Hola amigos, les presento mi primer libro. Para todos los niños del mundo, los que habitan en nosotros y los recién llegados a nuestra Tierra. Este es el fruto de mis experiencias vividas a partir de mi trabajo espiritual, el que comenzó hace unos tres años aproximadamente. Si bien mi fuerte es la imagen y el sonido, ya que me manejo con soltura entre la plástica, el diseño y la música, sentí un poderoso llamado interior para expresar por escrito estos nuevos conceptos que se me iban desplegando ante mis sentidos. Cuando se despierta a la sabiduría que está dormida en nuestro interior, se siente el retorno al hogar, porque todo va resonando con una familiaridad sorprendente. Uno se va respondiendo a las preguntas más primarias, ¿qué somos?, ¿para qué estamos acá?, se van revelando los mensajes que hay detrás de los encuentros con personas y situaciones. El velo misterioso de la vida se va corriendo poco a poco y un universo nuevo nace frente a nuestros ojos.
Esta fué mi misión para aquel entonces, reflejar lo aprendido mediante el color, la forma y la palabra, y como un soplo de aire tibio se fue manifestando en pocos instantes la tarea que tenía que realizar. Un pequeño relato de la visión chamánica americana vista con los ojos de una niña, porque son los niños quienes manejan el lenguaje de pureza y unidad, el mismo lenguaje que he comprendido que utiliza el Universo para manifestarse. Contemplar la Naturaleza en una noche estrellada puede ser la manera más profunda de conocer nuestra misión en esta Tierra. Palabras sencillas y transparentes para hablarle al corazón de todos. Para compartir en familia, con los niños, con amigos o en solitario. Brisa nos muestra que cada quien es único e irrepetible y que juntos formamos la Unidad. Cada quien es una pieza de un gran rompecabezas que está en permanente crecimiento y desarrollo. Infinitas posibildades e infinitos caminos para elegir en el juego de la experiencia que es nuestra vida.
Invito a todos, grandes y niños, a compartir un momento con Brisa. Para caminar juntos y sentir cada vez más fuerte el sonido de esa voz interna que nos dice que no estamos solos. Para los niños, mi deseo es que jueguen a ser Brisa por un rato. Para los adultos, que este sea un recordatorio y un llamado a conectar con el mundo interno que muchas veces ha sido olvidado por la rutina y la vorágine de la vida moderna. Que los niños nos guíen, ellos ya saben el camino. La tarea de los adultos es cuidarlos y protegerlos para que crezcan sanos y fuertes, el futuro son ellos mismos y ya está entre nosotros.
AMOR, UNIDAD Y COOPERACIÓN
Irene Schnabel
Millones de gracias por este trabajo Irene, eres una valiente, una emprendedora, una hacedora de magia, gracias por darme este ejemplo, yo debería empezar el camino de enseñanza con los niños y no he empezado aún. Gracias por esa dedicatoria, aunque tenga un significado para ti, a mi me ha llegado como un regalo de luz, es muy simbólica para mi, gracias, gracias, gracias y mucho amor y felicidad para ti.