Los vampiros emocionales o vampiros energéticos como también son llamados, son personas que están cargados de cierta negatividad y que son capaces de manipular las emociones de las personas. 

Esto es una cualidad involuntaria debido a que los vampiros emocionales no controlan esta situación a placer, sino que se debe a una falta de energía ellos sustraen la de las personas a su alrededor. 

El problema se hace más grave cuando nos relacionamos con estos individuos debido a que terminan añadiendo altas dosis de estrés y agobiando más a los que terminan relacionándose con ellos. 

Existen personas que incluso llegan a ser catalogadas como tóxicas por los cánones actuales de la sociedad, pero es una etiqueta excesiva, porque de alguna u otra forma todos somos vampiros emocionales, debido a que es algo inconsciente.

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Se dice que se encuentran en nuestro entorno de manera cotidiana, usan la crítica disfrazada de cumplidos para justificarse, la mayoría de los vampiros emocionales tienen una fuerte influencia sobre las personas. 

Incluso a pesar de que sus intenciones no son malas, su aura pesada plaga el ambiente de una negatividad que puede ser dañina con el tiempo, provocando que las personas se  sientan melancólicas o sin ánimos. 

Un rasgo característico es la falta de empatía ante cualquier situación, esto evita que se identifique con cualquier tipo de situación emotiva, o que sea capaz de ponerse en los zapatos de otro. 

Son bastante egoístas y solo buscan su propio beneficio (drenan la energía de la otra persona y vacían la negatividad en ella) sin importar de que eso pueda causar daño a las personas.  

Cuando reclamas por su comportamiento se excusan diciendo que solo buscan lo mejor para ti, la mayoría de las veces estas personas consumen tanta energía que existen caso de personas que se llegan a enfermar, y que también bajan su autoestima enormemente. 

Los vampiros emocionales se quejan de cualquier cosa, y se hacen la victima  por cualquier cosa, incluso a veces esta actitud puede ser usada como método de manipulación para controlar a las personas y que hagan lo que ellos desean.

Si el vampiro emocional soy yo, entonces es necesario una revisión interna, es decir analizar todo nuestro interior y percatarnos si no tenemos alguna de esas actitudes, es bueno ser optimista y no ver el vaso medio vacío porque esa es una de las cualidades del vampirismo emocional. 

Hay que hacer una introspección y evaluar si hemos actuado mal alguna vez o si con nuestra actitud inconscientemente hemos influido mal en algunas personas, o si lastimamos a nuestros amigos y familiares con nuestra forma de actuar y de decir las cosas. 

Nuestra aura cambia si nuestra forma de pensar cambia, recordemos que la actitud ante cualquier situación define muy bien quienes somos, y es mejor ser optimista y nunca lamentarse y victimizarse por lo que nos suceda. Solo hay dos formas de ver la vida; más alto y más allá.

Esto es lo más dañino que puede ocurrir, tener una relación con un vampiro emocional es lo peor que puede existir, debido a que este vampiro emocional puede causar mucho daño incluso este vampiro emocional tiene la capacidad de manipular a su antojo a las personas teniendo consciencia de ello. 

Esto es lo que puede denominarse como una relación tóxica, es decir, una relación que no va a ningún lado y que solo los mantiene juntos es el masoquismo o el hecho de que uno esté siendo manipulado por el vampiro emocional, manteniendo a la persona a su lado solo para saciar sus ansias de energía. 

El vampiro emocional funge como carcelero y manipulador de la persona que está con él, disminuyéndola o bajando su autoestima para que piense que èl es el único que puede quererla o quererlo, dependiendo del caso. 

Es mejor darse cuenta de estos detalles antes de que sea tarde y se convierta en algo más serio y no haya vuelta atrás, es mejor ser consciente de lo que hacemos y con quien nos relacionamos porque podemos terminar lastimados. 

Las consecuencias de vivir con un vampiro emocional son graves, pierdes grandes niveles de energía, y puedes sentirte triste cada vez que él esté cerca, sientes cansancio y fatiga, estas confundido con los ánimos por el suelo.

Dejas de valorarte como persona y pasas a ser alguien que siempre se queda en segundo plano, es decir te conviertes en una víctima de la circunstancia siempre aplastada o aplastado por esa persona y con el tiempo te acostumbras a ese tipo de situación y allí es donde está lo peligroso. 

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La mayoría de las veces solemos encontrarnos a este tipo de individuos en los círculos sociales o donde suele coincidir una gran cantidad de personas, la mayoría de las veces es en la universidad o en el trabajo. 

El lugar donde de seguro los vamos a encontrar es en el entorno laboral, debido a que allí ellos pueden acceder más  rápido a las personas y es el sitio perfecto para crear zozobra y nutrir su envidia. 

En el entorno laboral la envidia está a la orden del día debido a que siempre envidian los logros de los demás y desean lo que los demás poseen, también es el lugar perfecto para crear rumores sobre las personas o para mal informar a los demás sobre ti. 

Es importante saber detectarlos y alejarse de ellos para mantenernos protegidos, o hacerles saber el tipo de personas que son y mantenerlos a raya por nuestro propio bien.

También debemos cuidarnos en nuestros círculos sociales, porque esas personas que consideramos amigos tal vez sean vampiros emocionales y no nos hemos dado cuenta aún de lo que son capaces debido a que no los sabemos identificar. Es importante conocer cada detalle y alejar a ese tipo de personas para evitar que absorba nuestra energía o nos contagie con su actitud. 

“Los vampiros emocionales os atraen para luego vaciaros. Son vecinos cálidos y cordiales delante de vosotros, que a vuestra espalda extienden rumores”. Albert J. Bernstein en su obra “Vampiros emocionales”

Huye

Una de las estrategias que puedes usar para este tipo de caso es huir, alejarse de este tipo de persona es lo más sano que puedes hacer, pero existen circunstancias y lazos por los cuales algunas veces estamos atados y huir a veces no funciona cuando son familiares. 

No hacer caso de lo que dice

Muchas veces la verdadera solución es ignorarlo lo más que podamos y ser indiferente, esta técnica los mantiene a raya y pronto se darán cuenta de que no muestras ningún tipo de interés en lo que dicen y terminaran por alejándose ellos mismo. 

Poner límites

Una de las técnicas efectivas es ponerle límites, eso lo hacemos sabiendo cómo frenarlos y poniéndole barreras en cuanto a la información que le suministramos, es mejor mantenerlos distanciado de nuestra información diaria o de nuestra vida, también en el entorno profesional, hazle saber que no ventilas las cosas que haces con cualquiera y que eres una persona reservada, así los vampiros emocionales se alejaran y no podrán causarte ningún daño.

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