¿Conoces el Milagro de los ojos de la Madre de Guadalupe? ¡Conócelo, es extraordinario!
Sabes, ¿cuál es la conexión de la Madre de Guadalupe y sus ojos?, ¿qué les pasó a los ojos de la Madre de Guadalupe?, ¿es real el milagro de los ojos de la Madre de Guadalupe? Son miles de preguntas las que puedes poseer en torno a la Virgen Madre de Guadalupe, la invitación es para que, a través de este texto, logres adquirir conocimiento, y dar respuesta a todas las inquietudes que tu corazón y tu mente te forjan en lo más profundo de tu Ser.
Leyenda de la aparición de la Madre de Guadalupe
Antes de mostrarte en contexto el Milagro de los ojos de la Madre de Guadalupe, quiero que conozcas, a grandes rasgos, la leyenda de su aparición.
De acuerdo con la historia escrita, y la historia verbal, la leyenda de la Virgen de Guadalupe, tiene sus orígenes cronológicos en las afueras de la Ciudad de México, exactamente el 9 de diciembre del año 1531. Para este tiempo, ésta era la Capital del Imperio Azteca.
¿Qué fue lo que sucedió? Dicen los historiadores, que, en aquella zona vivía un indígena que respondía al nombre de Juan Diego, aunque su nombre nativo era Cuauhtlatóhuac.
Pasa, que el día 9 de diciembre, mientras iba de camino por los ásperos senderos de la región, en el cerro conocido como Tepeyac, fue vista a sus ojos, una persona de tez femenina; que, de acuerdo con las indicaciones de Juan Diego, estaba en actitud de oración y extraordinariamente resplandeciente. Al saludarle, la señora se le presentó como la Virgen del Cielo, y le pidió que en ese lugar se labrase un templo en su honor, además, le encomendó que le comentara esta información al obispo de la zona.
Parece ser, que el obispo no creyó en la visión de aquél indígena, y por tres veces consecutivas tuvo que ir hasta dónde se le aparecía la señora de tez femenina, y decirle que el obispo no creía en él, y que además le pedía a Ella una señal. La señora, simplemente le pidió que regresara nuevamente al día siguiente.
El día de la cita, Juan Diego tuvo que salir de urgencia a llamar un sacerdote, porque, parece ser, que su tío Juan Bernardino estaba muy enfermo. Debido a esta situación, Juan Diego no pretendía ir dónde se le aparecía la señora, sin embargo, a la altura del cerro Tepeyac, la señora se le apareció por cuarta vez, preguntándole por qué le evadía. El indígena le cuenta la historia de su tío enfermo; como respuesta, la señora le indica que su tío ya estaba sano, y que subiera al cerro a recoger algunas flores.
Con dudas de haber flores, precisamente porque no era temporada, Juan Diego subió a recogerlas. Al llegar, cuenta la historia, que había las rosas más puras y bellas, e inmediatamente empezó a cortarlas y envolverlas en su traje. Luego las bajó y se las llevó a la señora, quien a su vez le ordenó que las llevara al obispo, y sólo a él se las entregara.
Cuando Juan Diego logró entrar al obispado, el obispo le pidió insistentemente que le mostrara la señal enviada por la Virgen del Cielo; fue así, que el indígena soltó su traje y apareció en él pintada la imagen de la Madre de Guadalupe, dicen los textos que “como pintada por ángeles”.
Así, a vuelo de pájaro, la leyenda de la Madre de Guadalupe. Si deseas más detalle, te invito para que hagas indagación en libros escritos en la lengua materna del indígena Juan Diego.
El Milagro de los ojos de la Madre de Guadalupe
Los científicos, con el fin de identificar la veracidad de la pintura que entregó Juan Diego aquel día, iniciaron investigación de aquel traje o ayate. El ayate, a la luz de la cultura Mexica, es una especie de instrumento agrícola para recolectar las cosechas.
Ahora, las investigaciones han sido realizadas en torno a todo el ayate, sin embargo, al analizar los ojos de la Madre de Guadalupe, o Morenita, según la tradición cultural, los científicos han logrado observar, con admiración y asombro, una imagen particular y extraordinaria. ¿Quieres saber que vieron? Te lo voy a contar a continuidad.
