Definición de Metafísica ¿Es un Saber práctico?
Como se ha visto en otros artículos sobre la definición de metafísica, ya se abordó su etimología y se dilimitaron sus constructos básicos, definiendose como el estudio de «aquello que está más allá de la física». Conviene ahora, formular desde otro ángulo, la pregunta del título del presente escrito, a saber: ¿para qué sirve la metafísica?; es decir: ¿Es un saber práctico? comúnmente, la filosofía se expresa como predicando al pensamiento, implicando sabiduría. De esta manera, el filósofo-metafísico; por el mero hecho de pensar, «es un sabio, y si es sabio, es capaz de resolver problemas». De allí, la imagen estereotipada o trillada del filósofo como hombre barbado, descuidado en su vestimenta y mirada profunda; en definitiva un hombre que piensa.
Para qué sirve la Metafísica
En éste sentido, pueden existir «Aristóteles vestidos de Gucci», o filósofos que no piensan (los estoicos, cuya persona simbólica es Pirrón) o pensadores que no son filósofos. Con esto, ya se entiende que esta pregunta es un poco más compleja de lo que su intención formulativa supone. En efecto, la definición de metafísica –y la filosofía-, en sentido estricto, es un saber investigativo, enfocado en preguntar y pensar sobre lo que está más allá de la física; su definición es metodológica, porque ésta es “camino hacia algo”, pero nunca el algo. Su definición es una indefinición, una perfectibilidad perenne.
En consecuencia, la definición de metafísica, conforma en sí, un ejercicio constante de un saber preguntar, por lo que abre caminos para desestructurar lo planteado como evidente, y repensarse las formas del Ser y en ello; re-formular la utilidad de categorías socio-culturales heredadas en la vida actual del Yo. De ésta forma, sirve para que te pienses diferente a como te has venido pensando; o como has sido pensado por otros, ya sea tus padres, la sociedad, o por la intromisión de la idea de un dios, el condicionamiento del modo de concebir el mundo o la propia alma.
Asimismo, también, para transformar y dar luz a viejos paradigmas que nos amarran en ciclos neuróticos y nos impiden desarrollarnos con mayor amplitud. De esta forma, la metafísica sirve para romper con la realidad a través del pensar, dilucidando nuestros puntos ciegos e integrando nuestras sombras y en ello nos enseña a ser libres. Entendido lo anterior, al responder si la metafísica es un saber práctico, procederemos con cautela.
Objetos clásicos estudiados por la definición de Metafísica
Los objetos de la definición de metafísica clásica, son: el mundo, el alma y Dios, ello constituyendo la totalidad de lo real (Κοσμοσ -cosmos-) o lo natural. Lo natural como principio está exento de la intervención del hombre, en sus leyes de funcionamiento: el espacio-tiempo o cuarta dimensión es independiente del sujeto, tanto así que dicha dimensión es contraintuitiva. El mundo, el alma y Dios o la ontoteología devienen de una investigación de la razón práctica, que se pregunta acerca de la libertad, la moralidad y la inmortalidad. La ontoteología es la respuesta de la investigación de la razón práctica.
Sin embargo, la libertad, la inmoralidad y la inmortalidad y sus respuestas, así entendidas en la definición de metafísica, no son empíricas. De ahí la diferencia entre lo práctico y lo empírico. La razón práctica, se presume ética universal o moralidad, pero ¿cómo puede una ética serlo sin su base empírica, cómo puede serlo un oxímoron: ética (relativo a lo individual) universal?
En efecto, el mejor de los mundos posibles, así, implica al error, la maldad, la fealdad, porque está fundamentado en gran medida en una ética humana y no en una práctica angélica, impoluta. De modo que, lo natural en la definición de metafísica, como principio es lo práctico; lo natural como final o lo artificial es lo empírico. De ahí que, a la metafísica se le designe ontología especial (determinada como lo físico, lo psicológico y lo eidético) quedando como flotando en la ontología general, que es indeterminación y pluralidad. La metafísica necesariamente es un saber práctico.
¿Por qué es posible la definición de metafísica como saber práctico?
