Los 7 principios de las familias funcionales

Jorge Ariel

Familia fuerte

En la psicología sistémica se analiza profundamente la interacción persona-sociedad, de modo que las personas vivimos inmersas en la «experiencia»; es en el constante flujo experiencial donde todos los seres humanos interaccionamos. Desde la psicología sistémica, el problema de la disfuncionalidad o psicopatología se entiende como una falta de ajuste: la solución consiste en buscar un «ajuste creativo» al problema, que permita una funcionalidad de la persona en ese medio. Carl Rogers describió el proceso de cambio que viven las personas que ingresan a terapia en  siete etapas, que van de la fijeza a la fluidez.

Una manera efectiva de estudiar la familia y sus características, es hacerlo dentro del marco de referencia de la teoría de los sistemas sociales. Lo que distingue a la familia de otros sistemas sociales son sus funciones únicas, la calidad de la lealtad familiar y el clima de sentimientos que existen entre ellos.

En 1961, Talcott Parsons en su libro El sistema social, fue el primero en aplicar sistemáticamente la teoría de sistemas a la sociedad, para producir una nueva conceptualización de la sociedad, conocida como la escuela funcional. Gregory Bateson fue pionero en la aplicación del pensamiento sistémico a la terapia de familia, además desarrolló un modelo cibernético del alcoholismo.

Analizaremos la familia a partir de las tres características de todo sistema: Posición, relación y limitación. Tres principios constituyen los factores subyacentes en el desarrollo del sistema que responden a la ley de evolución: limitación, compresión, entropía, otros tres principios responden a la ley de elevación: equifinalidad, expansión y liberación; y otro más que equilibra ambas leyes: la inteligencia.

LA ESTRUCTURA  FAMILIAR

Posición, relación y limitación son las tres características de todo sistema.

El principio holístico plantea que la parte y el todo se contienen recíprocamente en un proceso continuado, actual, corriente, de comunicación e interrelación. Un sistema crece y se adapta a través de un proceso de diferenciación. Las unidades se diferencian por sus funciones pero se requiere coordinar las funciones e integrar las partes para el funcionamiento óptimo del sistema.  Nuevas cualidades emergen de la interrelación de los integrantes.

Una familia ideal, conformada por ocho integrantes, tres hijos y tres hijas, nos ayuda a comprender el funcionamiento efectivo de una familia y las relaciones entre sus integrantes.

POSICIÓN

RELACIÓN

CUALIDAD

Padre

Marital

Dureza

Madre

Marital

Blandura

Hijo mayor

Autoridad

Áspero

Hija mayor

Autoridad

Suave

Hijo mediador

Mediación

Fluidez

Hija mediadora

Mediación

Rigidez

Hijo menor

Apoyo

Frialdad

Hija menor

Apoyo

Calidez

Los límites dentro del sistema familiar distinguen lo interior de lo exterior. Son los límites al interior de la familia  los que engendran un sentimiento de pertenencia entre sus miembros. De allí que los límites de los miembros familiares individuales y de los subsistemas familiares, son de máxima significación. Así, la terapia de familia puede ser concebida como una intervención de los límites.

A. La comunidad.
B. Diada marital
C. Subsistema masculino
D. Subsistema femenino
E. Tríada padres e hijo.
F. Subsistema hijos
G. Subsistema de la personalidad.
H. Subsistema del temperamento-carácter.

límites familiares

LOS PROCESOS DEL SISTEMA

La estructura de relaciones es mantenida y manifestada a través de  los procesos del sistema familiar: La comunicación, los roles y las normas.

La comunicación es el estilo característico de los integrantes para relacionarse internamente y con su entorno, lo que influye en el comportamiento de sus miembros.

Los roles son usados para ordenar la estructura de relaciones dentro de la familia.

Normas o reglas son definidas para garantizar que se viva a la altura de los roles y se imponen estímulos y  sanciones para asegurar que las normas se cumplan. Las normas son la expresión observable de los valores de la familia y/o la sociedad. Mientras más congruentes sean la comunicación, los roles y los valores del sistema familiar, más funcional es este. Para que exista una familia se requiere una cantidad mínima de congruencia en sus procesos.

Una familia funciona plenamente cuando cada uno ocupa el lugar que le corresponde. El padre se muestra duro y firme, la madre blanda y flexible. Es normal que los adolescentes cuestionen reglas, cambien de humor y quieran pasar más tiempo con sus amigos. Hay que aprovechar esa etapa para enseñarles límites, para que sean adultos responsables y sanos. Es importante que los hijos aprendan a escuchar a los padres y a tratarlos con respeto. Si se pasa por alto el hecho de los hijos ignoren a los padres, contesten con insolencia o infrinjan las reglas del hogar, esto afectará la relación con la familia y con los demás.

EL CLIMA FAMILIAR

Emociones, actitudes y virtudes van dando forma al clima familiar.

Las virtudes son las modalidades permanentes de la sana emoción. El amor es la emoción de tipo atractivo que placenteramente une a dos personas. El odio es la emoción de índole repulsiva que dolorosamente separa las personas. La virtud es la permanente modalidad de la emoción amorosa dirigida hacia un ser viviente. El vicio es la permanente modalidad de la emoción de odio hacia un ser viviente.

LA CULTURA FAMILIAR

Ritos, creencias y valores van dando forma a la cultura familiar.