El oftalmólogo, científico y director de diversos hospitales oftalmológicos de México, Doctor Enrique Graue, dice que “Examiné los ojos con oftalmoscopio de alta potencia, y pude apreciar en ellos, profundidad de ojo como al estar viendo un ojo vivo”.
Allí, se conoció en los ojos de la Madre de Guadalupe, el efecto Púrkinje-Sánsom, que consiste en la triplicación de la imagen en la córnea y en las dos caras del cristalino.
Este fenómeno, también fue observado por el Doctor Rafael Torija, y lo certifica diciendo “los ojos de la Virgen de Guadalupe dan impresión de vitalidad”. Así mismo, los científicos y médicos, Guillermo Silva Ribera, Jaime Palacio y Ismael Ugalde, entre otros, certifican lo observado
Las investigaciones, según los reportes escritos y verbales, empiezan a realizarse desde el año 1950.
El primer hallazgo en los ojos de la Madre de Guadalupe hace alusión a la aparición de 13 figuras humanas muy diminutas, precisamente, en un espacio de 8 milímetros de diámetro.
Según el detalle expositivo de los científicos investigadores, en aquél primer descubrimiento, el acontecimiento general está particionado en dos escenas. La primera, parece ser, que está compuesta por el obispo, quien se sorprende al momento que el indígena Juan Diego abre su ayate. En esta escena, fuera de estar presente Juan Diego y el obispo, también se observa una especie de traductor y una mujer de raza negra, entre otras personas.
En la segunda escena, según lo que se cuenta, se observa una imagen de una familia típica de indígenas con sus respectivos hijos alrededor. Los estudiosos indican, que las dos escenas se repiten en cada ojo de la imagen de la Virgen de Guadalupe, sin embargo, con cercanías distintas.
En el segundo hallazgo la imagen del obispo fue agrandada a través de tecnología digital. Fue así, que se observó en los ojos del obispo, la imagen de la Madre de Guadalupe y al indígena Juan Diego.
El tercer hallazgo de la pintura tiene relación con un estudio oftalmológico profundo. ¿De qué se trata? Parece ser, que los ojos de la Madre de Guadalupe al acercársele a la luz, la retina se contrae, y al volvérsele a retirar de la luz, la retina se vuelve a dilatar; tal cual pasa con un ojo vivo. ¡Asombroso!, ¿Verdad?
Cuando se toma la temperatura de la fibra de maguey utilizada en la construcción de la tilma, traje o ayate de Juan Diego, los científicos se han dado cuenta, que ésta se mantiene a una temperatura constante de 36.6 grados centígrados; la misma temperatura que necesita el cuerpo humano para subsistir. Este sería un cuarto hallazgo.
Ahora, pregúntate, ¿cuánto tiempo podrá durar una tela construida con fibras de maguey? La investigación dice, que, en condiciones naturales y normales, la tela no podría subsistir más de 30 años. Sin embargo, a hoy, la imagen de la Madre de Guadalupe posee casi 500 años, y aún está intacta, dicen los expertos, que está lúcida como el primer día. Incluso las réplicas construidas se han venido deteriorando y pudriendo a la medida que va evolucionando el tiempo. Como ves, este es otro importante hallazgo.
Un láser pasado de modo lateral sobre la tela de maguey, comprobó que su coloración no está, ni en el anverso ni en el reverso de la tela; según los expertos, parece como si los colores estuvieran flotando, más o menos, a una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido, no alcanzando a tocarlo.
Realmente existe infinidad de investigaciones científicas que dan cuenta de la imagen de la Madre de Guadalupe. Le invito para que acreciente su conocimiento leyendo más detalle sobre esta aparición.
Por lo pronto, mi idea es que tu conozcas sobre el milagro ocurrido en los ojos de la Madre de Guadalupe, sólo a modo de investigación científica, racional e histórica; si lo crees por tu fe y amor, considero yo, que ésta es una tarea más personal, y tiene que ver con otras realidades del Ser humano.
Autor: William Hernán Estrada Pérez, Redactor en la Gran Familia de hermandadblanca.org
Amen???❤
Una raya más al tigre….
He leído el libro
Y por qué Juan Diego tiene barba si los indígenas eran lampiños!!! Pregunto…se dice que ese cuadro lo trajeron de España ya pintado…
#ؤرِدًهـِْهـّہِٰ⇣⇣✿
<3 VipFB. Vn <3