La razón práctica es regulativa, de allí que se pregunte por la libertad, la moralidad y la inmortalidad, conceptos eminentemente prescriptivos naturales a la definición de metafísica. Es el Sumo Deber Ser (como si el Bien no fuese Idea sino Ley). Pero a esto le subyace otra propiedad aquende a lo regulativo, y es la unidad como Παραταχισ (parataxis o unión) de la naturaleza, designada por el Ego Transcendental.
De esta forma, la idea de un yo simple, autoevidente, se refleja en esquema en la idea del todo, compuesto. Es decir, la idea de elemento implica a la idea de conjunto, esto se sobreentiende. Por ello, el yo consciente, posibilita como totalidades al mundo, al alma y a Dios. Empero ¿A qué regula la razón práctica? A la unidad posible de regulación, es decir, al ego y sus acciones de la vida profana.
¿Cómo es posible la ética y el saber en general?
Ahora bien, La propiedad que está «más acá» de lo regulativo, o sea lo uno, tiene ciertas características para la definición de metafísica, una de las cuales engendra a la ética. Estas abarcan: Intuición, inteligencia y voluntad que son características del ego trascendental que engloban grados, en los cuales una idea (su eidos) se configura según determinado grado. Dichos grados son los siguientes:
- repraesentare (representar o visualizar),
- percipere (percibir),
- noscere (conocer),
- cognoscere (aprender),
- intelligere (entender),
- perspicere (Examinar) y
- comprehendere (comprender).
Los primeros tres, para la definición de metafísica, son modos de la intuición. El cuarto, quinto y parte del sexto; pertenecen al entendimiento. la otra parte del sexto y el séptimo; pertenecen a la voluntad.
Asimismo, para la definición de metafísica, esas características del yo, funcionan como los modos del aprendizaje en la taxonomía de Bloom: del conocimiento no se espera ni análisis ni síntesis, mucho menos valoración; sino que tal condiciona y configura el eidos aprendido. Los objetos de la intuición –sus eidos propios- no son los mismos a los objetos de la intelección, y así con la voluntad.
En éste sentido, la definición de metafísica abarca la ética como saber práctico. Ella se engendra en la intuición, porque es empírica, y los tres grados intuitivos sirven para fundamentarla individual: quien representa, percibe y compara una cosa con otra, es un yo personal; y todavía más, los contenidos de esos grados son de naturaleza empírica, captados por los sentidos.
De esta manera, toda definición de metafísica, como saber práctico; invita a la conciencia a examinarse y comprendernos a través de preguntas, tales como: ¿Me siento a gusto con mis acciones?; ¿Qué es el «Sumo Deber Ser»?; ¿Mis acciones me potencian y no atentan contra mi esencia o la de los demás?; ¿Qué estoy haciendo con mi vida; hago aquello que me hace más libre?; ¿Qué trato de evitar con mis acciones?; ¿A través de qué prácticas me relaciono con el mundo y los otros?; ¿Qué espero de los demás, a caso de Dios, del mundo y de mi mismo?
Por otra parte, a esto le podríamos agregar y cuestionar: ¿cómo es posible una ética no focalizada en la voluntad (energeia)? Pero es tema de otra entrada.
Autor: Kevin Samir Parra Rueda, redactor en la gran familia de hermandadblanca.org
Reflexión canalizada a través de conversaciones metafísicas con mi buen amigo, filósofo, pensador y matemático: Edson Aldair Cáceres.
Más información en:
- Aristóteles. (Tr.1982). Ética a Nicómaco. Bogotá, Colombia: Momo ediciones
- Ferrater, J. (1964). Diccionario de Filosofía. (5ta ed.). Buenos Aires, Argentina: Editorial Sudamericana.
- Kant, Immanuel (1787). Critica de la razón pura. (2da. Ed.). México: Taurus. Sexta reimpresión 2006.
En el estudio de la metafisica encontramos respuestas que los seres humanos siempre hemos buscado, el origen de la vida, la muerte y principalmente Dios.
Muy interesante… Me gusta.. Es para releerlo…. ?☺
Me encanta
INTERESANTE, GRACIAS
Me gusto mucho el tema gracias y muchas bendiciones.