Blavatsky y la doctrina de los ciclos
Introducción
Los ciclos en la filosofía
Los filósofos griegos ya insistían en que todo cambia. Heráclito de Éfeso decía que nadie se baña dos veces en las aguas del mismo río. No es solo que todo cambia, sino que el cambio ocurre por ciclos, como si fuese una espiral. Los ciclos se repiten, pero siempre de manera diferente.
Entre los pensadores de los últimos siglos, esta idea se ha mantenido. Giambattista Vico (1668-1744) le dio mucha importancia a los ciclos e influyó en los pensadores posteriores.
Los pensadores esotéricos y el estudio de los ciclos.
Krumm.Heller y el Tatwámetro
Los pensadores esotéricos también expresan que la historia se manifiesta por ciclos. Ciclos que se repiten cada cierta cantidad de minutos o ciclos que duran millones de años.
Entre los ciclos que duran minutos, podemos referirnos al Dr. Krumm-Heller, quien en su obra el Tatwámetro afirma que dentro de cada dos horas ocurren cinco modificaciones o estados de tatwas. Cada modificación dura 24 minutos que por cinco son 124 minutos, o sea dos horas. Krumm-Heller ofrece una guía para actuar de acuerdo a estas transformaciones.
Blavatsky o la historia no ha terminado
De igual manera, Madame Blavatsky, insiste en que el cosmos ha atravesado ciclos de millones de años y que cada uno de esos ciclos, contiene ciclos menores. Incluso, las etapas históricas de la humanidad como la egipcia, la griega, la romana y la actual corresponden a esos cambios cíclicos.
Esta última idea, señala que no hemos llegado al final. En esto se manifiesta un contraste con las ideas del idealismo de Hegel que dice que el mundo de la razón es el final del período histórico o con el materialismo de Carlos Marx que afirma que el comunismo es la última etapa de la historia.
Las etapas históricas de la humanidad como la egipcia, la griega, la romana y la actual corresponden a esos cambios cíclicos.
Las escuelas esotéricas dicen que la etapa histórica no ha terminado y que apenas vamos por la mitad. Además, afirman que el finalizar esta etapa histórica, seguirán otras etapas, ya que la vida es eterna.
Blavatsky y la doctrina de los ciclos
Como una nota para quienes quieren leer la Doctrina Secreta de Blavatsky, Max Heindel sugiere que si se quiere aprender algo en esta obra tan densa, hay que hacer como señala el Mito de Teseo.
Teseo para no perderse en al laberinto, se guió por el hilo de Ariadna. Ató el hilo al principio del laberinto y lo fue desenrollando en la medida en que avanzaba por los senderos tan diversos, luego regresó con la ayuda del hilo de Ariadna. En nuestro caso la idea es tomar un tema, un concepto, por ejemplo, los ciclos, y leer la obra buscando todo lo que tenga que ver con este asunto.
Ató el hilo al principio del laberinto y lo fue desenrollando en la medida en que avanzaba por los senderos tan diversos, luego regresó con la ayuda del hilo de Ariadna.
La doctrina de los ciclos
Muchas veces se ha hecho notar que la historia se repite, aunque nunca de la misma forma. Incluso, cuando se refiere a los imperios como el Egipcio, el Griego o el romano es evidente que todos estos imperios nacieron en sitios desconocidos, crecieron en desarrollo económico, cultural y moral, llegaron a su apogeo y finalmente comenzaron a decaer, hasta desaparecer y con el tiempo se formaron nuevos imperios.
Los ciclos y el karma
Blavatsky en la sección XV del segundo volumen de la Doctrina Secreta relaciona los ciclos con el karma. La idea es que las consecuencias de los hechos históricos y personales no son inmediatas, sino que ocurren de acuerdo a ciclos.
Esto aclara el problema de no ver las consecuencias históricas y personales de los hechos ya que es necesaria una maduración para que los efectos lleguen a su culminación.
El proceso desde la semilla hasta el fruto
Además, Blavatsky agrega una característica importante y es la aclaración sobre que los hechos deben llegar a su desarrollo completo antes de comenzar la etapa de consecuencia.