Las creencias son un estado mental de carácter representacional, que junto con factores motivacionales interviene en la dirección y el control del comportamiento voluntario. La creencia es un estado intermedio entre la opinión y la convicción que funciona como razón para la acción.

Los ritos son la celebración de las creencias (mitos), que mediante símbolos utilizados en fiestas o ceremonias más o menos solemnes, transmiten el valor de lo sagrado, en relación con los ciclos.

Los valores son creencias que hacen parte de fines o formas de comportamiento deseables, que guían la selección o evaluación de los comportamientos, las personas y los sucesos, y que se ordenan por su importancia relativa para emitir un juicio de valor.

Es necesario entender el concepto de valor desde dos puntos de vista, como valentía y como utilidad.

Los valores son esas metas deseables que sirven como principios en la vida de una persona o una institución social. Mientras que las normas se definen por consenso, los principios no son negociables. Los valores se estructuran en dos polaridades: conservación (tradición y seguridad) versus apertura al cambio (autonomía y estimulación), autopromoción (poder y logro) versus autotrascendencia (benevolencia y universalismo).

El corazón al expandirse como campo magnético crea un escudo que protege el cuerpo físico del ser humano. Tres armas acompañarán al adolescente en su lucha para hacerse valeroso: El escudo de la fuerza, la espada del triunfo y la conquista infinita y eterna del amor. Con ellas, nada ni nadie jamás los vencerá. La virtud se realiza como la elección uniforme del bien sobre el mal. La discriminación del significado de los actos humanos permite comprender las virtudes, el discernimiento produce la conciencia de los valores espirituales: belleza, verdad y bondad. El amor es la síntesis de esos tres valores.

Se espera que los hijos elijan los fines superiores. Dicha conducta es virtuosa. La virtud suprema es elegir de todo corazón hacer la voluntad del Padre, guiado por principios éticos.

Corazón escudo

EL CONSEJO FAMILIAR

 

Costumbres, derechos y deberes han ido dando forma al concepto de dignidad humana.

Las reuniones familiares son un espacio para dar estímulos e imponer sanciones frente a las normas del hogar y las tareas de los integrantes. La reunión familiar favorece la creatividad de los miembros en la resolución de problemas y la toma de decisiones. Los padres pueden reforzar la conducta adecuada haciendo elogios, otorgando estímulos, recompensando y privilegiando el esfuerzo de los hijos por hacer las cosas bien. Los hijos también necesitan un refuerzo de sanción para sus conductas negativas. Cuando las necesidades de las personas están satisfechas, éstas se refuerzan por la conducta ya que uno se siente bien de pertenecer a un grupo, de tener poder, de disfrutar la vida y tener independencia.

Es necesario mostrar a los adolescentes una y otra vez cuáles son los límites mediante la forma en que actuamos con los estímulos y las sanciones que les damos.

Cuando los adolescentes hacen algo equivocado necesitan recibir una sanción o consecuencia de su falta cuanto antes.

REDES CON LA COMUNIDAD

La comunidad educativa es la encargada de velar por la calidad de los servicios domiciliarios, así como de la salud y la educación.

En la comunidad empezamos a experimentar situaciones de justicia social.  Justo es aquello que estando en armonía con la suprema ley allega felicidad, y lo injusto es aquello que por estar en oposición a la suprema ley acarrea miseria.

La comunidad entera necesita apoyar en la  promoción y desarrollo de una juventud positiva.

Arbol familiar

 

PROACTIVIDAD FAMILIAR

Principio holístico.

Esquemas, estilos y hábitos van dando forma a la calidad de vida.

Una familia proactiva prevé su futuro, este se analiza en función de amenazas y oportunidades.

La salud crea un escudo protector frente a los factores de riesgo. La promoción de la salud orientada a la calidad de vida implica entre otros objetivos: modificar creencias, cambiar actitudes y valores y mejorar la toma de decisiones.

El estilo de vida son todas las soluciones estratégicas que adopta la familia para cumplir sus planes y objetivos globales.

Mientras los adolescentes fortalecen su carácter, se tropiezan con dificultades que  a menudo les alarman y deprimen. Se ven combatidos por deseos que les estremecen y avergüenzan y a pesar de sus vigorosos esfuerzos por desecharlos no dejan de adherírseles y atormentarles. La fuerza efectiva de un carácter se mide por la fuerza de la voluntad o por la vehemencia del deseo de acuerdo al nivel de desarrollo humano.

Los adolescentes se enfrentan a situaciones de riesgo que han de resolver de manera efectiva. La familia ha de brindar a sus integrantes la oportunidad de participar en la toma de decisiones que los afectan directamente, así como en el ejercicio de control grupal sobre quienes tratan de  controlar a la familia o a alguno de sus integrantes. El mejor medio para brindar estas de participación y ejercicio de autonomía es una administración circular. El consejo familiar.

Mientras que los hábitos son pautas de reacción superiores, las adicciones son esquemas de memoria inferiores, dependencias que traen consigo grandes consecuencias.

Los siete hábitos son:

  1. Equilibrar el amar y el saber.
  2. Establecer reglas en casa.
  3. Estimular el buen comportamiento (diferencia entre conducta y disciplina).
  4. Decidir en grupo.
  5. Establecer vínculos.
  6. Protegerse de riesgos
  7. Establecer redes comunitarias.

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