuestos morales de cada cultura, se encuentran los pilares fundamentales de afinidad, respeto y cooperación que no brotan de las normas, sino de la inteligencia cardíaca. Es por ello que si un pueblo se despista y pierde el contacto con el corazón, crecerá el miedo, y con él nacerán sustitutos en forma de leyes y dogmas con sus consiguientes condenas y amenazas.

¡Pueblo, si formas rebaño soporta a los pastores y a los perros! 
Pitágoras.

¿Qué nos impide investigar cuál es el mejor camino en carne propia? ¿Todavía vamos a condicionar el bienestar proclamando una única “forma” feliz de relación de pareja? En realidad si esto fuese así y hubiese un solo modelo de “pareja ideal”, en vez de múltiples caminos para encontrar lo que se halla dentro y no tanto fuera, se arruinaría la riqueza que proporciona la diversidad y viviríamos condenados a la uniformidad monolítica.

Todos los radios de la rueda llevan al centro.
Lao Tsé.

¿Quién afirma que la unión polígama es más feliz que la monógama y viceversa? Y ¿quién asegura que será más coherente o equilibrada la pareja monógama que además dure toda la vida? ¿Conocemos todas las razones por las que muchas parejas duran?

Queremos pensar que se mantienen porque ambas personas recorren con gusto la vida juntas. Y ese será el caso posiblemente de muchas de ellas, pero, ¿estamos seguros que en el seno de esa continuidad de pareja no hay muchos casos de frustración por dependencia social y económica?, ¿acaso no es el temor a la soledad y el chantaje de dominio el que tiraniza a muchas personas?, ¿acaso no se es en muchos casos víctima de las presiones de los padres y de las creencias ideológicas?

¿Qué hay más allá de tales supuestos y qué es lo que realmente conviene al ser humano?

Nos conviene discernir entre aquello que es verdadero en nosotros, y lo que son modelos de presión social y utopías. Investiguemos qué es lo que realmente conviene a nuestro momento y propósito de vida. Escuchemos al corazón que todo lo sabe y arriesguemos lo que haya que vivir para adquirir criterio y experiencia.

¿Cabe otra forma de aprender? ¿Acaso la página 9 del libro nos dará la sabiduría?

Busquemos lo que nuestros hermanos mayores buscaron, pero no necesariamente por las mismas sendas que ellos lo hicieran. Tal vez lo verdaderamente inmoral sea el negarse a mirar y descubrir, permaneciendo en el miedo y la mentira.

Reconozcamos a quienes saben vivirse en una relación cuya inteligencia permite que se profundice y crezca. Descubramos sus claves y miremos en dirección a lo que les sostiene y realmente importa. Y finalmente, aún respetando las particularidades de nuestra propia persona, ¿estamos seguros de que nuestros problemas de rutina y falta de pasión, se van a resolver cambiando de pareja o ampliando el número de relaciones simultáneas?

Tal vez el discernimiento se abra indagando en el silencio y apoyando el despertar de la propia consciencia. El hecho de reconocer lo que resiste en nosotros, y lo que nos aleja de la paz interna, puede ser el camino para centrarse en nuestra verdadera naturaleza.

Más tarde, observaremos agradecidos como las cosas caen por su propio peso, al tiempo que comprobaremos lo fácil que resulta ajustar de nuevo el rumbo a Itaca. Un rumbo que se verá apoyado tras dar los primeros pasos, y comprobar que los vientos conspiran a favor de la travesía evolutiva.

Para toda la vida, por José María Doria

2 comentarios

  1. Hola, mi pregunta es breve y lo que tiene de breve lo tiene de importante para mi, aclaro un poco la cuestion… : soy soltero, provengo de un matrimonio al que traté de salvar con todo lo que se me ocurrió, probando el todo por el todo, hasta llegar a los extremos del autosacrificio, sin ir mas lejos como la mujer con la cual estuve casado 14 años se negaba a tener relaciones conmigo, puesto que utilizaba mi fidelidad para su probecho, he estado durante los ultimos 6 años de ese matrimonio sin tener relaciones.. matrimonio al que llegó a su fin hace unos 2 años aprox ese es el panorama y dejar ver cuan importante crei que era la fidelidad a los ojos de Dios. ahora la pregunta sencilla: ¿Es realmente tan importante la monogamia o fidelidad? como a dicho un conocído metafísico: se puede disfrutar.. hay 7 mil millones de personas en el mundo para disfrutar.. pero no te aferres a ninguna. ¿es así? muchas gracias. Namasté.

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