Se puede decir que así como hay una relación entre la semilla y el fruto que dará la planta, también la hay entre nuestras intenciones y los resultados que obtendremos.
Sigamos con el ejemplo de la semilla y el fruto, para que esa relación semilla-fruto pueda expresarse es necesario que la semilla se desarrolle pasando por la formación de la raíz, del tallo y su culminación en las flores, para dar paso a los frutos. El fruto sería un buen símbolo del karma.
Los hechos deben llegar a su desarrollo completo antes de comenzar la etapa de consecuencia.
Así como una planta, que en sus inicios deja de desarrollarse, no puede dar frutos, de igual manera una acción que deja de repetirse antes de llegar a la meta, no tendrá resultados.
Una vida inútil
Por esta razón, una persona que por evitar hacer algo malo, decide no tomar decisiones, no va a tener resultados negativos, pero tampoco adquirirá experiencia. Si alguien mantiene esta actitud, tendrá una vida inútil.
Siete cosechas
Una idea muy importante, cuando Blavatsky se refiere a los ciclos y las consecuencias del karma, es que cuando se han obtenido siete frutos, es decir, cuando se ha llegado a la meta siete veces, en siete ciclos, el resultado es un carácter. El resultado es una marca que no se va a borrar para bien o para mal. Los griegos llamaban a esto Némesis que es una forma de decir Juicio Final. Es el karma maduro.
Desarrollando nuestro carácter
La diosa Némesis otorgaba la fortuna o la desgracia dependiendo de las causas que se habían sembrado.
La idea de los siete ciclos es importante, porque al final de cada ciclo, cuando recogemos los frutos tenemos que decidir si son los que queremos o no. Si vamos a proseguir en la misma línea o vamos a cambiar nuestra conducta para tener consecuencias diferentes. Blavatsky afirma que somos libre de elegir hasta el sexto ciclo. Después del séptimo ya no hay elección, hemos creado un destino.
Nuestro compromiso es ser consecuentes con los siete ciclos en aquello que queremos mantener en nuestra vida, pero desvincularnos de los ciclos que no queremos repetir.
En la medida en que creamos una costumbre, vamos creando condiciones para formar nuestro carácter.
Esta idea se puede ejemplificar en programas de computación. Hay ciertos pasos que cuando son repetidos un cierto número de veces, el programa lo entiende como una condición de repetición y en la siguiente ocasión, basta marcar el primer paso, para que se ajusten todas las condiciones siguientes.
De igual manera, si dejamos de marcar el primer paso, la repetición no ocurrirá. Si nos hemos dado cuenta de que estamos haciendo algo negativo, bastará con dejar de hacerlo, para que los siguientes pasos no ocurran.
Debemos tener claro, que no basta con dejar de hacer algo negativo, sino que debemos dirigirnos hacia lo positivo. De esta manera, evitaremos muchos malos efectos.
Cada día debemos repetir todo lo que queremos mantener en nuestra vida. Debemos recordar siempre que solo tenemos el presente para actuar. Sin embargo, también se nos dice que hay tiempo para cada cosa.
Esto quiere decir que debemos respetar los ciclos. El tiempo para estudiar, el tiempo para trabajar, el tiempo para descansar, el tiempo para comer.
Para comprender el karma es necesario entender el concepto de desarrollo cíclico. Cada ser está en diferentes ciclos en relación a los demás seres. Esto vale para individuos y para naciones.
Para comprender el karma es necesario entender el concepto de desarrollo cíclico.
Referencias
Blavatsky, H. P. (1999) La Doctrina Secreta. Vol. II. http://www.sturuguay.org/libros/BibliotVirtual/DOCTRIN2.PDF
Krumm-Heller. El Tatwámetro. Editorial Humanitas. Barcelona.
AUTOR: José Contreras, redactor y traductor en la gran familia de hermandadblanca.org
Gracias
Tmabién gracias para usted, por su reconocimiento.